miércoles, 8 de abril de 2009

ACERCANDOME AL REY

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación.- 2da. De Corintios 6-17 y 18.

Al Jesús entregar su vida por nosotros, nos hizo merecedores de un gran privilegio, ser salvos por su preciosa sangre, oh cuan gran fue el sacrificio de Jesús, fue crucificado, golpeado, herido y calumniado, hasta vinagre le fue dado, cuando dijo tener sed, lo soporto todo por nosotros y es por eso que al tercer día se corono de gloria; y subió al cielo; imagino que el cielo se vistió de colores y luces, hermosos Ángeles lo llevaron de la mano, ante la presencia del padre, imagino que el cielo estuvo de fiesta, es ahora el momento de que agradezcamos, tan gran sacrificio, seamos merecedores de tan gran sacrificio, seamos seres agradecidos con nuestro señor Jesús, seamos humildes, honestos, seamos generosos, aun con quienes nos falten, recordemos que aun siendo pecadores Jesús nos perdona y nos ama, no dejemos pasar la oportunidad de ser dignos hijos de Dios, perdonemos así como somos perdonados, amemos a nuestro prójimo y no atropellemos a las personas que no estén de acuerdo con nosotros, no perjudiquemos a las personas caprichosamente para sacar ventajas, con mentiras y engaños, recuerda que cuando haces un daño a alguien también lo haces al Cristo crucificado, traza en tu vida una meta y cuando salgas a la calle trata siempre de hacer un bien a alguien, no importa su raza, color y nivel económico, si tienes la oportunidad brinda un abrazo, eso puede hacer la diferencia en un corazón desesperado.-

Mi gran y amado Jesús, gracias por tu sacrificio en la cruz, dame la oportunidad todos los días de ser generosa (o) con alguien, permite dar mis brazos para abrazar en medio de la desesperanza, dame la oportunidad todos los días, de ser un instrumento de tu paz, permite que mi vida sea renovada día a día, dando la mano al caído y permite que en mi se vea reflejado tu rostro. En Cristo Jesús te lo pido Amen.

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