sábado, 31 de octubre de 2009

ACERCANDOME AL REY



Una Lágrima

Una lágrima: es eso que humedece los ojos del mundo. Y que el mundo se empeña en ocultar. Es eso que nos tragamos tantas veces por soberbia, por orgullo, por demostrar fortaleza y queda atorada en la garganta, apretada en el corazón, comprimiéndonos todo. Es tan profunda, que no sabemos con certeza de donde nace, ni si podrá morir alguna vez.

A veces una lágrima: cicatriza una herida, lava una pena y ablanda.

Una lágrima: es un recuerdo, una angustia, una desesperación, una interrogante. Una lágrima: puede ser a veces el comienzo del perdón, la primera luz de la rectificación que hace estrechar una mano.

Una lágrima: es a veces la gota mágica que hace cambiar por dentro cuando tenemos que pagar nuestra cuota de dolor, la lágrima ayuda. Cuando la derramamos en el corazón querido, o en la intimidad de la amistad, la lágrima une, estrecha, funde.

La lágrima transforma, enseña, disuelve los rencores, las espinas, las malas yerbas que van creciendo en la amistad e impidiendo acercarse, abrazarse, comprenderse. La lágrima descubre. El que ingnora tus motivos, no te conoce.

La lágrima es un don.

Lucas 6:21
Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
Mateo 5:4
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.

ACERCANDOME AL REY




Restauración De Las Relaciones. (primera Parte)

Ensálzate sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra tu gloria. Salmo 57:5
Es casi una perogrullada decir que el orden en la naturaleza depende de la correcta relación de todas las cosas.
Para lograr la armonía es indispensable que cada cosa esté en perfecta relación con respecto a otra cosa. En la vida humana, ocurre lo mismo.
La causa de todas nuestras miserias es nuestra radical dislocación moral que trajo enemistad con Dios y con cada uno de nuestros semejantes.
Cualquiera haya sido la caída en el pecado, sus efectos han producido un trastorno en las relaciones del hombre con su Creador.
El hombre adoptó una actitud equivocada con respecto a Dios, y con eso deshizo los medios de comunicación con su Creador, en la cual, sin que él se diera cuenta, descansaba su felicidad.
La salvación es, esencialmente, la restauración de esas relaciones, es decir, el retorno a la relación normal del uno con el otro.
Una vida espiritual satisfactoria debe comenzar con un cambio completo en las relaciones entre Dios y el pecador. No meramente un cambio judicial, sino un cambio conciente y experimental que afecte toda la naturaleza del individuo.
La propiciación por la sangre de Jesús hace posible ese cambio judicial, y la obra del Espíritu lo hace emocionalmente satisfactorio.
La historia del hijo pródigo ilustra perfectamente esta última fase. El hijo más joven se había metido en una cantidad de problemas a causa de haber olvidado los privilegios que tenía como hijo de su padre. Su restauración no fue más que el reestablecimiento de esas relaciones, las cuales existían desde su nacimiento, pero que habían sido temporalmente interrumpidas por el pecado.
La parábola pasa por alto el aspecto legal de la redención, para detenerse hermosamente en el aspecto experimental.

Para determinar las relaciones tenemos que comenzar en algún lugar. Debe haber un punto fijo desde el cual todo ha de comenzar a medirse, donde no intervenga la ley de la relatividad, y donde podamos decir “ES,” sin ninguna clase de concesiones. Tal punto fijo es Dios.
Cuando Dios quiso dar a conocer su nombre a la humanidad no encontró otro mejor que “YO SOY.” Cuando él habla en primera persona dice, YO SOY; cuando nosotros nos referimos a él decimos EL ES; cuando nos dirigimos a él le decimos TU ERES. Todo lo demás parte de esta base. Dios dice, “Yo Soy el que Soy” o sea “jamás cambio.”
Así como el marino fija su posición en el mar por la altura del sol, nosotros podemos
saber cuál es nuestra posición moral mirando a Dios. Debemos comenzar con Dios.

Nosotros estamos bien solo cuando estamos en una correcta relación con Dios, y mal cuando estamos en cualquier otra.
Muchas de nuestras dificultades en la vida cristiana se deben a que no queremos tomar a Dios tal como él es, y ajustar nuestras vidas conforme a eso. Insistimos en modificar a Dios y en adaptarlo a nuestra imagen.
La carne se resiste contra la inexorable sentencia de Dios, y como Agag, gime por un poco de misericordia, algo más de indulgencia para sus deseos y apetitos.
Pero esto de nada sirve. Podemos comenzar bien solo cuando aceptamos a Dios tal como Dios es, y le amamos porque así es. Y cuando le vamos conociendo mejor hallamos una indecible fuente de gozo al darnos cuenta que no puede ser de otra manera.
Algunos de los más sublimes momentos de nuestra vida han sido los que hemos pasado en reverente admiración de la Deidad.
En estos solemnes momentos no hemos querido ni siquiera pensar en qué pasaría si Dios fuera de distinta manera.
Comencemos, pues, con Dios. Detrás de todo, por encima de todo, y antes de todo, está Dios. Primero, en orden de secuencia; por encima, en orden de rango y condición; antes que todo, en dignidad y honor. Siendo el único que existe por sí mismo, él ha dado origen y existencia a todo, y todas las cosas existen por él y para él.
“Señor, digno eres de recibir gloria, y honra, y virtud, porque tú criaste todas las cosas, y por tu voluntad tienen ser y fueron criadas” (Apocalipsis 4:11).
Toda alma pertenece a Dios y existe para complacerle a él. Siendo Dios quien es, y
siendo nosotros quienes somos, la única relación que debe existir es de completo señorío por parte de él y de completa sumisión por parte de nosotros.
Nosotros le debemos a él todo el honor de que somos capaces de darle. Darle algo menos es causa de nuestra desdicha.
Seguiremos con la Segunda Parte.

A. W. Tozer

jueves, 29 de octubre de 2009

ACERCANDOME AL REY



Dos meses de vida

Antes de que los comunistas ocuparan el territorio de China, fue llevada a un hospital cristiano en Cantón una mujer muy enferma. Allí la mujer oyó hablar de Cristo y le entregó su vida.

Un día la mujer le preguntó al doctor: —Doctor, ¿cuánto tiempo más puedo vivir si permanezco en el hospital?

—Más o menos cuatro meses —fue la respuesta.

—¿Y cuánto viviré si me voy a mi casa?

—No más de dos meses.

—Entonces, me voy a mi casa —dijo la mujer.

—Pero, usted perderá la mitad de la vida que le queda —añadió el doctor.

Una luz de gozo iluminó el rostro de aquella mujer y dijo con gran animación:

—¿Cree usted que no tendré gusto de dar la mitad de mi vida para decir a mis parientes y amigos la historia del amor de Cristo?

De acuerdo con su voluntad la mujer salió del hospital y se fue a su casa para pasar el corto tiempo de vida que le quedaba y emplearlo compartiendo las buenas nuevas que habían sido una fuente de consuelo para ella. En verdad, “ella amó mucho”.—Arnold.

La mejor decisión de nuestra vida, es invertir cada minuto de ella en alcanzar a quién aún no ha probado el dulce amor de Jesús. Cuando fue la última vez que le habló a alguien de el Señor? No crees que hoy es un buen día para hacerlo?

Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros.II Timoteo 2:2

Cuando os dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, no seguimos fábulas ingeniosamente inventadas, sino que fuimos testigos oculares de su majestad. II Pedro 1:16

Nosotros somos testigos de estos acontecimientos, y también lo es el Espíritu Santo que Dios ha dado a quienes le obedecen. Hechos 5:32

ACERCANDOME AL REY



El Viaje Hacia Mis Sueños

“Si usted desea viajar lejos y rápido, ligero de viaje. Quítese la envidia, celos, la falta de perdón, el egoísmo y el miedo.” Glenn Clark

Recientemente acaba de terminar el primer grupo de personas que decidieron hacer el curso Vida Extraordinaria y ha sido una gran satisfacción ver como ellos caminan hacia sus sueños.

En ese caminar una de las lecciones que aprenden es despojarse de la vida ordinaria y comenzar a vestirse de lo extraordinario. No se puede llegar a una vida extraordinaria enfocando en el pasado, se llega a esa clase vida con un gran compromiso diario de mantener la llama encendida.

Esta es la historia de un hombre que fue a la India y vio el palacio de un rey que estaba lleno de oro, que tenia cuadros preciosos, tenia gran cantidad de diferentes tipos de ornamentos muy valiosos y el estaba sorprendido por la gran prosperidad que había en ese reinado y se acerca como súbdito y le dice rey como es que tiene tanta prosperidad. Que en este palacio de 400 metros no se ve más que oro y cosas valiosas.

El rey le dice bien yo te voy a mostrar cual es el secreto de mi éxito, te voy a pedir que vayas y recorras todo el palacio. Eso si quiero que vayas con esta vela encendida, si cuando regresas después al finalizar todo tu recorrido esta vela llega apagada. Te decapito.

Al hombre le cambio su rostro, su sonrisa ya no existía. Tomo la vela y entro a recorrer el palacio con gran miedo por su vida.

Al finalizar, después de varias horas llega donde el rey y el rey lo abraza y le dice muy bien has llegado con éxito. ¿Te ha gustado mi palacio? y contesta. Solo he tenido ojos para mantener la llama encendida.

Y el rey contesta: Ese es el secreto de mi éxito, mantener la llama encendida.

Cuando buscas mantener la llama encendida, significa que buscas mantener la pasión y la pasión es el combustible que te permite viajar hacia tus sueños. Y debes saber que para mantener esa llama encendida hay que apartar las cenizas todos los días y colocar leños nuevos para que la llama no se apague.

¿Qué son las cenizas? Las cenizas representan tu pasado, el pensar que todo era mejor hace unos años. Las cenizas representa el ayer y el ayer es historia, y tu ya no puedes cambiar nada. Las cenizas representan las cosas que no te dejan crecer como la ira, la amargura, la falta de perdón, la envidia, los celos, el querer controlarlo todo, todo aquello que tienda a apagar el fuego del Espíritu. Las cenizas ensucian tu vida. ¿Cuáles cenizas pueden apagar tu pasión?

¿Qué son los leños? Los leños representan las cosas que pueden hacer que mi corazón se llene de amor, fe y esperanza. Los leños es lo que aviva mi vida hoy, no mañana porque el mañana no llega. Los leños son los que me permiten crecer y aprender, tiene que ver con el carácter: el amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y la templanza. Me encanta que la biblia dice que contra tales cosas no hay ley, es decir si las practico, si las añado a mi vida voy a vivir en libertad. ¿Cuáles leños necesitas añadir a tu vida hoy?

Ahora tanto el quitar las cenizas, como añadir leños cada día no es fácil requiere trabajo, así mismo nuestros sueños requieren de esa pasión para lograrlos, requieren esfuerzo.

”Esfuérzate por ser tan fuerte que nada pueda perturbar tu tranquilidad. Por ser demasiado sabio para preocuparte, demasiado tolerante para el odio, y muy valiente para tener miedo. En resumen, esfuérzate para ser feliz.” Anónimo

¿Cómo está siendo tu viaje hacia tus sueños?
¿Estás tratando de viajar con tu pasado encima, el pasado de no puedo, el pasado de las circunstancias?

O ¿Estás diseñando tu futuro, el futuro que es posible con disciplina, desprendimiento, discernimiento?
¿Estás viviendo tu propósito?

Cuando tú descubres tu propósito tú puedes mantener la llama encendida.
Hoy es el mejor día para elegir ir tras tus sueños, para avivar la llama de tus sueños.

”Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste…” 2 Tim.1:6 (NVI)

En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes

lunes, 26 de octubre de 2009

ACERCANDOME AL REY

Hoy… Entenderé que Todo Tiene su Tiempo

“ Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” Eclesiastés 3:1.

El tiempo es algo que ha sido creado, es un regalo. Hoy no puedo hacer más sobre esto, necesito entender que ya el tiempo ha sido creado. Lo único que puedo hacer con el tiempo es recibirlo y ser un buen mayordomo en el uso de él.

Cuantas veces he repetido día a día la misma expresión de: “Yo no tengo tiempo” o “Cómo quisiera tener más tiempo” o tal vez “Me falto tiempo para hacer eso”. Sin embargo hoy debo recordar que todos, absolutamente todos tenemos la misma cantidad de tiempo. 24 horas en el día y siete días a la semana. Todos tenemos la misma porción de tiempo.

Personas importantes en el mundo, Gerentes, Presidentes de países, militares o científicos todos tienen 24 horas y yo a veces digo que no tengo tiempo para hacer cosas vitales y prioritarias. Hoy debo recordar que para todo hay tiempo.. lo que realmente necesito es saber administrarlo y darle tiempo a lo que realmente necesita tiempo. A veces le doy tiempo a lo que no debería darle tiempo. La Biblia dice todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

Hoy he aprendido que todo tiene su tiempo. Cada propósito debajo del cielo tiene su tiempo señalado y yo debo discernirlo para no emplear ese tiempo en otra cosa. He entendido que el tiempo es algo que Dios creo y yo no puedo alargarlo ni estirarlo sino solo usarlo sabiamente. Soy un mayordomo del tiempo. Cada hora es como una perla preciosa en mi mano y necesito cuidar con mucho celo esa perla preciosa. Cada día necesito preguntar: “Qué es lo que quieras que hoy haga , Señor”.

Señor. Gracias por ese regalo del tiempo. Hoy reconozco que en muchas ocasiones no he sido un buen y sabio mayordomo del tiempo. Luego quiero cubrir mi falta con excusas. Ayúdame hoy a vivir en tu tiempo y a entender que cada cosa en la vida tiene su tiempo para así no apropiarme de ese tiempo y poder administrar con sabiduría el regalo del tiempo. Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano.

martes, 20 de octubre de 2009

ACERCANDOME AL REY



Dios es Dios de Planes… Si eres su Hijo No Deberías Tener Uno?

La visión es la que nos conduce hacia la meta. Por medio de ella vemos a dónde deseamos llegar, o a dónde Dios nos quiere llevar. Por otra parte, la misión compromete nuestra obediencia y esfuerzo, Dios le dijo a Josué: “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas”- Josué 1:7 -Y esto, ocurre dentro de un plan que tiene el poder de trascender a los mismos protagonistas.
Mi estimado lector, ha llegado el momento de encapsular en pequeños términos lo que hemos analizado hasta aquí. Los términos que vemos presentes en lo que hemos examinado, explicita o implícitamente, son:
• Plan (el trazado estratégico de Dios)
• Visión (expresión descriptiva)
• Misión (compromiso con la causa, por medio de la obediencia)
• Presupuesto (esto es el costo, de dejar una tierra y conquistar otra)
• Tiempo (cada acción fue llevada a cabo en un tiempo específico)
• Metas (objetivos claros y bien definidos)
• Estrategias (para cada movimiento y para cada ciudad que tomó el pueblo de Israel había una)
• Recursos (Israel llevó consigo las riquezas de Egipto Éxodo 11:2 y Dios mismo peleando la batalla con ellos y por ellos, era el recurso más grandioso y garantía de éxito.

Josué 5:13 dice: Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos? Josué 5:14 El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora.)
• Beneficiarios (todos los descendientes de Abraham)
Estos eran los componentes del Plan estratégico de Dios para con su pueblo Israel. Dios tenía un gran proyecto en mente. Este proyecto respondía a ciertas preguntas que siguen un orden lógico, dentro de un marco coherente. Los interrogantes son:
• Qué (Qué se quiere hacer o lograr) = Visión
• Quiénes (Quiénes serán comisionados para hacer) = Misión
• Con qué (Con qué lo vamos a hacer) = Recursos
• Dónde (Dónde lo vamos a hacer) = Territorio asignado.
• Cuándo (Cuándo lo vamos a hacer) = Tiempo
• Cómo (Cómo lo vamos a hacer) = Planificación Estrategia y Operativa.
• Para qué – por qué (Para qué y por qué lo vamos a hacer) = Cuál será el -beneficio o propósito y quiénes serán los beneficiarios.

Cuando somos guiados por el Señor, y aquí equivale decir; guiados por el Espíritu, pues 2 Corintios 3:17 dice: “Porque el Señor es el Espíritu”. Nuestra vida es elevada a un plano superior y comienza a ser guiada en el orden divino, dentro de un marco de coherencia divina, que para la mente no renovada en Cristo puede sonar a locura.

Dice 1 Corintios 2:1… “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”. No significa que si es guiado por el Espíritu tenga que ser un improvisado, llevado por el “sentir”.

Cuidado con el sentir, no siempre los sentires son fundados en la palabra profética más segura que es, La Palabra de Dios. El texto citado dice que el hombre espiritual discierne lo que percibe.

Discernir significa: Distinguir una cosa de otra, señalando la diferencia que hay entre ellas. Entonces, alguien que es guiado por el Espíritu, es alguien que tiene una visión clara en su espíritu. Por tal motivo, puede distinguir objetivamente entre una cosa que es de Dios, y otra que se parece a algo de Dios.

El que discierne ve las cosas con tanta claridad que puede hacer un relato detallado de lo que discierne.
Fíjese lo que las Escrituras dicen del profeta Daniel:
• Daniel 6:3 “Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino”.
¿Por qué razón había en Daniel un espíritu superior?
• (Biblia Latinoamericana 1995) Daniel 1:17: (Porque) Dios les concedió a esos cuatro jóvenes la sabiduría y la inteligencia, tanto en literatura como en filosofía; Daniel era hábil para explicar las visiones y los sueños.
Una persona que ha desarrollado la capacidad de explicar una visión, sea ésta una visión profética, o una visión perteneciente al plano natural, es una persona que tiene profunda claridad de los hechos presentes y por venir. Por lo tanto, es la persona más indicada para guiar a un objetivo específico y exitoso a quien o quienes lo sigan.

Esta fue la virtud que vio Darío (Daniel 6:1-3) en el profeta Daniel, por tal motivo su pensamiento era ponerlo por sobre todos los gobernadores de su reino.
Otro ejemplo de esto, fue José, lea por favor todo el capítulo 41 del libro de Génesis para que pueda comprender en profundidad a lo que estoy haciendo referencia. Ahora bien, si ya lo ha leído, sólo voy a citar los hechos escuetamente.

Faraón tuvo un sueño profético y le fue informado a éste que José tenía la habilidad de explicar visiones (sueños). Por tal motivo, José fue traído a su presencia y Faraón le contó la visión nocturna, de la cual José le hizo una descripción en detalle. Por ello, agradó a Faraón poner a José a gobernar sobre todo Egipto; sólo él (el Faraón) estaría sobre él en autoridad. Dice el texto bíblico que una vez que José tomó el gobierno en sus manos, su administración fue próspera y bendecida por Dios, pues llevó a cabo un plan estratégico sustentable y sostenible que permitió salvar a todo Egipto de la calamidad del hambre.
¿Qué tenían en particular José y Daniel? La respuesta es, que tenían la habilidad de describir una VISIÓN. No sólo eran hombres de visión, sino que la podían describir claramente y sabían qué hacer con ella. Muchas personas son como Nabucodonosor en el tiempo de Daniel y Faraón en el tiempo de José, que tienen sueños o visiones y no saben qué hacer con ello.
De nada sirve, mi querido lector, que vivamos soñando y anhelando cosas grandes que podemos construir en nuestra imaginación a modo de visión, si no diseñamos un plan y ponemos manos a la obra y bregamos por la concreción de lo que visionamos.

Una persona que tiene visión, entiende que tiene también una misión (compromiso con la causa), por lo que es una persona apta para guiar, gobernar, administrar, planificar, presupuestar, cronometrar (medir y conocer el tiempo humano) y kairometrar (medir y conocer el tiempo de Dios).
Hasta Pronto.
Su hermano y amigo
Maximiliano Contreras

ACERCANDOME AL REY




Claves Para Oraciones Efectivas.(Quinta y Última Parte).

En esta Quinta y Última Parte Hablaremos acerca de Cambiar Las Circunstancias.
“… pues el hombre que había sido milagrosamente sanado tenía más de cuarenta años”. Hechos 4:22
Todos lo reconocieron como el mismo hombre que acostumbraba pedir limosna frente a la puerta llamada Hermosa, el lisiado que pedía monedas por más de cuarenta años.
Es posible que una señora que fue al templo con su hijo recién nacido, al transcurrir todo este tiempo terminara yendo con su hijo, tal vez, ya casado. El hombre se había convertido en un mueble más del templo, en parte del paisaje, del espacio público y ya se habían acostumbrado a su limitación.
Decimos: “Es que yo soy así y siempre he sido así”. Estamos hablando de más de cuarenta años, aún así, Pedro y Juan lo pusieron a saltar y la gente que lo vio no pudo más que sorprenderse del cambio. Hay tantos que están tan aferrados a sus problemas, como si fuera lo único que en realidad les pertenece.
Si estamos conformes con la situación actual, ¿para qué vamos a orar? Este hombre llevaba más de cuarenta años en la misma situación. Tal vez aferrado a su incapacidad como medio de subsistencia. Si no es por Pedro y por Juan que ese día no llevaban dinero, es posible que no hubieran visto su necesidad real y este hombre hubiera continuado allí por quién sabe cuánto tiempo más.
Hay demasiadas personas en los templos sentadas a la puerta de la Hermosa, con su mirada puesta en los hombres y no en Dios, que piden limosna en lugar de saber que tienen entrada directa al Lugar Santísimo, a la presencia de nuestro Padre celestial que tiene la respuesta a todas sus necesidades.
Pedro y Juan, oraron para cambiar las circunstancias de este hombre y los sumos sacerdotes se indignaron por ello, pues, a veces, las personas prefieren quedarse cómodas en sus limitaciones y tener de que quejarse.
Mientras usted se ocupe en orar para cambiar circunstancias y hacer que Dios sea glorificado, Dios se va a encargarse de sus cosas. Somos privilegiados cuando Dios nos ha respondido y las circunstancias son cambiadas para glorificarlo a Él, esa es la quinta clave.
Al comprender estas verdades acerca de la Oración eficaz para proyectos de vida, lo invitamos a orar para que el Señor Todopoderoso los haga realidad en su vida.
Señor Jesús, tu Palabra dice que “el que contigo no recoge, desparrama”. Estamos cansados de desparramar, por no haberte tenido en cuenta, pero hoy podemos presentarte nuestros proyectos para que nos acompañes en ellos desde su nacimiento, en su realización y los lleves a buen término.
La Palabra dice:
“Encomienda al Señor tu camino; confía en Él y Él actuará”. Salmos 37:5
En nuestros proyectos están representados nuestras familias, nuestros hijos, nuestros bienes, nuestros sueños. Al presentártelos Señor, te pedimos que si no han de convenirnos o nos han de apartar de ti, cancélalos y haznos entender que hay otros caminos. Pero, también te pedimos Señor que nos libres de todo obstáculo y de todo engaño que quiera apartarnos de la realización de ellos si son tu voluntad.
Creemos firmemente que tú nos oyes, lees nuestros proyectos y respondes, porque creemos que tú existes y eres galardonador de los que te buscamos y también entendemos que sin fe es imposible agradarte y queremos agradarte con nuestra fe, pues creemos que a través de nuestro Señor Jesucristo y el Espíritu Santo podemos acceder a tu trono.
Creemos Señor en el poder de Aquel que responde las oraciones, que las oye, las atiende y desata su poder para cumplir sus promesas a través de la oración. Ayúdanos a ser persistentes en buscarte y solicitamos una mayor unción de parte tuya.
No queremos salir de tu presencia. Tal vez las personas que conozcan este mensaje hayan llevado cargas durante años o han estado orando para que los levantes durante todo este tiempo Señor. Ahora, queremos orar para cambiar circunstancias y hoy hablamos que cada petición que hay en el corazón de cada persona, su proyecto, se hace realidad según la voluntad de nuestro Padre amado para que puedan recibir y hacer vida las claves para que sus oraciones sean efectivas.
Gracias Padre, porque queremos ser oradores tuyos recibiendo respuestas tuyas. A ti sea toda la honra y toda la gloria en el nombre de Cristo Jesús. Amén.
Que Dios te siga llenando de su paz.

John Freddy y Ruth Betancurt.

miércoles, 14 de octubre de 2009

ACERCANDOME AL REY


La Mirada Del Alma (Segunda Parte)

En la Primera Parte hablamos de la conexión que hay entre Mirar y Creer. Y cerramos el artículo preguntando Qué Es Mirar a Dios?

La verdad es que Jesús enseñó siempre que todo lo que él hacía podía hacerlo porque se mantenía mirando a Dios. Su poder descansaba en el hecho de que siempre estaba con su mirada interior puesta en su Padre (Juan 5:19-21).

El tenor de toda la Biblia está en completo acuerdo con lo que dejamos dicho. Y todo se resume en la exhortación de la Epístola a los Hebreos cuando nos dice que corramos la carrera “puestos los ojos en el autor y consumador de la fe, en Jesús” Todo lo cual enseña que la fe no es un acto que se realiza una sola vez, sino una actitud continua del corazón que se mantiene mirando a Dios.

Creer, entonces, es dirigir la atención del corazón hacia Cristo. Es levantar la mirada a “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” y nunca dejar de mirar por el resto de nuestra vida. Al principio podrá parecer difícil, pero dicha actitud se hace más fácil con el continuo mirar a la maravillosa personalidad de Cristo.

Podremos distraernos a veces, pero al haber encomendado nuestro corazón a él, cada vez que nos apartemos un poco, sentiremos el fuerte deseo de retornar al igual que un pajarillo que vuelve a su nido.

Insisto en que es necesaria esta entrega personal y voluntaria a Cristo, que hace que el alma fije para siempre su mirada en Jesús. Dios acepta esta intención como la elección nuestra, y tolera las distracciones que sufrimos al vivir en este mundo malo.

Dios sabe que hemos encaminado nuestro corazón a Jesús, y nosotros también lo sabemos, y nos consolamos al saber que nuestra alma está adquiriendo un hábito que no tardará en formar parte de nuestra naturaleza, de modo que pronto no ha de requerir ningún esfuerzo de nuestra parte.

La fe es la virtud que menos piensa en sí misma. Por su propia naturaleza es escasamente conciente de que existe. Igual que el ojo, que ve todo lo que tiene delante de sí, pero él no se ve nunca, la fe se ocupa del Objeto sobre el cual ella descansa, y no pone nunca atención en sí misma.

Mientras estamos mirando a Dios, no nos estamos mirando a nosotros mismos, Elhombre que ha luchado por purificarse a sí mismo, y no ha conseguido nada más que fracasos, encontrará grande alivio al quitar la mirada de sí mismo y fijarla en aquel Único que es perfecto.

Mientras mire a Jesús, se realizarán dentro de él todas aquellas cosas que deseó por tanto tiempo.

Dios estará dentro de él, obrando el querer y el hacer por su buena voluntad.

La fe, por sí sola, no es un acto meritorio; el mérito depende de aquel en quien se pone la fe.

La fe es un cambio de mirada: dejamos de mirarnos a nosotros mismos para mirar a Dios. El pecado ha torcido nuestra visión interior. La incredulidad es poner al yo en el lugar que le corresponde a Dios, y se halla peligrosamente cerca del pecado de Lucifer, que dijo, “Sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo” (Isaías 14:14).

La fe mira hacia afuera, y no hacia adentro, y sobre esto reposa la vida entera.

Todo esto podrá parecer demasiado sencillo. Pero no pedimos disculpa por ello. Aaquellos que quieren subir al cielo en busca de ayuda, o descender al infierno, lesdice,”Cercana está la palabra de fe” (Romanos 10:8)

La palabra nos induce a levantar nuestros ojos a Cristo y allí comienza la bendita vida de fe.

Al levantar nuestra mirada hacia Dios podemos esta seguros de hallar una miradaamistosa, porque está escrito que los ojos del Señor recorren toda la tierra para ver a los que tienen corazón perfecto para con él.

La gran expresión de la experiencia es, “Tú, oh Dios, me ves. Cuando los ojos del alma se encuentran con el Señor quien busca, se puede decir que el cielo ha comenzado a existir en la tierra.

Nicolás de Cusa en su obra “Visión de Dios,” escribió esto hace más de quinientos años:

“Cuando todo mi afán es dirigirme hacia ti, porque tú haces todo para dirigirte hacia mí; cuando solo miro hacia ti con entera atención, sin despegar de ti los ojos de mi mente, por que tú me abrazas con tu constante cariño; cuando dirijo mi amor únicamente a ti, porque tú que eres amor, tu te has tornado hacia mí, ¿qué es mi vida, Señor mío, sin todo dulzura por tu amoroso abrazo?”

Me gustaría decir más de este antiguo varón de Dios. El es muy poco conocido entre los cristianos corrientes y entre los fundamentalistas, menos. Creo que ganaríamos mucho si nos relacionáramos un poco con hombres de la escuela cristiana de la que Nicolás de Cusa es uno de los representantes más genuinos. Pero para que los líderes denominacionales de hoy aprueben la literatura que el pueblo ha de leer, esta debe ser enteramente del gusto partidista de ellos.

Medio siglo transcurrido en América con esta misma actitud nos ha hecho a todos presumidos y satisfechos con nosotros mismos.

Nos imitamos unos a otros, y repetimos los unos las frases de los otros, y buscamos excusas pueriles para disimular nuestra falta de originalidad.

Nicolás fue fiel seguidor de Cristo; amaba a nuestro Señor, su devoción era brillante y radiante. Su teología era ortodoxa, pero fragante y dulce como todo lo que emana de Jesús. Por ejemplo, su concepto de la vida eterna no podía ser más encantador. Si no me equivoco, era lo más parecido posible a Juan 17:3, que es lo corriente entre nosotros hoy en día.

“La vida eterna -decía Nicolás- no es otra cosa que la manera bendita en que miras constantemente, penetrando hasta lo más secreto de mi alma. Tu mirada imparte vida, incesantemente; imparte tu amor; me alimentas inflamándome; y mientras me alimentas, despiertas en mí mayores deseos de tí; me das a beber del rocío de la felicidad, y al mismo tiempo abres en mí una fuente de vida cuya corriente tú abasteces y haces permanente.”

Pues bien, si la fe es la mirada que el corazón dirige a Dios, y si dicha mirada no es otra cosa que el levantar los ojos del alma para que se encuentren con los de Dios, que todo lo ve, se comprenderá que dicha operación es bastante fácil. Dios siempre hace fácil el desempeño de las cosas vitales, y las pone al alcance de los más débiles y pobres de nosotros.

De todo esto se pueden sacar varias conclusiones. Su simplicidad, por ejemplo. Desdeque creer es mirar, eso se puede hacer sin necesidad de ninguna aparatosidad religiosa.

Dios ha dispuesto que lo esencial para la vida o para la muerte esté sujeto al capricho o al accidente.

El mobiliario puede romperse o perderse; el agua puede escurrirse, los registros consumirse por el fuego, el pastor puede tardar en llegar o el edificio incendiarse. Todas estas cosas son externas y pueden sufrir accidentes. Pero el mirar es una actitud del corazón que puede asumirla cualquiera, ya sea de pie, de rodillas, o reclinado en su última agonía, aunque se encuentre a miles de millas de cualquier templo.

En vista que el creer es mirar, dicha mirada se puede efectuar en cualquier momento.

Seguiremos en la Ultima Parte.

A. W. Tozer

ACERCANDOME AL REY



Tiempo de calidad.
Ocupado, tan ocupado! Ya ha pasado mucho tiempo desde la puesta del sol y aún hay tanto por hacer. Trabajo, familia, iglesia y muchas cosas más, parecen demandar horas, que Dios nunca colocó en el día. Aun así, nosotros los cristianos pensamos que de alguna forma, todos estos logros serán del agrado de nuestro Padre celestial. Después de todo, la fe sin obras es muerta. ¿Cierto?

Al caer por fin sobre nuestras camas en la noche, ¿podemos decir que ene realidad hemos pasado algún tiempo con el Padre, que con tantos esfuerzos intentamos complacer?

En su libro Unto the Hill (Hacia los montes) , Billy Graham, relata la historia de una pequeña niña y su padre, quienes eran grandes amigos y disfrutaban el tiempo que pasaban juntos. Salían a caminar y compartían la pasión de observar pajaritos, mientras se deleitaban en el cambio de las estaciones y en la experiencia de conocer nuevas personas que se cruzaban en el camino.

Un día, el padre notó un cambio en su hija. Si él salía a caminar, ella se excusaba para no ir. Reconociendo que la chica estaba creciendo, él supuso que era de esperarse que ella perdiera interés en su padre al ir conociendo nuevos amigos. No obstante, su audiencia lo afligió en gran medida.

Debido a la ausencia de su hija, él no se encontraba de muy buen ánimo durante su cumpleaños. Ella le obsequió un par de sandalias elaboradas con exquesitez por ella misma, mientras él daba sus caminatas fuera de la casa.

Por fin, él pudo entender y dijo: Querida mía, me gustan muchas las sandalias, pero en la próxima ocasión cómpralas, y permíteme compartir contigo todos los días. Prefiero tener a mi hija, que cualquier cosa que ella haga para mí.

¿Será posible que nuestro Padre celestial a veces se sienta solo por la falta de compañía de sus hijos? ¿Estamos tan ocupados haciendo lo bueno, que olvidamos, o estamos demasiados agotados, para dedicar tiempo a solas con Él, en el transcurso de nuestro día?

Al ponerse el sol, sal a caminar con tu Padre celestial. Dedica un tiempo de calidad a hablar con Él sobre cualquier cosa. No excluyas ningún aspecto en esa comunicación. ¡Experimentarás dicha, y Él también!

lunes, 12 de octubre de 2009

ACERCANDOME AL REY



Lo que Quiero es Salir Corriendo…

“Si has sentido miedo es que tu conciencia quiere hablarte.” Anónimo

El titulo que elegí es una frase que una persona manifestó en una de nuestras sesiones de coaching, y me llamó la atención porque es muy común en muchas personas que se encuentran en una encrucijada y no saben que hacer, quieren correr pero no pueden porque están llenas de pánico, están llenas de miedos y sienten miedo a morir. ¿Ha sentido pánico alguna vez? ¿Qué haces cuando

Sientes pánico? ¿Te identificas con una de estas situaciones?
Sientes pánico en tu matrimonio al pensar si sigues aguantando o te separas y piensas que acaba el sufrimiento. ¿Y si no se acaba el sufrimiento?
Sientes pánico al ver que tus negocios no están produciendo, las deudas crecen y el dinero se acaba. ¿Cómo salgo de esto?
Sientes pánico, piensas que te puedes volver loco al no conseguir ese trabajo que necesitas o el que quieres. ¿Cómo no volverme loco?
Sientes pánico, cuando ves o escuchas que otros están alcanzando sus sueños y te preguntas ¿Por qué a mi no me pasa nada bueno? ¿Qué he hecho yo para merecer esta vida? O te dices: “quiero morirme” “quiero salir corriendo”.

El pánico paraliza y en la vida hay que entrenarse para no entrar en pánico. No es fácil salir del mismo requiere en primer lugar una elección y en segundo lugar el compromiso de aprender en un contexto de amor, humildad y confianza.

La Elección

La vida siempre te brinda la oportunidad de elegir. No importa la circunstancia que tu estés atravesando tu eliges como reaccionas ante ella. Como dijo Chuck Swindoll “La vida es 10% de las cosas que me pasan y 90% de cómo reacciono ante ellas”. Mi elección va a afectar mis resultados.

Si elijo el pánico, viviré en estrés, ansiedad, depresión y mis pensamientos vivirán en el pasado y lo que es peor en la mentira. Hay unos casos en la Biblia, Pedro entró en pánico y negó conocer a Jesús, Adán y Eva tuvieron pánico y se escondieron cuando desobedecieron a Dios. Ellos entraron en problemas cuando no pudieron procesar la verdad.” porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7, RV1995)

Es mi elección el caer en pánico o moverme hacia donde Dios quiera que me mueva, es decir seguir su dirección. Dios nos dio la capacidad de enfrentar cada uno de nuestros temores para que vivamos en la paz y seguridad que El da.

El Aprendizaje

En el coaching decimos que Aprendizaje: es expandir nuestra capacidad de acción efectiva. Es incorporar habilidades que hagan posible acceder a resultados u objetivos que antes estaban fuera de mis posibilidades. ¿Estoy aprendiendo de mis circunstancias? ¿Estoy desarrollando habilidades que me permitan obtener la vida que deseo? Si estás en pánico no puedes aprender y necesitas de la ayuda de un coach que te ayude a ver lo que no estás viendo de la situación que estás atravesando y así poder llegar a la vida extraordinaria.

La vida es aprendizaje, cuando estés en ese momento de pánico, detente un momento para hacer un balance de lo que ha sucedido, relájate y coloca las cosas en perspectiva divina y comienza de nuevo el viaje con Dios como conductor. No es momento de correr, es un momento para volver a comenzar de nuevo. Muchos piensan que al fracasar termina todo, se rinden y hasta allí. Si sientes miedo, no te preocupes, te tengo buenas noticias y es que la vida continua y si estas leyendo esto recuerda ¿Quien eres en Dios? Cuando sabes quien eres en Dios vas a poder descansar y también vas a poder moverte hacia una zona de crecimiento.

“porque siete veces podrá caer el justo, pero otras tantas se levantará;..” Proverbios 24:16ª (NVI)

En la vida te vas a encontrar muchas veces en la zona de pánico, pero tú puedes tomar acción renovando tus pensamientos con la Palabra de Dios y recordarte que Dios está en el trono que no debe cundir el pánico.

Hoy es el mejor día para salir de tu zona de pánico y comprometerte a cambiar tu manera de pensar y aprender.

En amor y liderazgo,

Pedro Sifontes

ACERCANDOME AL REY


La Mirada Del Alma. (Primera Parte)

Puestos los ojos en el autor y consumador de la fe, en Jesús. Hebreos 12:2

Pensemos en el hombre sencillo e inteligente que se detiene por primera vez a leer las Sagradas Escrituras. Se acerca a la Biblia sin ningún conocimiento previo de lo que contiene. No tiene ningún prejuicio; nada tiene que probar, nada que defender.

Este hombre no leerá por mucho tiempo sin darse cuenta que algunas verdades
comienzan a destacarse nítidamente. Son los principios espirituales con que Dios ha tratado a los hombres, que aparecen entretejidos en los escritos de varones santos que fueron “movidos por el Espíritu de Dios.” Según prosiga en la lectura deseará hacer un resumen de las verdades que está entendiendo.

Estos resúmenes vendrán a ser los principios de su credo bíblico. Y si lee por más tiempo, las nuevas lecturas no afectarán estos principios; por el contrario los aumentarán y fortalecerán. Nuestro hombre está descubriendo lo que la Biblia enseña.

Muy arriba en las enseñanzas de la Biblia se encuentra la doctrina de la fe. Es tanta la importancia que la Biblia asigna a la fe, que es imposible que pase desapercibida. El tendrá que reconocer muy pronto que la fe es de vital importancia para la vida del alma. “Sin fe, es imposible agradar a Dios’.’ Por la fe es posible adquirir cualquier cosa; ir a cualquier parte en el reino de Dios, pero sin fe nadie puede allegarse a Dios, ni ser librado de sus culpas, ni tener libertad, ni salvación, ni comunión, ni nada. Nunca tener vida espiritual.
Cuando nuestro amigo haya llegado al capítulo once de la Epístola a los Hebreos, no le será extraño el elocuente encomio que se hace allí de la fe. Antes de eso habrá leído la brillante defensa de la fe que hace Pablo en Romanos y en Galatas.

Más adelante, si lee la historia de la iglesia, podrá ver el asombroso poder espiritual que tenían los reformadores debido a su fe inalterable en la religión cristiana.
Pues bien, si la fe es algo tan importante en la vida cristiana, si es algo imprescindible en la búsqueda de Dios, es perfectamente natural que deseemos cerciorarnos si en verdad tenemos este don. Y siendo nuestra mente como es, tarde o temprano ha de querer investigar cual es la naturaleza de la fe.

¿Qué es fe? Junto a esta pregunta viene enseguida otra. -¿Tengo yo fe? Y
debemos encontrar alguna respuesta dondequiera esta se halle.

Casi todos los que predican o enseñan acerca de la fe dicen más o menos lo mismo. Nos dicen que es creer en una promesa, que es aceptar lo que Dios dice, que es reconocer la verdad de la Biblia, y actuar conforme a ella.
El resto de lo que ellos dicen en sermones o en libros son relatos acerca de personas que por fe hallaron respuesta a sus oraciones.

Esas respuestas son por lo general bendiciones materiales, tales como sanidad, dinero, protección física o éxito en losnegocios. O si el maestro es un filósofo, nos llevará en excursión por los ámbitos de la metafísica, o nos sumergirá en los hielos de la jerga psicológica, definiendo y redefiniendo conceptos, partiendo delgados pelillos hasta hacerlos desaparecer por completo. Cuando finaliza la exposición nos damos cuenta que hemos salido por la misma puerta por la cual entramos. Sin duda, debe haber algo mejor que eso.

La Biblia no hace ningún esfuerzo para definir la fe. Aparte de una breve definición en la Epístola a los Hebreos, en la cual se emplean diecinueve palabras (Hebreos 11:1), yo no sé de ninguna otra definición bíblica, y si la hay, la fe no es definida filosóficamente, sino en manera funcional.
Se afirma lo que la fe es en operación, no lo que es en esencia. Se asume la presencia de la fe, y muestra lo que ella produce, no precisamente lo que ella es. Es bueno y sabio llegar hasta aquí, y no pretender saber más. Se nos dice de dónde procede, y por qué medios viene. “La fe es un don de Dios” y “la fe viene por el oír, y el oír por la Palabra de Dios!’ Hasta aquí todo va claro, y parafraseando a Tomás de Kempis, “Prefiero ejercer la fe, antes que definirla!

De aquí en adelante, cada vez que en este artículo aparezca la palabra “fe” debe entenderse como fe en acción, tal como es ejercida por un hombre verdaderamente creyente.

Dejamos de lado la idea de definir la fe, y vamos a pensar en ella como se la siente cuando se pone en acción. La naturaleza de nuestros pensamientos será pues práctica, y no teórica.

En una dramática narración que se halla en el libro de Números se le va fe en acción.

El pueblo de Israel se desalentó, y murmuró contra Dios, y Dios envió entre ellos serpientesardientes. “Estas mordían a las gentes, y muchos murieron!’ Moisés intercedió ante el Señor por ellos y el Señor les dio un remedio. Le ordenó a Moisés que hiciera una serpiente de metal, y la pusiera enroscada en un poste en medio del campamento, de modo que cualquiera pudiera verla.
”Será que cualquiera que fuere mordido, y mire a la serpiente, vivirá!’ Así lo hizo Moisés. “Y fue que cuando alguna serpiente mordía a ¡alguno, miraba a la serpiente de metal, y vivía” (Números 21:4-9).
En el Nuevo Testamento encontramos la explicación de este suceso y nada menos que por el propio Señor I Jesucristo. El les explica a sus oyentes como pueden ser salvos. Y les dice que es por medio de la fe. Para hacer bien clara su explicación recurre al libro de Números.

“Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado, para que todo aquel que en él creyere, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:14, 15).
El hombre inteligente que lee esto no tardará en hacer un descubrimiento: las palabras mirar y creer son sinónimas. La palabra “mirar” que se emplea en el Antiguo Testamento tiene idéntico significado que la palabra “creer.” Mirar la serpiente es lo mismo que creer en Cristo.

Pero debemos tener en cuenta que mientras los israelitas tenían que mirar con sus ojos físicos, los creyentes del Nuevo Testamento deben creer con el corazón. La conclusión es que la fe es la mirada del alma que se dirige a un Dios salvador.
Después de haber entendido esto, habrá de recordar otros pasajes cuyo significado comenzará a serle más claro. Por ejemplo, “A él miraron, y fueron alumbrados, y sus rostros no se avergonzaron” (Salmo 34:5).”A ti, que habitas en los cielos, alcé mis ojos; he aquí que como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva a la mano de su señora, así nuestros ojos miran al Señor nuestro Dios, hasta que haya misericordia de nosotros” (Salmo 123:1-2).

He aquí el hombre que busca misericordia, y mira rectamente al Dios de misericordia hasta que halla la misericordia. Nuestro Señor mismo siempre miraba a Dios, “Y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos” (Mateo’ 14:19).

Estamos Nosotros mirando a Dios? Qué es Mirar a Dios. Seguiremos en la Segunda Parte.

A. W. Tozer

martes, 6 de octubre de 2009

ACERCANDOME AL REY



Hoy… Viviré En La Certeza de lo que se Espera.

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” Hebreos 11:1.

Cuantas veces he mal entendido lo que es realmente la fe. He pensado en la fe como algo que yo mismo produzco por mi esfuerzo, cuando en realidad la Biblia dice que la fe viene de Dios. Es él quien siembra la fe en mi corazón y luego de sembrar esa fe, la circunstancia se presenta como el terreno apropiado para que germine la potencialidad de Dios es todo su esplendor. Necesito entender este principio para vivir en la certeza de lo que se espera.

Si yo tengo un hijo enfermo, yo no se nada de medicina, pero lo que hago es llamar al doctor y poner la vida de mi hijo en las manos de ese Doctor. Cuando lo llevo al Doctor hay en mi una seguridad de que el médico tiene el suficiente conocimiento para manejar ese problema y no voy a interferir en ese trabajo, solo me siento a esperar y tengo la certeza de que sus conocimientos arrojarán luz sobre ese problema. Pues , con mucha más razón debo manejar las cosas espirituales con certeza sabiendo que el Creador tiene toda la sabiduría necesaria para resolver los más grandes conflictos de la vida.



La certeza que viene de la fe que Dios da, viene al entender que Dios realmente es el creador de todo y que nada escapa de su mano. Su poder es sin igual y grande. Hoy debo confiar en Dios en el tiempo de la turbación y de la tempestad. Necesito confiar con él con toda mi alma hasta el último día de mi vida y dejar que la certeza germine hacía lo que se espera. El Señor es el Dios de la esperanza y en él yo esperaré.

Señor. Gracias por ser el Señor de la esperanza. En medio de un mundo lleno de desesperanza hoy quiero descansar plenamente en ti y dejar que la certeza que viene de ti, pueda germinar hacía lo que se espera. Cuán grande es la esperanza que viene de tu mano. Fortaleza y Gracia vienen de ti. Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano.

ACERCANDOME AL REY



Claves Para Oraciones Efectiva. (Cuarta Parte).

En esta Cuarta Parte Hablaremos sobre Alabar a Dios.

Usted debe entender la magnitud de este milagro: Este hombre no había caminado en más de cuarenta años. ¿Cree usted que después de esa experiencia puede alguien seguir pidiendo limosna? El corazón humano es tan perverso que alguno puede protestar diciendo ¿Para qué me sanó si era de esto que yo vivía?

Créame, algunas personas cuando reciben algo que no estaban pidiendo se enojan con Dios y con sus representantes. Se hace tanto énfasis en lo que Dios no nos ha respondido, que se nos olvida darle gracias por lo que se nos dio ya.

Este hombre nos da una lección diferente.

“De un salto se puso en pie y comenzó a caminar. Luego entró con ellos en el templo con sus propios pies, saltando y alabando a Dios”. Hechos 3:8

Se den los resultados que esperamos o no, debemos alabar a Dios. No alcanzará la eternidad completa para alabar a Dios. Necesitamos entender que es necesario alabar a Dios. Es muy importante porque Dios se deleita en la alabanza de su pueblo.

Todo el pueblo lo vio caminar y alabar a Dios públicamente, se llenaron de admiración y asombro por lo que le había ocurrido… ¿Qué sentían primero por el hombre? Lástima.

¿Esto les permitía alabar a Dios? No. ¿Qué clase de testimonio somos para la gente? ¿La gente se llena de admiración y asombro dándole la gloria a Dios por los cambios en nuestras vidas?

Este hombre se levantó y entró con ellos al templo saltando y alabando a Dios. Cuando Dios hace algo en usted ¿en quién pone los ojos?, ¿a quién le da la gloria y la alabanza?

La gloria es para Dios, esa es la cuarta clave.

Seguiremos en la Quinta y Última Parte de Este Tema hablaremos sobre Cambiar Las Circunstancias .

Que Dios te siga llenando de su paz.

John Freddy y Ruth Betancurt.