sábado, 30 de abril de 2016

Apóyate en Él


He visto muchas veces caer a personas de sillas o por apoyarse en algún objeto que no está firme.
Todos nos apoyamos en alguien o en algo, como un ser querido, alguien que nos da la confianza para sostenernos cuando estamos muy agotados o abrumados porque sabemos que en esa persona hallaremos fortaleza.
Es Dios quien ha puesto a nuestro alrededor a gente que es de inspiración, fortaleza y guía, a pesar de que también son falibles, sin embargo no siempre estarán con nosotros, ¿entonces en quién confiaremos? 
Asaf, quien era un célebre músico del tiempo de David, levita y uno de los directores de la música del templo, dijo en el Salmo 73: 22-26: Tan torpe era yo, que no entendía; era como una bestia delante de ti. Con todo, yo siempre estuve contigo; me tomaste de la mano derecha. Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria. ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; más la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
En realidad todos somos torpes, nos equivocamos, tomamos decisiones malas hasta somos tercos, orgullosos y demás; pero debemos permanecer a pesar de todo apoyados en Dios porque Él es quien nos guía y no nos desecha. La gente nos desecha cuando cometemos un error o les fallamos, ya no confía en nosotros, pero ocurre de manera diferente con nuestro Señor.
Él permanece con nosotros, nos perdona, restaura, fortalece y transforma nuestro ser, es en quién debemos apoyarnos siempre, en todo tiempo y circunstancia porque su amor no cambia por nosotros.
Apóyate en la Roca firme y aunque caigas Él te levantará.

 
Soraida Fuentes 
    CVCLAVOZ  

jueves, 28 de abril de 2016

No esperes contar hasta 3


Una de las cosas más difíciles e importantes de ser padres, es poder dominar nuestro carácter cuando los hijos empiezan a sobrepasar los límites de conducta.
La paciencia es un estado muy difícil de adoptar cuando estamos frente a algo que nos molesta y que repetitivamente sucede a pesar de que ya intentamos corregirlo.
Al ser padres, cuando más de dos veces nuestro hijo hace algo que no debe hacer podemos llegar a explotar y perder la paciencia; pero aprendí, que no debemos esperar a que la misma llegue a su límite para aplicar una disciplina sino que a la primera falta ya debemos hacerle entender, de la mejor manera, que lo que está haciendo no está bien, para no descargar sobre él toda nuestra ira y rabia. Pero si incurre nuevamente en ella sabrá que recibirá un castigo como consecuencia a su desobediencia.
Algo parecido sucede también con nosotros como hijos de Dios, pues Él nos ha instruido y enseñado de la mejor forma como debemos actuar, y que es lo que no le agrada, pero nosotros lo desobedecemos y cometemos el mismo error y pecado, a pesar de que ya estamos advertidos de las consecuencias.
Necesitamos aprender a ser hijos obedientes, no esperar a llegar a sufrir las consecuencias y el dolor que provocará la actitud errónea. Si Dios nos aplica un correctivo cuando hemos desobedecido, ¿porque volvemos a hacerlo?, ¿estamos esperando al igual que un niño que nuestro Padre reaccione?, Dios no reaccionará humanamente pero no podrá hacer nada para que nos libremos de las consecuencias, ya nos dio libre albedrio para actuar.
Si le pedimos que nos ayude a cambiar de actitud y comenzamos una vida de obediencia, ya no tropezaremos con la misma piedra.
Los padres cuentan hasta tres para reaccionar y dar un correctivo a sus hijos, tú como hijo ¿estás esperando desobedecer más de una vez para tocar fondo y llegar a sufrir las consecuencias?
“Porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere.” Proverbios 3:12 (RVR-1960)
Aún estás a tiempo de actuar como un hijo obediente que no necesita tropezar tres veces para aprender la lección.


Telma Céspedes 
     CVCLAVOZ   

miércoles, 27 de abril de 2016

Tú puedes


Cierto hombre tenía una esposa que no era fuerte físicamente, y que imaginaba ella estar peor de lo que estaba.
Ya que él era un hombre fuerte hacía todo lo que  a ella se le antojaba, hasta llevarla en brazos de una pieza a otra.
Naturalmente, sucedió que con el tiempo ella se debilitó más y llegó a ser tan inútil como una muñeca.
Algunos de los amigos íntimos de aquel esposo le aconsejaron que volviera a educarla y enseñarle a andar y a cuidarse ella misma. Así que la forzó a hacerlo. Cuando ella tropezaba o estaba a punto de caer, él se veía tentado a correr a su, lado y ayudarla pero el hombre sabía que si no se hacía a un lado, ella jamás volvería a andar.
Lo mismo sucede con nosotros en algunas ocasiones, deseamos alcanzar ciertas metas, soñamos con hacer grandes cosas o simplemente deseamos que Dios nos conceda una petición que tenemos, pero al no sentirnos capaces lograrlo, creemos que dejándole todo a Dios es suficiente.
Si bien Dios es soberano y Todopoderoso, Él está esperando que nosotros también hagamos nuestra parte, que pongamos en práctica los talentos que nos ha dado, que realicemos nuestro mejor esfuerzo para alcanzar las metas que nos propusimos.
Dios  siempre estará ahí para ayudarnos, si resbalamos Él nos sostiene, si hay peligros nos cuida y defiende, si nos sentimos débiles nos fortalece, pero Él no va a hacer nuestra parte.
Hay mucha gente que le pide a Dios trabajo y espera que lo llamen sin haber postulado a ninguno, existen otras personas que desean ser libres de las deudas pero siguen sin un plan económico, hay otros que desean salvar su familia pero no hacen nada por ellos y existen aquellos que desean ser libres de una adicción pero siguen frecuentando los lugares inapropiados y manteniendo amistades que los atan más a sus vicios.
Dios quiere ayudarte,  desea que cumplas el plan que tiene para tu vida, pero debes poner de tu parte. Él  sólo te pide que hagas tu mejor esfuerzo y lo demás, déjaselo en sus manos.
El orden de Dios para nosotros es la misma que le dio a Josué cuando Moisés murió: “Nadie podrá hacerte frente mientras vivas. Pues yo estaré contigo como estuve con Moisés. No te fallaré ni te abandonaré... Mi mandato es: “¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas”. Josué 1:5,9 (NTV)
Vamos, tú puedes ser todo aquello que soñaste y anhelas, puedes conquistar todo lo que deseas pero necesita ser fuerte, esforzado y valiente; ponte a trabajar y Dios te sorprenderá haciendo lo que tu consideras imposible.


 Ana María Frege Issa  
         CVCLAVOZ    

martes, 26 de abril de 2016

¿Temes cumplir tu misión?


Muchos sentimos temor a lo desconocido, no sólo en cuanto a nuevos emprendimientos, experiencias o relaciones en nuestra vida, pues tenemos cierto temor a lo nuevo y eso no permite que podamos llegar lejos y sobre todo cumplir la misión que Dios nos ha encomendado.
Si crees que Dios solo te trajo a este mundo para que puedas conocerlo y experimentar su amor, su poder, etc, estás equivocado, también te envió para hacer una labor muy importante que es llevar su mensaje de amor a quienes no lo conocen.
Tal vez aún no hiciste esa labor o te atemoriza compartir de Dios con otras personas o te falta evangelizar fuera de una Iglesia y salir de esas cuatro paredes para alcanzar a esas personas olvidadas porque no sabes cómo van a reaccionar cuando les hables del amor de Dios.
Pero hoy te recuerdo esa Palabra que Dios da: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” Mateo 28:19-20 (RVR-1960)
Ten por seguro que no estarás solo cuando hagas esa gran labor, recuerda que donde llegue la Palabra de Dios también llegará bendición y tus ojos verán las obras y los milagros que Dios puede hacer a través de ti.
Hoy te invito a usar esa Palabra de poder, no temer a nuevos desafíos y nuevas personas a las que deseas evangelizar, puedes llegar a nuevos niveles solo debes estar dispuesto a ser usado por Dios, no temas a lo nuevo que viene para ti, será bueno porque estarás cumpliendo 
tu misión.
Estando respaldados por Dios no debemos temer a lo desconocido.

Telma Céspedes 
    CVCLAVOZ

domingo, 24 de abril de 2016

¿Quién te acusa?


I¿Y por qué te preocupas por la astilla en el ojo de tu amigo, cuando tú tienes un tronco en el tuyo? ¿Cómo puedes pensar en decirle a tu amigo: “Déjame ayudarte a sacar la astilla de tu ojo”, cuando tú no puedes ver más allá del tronco que está en tu propio ojo? Mateo 7:3-4 (NTV)
Mientras Jesús hablaba, los maestros de la ley y los fariseos le llevaron a una mujer que había sido sorprendida en el acto de adulterio y la pusieron en medio de la multitud. Maestro -le dijeron a Jesús-, ésta mujer fue sorprendida en el acto de adulterio. La ley manda apedrearla, ¿tú qué dices? -le preguntaron.
Ellos intentaban tenderle una trampa para que dijera algo que pudieran usar en su contra, pero Jesús se inclinó y escribió con el dedo en el polvo. Como ellos seguían exigiéndole una respuesta, él se incorporó nuevamente y les dijo: ¡Muy bien, pero el que nunca haya pecado que tire la primera piedra! Luego volvió a inclinarse y siguió escribiendo en el polvo.
Al oír eso, los acusadores se fueron retirando uno tras otro, comenzando por los de más edad, hasta que quedaron sólo Jesús y la mujer en medio de la multitud. Entonces Jesús se incorporó de nuevo y le dijo a la mujer: -¿Dónde están los que te acusaban? ¿Ni uno de ellos te condenó? -Ni uno, Señor -dijo ella. -Yo tampoco -le dijo Jesús-. Vete y no peques más. (Juan 8:1-11 NTV)
Hoy podemos acercarnos a Jesús y pedirle perdón por haber acusado y condenado a nuestro prójimo, por haberlo lastimado con nuestras palabras y actitudes, poniéndonos en el lugar de Dios, el único Juez Justo.
Cada día debemos ser capaces de dar más amor y ver a las personas que nos rodean con misericordia y bondad como lo hace Jesús con cada uno de nosotros. Si ni siquiera Él condenó a ésta mujer, ¿quiénes somos nosotros para condenar a los demás?, lo que tenemos que hacer es orar por ellos y bendecirlos, pero también orar por nosotros, para que seamos más sensibles a la necesidad y a los problemas de las personas que nos rodean. En nuestras propias fuerzas no lo lograremos, pero con la ayuda de nuestro Señor, sí.
Quizás eres tú el(la) que se siente indigno(a) de acercarse a Dios porque has pecado y piensas que Él no te perdonará porque has incurrido muchas veces en la misma falta, déjame recordarte que su amor es inagotable y eterno, que el único que te condena es el enemigo y no Él. Vuelve ahora mismo al lado de nuestro Padre Celestial quien te espera con los brazos extendidos y el mismo amor de siempre; empieza todo de nuevo junto a Él.
El Amor es lo que movió al Padre a dar su hijo por la humanidad, lo que motivó a Jesús a ser obediente hasta la Cruz y lo que nos distinguirá acá en la tierra.


 Brisna Bustamante 
       CVCLAVOZ    

sábado, 23 de abril de 2016

¿Alegría o aflicción?


La aflicción hace referencia a un profundo sentimiento de tristeza, pena, dolor o sufrimiento, y muchas situaciones adversas de la vida aportan a sentirnos de esa manera, tales como problemas familiares, matrimoniales, económicos, espirituales, etc. Y esto hace que los días se vuelvan pesados y difíciles de sobrellevar.
No obstante es inevitable sentir dolor o tristeza en un momento dado, pero si se puede evitar vivir el día a día derrotado.
Proverbios 15:15 dice: “Todos los días del afligido son difíciles; mas el de corazón contento tiene un banquete continuo.”
Mantener el corazón contento a pesar de las aflicciones no es fácil porque es una batalla entre el ver una luz en medio de la tormenta o solo ver la obscuridad de los problemas. Además como dice el Proverbio que el corazón contento trae alegría continua, eso nos ayudará a ver soluciones y la vida desde otra perspectiva. 
¿Cómo podremos lograr el contentamiento? Siendo agradecidos, porque el corazón agradecido siempre verá el favor antes que el obstáculo, la gracia antes que la disciplina, la abundancia en vez de la escases, la fe a antes que el miedo, a Dios Todopoderoso y misericordioso.
Si hoy despertaste con un corazón afligido y ves la vida de manera muy negativa, necesitas confiarle a Dios tus problemas y preocupaciones, agradece de corazón todo lo que tienes tanto lo bueno y lo malo, y a cambio recibirás su paz y gozo para que sigas adelante.
¡Decide que tus días sean de alegría continua junto a Dios!
No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa. Isaías 41:10 (NTV)

Soraida Fuentes 
   CVCLAVOZ    

viernes, 22 de abril de 2016

Cambiar


Isaac Newton, un hombre estudioso que vivió a mediados del siglo 17, logró establecer tres leyes que le dan respuesta a los principales problemas planteados por una rama de la física llamada mecánica, ciencia dedicada estudiar los cuerpos (objetos) que nos rodean y su movimiento.
Sus teoremas fueron publicados en 1687 y aunque ha pasado mucho tiempo desde ese entonces, aún siguen siendo válidas para la comunidad científica.
Precisamente, la primera ley de Newton dice: “Todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre él.” En palabras más sencillas, dice que todo cuerpo que está inmóvil o en movimiento continuo, permanece constante a menos que un impulso externo logre modificar su estado. Aunque esta ley se aplica a objetos físicos, podríamos usarla para explicar una realidad entre Dios y el hombre.
La humanidad no podía cambiar por fuerza propia el rumbo de muerte que el pecado había trazado. La Biblia dice en Romanos 3:23 que todos estábamos destituidos de la gloria de Dios y en Romanos 3:11-12 agrega que todos nos perdimos, todos nos desviamos y no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Pero un plan de salvación hizo que cambiáramos ese destino. 
Juan 3:16 Versión Reina-Valera 1960 dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él crea, no se pierda, mas tenga vida eterna.” 
El sacrificio de Jesús es la fuerza que logró desviar hacia la salvación nuestro inminente camino fuera de la gloria de Dios.
Ahora bien, aceptar ese regalo de gracia, que cambia nuestra vida, es sólo el principio, es necesario que nosotros tomemos la responsabilidad de renovar constantemente nuestros pensamientos usando todo mandamiento y promesa escrita en La Biblia.
Reconozcamos que como hombres imperfectos somos propensos al pecado, tenemos un corazón engañoso, nuestra perspectiva es limitada y nuestro propio razonamiento puede ser camino de perdición. Por eso Dios nos recomienda que usemos su palabra como fuerza de cambio. 
Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal; Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos.” Proverbios 3:5-8 Versión Reina-Valera 1960
¿Deseas tener cambios buenos y permanentes en todo lo que te rodea? Aplica en tu vida los mandamientos escritos en la Biblia.

 
 Hector Colque 
   CVCLAVOZ    


jueves, 21 de abril de 2016

Gozo a pesar de la adversidad


Dos hermanitos estaban jugando en el campo cuando de pronto uno se dio cuenta  de que había perdido un cortaplumas que su mamá le había regalado hacía pocos días.
Después de buscar en vano lo que para el niño era el más precioso tesoro  se  encerró llorando en su habitación, donde estuvo orando largo rato.

      - Y bien - le preguntaron los muchachos- ¿Te ayudó el Señor a encontrar el cortaplumas?
    - Oh no - respondió el niño- me hizo sentir contento a pesar de haber  perdido un tesoro.Existen muchas circunstancias en las que quisiéramos volver el tiempo  atrás, en las que nos gustaría haber tomado mejores decisiones para evitar pasar por el sufrimiento que nos aflige y otras veces, las cosas simplemente suceden sin que tengamos ningún control sobre ellas.
Sin importar si tomaste una mala decisión o si fue algo que no podías controlar, Dios usa todo a nuestro favor, aunque no lo entendamos Él derrama de su paz en nuestros corazones.
Llorar y estar triste es natural y no está mal pero eso también tiene un tiempo que tiende a hacerse más breve cuando aceptamos y confiamos en la perfecta voluntad de Dios.
Cuando oramos no siempre recibimos la respuesta de Dios inmediatamente o de la forma que nosotros esperamos, pero su paz, esa que sobrepasa todo entendimiento, reconforta nuestros corazones y podemos caminar tranquilos en medio de la tempestad.
“ Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Filipenses 4:7 (RVR 1960)
Que tu paz y tu gozo no dependan de las circunstancias, sino de tu confianza en Aquel que lo puede todo y te ama más de lo que imaginas.

 
Ana María Frege Issa 
    CVCLAVOZ

martes, 19 de abril de 2016

Salvador

 
El 13 de enero de 1982, un avión Boeing 737 que realizaba un vuelo de Washington a Miami,  presentó fallas a pocos minutos de haber despegado y terminó estrellándose en un puente ubicado sobre el río Potomac.
El incidente terminó con la vida de 82 personas: 74 pasajeros, 4 de los 5 tripulantes y otros 4 civiles que transitaban en sus vehículos por el puente en el momento del accidente.  Según informes policiales, la mayoría murió al momento del choque y otros ahogados al no poder salir de la nave sumergida. Sólo 5 personas fueron rescatadas.  
El accidente causó un gran atascamiento vehicular debido a que el puente estaba cerca de la Casa Blanca, el Pentágono y el Monumento a Jefferson, por lo que las autoridades decidieron cerrar carreteras y calles aledañas para evitar cualquier tipo de disturbios y mantener el orden.
Algunos oficiales cuentan una heroica historia ocurrida durante las labores de rescate cuando el primer helicóptero llegó a la zona, lanzó una soga con un salvavidas a un puñado de personas que flotaban aferrados a los restos del avión. El hombre que cogió primero el salvavidas se lo pasó de inmediato a uno de sus compañeros para ser evacuado y  cada vez que desde el  helicóptero se volvía a tirar la soga, el mismo hombre lo recibía y nuevamente la pasaba a otra persona. Así lo hizo hasta que por fin llegó su turno para ser rescatado, pero desafortunadamente la fuerza del río creció en pocos minutos y terminó siendo arrastrado por la corriente.
Un acto heroico que vivirá por siempre en la memoria de los que recibieron de sus manos ese salvavidas.
Ese mismo acto de heroísmo es el que podemos ver en Jesús, quien pudiendo librarse a si mismo del terrible castigo del pecado, decidió cargar todo el peso de la maldad humana sobre sus hombros, hasta llegar a la muerte.
“Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.” Juan 10:11 Versión Dios Habla Hoy
Las condiciones de la humanidad por causa del pecado son similares a ese avión que se estrelló sobre el río Potomac; la chatarra doblada se hunde cada vez más y la corriente crece llevándose todo a su paso. Pero aún queda una esperanza, una soga baja de lo alto con un salvavidas, pero no podemos alcanzarla con nuestras propias fuerzas; sólo Jesús es capaz de poner ese único medio de salvación en nuestras manos.
Hoy conocemos que la cruz representa la decisión que hizo el Hijo de Dios: salvar primero a la humanidad antes que salvarse a sí mismo.
“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu.” 1 Pedro 3:18 Versión Reina-Valera 1960
No dejes pasar el tiempo. Hoy es el mejor día para reconocer a Jesús como único salvador.

 
  Héctor Colque
    CVCLAVOZ

domingo, 17 de abril de 2016

La actitud es reflejo del corazón

 
“Líbrense de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta.” Efesios 4:31 (NTV)
¿Cuántas oportunidades hemos perdido por no controlar nuestro temperamento? ¿Cuántas puertas hemos cerrado por nuestros enojos? ¿Cuántas personas hemos alejado de nosotros por nuestro carácter?  ¿Cuántos momentos hemos arruinado por nuestra actitud?
El carácter es aquel conjunto de rasgos  por el que nos identifican los demás; la Biblia dice: “Ningún árbol bueno produce frutos malos, y ningún árbol malo produce frutos buenos. Cada árbol se conoce por los frutos que produce. De una planta de espinos no se pueden recoger higos ni uvas. La gente buena siempre hace el bien, porque el bien habita en su corazón. La gente mala siempre hace el mal, porque en su corazón está el mal. Las palabras que salen de tu boca muestran lo que hay en tu corazón. Lucas 6:43-46 (TLA)
Si meditamos en el texto que hemos leído aprendemos que la actitud del hombre es el reflejo de lo que hay en el corazón, es decir, que si tenemos un  mal carácter es porque en nuestro interior aún hay maldad y eso se refleja en nuestras acciones. “Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.” Mateo15:18
Sin embargo, la palabra de Dios nos enseña que nosotros tenemos que ser personas diferentes a lo que éramos antes. Y tal vez te preguntes, pero ¿cómo puedo cambiar mi mal carácter? La respuesta la encontramos en 2 Corintios 5 que dice: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
Únicamente podemos hacerlo por medio de Jesús, permaneciendo en Él y dejando que el Espíritu Santo gobierne nuestra vida. Y eso se logra sólo por medio de la comunión continua con el Señor. Porque cambiar el carácter no es cuestión fuerzas humanas, es interno e espiritual.
Si quiero cambiar mi carácter tengo que poner mi vida en las manos de Jesús todos los días, porque si no leemos la Biblia, no oramos, ni vamos a la iglesia, nuestro mal carácter nos dominará.
Busquemos cada día ser llenos de la presencia de Dios, así nuestro carácter  cambiará. “En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio”. Gálatas 5:22.

Diego Jora
       CVCLAVOZ

sábado, 16 de abril de 2016

¿Quién soy yo?

 
“Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó.” Génesis 1:27 (NTV)
Muchas veces el enemigo logra quitarnos nuestra verdadera identidad y lo valiosos que somos.  Nos lanza un intenso ataque en contra de nuestra autoestima, utilizando a personas que nos subestiman, experiencias o situaciones de nuestro pasado. Muchas veces nos convence, haciéndonos creer que somos inútiles e inservibles, que todo está perdido para nosotros y que ya no tenemos solución.
Quizás estos días te has sentido así, sin esperanza, un bueno para nada, alguien que nunca cambiará y que lo mejor es resignarse a una vida derrotada. Sin embargo, quiero que sepas que eres más que eso, eres un elegido de Dios, “Ustedes no me eligieron a mí, yo los elegí a ustedes…” Juan 15:16 (NTV)
“Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos. Dios decidió de antemano adoptarnos como miembros de su familia al acercarnos a sí mismo por medio de Jesucristo. Eso es precisamente lo que él quería hacer, y le dio gran gusto hacerlo. Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados.” Efesios 1:4-5,7. (NTV)
La Biblia dice que Él mismo te eligió, te hizo y sopló Su espíritu de vida en ti. Tú no eres cualquier cosa. Eres un hijo (a), del mismísimo Creador que está en los cielos.
No escuches a nadie que te menosprecie, que te haga sentir que tú no sirves y que no eres inteligente. Porque la verdad, todo lo que Dios hace es bueno, y no sólo te hizo a ti, sino que puso su imagen y semejanza dentro de ti.
Nunca más te creas poca cosa o que no vales nada, porque eres especial y muy importante. Dios le dijo a Jeremías: “Antes de darte la vida, ya te había yo escogido; antes de que nacieras, ya te había yo apartado; te había destinado a ser profeta de las naciones.” Jeremías 1:5 (DHH)
Toma esas palabras y hazlas tuyas porque también a ti Dios te conoció antes de nacer. No naciste por accidente, Él te creó para cumplir un propósito especial.  

 Diego Jora
     CVCLAVOZ

viernes, 15 de abril de 2016

¿Estás escuchando a Dios?

 
La comunicación es el proceso mediante el cual se transmite información de un agente a otro. Para que la misma sea efectiva se requiere al menos de un emisor, un mensaje y un receptor.
Un ejemplo de comunicación efectiva podría ser cuando uno va al doctor, ninguno se retira del consultorio después de haberle indicado los síntomas y espera en su casa mágicamente ser curado. Lo que hace, es informarle al médico las actividades que realizó últimamente y los malestares que empezó a sentir. Después él da un diagnóstico y un tratamiento.
Lo mismo necesitamos hacer cuando dialogamos con Dios, debemos ser capaces de escucharlo y no sólo hablar, porque de esa manera conoceremos su voluntad y recibiremos la dirección que necesitamos para tomar sabias decisiones. Si no tenemos tiempo para escucharlo, seguiremos igual y así pasarán los días, meses e incluso años hasta que podamos escucharlo y reconocer su voz.
Si no has estado escuchando a nuestro Padre Celestial, te animo a que hoy empieces a hacerlo, separa tiempos especiales para conversar con Él, ten la seguridad que no serás la misma persona, experimentarás cambios importantes en las diferentes áreas de tu vida.
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar… Santiago 1:19 (RVR1960)
Aprende a escuchar a Dios, a tus padres, tu pareja, tus hijos, hermanos, amigos y a todos los que te rodean para mejorar tu relación con ellos.

 
Brisna Bustamante
      CVCLAVOZ

jueves, 14 de abril de 2016

La discusión

 
Un hombre sordo contaba a un amigo suyo acerca de una discusión  de unos amigos de ambos.
   - ¿Sobre qué? – Le preguntó a gritos aquel a quien se lo contaba.
     - No lo sé, no pude oír una palabra.
     - ¿Y quién tenía la razón, Juan o Pedro?
     - ¡Juan! Contestó el sordo con firmeza.
    - ¿Cómo puedes saberlo, si no pudiste oír una sola palabra? – inquirió el amigo.
   - Pues… porque Pedro gritaba tanto y amenazaba mientras que Juan, con paciencia y sonriendo parecía que le decía: “¡No lo tomes así… seamos amigos… no peleemos, querido Pedro!. El que sabe vencerse a sí mismo es el que más probablemente tiene razón.Cuántas veces por tener ideas diferentes, ante los nervios, la impaciencia y hasta ofuscados por el enojo hemos permitido que una cosa sin importancia nos robe la paz e incluso nos enfrente con las personas que amamos.
Existe una frase que dice: “Sé selectivo en tus batallas, a veces es mejor tener paz que tener la razón” y es verdad, no todas las cosas merecen que se rompan amistades, negocios e incluso familias por una pelea o discusión que muchas veces no tienen razón de ser y que en otras circunstancias, el motivo de la pelea sólo hubiera sido un intercambio de ideas  sin que llegara a más.
Gálatas 5:22, 23 nos muestra los frutos que deben reflejar nuestras vidas: “En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas! (NTV)
Antes de buscar contender o tener la razón, evalúa si realmente vale la pena que pierdas la paz por eso y si es algo verdaderamente importante que necesitas que la otra persona entienda, siempre es bueno recordar el consejo que hallamos en Proverbios 15:1 “La respuesta apacible desvía el enojo,  pero las palabras ásperas encienden los ánimos”. (NTV)
No permitas que una diferencia de ideas, un mal día, el enojo, el orgullo y las circunstancias adversas te lleven a pelear y destruir tu relación con quienes más amas e incluso sus vidas. Busca siempre la paz.

Ana María Frege Issa
        CVCLAVOZ

miércoles, 13 de abril de 2016

Nuevos Tiempos

 
“Tantas veces soñé con ser adulto, y ahora solamente quisiera ser niño otra vez” ¿Cuántas veces has escuchado esta frase? A quién no le gustaría volver a su infancia donde uno solamente se preocupaba por jugar; cuántos padres desearían que sus hijos no crezcan rápido porque pronto dejarán el hogar o  hijos que temen dejar a sus padres porque llegó el tiempo de independizarse.
Los cambios forman parte de la vida y constantemente tenemos que adaptarnos a ellos en el puesto de trabajo, una ruptura de pareja, cambios en el grupo de amigos, casarse, convertirse en padres, mudarse de casa, ciudad o país, y toda situación en que se tenga que enfrentar nuevos tiempos.
Enfrentar un nuevo tiempo no es fácil de asimilar, pero para crecer como personas y ser felices es preciso abrazar y aceptar cada etapa, viviéndola al máximo porque la biblia menciona:
“Todo lo hizo hermoso en su tiempo…” Eclesiastés 3:11
Todo tiene su tiempo y en su momento es hermoso. Es inevitable que exista sufrimiento por el cambio, en especial por dejar atrás circunstancias satisfactorias que nos tocaron vivir, pero si aprendemos a aceptar la etapa que nos toca haremos un bien para nuestra vida y en lugar de amargarnos, la disfrutaremos.
He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte. Eclesiastés 5:18
El hombre más sabio del mundo dijo que es bueno que uno disfrute y goce de su trabajo todos los días de su vida porque ésta es la parte que le corresponde. Muchos sufren porque quisieran retroceder el tiempo o por adelantar etapas y esto los hace infelices. El Señor quiere que seas sabio y disfrutes el tiempo que te toca vivir con alegría, que crezcas y tomes buenas decisiones.
Es posible que estés enfrentado un cambio que hasta ahora conlleva sufrimiento, primeramente acércate a Dios y pide que te ayude a levantarte, también escríbenos y comparte con nosotros cuál es tu inquietud, nos gustaría acompañarte en este proceso.

Shirley Chambi
    CVCLAVOZ
 

martes, 12 de abril de 2016

No más de lo que puedas


Tal vez algunos puedan sentirse mal por el hecho de estar pasando por tiempos difíciles, situaciones de dolor, tormenta o prueba.
Obviamente no queremos pasar por todo eso, pero es necesario y es para bien. Creemos que por el hecho de ser hijos de Dios no merecemos pasar por esas situaciones, pero si Jesucristo que era hijo de Dios pasó por lo peor y tuvo la victoria cuando resucitó, ¿por qué creemos que nosotros no tendremos la victoria al final? 
Job también es un ejemplo de cómo, a pesar de conocer de Dios y amarlo, pasó por situaciones terribles, pero hay algo que debes tener en cuenta y que sucedió también con este varón y es que el enemigo sólo avanzó hasta donde Dios se lo permitió, ni un solo paso más, no permitió que lo tacara. “Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.”Job 1:12 (RVR-1960)
Dios no permitirá que pases por pruebas más fuertes de las que puedes soportar. Siempre sucederán cosas en tu vida de las no que podrás tener el control completo, pero si estás con Dios de tu lado nada de lo que pases, por más grande que parezca, te destruirá.
Ningún dolor, ninguna actitud, palabra, persona o vicio podrán vencerte si permaneces en Dios.
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.” 1 Corintios 10:13 (RVR-1960)
Si estás luchando contra algún vicio, manía  u otro gigante, recuerda que Dios te hizo más fuerte y que si permitió que pasara por tu vida es porque ya tiene tu victoria preparada. Cuando se acercan los tiempos difíciles es señal de que también se acerca una gran bendición.

 
Telma Céspedes
    CVCLAVOZ

lunes, 11 de abril de 2016

No dudes

 
¿Qué harías por amor? Se dice que el amor se asemeja a la locura, porque uno hace cosas que no haría si no estuviera enamorado.
Por ejemplo, el varón que espera a su novia en medio de una fría noche y cuando ella llega y no está abrigada prefiere darle su abrigo antes que ella pase frío, o declaraciones de amor escritas en lugares públicos, o trasnocharse por conversar con esa persona especial aunque al día siguiente tenga que ir al trabajo o a clases. Una persona que no ha estado enamorada dirá que están locos los enamorados.
El amor produce confianza, y dice un libro: “Pablo apoyó su confianza en el amor de Dios en lo que él hizo en la cruz. Por eso, él nunca más dudó del amor de Dios por él, no importa cuántas brutalidades tuvo que sufrir”;  es por eso que estaba convencido que las dificultades obraban para bien: “…sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.” Romanos 8:28 (NVI)
Su confianza en Dios no le garantizaba el vivir cómodamente en esta tierra, sino en la eternidad y afirmaba su  diario vivir de esta manera: “Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Filipenses 4:12-13
A pesar de la escases o las dificultades no dudes del amor de Dios, ya que la cruz fue el sello de su pacto de amor por ti y perdurará para siempre. Sus planes siempre son mejores que los nuestros y todo obstáculo lo usará para tu bien.
El amor de Dios te sostenga y sus promesas sean tu fortaleza.

 
 Soraida Fuentes
     CVCLAVOZ

viernes, 8 de abril de 2016

Contentamiento

 
Cuando nos encontramos con amigos que no veíamos hace mucho tiempo o  vemos sus fotos y leemos sus comentarios en las diferentes redes sociales, a veces nos alegramos por su situación actual, pero otras ocasiones nos deprimimos al cometer el error de compararnos con ellos, con los bienes que poseen y todo lo que han alcanzado.
La teoría de Maslow indica que tenemos una jerarquía de necesidades, que conforme se satisfacen las más básicas, los seres humanos desarrollamos necesidades y deseos más elevados, lo cual nos da a entender que jamás llegaremos a estar completamente satisfechos. Pero en contraste, Filipenses 4: 12-13 dice: “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
Todos los días debemos renovar nuestra mente y hacer las cosas de manera diferente, porque nada se obtiene sin esfuerzo, dedicación, perseverancia, sacrificio y trabajo. Algo que no podemos olvidar, es ser agradecidos con Dios por todo lo que nos provee cada día: por estar vivos, tener salud, una familia, un trabajo, una casa, un carro, un ministerio, etc.
Dejemos de enfocarnos en lo que no tenemos y más bien apreciemos todo lo que poseemos, gracias al amor y la bondad de Dios. Valorémonos a nosotros mismos también, porque somos sus hijos, hechura suya, con dones específicos que el Espíritu Santo nos dio.
No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Filipenses 4:11
La verdadera felicidad no depende de cuánto tengamos sino de cómo cuidamos y valoramos lo que tenemos.

 
Brisna Bustamante
      CVCLAVOZ

jueves, 7 de abril de 2016

¿Estás donde debes o donde te conviene?

 
Dios se agrada mucho de las buenas acciones que tengamos hacia nuestro prójimo y en su obra, pero lo que tal vez no hemos tomado en cuenta es que Dios escudriña primero el corazón. “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.” 1 Samuel 16:7 (RVR-1960)
Dios considera los propósitos de nuestro corazón, si todo lo que estamos haciendo y el servicio que prestamos es motivado por una convicción sincera de amor hacia Él o tan solo un impulso para salir del paso, por conseguir algo, o fingir lo que no somos.
Es por esa razón que debemos preguntarnos si estamos donde estamos porque es lo mejor o porque nos conviene.
Debemos estar conscientes que lo que desea Dios de nosotros es que realmente deseemos vivir como Él manda, que nuestras acciones sean el reflejo de nuestras convicciones, de una fe no fingida y no de una búsqueda de ventajas. Porque si nuestra motivación no es la correcta, al menor obstáculo el escapar será nuestra mejor opción, el abandonar la obra será lo más conveniente para nosotros.
Es hora de no fijarnos en hacer lo más fácil, lo más conveniente para nosotros, sino lo correcto y lo que le agrada a Dios.
Hoy te invito a que hagas una auto evaluación de lo que estás haciendo y cómo estás viviendo, no es tarde para cambiar. Comienza a vivir en base a tus convicciones, si crees en Dios vivirás para agradarle verdaderamente, no por conveniencia sino porque tu corazón quiere estar ahí, agradando a tu Padre.
Telma Céspdedes
     CVCLAVOZ

miércoles, 6 de abril de 2016

¿Estás donde debes o donde te conviene?

 
Dios se agrada mucho de las buenas acciones que tengamos hacia nuestro prójimo y en su obra, pero lo que tal vez no hemos tomado en cuenta es que Dios escudriña primero el corazón. “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.” 1 Samuel 16:7 (RVR-1960)
Dios considera los propósitos de nuestro corazón, si todo lo que estamos haciendo y el servicio que prestamos es motivado por una convicción sincera de amor hacia Él o tan solo un impulso para salir del paso, por conseguir algo, o fingir lo que no somos.
Es por esa razón que debemos preguntarnos si estamos donde estamos porque es lo mejor o porque nos conviene.
Debemos estar conscientes que lo que desea Dios de nosotros es que realmente deseemos vivir como Él manda, que nuestras acciones sean el reflejo de nuestras convicciones, de una fe no fingida y no de una búsqueda de ventajas. Porque si nuestra motivación no es la correcta, al menor obstáculo el escapar será nuestra mejor opción, el abandonar la obra será lo más conveniente para nosotros.
Es hora de no fijarnos en hacer lo más fácil, lo más conveniente para nosotros, sino lo correcto y lo que le agrada a Dios.
Hoy te invito a que hagas una auto evaluación de lo que estás haciendo y cómo estás viviendo, no es tarde para cambiar. Comienza a vivir en base a tus convicciones, si crees en Dios vivirás para agradarle verdaderamente, no por conveniencia sino porque tu corazón quiere estar ahí, agradando a tu Padre.


Telma Céspdedes
     CVCLAVOZ

martes, 5 de abril de 2016

La silla

La hija de un hombre le pidió al Ministro que fuera a su casa a hacer una oración para su padre que estaba muy enfermo. Cuando el Ministro llegó a la habitación del enfermo, encontró a este hombre en su cama con la cabeza alzada por un par de almohadas.
Cuando he estado en la iglesia he escuchado siempre al respecto de la oración, que se debe orar y los beneficios que trae, etc., pero siempre esto de las oraciones me entró por un oído y salió por el otro pues no tengo idea de como hacerlo. Entonces hace mucho tiempo abandoné por completo la oración.
Esto ha sido así en mi hasta hace unos cuatro años, cuando conversando con mi mejor amigo me dijo: “José, esto de la oración es simplemente tener una conversación con Jesús. Así es como te sugiero que lo hagas… te sientas en una silla y colocas otra silla vacía en frente tuyo, luego con fe miras a Jesús sentado delante tuyo. No es algo alocado el hacerlo pues el nos dijo
-“Yo estaré siempre con ustedes”. Por lo tanto, le hablas y lo escuchas, de la misma manera como lo estas haciendo conmigo ahora mismo”
“Es así que lo hice una vez y me gustó tanto que lo he seguido haciendo unas dos horas diarias desde entonces”. “Siempre tengo mucho cuidado que no me vaya a ver mi hija pues me internaría de inmediato en la casa de los locos”.
El sacerdote sintió una gran emoción al escuchar esto y le dijo a José que era muy bueno lo que había estado haciendo y que no cesara de hacerlo, luego hizo una oración con el, le extendió una bendición y se fue a su Iglesia.
Dos días después, la hija de José llamó al sacerdote para decirle que su padre había fallecido. El sacerdote le preguntó: Falleció en paz?”.
“Sí, cuando salí de la casa a eso de las dos de la tarde me llamo y fui a verlo a su cama, me dijo lo mucho que me quería y me dio un beso. Cuando regresé de hacer compras una hora más tarde ya lo encontré muerto. Pero hay algo extraño al respecto de su muerte, pues aparentemente justo antes de morir se acercó a la silla que estaba al lado de su cama y recostó su cabeza en ella, pues así lo encontré. ¿Qué cree usted que pueda significar esto?”
El sacerdote se secó las lágrimas de emoción y le respondió:
“Ojalá que todos nos pudiésemos ir de esa manera”.
Sacarías
2:10 “porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti.”
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días. Sal 23:6
SILLA

lunes, 4 de abril de 2016

Amor que florece

 
Cuando se perdona una falta, el amor florece, pero mantenerla presente separa a los amigos íntimos. Proverbios 17:9 (NTV)
¿Cuántos nos equivocamos y ofendemos a los que amamos? La mayoría ha cometido errores, y lo importante es reconocer la falta, corregirla y evitar cometerla nuevamente.
Pero por la otra parte, cuando somos los ofendidos la tarea es un poco más difícil pero apremiante, el perdonar, ya que no muchas veces es fácil pero dice Proverbios 17:9 que hace que el amor florezca.
Un paisaje en invierno es un poco triste, aunque toda estación del año tiene su encanto, comparado con la primavera que es más deleitosa ante los ojos porque se disfruta de la belleza de las flores y el verdor de las plantas, creando así un ambiente muy acogedor e inspirador. La definición de la floración, según una página de jardinería, es la culminación del desarrollo de una planta, su momento de máxima madurez. Pero sólo es capaz de llegar a esta fase cuando se satisfacen todas sus necesidades de luz, temperatura, agua y alimento. Así el amor madura cuando se perdona.
Por otra parte, cuando una roca recibe un constante golpe de gotas de agua llegará a quebrarse, así también quien se mantiene ofendido y recuerda constantemente el dolor alejará o abrirá una grieta con sus seres queridos e incluso con los que podrían ser de bendición en el futuro.
Consideremos que cada uno es responsable de saber sobrellevar una ofensa, independientemente de quién lo haya hecho; por así decirlo, cada uno decide cómo se quiere sentir y qué quiere hacer cuando lo ofenden.
Permite que el amor florezca, con la ayuda de Dios será posible perdonar y fortalecer relaciones antes que romperlas.
 
Soraida Fuentes
     CVCLAVOZ

domingo, 3 de abril de 2016

El día del Señor se acerca

 
“En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan.” 2 Pedro 3:9 (NTV)
Hace un tiempo, la iglesia donde congrego hizo un evento de evangelismo al aire libre por la zona que vivo. Entre los que escucharon el mensaje estaban amigos míos del lugar. En aquella oportunidad  el pastor predicó sobre los tiempos finales y el arrepentimiento.
Semanas después, cuando me encontré con los mismos jóvenes que habían escuchado la palabra de Dios, uno de ellos me dijo: "¿No que Jesús ya iba volver? ¿Qué castigaría y que el mundo sería destruido? Todo lo que dijo el pastor es mentira, todo está igual. " Afirmación  que los demás respaldaron.
Aclaro que el pastor en ningún momento dijo que el Señor vendría la siguiente semana o mes, sólo anunció que el regreso de Jesús está pronto y que todos necesitamos arrepentirnos.
Increíble, pero el Señor sabe cómo hablarnos, en 2ª Pedro el capítulo 3, el apóstol Pedro dice lo siguiente: “Sobre todo, quiero recordarles que, en los últimos días, vendrán burladores que se reirán de la verdad y seguirán sus propios deseos. Dirán: «¿Qué pasó con la promesa de que Jesús iba a volver? Desde tiempos antes de nuestros antepasados, el mundo sigue igual que al principio de la creación".  2 Pedro 3:3-4 (NTV)
¿Tienes amigos y familiares que te han dicho que el regreso de Jesús es un cuento? No te desanimes y sigue adelante, orando y predicando la palabra de Dios. Espera con ansias ese día, has todo lo posible por llevar una vida pacífica, pura e intachable. Y no olvides crecer en la gracia, y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador.
Y si aún no estás seguro del retorno de Jesús, de su existencia y durante años no has creído en Él, te animo a leer detenidamente lo que Él mismo dijo en Mateo 24:37-39 acerca de Su regreso. "Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre. Pero como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre, pues como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del hombre."
La gente en el tiempo de Noé no estaba preparada y no creía en el mensaje de Dios, así que todos fueron destruidos. Hoy en día pasa lo mismo, muchos no creen en Su regreso y viven como ellos quieren.
No esperes para aceptar a Jesús en tu corazón,  podría ser  demasiado tarde cuando decidas hacerlo; entrégale tu corazón ahora que hay tiempo. Haz una oración de corazón y pide perdón por tus pecados. Jesús te espera con los brazos abiertos.
“Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy.” Juan 14:3 (NTV)

 Diego Jora
    CVCLAVOZ

sábado, 2 de abril de 2016

Enviados por Dios

 
Un joven de apenas 15 años estaba en un autobús cuando sintió que Dios tocó su corazón, se levantó de su asiento y comenzó a hablar en voz alta a los pasajeros sobre la venida de Cristo, enseguida un hombre que estaba sentado detrás le gritó:
– ¡Cállate y siéntate! el joven se sentó avergonzado.
De pronto volvió a sentir que Dios le pedía que volviera a decir las mismas palabras, el hombre amenazó con darle una paliza si no se sentaba y callaba; entonces el joven de nuevo se detuvo. Pero sintió una vez más que Dios le motivaba a hacer lo mismo, se puso de pie y gritó que Jesús se acercaba.
El hombre que lo había amenazado tenía un niño en su regazo, se levantó y fue hacia el joven para atacarlo, cuando su pequeño niño le dijo:
– Papá no lo golpees, no hagas eso. ¡Él es un enviado de Dios!
El hombre se puso a llorar y el joven le preguntó:
– ¿Por qué llora señor?
Con lágrimas en su rostro, arrodillado y abrazando a su hijo le respondió:
– ¡Mi pequeño era mudo y ahora está hablando!
Cuando recibimos a Jesús como nuestro Salvador y empezamos a dar nuestros primeros pasos como cristianos, no sentimos vergüenza al compartir con otras personas lo que Él hizo y está haciendo en nuestras vidas. Lo que sucede muchas veces, es que permitimos que los afanes de este mundo consuman esa pasión y empezamos hacer todo por rutina.
El amor es una decisión y no un sentimiento, por esa razón es que no debemos permitir que nada ni nadie apague ese fuego ardiente que Jesús puso en nuestros corazones el día que decidimos seguirlo.
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree. Romanos 1:16 (RVR)
Si sientes que has perdido esa pasión por servirlo, te animo a que le pidas a nuestro Señor que te la devuelva, para que cumplas con amor y gratitud, el propósito con el que te llamó. Debemos llevar a cabo la gran comisión que nos encomendó: “Ir y hacer discípulos a todas las naciones” (Mateo 28:19) y seguir compartiendo el mensaje de esperanza y salvación con todos aquellos que no lo conocen y creen que ya no tienen una razón para vivir.
Jamás permitas que nadie te impida hablar de Jesús ni de compartir su amor a otras personas, porque mientras lo hagas, Él estará obrando y haciendo milagros a través de ti, aún sin que te des cuenta.
 
Brisna Bustamante
      CVCLAVOZ