miércoles, 29 de julio de 2015

La silla

SILLA
La hija de un hombre le pidió al Ministro que fuera a su casa a hacer una oración para su padre que estaba muy enfermo. Cuando el Ministro llegó a la habitación del enfermo, encontró a este hombre en su cama con la cabeza alzada por un par de almohadas.
Cuando he estado en la iglesia he escuchado siempre al respecto de la oración, que se debe orar y los beneficios que trae, etc., pero siempre esto de las oraciones me entró por un oído y salió por el otro pues no tengo idea de como hacerlo. Entonces hace mucho tiempo abandoné por completo la oración.
Esto ha sido así en mi hasta hace unos cuatro años, cuando conversando con mi mejor amigo me dijo: “José, esto de la oración es simplemente tener una conversación con Jesús. Así es como te sugiero que lo hagas… te sientas en una silla y colocas otra silla vacía en frente tuyo, luego con fe miras a Jesús sentado delante tuyo. No es algo alocado el hacerlo pues el nos dijo
-“Yo estaré siempre con ustedes”. Por lo tanto, le hablas y lo escuchas, de la misma manera como lo estas haciendo conmigo ahora mismo”
“Es así que lo hice una vez y me gustó tanto que lo he seguido haciendo unas dos horas diarias desde entonces”. “Siempre tengo mucho cuidado que no me vaya a ver mi hija pues me internaria de inmediato en la casa de los locos”.
El sacerdote sintió una gran emoción al escuchar esto y le dijo a José que era muy bueno lo que había estado haciendo y que no cesara de hacerlo, luego hizo una oración con el, le extendió una bendición y se fue a su Iglesia.
Dos días después, la hija de José llamó al sacerdote para decirle que su padre había fallecido. El sacerdote le preguntó: Falleció en paz?”.
“Sí, cuando salí de la casa a eso de las dos de la tarde me llamo y fui a verlo a su cama, me dijo lo mucho que me quería y me dio un beso. Cuando regresé de hacer compras una hora más tarde ya lo encontré muerto. Pero hay algo extraño al respecto de su muerte, pues aparentemente justo antes de morir se acercó a la silla que estaba al lado de su cama y recostó su cabeza en ella, pues así lo encontré. ¿Qué cree usted que pueda significar esto?”
El sacerdote se secó las lágrimas de emoción y le respondió:
“Ójala que todos nos pudiesemos ir de esa manera”.
Zacarías 2:10 “porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti.”
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días. Sal 23:6

lunes, 27 de julio de 2015

30 Cosas Que Debes Dejar De Hacerte A Ti Mismo


30 Cosas Que Debes Dejar De Hacerte A Ti Mismo
Hay momentos en la vida en que sabemos que queremos cambiar, ir a algún lado, hacer algo importante… Pero no sabemos cómo. Pues traigo buenas noticias:traemos para ti las treinta cosas que debes dejar de hacerte a ti mismo para poder lograr esas grandes cosas para las que estás destinado. No es una lista de cosas por hacer, son cosas que todos debemos dejar de hacer. Necesitamos dejar espacio a las nuevas y mejores cosas de la vida.
1. Deja de pasar tiempo con las personas equivocadas.
La vida es muy corta como para gastarla junto a personas que succionan tu energía y felicidad. Si alguien te quiere en su vida, harán espacio para ti, no deberías pelear por un lugar. Nunca jamás insistas con alguien que te pasa por alto. Recuerda que los verdaderos amigos no son necesariamente aquellos que se quedan contigo en los buenos tiempos, sino los que permanecen en las peores situaciones.
2. Deja de huir de tus problemas.
¡Enfréntalos! No será fácil, nadie es capaz de salir ileso de todos los problemas. No siempre se puede salir instantáneamente de un problema cuando se presenta, no estamos hechos para eso. De hecho, lo normal es que sintamos tristeza, enojo, dolor, incertidumbre, derrota. Este es el propósito de la vida: Enfrentar los problemas, aprender de ellos, adaptarse y, finalmente, resolverlos con el paso del tiempo. Es lo que nos convierte y moldea a lo largo de la vida.
3. Deja de mentirte.
Puedes mentirle a cualquiera en el mundo, pero no puedes mentirte a ti mismo. Nuestra vida mejorará sólo cuando aprovechemos las oportunidades y la primera y más difícil es ser realmente honestos con nosotros mismos.
4. No dejes tus propias necesidades para lo último.
La cosa más terrible es perderse a sí mismo mientras amas a alguien más, olvidándose de lo especial que es uno mismo. Esto no significa que dejes de ayudar a otros, sino que debes ayudarte a ti mismo también. Si existe un momento para seguir tu pasión y hacer algo que te importa, ¡Ese momento es justo ahora!
5. Deja de intentar ser alguien que no eres.
Uno de los grandes retos de la vida es ser uno mismo en un mundo que quiere que todos sean iguales. Siempre habrá alguien más listo, más guapo, más joven o más viejo, pero NUNCA serán TÚ. Jamás cambies para agradar a las personas; sé tú mismo y las personas correctas te amarán por ello.
6. Deja de aferrarte al pasado.
No puedes comenzar un nuevo capítulo en la vida si sigues leyendo y releyendo el anterior.
7. Deja de tenerle miedo a los errores.
Hacer algo y equivocarse es, al menos, diez veces más productivo que no hacer nada. Cada éxito trae una historia de fracasos detrás y cada error es un paso más cerca de la victoria. Uno termina arrepintiéndose de las cosas que no hizo más que de las cosas que hizo.
8. Deja de culparte por errores pasados.
Quizá amamos a la persona equivocada y lloramos por errores cometidos, pero no importa cuántas cosas hemos hecho mal, algo es seguro: los errores nos ayudan a encontrar a la persona y a las cosas correctas para nosotros. Todos cometemos errores, tenemos problemas e incluso nos arrepentimos de cosas de nuestro pasado. Pero tú no eres tus errores, no eres tus problemas y estás aquí y AHORA con el poder de moldear tus días y tu futuro. Cada cosa que te ha pasado en la vida te está preparando para algo que aún está por venir.
9. Deja de intentar comprar la felicidad.
Muchas de las cosas que deseamos son caras. Pero la verdad es que las cosas que en verdad nos satisfacen son totalmente gratis: el amor, las carcajadas y trabajar en nuestras pasiones. :-)
10. Deja de buscar la felicidad exclusivamente en otros.
Si no eres feliz con quien eres por dentro, no serás feliz en una relación de largo plazo con cualquier otra persona. Primero tienes que crear estabilidad en tu propia vida, antes de que puedas compartir la vida con alguien más.
11. Deja de ser pasivo.
No pienses demasiado las cosas o crearás un problema que ni siquiera estaba ahí en primer lugar. Evalúa las situaciones y toma acciones decisivas. No puedes cambiar cuando te rehúsas a confrontar las cosas, el progreso implica riesgo, ¡Punto! No puedes llegar a segunda base si tienes un pie en la primera.
12. Deja de creer que no estás listo.
Nadie se siente 100% preparado cuando una oportunidad se presenta. Es porque las oportunidades en la vida nos empujan fuera de nuestras zonas de confort, lo que significa que nunca nos sentiremos completamente cómodos en un principio.
13. Deja de envolverte en relaciones por las razones equivocadas.
Las relaciones deben ser escogidas sabiamente. “Mejor sola que mal acompañada”, decía mi abuelita. No hay necesidad de apresurarse, si algo debe ser lo será a su debido tiempo, con la persona adecuada y el momento debido. Enamórate cuando estés listo, no cuando te sientas solo.
14. Deja de evitar nuevas relaciones sólo porque las pasadas no funcionaron.
En tu vida te darás cuenta de que hay un propósito para cada persona que conozcas. Algunas personas te pondrán a prueba, otras te enseñarán grandes lecciones, pero lo más importante es que algunas sacarán lo mejor de ti.
15. Deja de competir contra todos.
No te preocupes si a otros les va mejor que a ti, concéntrate en romper tus propios récords cada día. El éxito es una batalla entre tú y tú mismo, sólo eso.
16. Deja de lado los celos.
Los celos son el arte de contar las bendiciones ajenas en vez de las propias. Pregúntate esto: “¿Qué es lo que tengo yo que todos los demás quieren?”
17. Deja de quejarte y de sentir pena de ti mismo.
La vida tiene sus altibajos por una razón: para moldear tu camino en la dirección correcta para ti. Puede que no veas o entiendas todo en el momento en que sucede, eso puede ser muy duro. Pero recuerda los momentos difíciles que ya has pasado: Casi siempre nos llevan a mejores lugares, personas, estados mentales o situaciones, eventualmente. ¡Así que sonríe! Deja que todos sepan que hoy eres mucho más fuerte que ayer, y así continuarás.
18. Deja de guardar resentimiento.
No vivas tu vida con odio en el corazón. Terminarás lastimándote a ti mismo más de lo que las personas que odias podrían. El perdón no es sólo decir: “Está bien lo que me hiciste”, es poder decir: “No voy a dejar que lo que me hiciste arruine mi felicidad para siempre”. El perdón es la respuesta, déjalo ir, encuentra la paz, ¡Libérate! Y recuerda, el perdón no es sólo para las demás personas, también es para ti mismo. Si debes, perdónate a ti mismo, supéralo e intenta hacerlo mejor la siguiente ocasión.
19. Deja de permitir que otros te bajen a su nivel.
Niégate rotundamente a rebajar tus estándares para adaptarte a quienes se niegan a elevar los suyos.
20. Deja de desperdiciar el tiempo explicando tus razones a los demás.
Tus amigos no lo necesitan y tus enemigos ni siquiera lo creerán. Sólo haz lo que tu corazón te dice que es correcto.
21. Deja de hacer las mismas cosas una y otra vez sin tomarte un descanso.
El tiempo perfecto para tomarte una pausa es justo cuando no tienes tiempo para ello. Si continúas haciendo lo mismo, seguirás obteniendo los mismos resultados. Hay veces que necesitamos un descanso para ver las cosas más claramente.
22. Deja de pasar por alto la belleza de los pequeños momentos.
Disfruta de las cosas pequeñas porque un día mirarás atrás y descubrirás que eran, en realidad, las cosas más grandes. La mejor parte de tu vida serán las cosas pequeñas, momentos innumerables que invertiste sonriendo a quien te interesa de verdad.
23. Deja de intentar que las cosas sean perfectas.
El mundo real no recompensa a los perfeccionistas, recompensa a las personas que hacen las cosas en tiempo y forma.
24. Deja de seguir el camino más fácil.
La vida no es fácil, especialmente cuando planeas realizarte en algo que vale la pena. No tomes la alternativa más fácil siempre, haz cosas extraordinarias.
25. Deja de actuar como si todo estuviera bien cuando no lo está.
Está bien quebrarse de vez en cuando, no tienes que pretender ser fuerte, no hay necesidad de probarle a nadie que todo está perfectamente todo el tiempo. No debería preocuparte lo que los demás piensan. Llora si lo necesitas, es saludable dejar fluir esas lágrimas. Cuanto más pronto lo hagas, más pronto serás capaz de sonreír de nuevo, sonreír de verdad.
26. Deja de culpar a los demás de tus problemas.
La capacidad de alcanzar tus sueños depende de tu capacidad de hacerte responsable de tu vida. Cuando culpas a los demás de lo que te pasa, estás rechazando esta responsabilidad: Le das poder a otros sobre una parte de tu vida.
27. Deja de hacerlo todo por todos.
Eso es imposible, y solamente terminarás exhausto. Pero hacer sonreír a una persona, a esa persona especial sí puede cambiar el mundo. Quizá no el mundo entero, pero sí una parte de él: enfocarse es el secreto.
28. Deja de preocuparte demasiado.
Preocuparse no le quita problemas al día de mañana, le quita felicidad al día de hoy. Una manera de saber si vale la pena preocuparse es plantearse la siguiente pregunta: “¿Importará esto dentro de un año? ¿Tres años? ¿Dentro de cinco años?” Si la respuesta es negativa, entonces no vale la pena darle más vueltas al asunto.
29. Deja de enfocarte en lo que no quieres que suceda.
Mejor, enfócate en lo que sí quieres que pase. Pensar positivo es el preámbulo al éxito rotundo. Si despiertas cada mañana con el pensamiento de que algo maravilloso sucederá ese día y pones suficiente atención, descubrirás que estabas en lo correcto.
30. Deja de ser ingrato.
No importa lo bien o lo mal que te ha ido, levántate de la cama agradecido por tener vida. Hay quienes, en algún lugar, luchan por ella desesperadamente. En lugar de pensar en lo que te hace falta, intenta pensar en lo que tienes y que a muchos les hace falta.
En lo personal, me doy cuenta de que soy culpable de muchos de estos errores. Definitivamente una lista muy útil y que podría cambiar muchas vidas. ¡A ponerla en marcha!
Mateo 6:33
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

sábado, 25 de julio de 2015

No te enamores de mí



“Cuentas claras, mantienen las buenas amistades” afirma un dicho por ahí. Y nunca mejor venido a las relaciones interpersonales, porque cuando las confusiones llegan todo se hace muy difícil.
Hace algunos años atrás, trabajando en un proyecto en conjunto con un amigo, se dio la oportunidad de que habláramos acerca de las intenciones que pudiesen existir más allá de la relación laboral y sin dejar ningún lugar a dudas él fue muy claro conmigo. Amigos, eso sería lo más lejos que llegaríamos. Fue duro, porque sonó a “No te enamores de mi porque no te voy a corresponder” pero necesario, aunque con el tiempo tomamos caminos distintos su actitud hacia mí fue integra, no quería jugar con mis emociones.
¿Existe la amistad entre el hombre y la mujer?
Esa, es una gran pregunta. Y en lo personal creo que mientras más claras estén las cosas, seguro. Cuando la simpatía se torna confusa, ahí comienzan los problemas.
Cuidar la amistad implica salvarla de las malos entendidos también, indistintamente del sexo, porque la confianza es un bien que no se recupera con facilidad.
Nadie está exento de tener un momento de confusión, es parte de la vida, y no está del todo mal, eso indica que tampoco somos de madera. Lo importante es siempre ser claros, y mientras más rápido despejado el asunto menor tiempo al mal momento dejamos.
¿Va a cambiar lo que puedes estar sintiendo ser claros? Evidentemente no. Porque en las cuestiones del corazón el único que puede ayudarnos es Dios, la decisión sigue siendo nuestra.
Con frecuencia, la persona en cuestión se da cuenta que nuestros sentimientos van más allá del cariño y en el peor de los casos, abusa de esa situación en beneficio propio. Si estás viviendo esto, déjame decirte que lo que sembramos, cosechamos; y que si sabes que por más que le pongas todo lo mejor de tu parte para que funcione, pero en tu interior y con Dios, sobretodo, sos plenamente consciente de que lo estás haciendo para no lastimarla/o al corresponderlo, es un error.
Cuando mi amigo fue tajantemente sincero conmigo en un momento pensé en quien se creía El para decirme, o darme a entender, que limitaciones le daría a la relación pero con el tiempo supe ver que se portó como un verdadero compañero, y sobre todo como un hombre.
Alguien dijo una vez “Las cosas no las recibimos como son, sino como estamos” cuando el afecto es sano, hay conversaciones que pueden ser incomodas, pero necesarias para que la amistad perdure a través del tiempo.
La sinceridad no hace las cosas cómodas en una relación, sea del tipo que sea, las hace más bien reales y leales porque la confianza es un lazo que se fortalece con el tiempo.  

viernes, 24 de julio de 2015

Da un paso de Fe

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Un hombre llevó una vez a su hija de tres años de edad a un parque de diversiones.
Era su primera visita a un lugar así, y ella estaba asombrada de lo que veía y escuchaba, pero más que nada estaba emocionada por las vueltas y zumbidos de los aparatos.
Rogó a su papá que la dejara montar en un aparato en particular, aunque era considerado el que más “miedo” infundía a los niños de su edad.
Mientras ella a toda prisa doblaba la esquina en su pequeño carrito, de momento arrugó su rostro y se soltó de las manos dando un grito aterrador. Su padre, quien montaba el carro con ella, luchó para llamar su atención. Con una gran sonrisa, él le gritó por encima del ruido del aparato, “¡Esto es divertido!”
Cuando la pequeña vio que él no tenía miedo, comenzó a reírse. La nueva experiencia que al principio era aterradora de momento se volvió agradable. ¡De hecho, ella insistió en montar el mismo aparato tres veces más!
¡Qué consuelo es saber que nuestro Padre celestial no solo nos acompaña en las nuevas vueltas de la vida, sino que el futuro nunca le infunde temor!
Él tiene buenas cosas planeada para nosotros. Cuando miramos al futuro desde nuestra perspectiva, puede que nos asustemos. Pero al hacerlo desde la perspectiva de Dios, es mucho más probable que gritemos: “¡Adelante! ¿No crees que esto será divertido?”
Isaías 43:18-19
No recordéis las cosas anteriores, ni consideréis las cosas del pasado. He aquí, hago algo nuevo. (LBLA)

jueves, 23 de julio de 2015

Tomarla es tu decisión

 
Las oportunidades que se nos presentan en la vida debemos saber aprovecharlas y más si son oportunidades para llegar a otros con el mensaje de Dios; así como Jesús lo hacía cuando se presentaba la oportunidad. Un ejemplo es cuando logró maravillar a las personas que estaban en la sinagoga llevándoles un mensaje. ”Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos?” Marcos 6:2
Aquí vemos que Jesús vio la oportunidad de compartir la palabra de Dios con las personas que atendían la sinagoga, era una buena ocasión para evangelizar.
Otro ejemplo que nos dio Jesús fue cuando multiplicó los panes y los peces, eso lo podemos observar en Marcos 6:41-44. Había cinco panes y dos peces para darle de comer a una multitud, esa era una oportunidad, aunque muchos no la vieron, Jesús sí la vio, y no se quedó ahí, sino que aprovechó esa situación para poder llegar con su mensaje a mucha gente.
Debemos usar la habilidad que Dios nos dio de ver las oportunidades y tomarlas. No permitas que las personas negativas que no conocen a Dios, las diferentes religiones, el qué dirán o tu misma autoestima, sean adversarios que te quiten oportunidades.
Comienza a verte como un mensajero e instrumento de Dios, elimina los pensamientos negativos, arriésgate, haz tu mejor esfuerzo cuando tomes la oportunidad de pasar por esa puerta, y si debes sacrificar algo pues hazlo porque será por algo mucho mejor.
“Vivan sabiamente entre los que no creen en Cristo y aprovechen al máximo cada oportunidad.” Colosenses 4:5 (NTV)
Mira las puertas abiertas que están a tu alrededor y toma la oportunidad, Dios está contigo y no permitirá que caigas.

Telma Céspedes
     CVCLAVOZ

lunes, 20 de julio de 2015

¿Estás dispuesto a decir No?


 
Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Más si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Mateo 19:16-22
Seguramente has escuchado la historia del joven rico, utilizada en muchas ocasiones como ejemplo de materialismo. Sin embargo, cometemos el error de no vernos reflejados en el mismo personaje de la historia. Imagina que has alcanzado grandes logros, tienes un trabajo estable y te consideras una persona buena, pero Jesús te dice: “Déjalo todo y sígueme” ¿Qué decisión tomarías?
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Mateo 16:24
La declaración que nos hace nuestro Salvador es parecida a la del joven rico: “Si quieres seguirme, niégate a ti mismo, toma tu cruz y sígueme” ¿Qué significa negarte a ti mismo? Es renunciar a ti y dejar que Él tome el control de tu vida.
Negarse a sí mismo, es bendecir al enemigo, perdonar aunque fuimos lastimados,  inclinar la cabeza para no pelear, dar el primer paso para reconciliarse con el prójimo aunque no hayas tenido la culpa, actuar bien aunque otros actúen mal contigo. Negarse a sí mismo es dejar de hacer lo que quieres para hacer lo que quiere Jesús, es seguir sus pasos.
El Señor te hace la invitación de seguirlo, la pregunta es: ¿Puedes seguir a Jesús? Es posible que dispongas de una biblia por años, que asistas a una comunidad cristiana, pero no servirá para salvarte si no sigues a Jesús, si escuchas pero no obedeces su palabra, si antes de ser como Él prefieres ser como tú.
¡No te pierdas más bendiciones, sigue a Jesús!
 Shirley  Chambi
     CVCLAVOZ

domingo, 19 de julio de 2015

En medio de la angustia


 
En la madrugada, Jesús se acercó a ellos caminando sobre el lago. Cuando los discípulos lo vieron caminando sobre el agua, quedaron aterrados. ¡Es un fantasma! gritaron de miedo. Pero Jesús les dijo en seguida: ¡Cálmense! Soy yo. No tengan miedo.
Señor, si eres tú, respondió Pedro, mándame que vaya a ti sobre el agua... Ven dijo Jesús.
Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: ¡Señor, sálvame!
En seguida Jesús le tendió la mano y, sujetándolo, lo reprendió: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Cuando subieron a la barca, se calmó el viento. Y los que estaban en la barca lo adoraron diciendo: Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios. (Lucas 14:25-33 NVI)
En medio de la tempestad, cuando Pedro le pidió ayuda, fue en ese mismo instante que Jesús le extendió su mano. No esperó a que se hundiese, en el tiempo exacto, en medio de su desesperación, Él mostró de su amor y lo ayudó.
Y es lo mismo que quiere hacer en nuestras vidas, cuando estamos pasando por el dolor, el desengaño, el desánimo, las crisis familiares, personales, es ahí donde el Señor quiere manifestarse en nuestras vidas; cuando nuestras lágrimas bordean nuestro rostro por el sufrimiento, es en ese momento donde Dios nos da de su abrazo y nos dice “No estás solo(a), Yo estoy contigo”. En nuestra debilidad, es donde nos da de su fortaleza y se revela con su poder sobre nuestra vida. Nuestro Padre no va esperar que la prueba termine, Él no guardará silencio hasta que todo haya pasado, por el contrario, en medio de la angustia, estará ahí. 
Isaías 58:11 nos dice “El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan.” En tiempos de dificultad, en tierras secas, cuando la situación que estamos pasando se complica, y muchas veces por la gravedad del problema sentimos que ya no podemos más, el Señor nos guía, nos sacia y nos defiende.
Quiero animarte  a que hoy puedas creer que Dios está junto a ti en este mismo instante, no olvides que el Señor va contigo y te sostiene de tu mano. Salmos 121:3 dice “No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida.” Recuerda que él está atento a lo que estás viviendo, Él no ignora tu dolor, jamás duerme; te guarda en medio de la angustia. 

Claudia Carvajal
    CVCLAVOZ

sábado, 18 de julio de 2015

Peso innecesario


 
Hacer la voluntad de Dios siempre implicará renunciar a determinados anhelos: personales, familiares, profesionales, etc., pero podemos estar completamente seguros que la recompensa a nuestra obediencia será mayor a la que podemos imaginar.
Al igual que un globo aerostático requiere sólo el peso adecuado para elevar vuelo, nosotros necesitamos soltar la carga excesiva que estamos llevando para ganar la carrera.
Como dice Hebreos 12:1 “… quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante”.
Identifica lo que te está estorbando y déjalo, no permitas que siga siendo parte de tu vida. Posiblemente es: duda, incredulidad, temor, conformismo, afán, complejos, traiciones, amargura, resentimiento, alguna adicción, música, series animadas, etc. No te hagas esclavo del pecado, disciplina tu cuerpo y obtén la victoria.
Los que se preparan para competir en un deporte, dejan de hacer todo lo que pueda perjudicarlos. ¡Y lo hacen para ganarse un premio que no dura mucho! Nosotros, en cambio, lo hacemos para recibir un premio que dura para siempre. Yo me esfuerzo por recibirlo. Así que no lucho sin un propósito. 1 Corintios 9:25-26 (TLA)
Si has decidió seguir a Cristo, no permitas que nada ni nadie te impida terminar la carrera, llegar a la meta y obtener la corona de la vida.
¡Corre para ganar!


Brisna Bustamante
     CVCLAVOZ

viernes, 17 de julio de 2015

Cementerio de elefantes


 
De acuerdo con las historias mitológicas  africanas, era un lugar en el que se creía que los elefantes pasaban sus últimos días de vida. El mito de la existencia de un lugar así cobró vida debido a que algunos exploradores codiciosos, creían que si lo encontraban, hallarían una gran cantidad de marfil que nadie reclamaría.
Según algunas investigaciones dedicadas a buscar la verdad sobre este asunto, los elefantes cuando se encuentran moribundos instintivamente buscaban fuentes de agua creyendo que su condición podría mejorar, y aunque algunos lograban recuperar la vitalidad, la gran mayoría terminaba muriendo dentro de un área no muy lejana.    
La conducta de los elefantes cuando interpretan la condición de un miembro de su manada, es acompañarlo hasta el lugar y esperan que se recupere o en el caso contrario, cortejan su cuerpo por algunos días después de que murió.
En el lenguaje popular, cementerio de elefantes también es un término aplicado a un lugar en el que grandes personas o instituciones han tenido fracasos. Por ejemplo, algunos mercados en el caso de productos de consumo, son difíciles de  acceder y los que lo han intentado, se encontraron con rechazo y una eventual ruina para su inversión.
Por otra parte, cuando una persona suele intentar algo: un negocio, un ministerio, una relación, un nuevo emprendimiento, etc. y todo resulta un fiasco, lo más común es buscar un lugar de reposo para tratar de olvidar lo que ha ocurrido.
El problema es que ese lugar no tiene la más mínima intención de sanar heridas, sino de continuar horadando en las llagas que el fracaso ha dejado. Las sonrisas y la alegría están presentes en momentos de reunión con amigos, pero en la soledad de cualquier lugar, volvemos a ese cementerio de elefantes velando todos los fracasos que se pueden recordar.
Los elefantes instintivamente buscan una fuente de agua para recuperar su vitalidad, no un lugar donde dejarse caer para morir, contrariamente la conducta humana es mucho menos positiva; ¿Por qué cuando algo no salió como se ha planeado el hombre busca lugares donde velar sus penas y desaciertos?
Si te ha encontrado con el fracaso, tienes derecho a un tiempo de tristeza, pero comprende que el fracaso es parte de la vida, no el todo.
Deja de buscar lugares donde lamentarte y dejarte caer, y has como los elefantes que buscan una fuente de agua para recuperarse.
Juan 4:14 “Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré ser en él una fuente de agua que salte para vida eterna.” Versión Reina-Valera 1960
Busca a Dios.
 Héctor Colque
   CVCLAVOZ


miércoles, 15 de julio de 2015

Canta aunque el hielo cruja

 
Cuentan que  en los días primitivos de la colonización del oeste norteño en los Estados Unidos, un viajero solitario llegó a la orilla del río Misisipi al anochecer; el camino terminaba abruptamente al borde del agua y no había puente alguno.
Hacía un frío terrible, y ante la perspectiva de tener que pasar la noche en ese lugar despoblado y sin abrigo, el viajero empezó a andar con mucho cuidado sobre el hielo, temiendo a cada momento que, con un crujido, el hielo se resquebrajara y él fuera a parar al agua helada.
Había cruzado ya un buen trecho del río, cuando oyó que alguien se acercaba cantando a todo pulmón, y de vez en cuando, entremezclado con el canto se oía el chasquido de un látigo y gritos, así como el resonar rítmico de las herraduras sobre el hielo.
Cuando ya estuvo lo bastante cerca vio con asombro un carro cargado de enormes troncos de árbol arrastrado por cuatro caballos. Mientras tanto, él iba avanzando, a veces a gatas, muerto de miedo, temiendo que el hielo se hundiese bajo los pies.
En muchas ocasiones nos hemos encontrado, como el viajero, con la sorpresa de que el camino se acaba abruptamente y delante de nosotros sólo hay un lago congelado. No sabemos cuán fuerte es la capa de hielo, si soportará nuestro peso o si hay lugares más frágiles que otros. Simplemente debemos cruzar el lago.
Y mientras avanzamos con miedo, seguramente en el doble o triple de tiempo del que nos tomaría hacerlo confiadamente, hay personas que en lugar de escuchar el crujir del hielo, deciden elevar su voz y cantar mientras avanzar confiadamente.
Si en este momento te encuentras atravesando un terreno  desconocido, si estás parado sobre hielo o un lugar inestable, deja de andar a gatas, ponte de pie y camina con firmeza, sabiendo que Dios cuida de ti en todo tiempo y circunstancia. Canta, eleva tu voz y confiadamente camina hacia tu destino porque Dios prometió que siempre te cuidaría, Él es tu protector, tu ayudador y sus planes son de bien para tu vida.
“Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel.  Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha.  El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche. Jehová te guardará de todo mal;El guardará tu alma.  Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre” Salmos 121: 1-8
Confía en las promesas de Dios, no temas por tu futuro, porque tu Guardador no permitirá que nada malo te pase, si permitió que llegues a un lugar así es porque tiene algo que enseñarte, quiere formarte para lo que vendrá y, sobre todo, quiere que confíes en Él.
Deja de escuchar el crujir del hielo, levántate y canta porque tu guardador no se adormecerá ni se dormirá. ¡Camina confiadamente!

 Ana Maía Frege Issa
       CVCLAVOZ

martes, 14 de julio de 2015

De qué sirven tus ojos si "No" puedes ver...


 
Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle. Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban.
Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. Marcos 3:1-5
Los fariseos eran personas doctas en la ley de Dios. Sin embargo, no podían percibir la misericordia que Dios quería hacer con aquel hombre en ese momento, su corazón estaba tan duro que aunque tenían ojos no podían ver la necesidad que tenían delante de ellos.
La ceguera espiritual es precisamente “no ver la vida como Dios la ve” Es no entender las cosas espirituales, por tanto, no entender a Dios.
Mi Pueblo tiene ojos, pero no ve; tiene oídos pero no escucha... Isaías 43: 8
El Señor hace un reclamo a su pueblo porque teniendo ojos y oídos no escuchan, ni ven lo que Dios quisiera que vean. Pregúntate: ¿Cuándo fue la última vez que vi la aflicción de los que me rodean? ¿Conozco la necesidad de mi casa, parientes, amigos o  enemigos? Recordando que también debemos bendecir a nuestros enemigos.
Justamente ayer salí con la mentalidad de identificar necesidades y hacer algo al respecto, lo que me sorprendió es la existencia de una gran necesidad. Lo poco que pude hacer fue colaborar a una señora que no disponía alimentos para su bebe, pude darle algo de comida que tenía y las monedas que me quedaban. También a una anciana, quien necesitaba ayuda para tomar movilidad y conocer la palabra de Dios.
La pregunta es: ¿Por qué no vi tanta necesidad antes? Pude darme cuenta que me encontraba con una ceguera espiritual, no estaba viendo lo que Dios ve, por tanto ¿Cuántas veces habré descuidado el servicio de Dios por mi ceguera?
Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: !!Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! Y la gente les reprendió para que callasen; pero ellos clamaban más, diciendo: !!Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
Y deteniéndose Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os haga? Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos. Entonces Jesús, compadecido, les tocó los ojos, y en seguida recibieron la vista; y le siguieron. Mateo 20:30-34
Es necesario ser humilde para reconocer que estamos ciegos. Los fariseos no pudieron reconocer lo que Dios quería aunque conocían Su palabra de memoria ¿De qué lado estás? Si eres seguidor de Cristo te darás cuenta que el Señor vino para servir y no para ser servido. Acércate con humildad a Jesús y pídele que te abra los ojos espirituales.
¡No endurezcas tu corazón y sé sensible a la voz de Dios!

Shirley Chambi
      CVCLAVOZ

lunes, 13 de julio de 2015

Siguiendo al Pastor

 
Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan. Isaías 58:11
Pastor es la persona que guarda y guía a un rebaño, su trabajo es observar con mucha atención a los animales mientras ellos pastan, los conduce por lugares donde sacian su hambre y los cuida de los peligros.
El Salmos 23:1 dice: “Jehová es mi pastor, nada me faltará.” David reconocía a Dios como dueño de su vida y también ser parte del rebaño. Para ser pastoreado hay que ser del rebaño, pues si no solo eres un visitante o simpatizante que no obedecerá al Pastor y cualquier momento abandonarás el rebaño.
Al igual que un pastor de ovejas vela por el bienestar de su rebaño el Señor se preocupa por su hijos, hacia dónde te diriges, qué decisiones tomas, con quiénes te relacionas, si te alimentas (Biblia) o no, qué guardas en tu corazón, qué ven tus ojos, qué pensamientos habitan en tu mente y tantas cosas más; pero muchas veces nuestra reacción es de indiferencia, apatía y hasta de molestia creyendo que lo que hacemos está bien y que no hay peligro alrededor.
Sólo Él sabe lo que nos espera cuando tomamos sendas equivocadas por eso es que pone tantas advertencias pero con amor nos redirecciona cuando admitimos nuestro error, es por eso que es trascendental ser sensible al Espíritu Santo, pues él nos habla de diferentes maneras y circunstancias para que no abandonemos sus caminos.
Jesús dice: Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen (Juan 10:27) si somos parte del rebaño del Señor deberíamos ser obedientes a su voz y conocer también a nuestro Pastor.
Para ir por verdes praderas y saciar nuestra necesidad debemos seguir a nuestro Pastor ya que nadie más que él quiere lo mejor para ti ¡obedece su dirección y síguelo!

Soraida Fuentes
     CVCLAVOZ

viernes, 10 de julio de 2015

De nada sirve preocuparse

 
Durante el viaje a Jerusalén, Jesús y sus discípulos llegaron a cierta aldea donde una mujer llamada Marta los recibió en su casa. Su hermana María se sentó a los pies del Señor a escuchar sus enseñanzas, pero Marta estaba distraída con los preparativos para la gran cena. Entonces se acercó a Jesús y le dijo:
   —Maestro, ¿no te parece injusto que mi hermana esté aquí sentada mientras yo hago todo el trabajo? Dile que venga a ayudarme.
El Señor le dijo:
   —Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles! Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará. Lucas 10:38-42 (NTV)
La preocupación no es bíblica, no le agrada a Dios porque ahoga nuestra fe. No es útil porque no nos ayuda a solucionar ningún problema más bien es la causante de enfermedades, la que nos quita el gozo y la paz, y la que nos aleja de nuestro verdadero propósito. Pero ¿por qué uno duda?, porque no confía en Dios. Sólo aquellas personas que han experimentado su paz no se afanan, porque han sabido depositar toda su confianza en nuestro Creador, pero a la vez han reconocido quien es Él, y el poder y autoridad que tiene.
Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre Celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? Mateo 6:26 (NVI)
Dios puede y quiere ayudarte en cualquier situación que enfrentes pero necesita que confíes en Él y tengas un corazón libre de angustia para que pueda obrar libremente en tu vida y su nombre sea glorificado en esa circunstancia.
No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.Filipenses 4:4-7 (NTV)
Ha llegado el momento de que conviertas tu lista de preocupaciones en una lista de oración. En vez de afanarte, encomiéndasela a Dios para que tome control de todo lo que aflige tu corazón. Si hay algo que puedes hacer en cuanto a lo que te preocupa, hazlo y todo lo demás entrégaselo.   
Lo que has convertido en un tema de oración, deja de ser un tema de preocupación

Brisna Bustamante
      CVCLAVOZ

jueves, 9 de julio de 2015

Dios ya conoce tus grietas


 
Hay una historia antigua, tal vez muy conocida por muchos, que cuenta que un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la mitad del agua.
Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.
Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole:
“Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir.”
 El hombre, apesadumbrado, le dijo compasivamente:
“Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.” Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchísimas flores hermosas a lo largo del trayecto, pero de todos modos se sintió apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.
- ¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino?- le preguntó el hombre-  Siempre he sabido de tus grietas y quise obtener ventaja de ello, sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde tú vas y todos los días tú las has regado. Por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar la casa de mi patrón. Sin ser exactamente como eres, él no hubiera tenido esa belleza sobre su mesa.
Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas, llámense defectos, traumas, heridas emocionales, frustraciones, complejos, fracasos que nos marcaron, etc. y muchas veces pensamos estas grietas nos descalifican y que Dios no puede usarnos, que no somos lo suficientemente buenos, que hay personas más capacitadas que podrían hacer mejores cosas que nosotros; pero en 1ª Corintios 1: 27, 28 encontramos un gran tesoro:
“sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es”.
Dios no busca personas perfectas, Él ya conoce nuestras grietas, pero eso no le impide hacer grandes cosas nuestras vidas. No mires tus defectos y problemas como algo que te descalifica, sino como oportunidades para que Dios obre en tu vida y cumpla sus planes.
Con grietas y todo, Dios te ha incluido en sus planes, te ama de manera inimaginable, tu vida es un tesoro invaluable para Él.
Deja de menospreciarte y compararte con los demás porque tu vida es única e incomparable. Confía en Dios y prepárate para ver cómo tu lado del camino empieza a florecer.
Ana María Frege Issa
       CVCLAVOZ

martes, 7 de julio de 2015

No solo sed


 
Viendo la imagen de una persona en el desierto, caminando en medio de la nada y con el sol en pleno rostro, sin tener un lugar donde refugiarse de los rayos y sin una gota de agua que lo reanime, vemos que la persona que va en busca de agua en medio de un desierto no sólo necesita de la sed como motivación para seguir adelante, sino coraje, fe, fuerza, voluntad y dominio para poder llegar a encontrar lo que está buscando y necesitando.
Al igual que esta escena, tal vez muchos nos encontramos en un desierto en nuestras vidas y mientras recorremos el desierto podremos encontrar personas que se quedaron en el camino y no pudieron seguir, gente que nos desanima, voces que nos dicen que no lograremos nada y que no hay salida.
Es ahí donde nuestros corazones deben oír la voz de Dios y sólo poner nuestra atención y vista en lo que nos dice: “De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva.”Juan 7:38
No dejes que las voces de otros, la debilidad o el temor se apoderen de ti en estos momentos de prueba, deja que los ríos de agua viva que Dios tiene para ti fluyan y sacien tu sed y necesidad.
No es suficiente tener sed sino que debes demostrar que tienes el coraje, la fuerza para seguir y encontrar lo que Dios tiene para ti al final del recorrido.
¿Tienes sed? En Dios está lo que necesitas para saciarte. Al igual que a Jacob te dice esto:” Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí. Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos” Isaías 44:2-3 (RVR-1960)

Telma Céspedes
    CVCLAVOZ

lunes, 6 de julio de 2015

¡No entiendo cómo pasó!

 
Miriam presentaba dolores en el estómago de manera consecuente, muchas veces se le recomendó que vaya al hospital a realizarse el respectivo tratamiento, pero lamentablemente ella continuó postergando la visita al doctor. Llegó un día en el que el dolor era demasiado fuerte yno pudieron salvarla. Ella había sido advertida, pero se dejó arrastrar por la negligencia y se descuidó al no hacer nada al respecto, hasta que ya fue demasiado tarde.
 Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?...” Hebreos 2:1-3
La negligencia es un gran peligro en cualquier área de la vida. La Biblia dice que “atendamos con diligencia lo que hemos oído” nos pide que tomemos en serio la palabra de Dios, con diligencia que significa “esmero y eficacia”. Lo peor es oír el mensaje del evangelio y no hacer nada al respecto, es infinitamente más trágico.
¿Qué debo hacer para perder mi alma? Nada, sólo ser negligente y dejarte deslizar.
El deslizarse es un proceso lento y progresivo. Entrar en una relación con Jesucristo y luego volver hacia la vida anterior, no de un día para otro, sino después de pasar por un tiempo de actitudes negligentes y decisiones equivocadas frente a la palabra de Dios.
Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 1 Corintios 10:12
La persona que se está deslizando se autoengaña en creer que su pecado la va a ayudar o que no es tan serio como para perderse. Es posible que estés consintiendo algo que poco a poco te está alejando de Dios, cediendo a deseos y tomando decisiones negligentes. No te creas firme y sé radical con el pecado.
Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe... Hebreos 12:1–2
La persona que se ha deslizado ha perdido su fe y no le importa su condición espiritual. No te quedes sin hacer nada toma en serio las palabras de Dios y pon tus ojos en Jesús porque largo camino te resta, no lo reduzcas.

Shirley Chambi
    CVCLAVOZ