jueves, 29 de diciembre de 2016

Fuerte y grande


 
El roble es uno de los árboles más grandes del planeta: su tronco tiene un diámetro que puede medir hasta 3 metros y alcanzar a crecer 30 o 35 metros de alto. Pueden vivir entre 200 y 300 años, y por la distribución espesa de sus ramas, se ve increíblemente grande. Su corteza es de un tono gris y aunque el tronco esté muerto, es muy difícil de arrancar del suelo por sus profundas raíces.
Los estudiosos de la botánica admiran a este árbol por todas las cualidades antes mencionadas, pero también por sus hermosas hojas y las flores amarillo/verdosas que nacen en la primavera, su tallo es uno de los más duros que hay y su combinación de colores marrones, le da una elegancia inigualable.
Definitivamente es uno de los árboles más hermosos de la creación, pero todas estas cualidades no aparecieron simplemente de la noche a la mañana, sino que forman parte de un proceso largo. El roble crece únicamente 30 centímetros por año, convirtiéndolo en la especie boscosa con la tasa de crecimiento más baja, siendo superada por mucho otros como las palmeras que crece bastante rápido.
Este es un ejemplo de la naturaleza muy interesante. Muchas veces creemos que nuestra vida está condicionada por el tiempo que tarda en llegar el éxito que buscamos o las promesas que esperamos. En ese momento, cuando vemos a las personas que nos rodean obtener con mayor rapidez aquello que nosotros también quisiéramos, cometemos el error de frustrarnos, enojarnos y hasta la renuncia se convierte en una alternativa.
Debemos comprender que los éxitos en la vida no se logran de la noche a la mañana: una familia estable, una empresa lucrativa, un trabajo satisfactorio, un ministerio, etc. Son algunos logros de  la vida que pueden tardar en llegar ya que requieren empeño y dedicación constante.
Quizás hay cosas que te están costando lograr más que a los demás. No te sientas mal. Piensa en el roble que tarda más que cualquier otro árbol en crecer, pero cuando llega a estar totalmente frondoso, nadie deja de admirarlo. Eso mismo es lo que espera a los que crecen con paciencia, firmeza y dedicación.
Jeremías 17:7-8 “Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto” Versión Reina-Valera 1960



               Héctor Colque
                 CVCLAVOZ    

miércoles, 28 de diciembre de 2016

La lista


Un comerciante cristiano fue requerido para ayudar a una colecta para cierta obra de la iglesia. Gozosamente escribió un cheque por 250 dólares y lo entregó al visitante.  En el mismo momento llegó un telegrama. El comerciante lo leyó y quedó conturbado.
     - En el cablegrama – dijo-  me dan cuenta de que uno de mis barcos se ha ido a pique perdiéndose toda la carga. Esto trastorna mis negocios, voy a escribir otro cheque  para usted.El visitante comprendió y devolvió el cheque inicial, esperando recibir otro por una cantidad mucho menor, pero cuál no fue su asombro cuando leyó en el segundo cheque 1.000 dólares.
     - ¿No se ha equivocado usted? - Preguntó tímidamente el visitante.
   - No - dijo el comerciante- no me he equivocado. Entonces con sus ojos llenos de  lágrimas agregó: Este telegrama era un mensaje de mi Padre celestial diciéndome: “No os  hagáis tesoros en la tierra.¿En qué estás poniendo tu enfoque? ¿Qué acapara tu tiempo, esfuerzos y recursos?
Los afanes de este mundo muchas veces nos llevan a poner nuestras fuerzas y corazón en lo terrenal y pasajero, en aquellas cosas que perecen, olvidando las que realmente valen la pena y que nos ayudarán a cumplir nuestro propósito en la tierra, el plan que Dios tiene para nosotros.
“No almacenes tesoros aquí en la tierra, donde las polillas se los comen y el óxido los destruye, y donde los ladrones entran y roban. Almacena tus tesoros en el cielo, donde las polillas y el óxido no pueden destruir, y los ladrones no entran a robar.  Donde esté tu tesoro, allí estarán también los deseos de tu corazón”. Mateo 6:19 -21 (NTV)
Muchas veces nos desgastamos trabajando y nos afanamos por conseguir una mejor casa, un auto más moderno, por querer encajar en determinado grupo y muchas cosas más, pero olvidamos aquello que le da significado y valor a nuestras vidas.
Posiblemente eres  de los que hace una lista de metas y propósitos para cada año, ahora que vamos a empezar uno nuevo,  no olvides tener en cuenta cuáles son las verdaderas prioridades y las cosas que valen la pena, que merecen tu esfuerzo y tiempo.  Busca enfocarte en las cosas eternas, has que sea un año diferente y no uno más.



        Ana María Frege Issa
                 CVCLAVOZ    

lunes, 26 de diciembre de 2016

Nuevos inicios


Con cada fin de año llegan las evaluaciones de nuestras vidas, del año que transcurrió, de las metas alcanzadas y aquellas que quedaron postergadas.
Algunos podrían afirmar que el  2016 fue el mejor año de sus vidas, han alcanzado todas sus metas o tal vez la mayoría de ellas. Para otros en cambio, puede haber sido el año más complicado y lo único que desean es que termine a la brevedad posible.
Sin importar cómo fue este año puedes estar seguro de que a unos días de distancia se encuentra uno nuevo que trae consigo nuevas oportunidades, metas y sueños que tal vez durante mucho tiempo se postergaron pero que ahora se realizarán.
No importa si fueron días  buenos o malos, lo importante es que no te aferres al pasado, las victorias y las derrotas quedarán en nuestras memorias y dejarán en nosotros enseñanzas que han hecho de nosotros mejores personas. Con cada prueba el Señor nos va perfeccionando. Recuerda que no puedes quedarte abrazando tus éxitos y tus fracasos, tienes que tener las manos libre para poder recibir las bendiciones que Dios tiene para ti.
“Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”. Lucas 9:62
Antes de hacer cualquier lista de metas y propósitos para el 2017 te invito a recordar todas las bendiciones que Dios te dio este año. Tal vez no tuviste un trabajo estable pero Dios siempre proveyó para tus necesidades, posiblemente hayas luchado con una enfermedad pero el Señor siempre estuvo ahí para sostenerte y te mostró su mano poderosa, quizás te han calumniado o acusado injustamente, pero Él ha estado ahí para defenderte, tal vez tu familia ha enfrentado duras crisis pero el Espíritu Santo siempre te ha consolado y fortalecido, o posiblemente, nada de lo que planeabas resultaba y te sentías confundido pero Dios te ha mostrado qué camino seguir y te ha sostenido.
No importa lo que hayas atravesado, Dios siempre es fiel y te ha sostenido porque tiene planes de bien para tu vida.
Agradécele con todo tu corazón porque por más duro que haya sido este año Él nunca te ha dejado, nunca te ha desamparado y jamás lo hará. Puedes tener la certeza de que Dios siempre estará contigo.
Ahora, elabora tu lista de nuevos propósitos y encomienda tu vida al Señor, deja que Él sea quien dirija tus pasos, ¿quién más sabe lo que es mejor para nosotros?
“Encomienda a Jehová tu camino, confía en él; y él hará”. Salmos 37:5 


  Ana María Frege Issa
           CVCLAVOZ    

viernes, 23 de diciembre de 2016

Más allá de tus capacidades


El profeta Samuel fue en busca del sucesor del rey Saúl, y como estaba en los planes de Dios ese nuevo rey debía salir de la casa de Isaí  y aunque el mismo padre de David no lo consideró apto para ser rey, Dios lo escogió para gobernar a su pueblo  porque no vio su capacidad física o intelectual sino que miró su corazón.
“Pero el Señor le dijo a Samuel: —No juzgues por su apariencia o por su estatura, porque yo lo he rechazado. El Señor no ve las cosas de la manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el corazón” 1 Samuel 16:7Nueva Traducción Viviente (NTV).
Muchas personas sueñan y anhelan lograr grandes cosas en su familia, en su profesión u oficio y en el ministerio, pero a veces se encuentran con obstáculos que los desaniman y los enfocan en sus falencias provocando el temor a fracasar y con ello dejan de soñar y luchar por alcanzar sus anhelos.
Quizás te hayan rechazado o tú mismo te hayas descalificado ante una excelente oportunidad porque viste y pensaste que no estás preparado para hacer aquello que se te ha encomendado, recuerda esta gran verdad “Dios no ve tus capacidades, sino la disposición de tu corazón”, no tengas temor, porque si Dios te llamó para hacer y algo grande que quizás supera tus fuerzas y expectativas, ¡Arriésgate! y toma la oportunidad, pues si Dios te llamó también te capacitará y te apoyará en todo lo que debes hacer.
No escuches lo que otros dicen de ti (si podrás o no podrás) porque la opinión más importante y determinante es la de Dios.

   
        Judith Quisbert
           CVCLAVOZ    

jueves, 22 de diciembre de 2016

Construir

 
Generalmente toda persona suele establecerse metas personales: estudiar una carrera profesional, tener una familia, brindar una educación sana para los hijos, tener un negocio propio y lucrativo, levantar en un buen ministerio, etc.
Todos esos logros suenan nobles y honorables, pero sin duda requieren esfuerzo continuo y dedicación permanente, ya que nada que sea perdurable es construido de la noche a la mañana.
Salmos 127:1 dice: “Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vélala guardia.” Versión Reina-Valera 1960
Esta es la realidad: No importa lo que estemos construyendo, logrando o levantando, en algún momento las dificultades se harán presentes y tratarán de arrasarlo todo, es más, esas mismas dificultades provocan que nuestras debilidades y el mal carácter que tenemos se hagan evidentes para quienes nos rodean. Todo esto puede provocar inestabilidad y la mayoría de las veces nuestra capacidad puede ser rebasada.
Mateo 7:24-25 dice: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.” Versión Reina-Valera 1960
Un nuevo año termina y otro más está por comenzar. Quizás hubo muchos emprendimientos o metas que te pusiste a ti mismo, y tal vez no todo se ha cumplió como esperabas. No te desanimes.
Un nuevo año es una nueva oportunidad para volver a empezar. Esta vez ten presente a Dios porque lo que Él hace siempre permanece. Su poder tiene la cualidad de hacer posible aquello que para nosotros parece imposible, sencillamente porque cuando nuestra capacidad es rebasada su fuerza continúa, cuando nuestra sabiduría es insuficiente Él puede seguir guiándonos y cuando parece que ya nada se puede hacer, Dios todavía puede hacer más.
Si ya empezaste y ves que existen problemas golpeando tus proyectos, tu familia, tu negocio, tu ministerio, etc. es hora de incluir a Jesús en todo el proceso, porque todo lo que es edificado sobre la Roca firme permanece.
Dios es fiel.



        Héctor Colque
           CVCLAVOZ    

martes, 20 de diciembre de 2016

El hombre de la mano seca


“Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?” Mateo 12:10
La Biblia nos relata la historia de este hombre, del cual no sabemos demasiado. Simplemente que tenía una mano enferma, la expresión utilizada es que esa mano estaba “seca”.
Una de las maneras de interpretar la palabra seca es relacionándola con la falta de fruto y hasta con la muerte, cuando por ejemplo decimos: esa planta se está secando.
Digamos que este hombre tenía un área de su vida en necesidad, hacía falta el toque sanador de Jesús para restaurar el normal desenvolvimiento de su mano.
¿Cuántas personas podrían estar en la misma situación? Tal vez, no necesariamente teniendo una mano con problemas, sino que tienen áreas de su vida, que se encuentran secas, áridas y sin fruto, que parecen muertas aunque no lo están. Hay personas muy exitosas en lo profesional y /o laboral, pero que experimentan un área seca en lo relacionado con los sentimientos.  Y aunque parecen fuertes y con toda la apariencia de un ganador, íntimamente sienten la insatisfacción de no poder desarrollar su parte afectiva.
Quizás en otro extremo, se ubica un grupo de personas que tienen una gran facilidad para socializar y las relaciones, pero ven que no prosperan económicamente, pese a los descomunales esfuerzos que realizan, mientras que hay quienes experimentan sequedad en el área espiritual. Algunos, que aun habiendo conocido a  Jesús, ven que no pueden dar fruto y otros que han comenzado bien y con mucho entusiasmo pero se fueron secando y ya no sirven al Señor con el fervor y el entusiasmo que lo hacían en otro tiempo.
Finalmente, el hombre de la mano seca, tuvo un encuentro con Jesús y Él lo sanó; la enfermedad instantáneamente se fue.
¿Hay algún área en tu vida que consideres “seca” o que no da fruto? ¿Está tu vida espiritual secándose? Riégala hoy retomando la oración, entrégale a Jesús, esa parte de tu vida que parece estéril, deja que el obre y verás como la salud vuelve a tu cuerpo, deja que Él intervenga en tu vida sentimental y también sanará esa área. ¿Trabajas mucho y no ves el fruto de tanto esfuerzo? Permítele a Jesús intervenir para que seas prosperado.


        Daniel Zangaro
           CVCLAVOZ    

lunes, 19 de diciembre de 2016

Cuando abres tus ojos...


¿Alguna vez realizaste una dinámica cerrando los ojos? En la oscuridad se siente inseguridad e incluso temor puesto que todo lo que tienes por delante es incierto.
¿Te imaginas vivir sin poder ver? ¡Por supuesto que no será una vida fácil! Las personas que tienen dificultades con la visión presentan grandes limitaciones. Así como una ceguera física podría ser un impedimento para alcanzar nuestros logros, la ceguera espiritual también lo es, ya que no te permitirá creer y vivir seguro, con gozo y paz.
Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron de noche, y sitiaron la ciudad. Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿Qué haremos?
Él le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo. 2 Reyes 6:14-17
Un gran ejército rodeó a Eliseo, por lo cual su criado se angustió en gran manera. Lo interesante es que en ese instante Eliseo realizó una oración para que su sirviente “abriera sus ojos” y cuando esto sucedió se dio cuenta que en realidad “eran más los que estaban con ellos que con los enemigos”, estaban  protegidos por Dios.
Jehová abre los ojos a los ciegos... Salmos 146:8
El milagro que Jesús hacía más a menudo era el devolver la vista a los ciegos y continúa haciéndolo. No solamente hace referencia a la ceguera física, sino también a la espiritual que impide ver quién es Dios y qué es lo que Él puede hacer.
“Abre mis ojos, y miraré...” Salmos 119:18
¿Estás viendo a Dios en tu vida, en tus problemas y necesidades? ¿En los conflictos te domina la inseguridad, el miedo o la angustia? Es necesario que pidas al Señor que abra tus ojos. Esta ceguera puede traerte mayores limitaciones y seguramente has perdido muchísimas bendiciones por no ver lo que Dios tenía para ti.
Este tiempo te animo a ponerte de rodillas y pedir que puedas ver.


  Shirley Chambi
    CVCLAVOZ    

domingo, 18 de diciembre de 2016

¿Cansado, agotado, oprimido?


“Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Mateo 11:30
Muchas veces vemos personas que parecen ir por la vida llevando una pesada carga. En tal sentido La Biblia nos enseña que hay un “yugo de opresión” (Isaías 58:9). El yugo era una pesada madera que se ponía sobre las bestias para arar la tierra de forma pareja, pero también se lo asocia con el trabajo forzado o la esclavitud.
Al igual que aquellos animales que hacían un trabajo forzado, hay personas que viven oprimidas llevando una pesada carga que apenas pueden soportar. Sin embargo Jesús nos dice que su yugo es fácil y que ligera es su carga, lo cual pareciera una contradicción. Si nuestra carga es pesada, es posible que voluntariamente estemos aceptando llevar “otros yugos” u otras cargas que no nos corresponde llevar. Suele pasar que otras personas pudieran venir a nuestras vidas intentado poner yugos, tales como exigencias desmedidas, culpas o responsabilidades que no nos corresponden y entonces terminamos sintiéndonos oprimidos y sin fuerzas.
Pudiera pasar también que sea uno mismo quien se pone yugos que no le corresponde llevar. Tal es el caso de las personas que tienen una auto exigencia desmedida, viven presionados y muchas veces se sienten desalentados de no poder alcanzar el nivel que se proponían.
Dice la Biblia: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” Mateo 11:28. Podemos ir delante de Cristo y dejar toda carga, todo peso extra que nos impusieron o que aceptamos llevar. De tal manera podremos alcanzar la paz y el descanso que tanto necesitamos.
En la presencia de Dios, es posible dejar tus cargas, porque llegará el tiempo que el yugo se pudrirá, como dice Isaías 10:27 “Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro y su yugo de tu cerviz y el yugo se pudrirá a causa de la unción”. Solo en la presencia de Dios resulta posible hallar descanso y libertad de todo yugo de opresión. Decídete hoy a vivir en aquella libertad que Cristo quiere para tu vida.


             Daniel Zangaro
                CVCLAVOZ    

sábado, 17 de diciembre de 2016

Levanta tus manos


 
Todos hemos librado batallas, unas más grandes, otras pequeñas, cortas o largas, pero todos sabemos lo que es estar en medio de una lucha.
Sin importar su tamaño todas, en determinado momento, parecen no tener fin. Empezamos con todas nuestras fuerzas, con la fe intacta, repetimos todos los versículos que sabemos de memoria y cantamos todas las alabanzas que conocemos,  seguros de que somos fuertes para hacer frente a lo que vivimos.
Pero al cabo de un tiempo, no importa cuánto dure la prueba, nuestras fuerzas empiezan a menguar, nos cansamos, ya no nos quedan versículos que parezcan animarnos, preferimos ya no cantar porque  desentonamos y porque, honestamente,   ¿quién quiere cantar cuando tiene problemas?
En Éxodo 17: 8 -15  se relata la guerra de Israel contra Amelec. Lo increíble de esta historia es que dice que cuando Moisés levantaba las manos Israel ganaba la batalla y cuando las bajaba era Amelec quien obtenía el triunfo.  Entonces,  para poder ganar la batalla  Aaron y Hur sostuvieron los brazos de Moisés hasta que llegó la victoria.
Cuando levantamos los brazos hacia Dios le entregamos las batallas. Es una forma de rendirnos y reconocer Su poderío sobre nuestras vidas, de saber que todo estará bien, que es una victoria asegurada.
Innegablemente es muy duro levantar las manos cuando estamos en una prueba, porque aunque ésta no sea física, nuestras fuerzas parecen abandonarnos al cabo de un tiempo.  Pero,  ¿sabes? Aunque tu canto suene desentonado porque la tristeza y la preocupación te agobian, canta, canta con todo tu corazón y levanta tus manos, ríndete a Él y verás cómo Dios es el que libra tu batalla, Él es tu estandarte y va delante de ti. ¿Por qué temer?
“Él redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, Aunque contra mí haya muchos”.  Salmos 55:18


    Ana María Frege Issa
            CVCLAVOZ    

viernes, 16 de diciembre de 2016

Las 7 cosas que Dios detesta


 
"Seis cosas aborrece el Señor, y aun siete le son abominables: los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies que corren presurosos al mal, el testigo falso, que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos." (Prov. 6: 16-19)
Vemos claramente en este texto las cosas que Dios detesta, pero sería bueno preguntarse si esta lista coincide con la lista de cosas que nosotros mismos rechazamos.
El número siete en la Biblia nos da la idea de algo completo, por lo cual podemos decir que Dios detesta completamente estas cosas porque son consecuencias de la naturaleza pecaminosa del ser humano. Como sabemos Dios ama al pecador pero detesta el pecado.
De igual forma, nosotros debiéramos tener una actitud misericordiosa y compasiva con la persona que comete pecado, pero sin que esto signifique aceptación de las conductas que resultan intolerables para Dios.
Las siete cosas que Dios detesta son:
  1. Los ojos altivos. Se trata de las personas orgullosas que se sobrevaloran a sí mismas, aquellos que no aceptan correcciones y subestiman a los demás.
  2. La lengua mentirosa. El que miente, engaña, falsea la verdad, dice medias verdades que en realidad representan medias mentiras.
  3. Las manos que derraman sangre inocente. Los homicidas, los que ejercen toda clase de violencia.
  4. El corazón que maquina pensamientos perversos, planes inicuos.
  5. Los pies que corren presurosos al mal.
  6. El testigo falso que dice mentiras. Una vez más, la falsedad y la mentira es claramente rechazada por Dios.
  7. El que siembra discordia entre hermanos. Sabemos que todo lo que se siembra es lo que se termina cosechando. Un dicho popular declara: “el que siembra vientos recoge tempestades” No agrada a Dios la persona que está sembrando “cizaña” entre hermanos.
La Palabra habla de todo: del que calumnia, del que genera contiendas en la familia, pero yo creo que también incluye a los que crean conflictos en la “familia espiritual que es la iglesia.  Por lo tanto, este pasaje es tan rico que incluye al que murmura, al chismoso, al que usa su lengua como un arma para dividir, ofender y dañar, trayendo como consecuencia división, contienda y enemistad.
Cuantas veces escuchamos comentarios irresponsables sin siquiera tener el recaudo de medir las consecuencias. Por lo tanto debemos tener cuidado de “engancharnos” en hablar cosas que no solo no edifican sino que terminan dividiendo o enfrentando a los miembros de una familia. Es bueno saber que esto no es un juego sino que todo lo que hablemos de manera imprudente tendrá sus consecuencias.


        Daniel Zangaro
           CVCLAVOZ    

jueves, 15 de diciembre de 2016

Constructor


Furnarius Rufus, es el nombre científico del ave popularmente conocida como “Hornero”. Esta especie es propia de Sud América y es bastante conocida principalmente porque construye su hogar en forma de un horno de piedra.
Pasada la temporada de lluvias, éste pajarito aprovecha que el agua ha mojado la tierra y tiene disponible el material para empezar su trabajo: barro, paja, raíces y otras ramas, son unidas hasta formar una masa arcillosa que luego es esculpida hasta formar un pequeño horno.
La estructura es construida en pocas semanas y después de secar completamente, puede llegar a ser tan sólida que es capaz de soportar climas adversos y permanecer en buen estado durante varios años. Por esto, el Hornero es considerado el mejor de los arquitectos dentro del reino animal.
Lo que llama la atención es que este animalito nunca ha sido instruido en el arte de la construcción, entonces ¿de dónde recibe el adiestramiento para edificar junto a su pareja un hogar en lo alto de la copa de un árbol?
La ciencia suele llamar a este tipo de comportamiento instinto. Sin embargo, Dios mismo quien creó a todas las especies de la tierra, les da instrucciones y ellas obedecen Su voz, Apocalipsis 19:17.
Job 38:41 nos muestra que Él oye el clamor de su creación: “¿Quién prepara al cuervo su alimento, Cuando sus polluelos claman a Dios, Y andan errantes por falta de comida?” Versión Reina-Valera 1960. De hecho los capítulos 38 y 39 del libro de Job, hablan de cuán atento está Dios a toda la naturaleza.
Ahora bien, Jeremías 8:7 dice: “Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Jehová.” Versión Reina-Valera 1960
¿Será posible que el hombre es de todo lo creado, quien más se aparte de la voluntad de Dios? El Hornero recibe instrucciones de lo alto para construir su casa y nosotros como seres humanos, deberíamos imitar esa actitud.
Mateo 7:24-25 dice: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.” Versión Reina-Valera 1960
Hoy en día la alarmante cifra de divorcios ha subido a niveles escalofriantes incluso dentro de la iglesia. Hagamos un alto a la lógica y al sentido común, y comencemos a vivir de acuerdo a la sabiduría de Dios porque si Él le da instrucciones a un ave para que construya un resistente hogar de barro, definitivamente podrá ayudarnos a edificar familias fuertes porque nosotros valemos más, Mateo 6:26.


         Héctor Colque
           CVCLAVOZ    

martes, 13 de diciembre de 2016

¿Quieres ver un milagro?


¿Un hombre 100 años y una mujer de 90 podrían ser padres?
Pensar en que algo así podría ocurrir es casi imposible pero cuando Dios interviene lo absurdo puede ser real.
Abraham y Sara fueron testigos del poder de Dios porque tuvieron confianza en ÉL, pues si ellos no hubiesen creído que podrían ser padres a esa edad, nunca hubieran tenido la oportunidad de ver un milagro.
El Señor cumplió su palabra e hizo con Sara exactamente lo que había prometido.  Ella quedó embarazada y dio a luz un hijo a Abraham en su vejez. Esto ocurrió justo en el tiempo que Dios dijo que pasaría” Génesis 21:1-2 (NTV)
¡Que increíble privilegio! Sara y Abraham vieron en sus vidas un milagro y, aunque en su momento dudaron, Dios cumplió la promesa que les hizo y esa maravilla imposible se estaba haciendo real.
En este momento quizás muchos de nosotros necesitamos un milagro en el trabajo, en la familia, en los estudios, etc. y varios dirán que han orado y esperado mucho para ver ese milagro pero nada ha sucedido.
El requisito principal para ver un milagro de Dios es tener una “fe real”, posiblemente hoy estés desanimado porque no has visto la respuesta de Dios pero es necesario que sigas confiado a pesar del tiempo que pase porque sus tiempos son distintos a los nuestros y la forma en que obrará tal vez no sea conforme a nuestros planes, pero de una cosa debes estar seguro, El hará y será bueno y perfecto.
¿Quieres ver un milagro? ¡Solamente cree!
“Fue por la fe que hasta Sara pudo tener un hijo, a pesar de ser estéril y demasiado anciana. Ella creyó que Dios cumpliría su promesa” Hebreos 11:11 (NTV)


 Judith Quisbert
    CVCLAVOZ    

sábado, 10 de diciembre de 2016

La mentira y la maldad


“El hombre malo, el hombre depravado, Es el que anda en perversidad de boca; Que guiña los ojos, que habla con los pies, Que hace señas con los dedos. Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo; Siembra las discordias. Por tanto, su calamidad vendrá de repente; Súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio.”  Prov 6:12-15
La Palabra de Dios es suficientemente clara y determinante en cuanto a la mentira y a la maldad en general. Los mentirosos, los perversos, los que siempre andan maquinando el mal, serán destruidos de repente y sin siquiera contar con la esperanza de poder recuperarse.  Por lo cual hay que tener mucho cuidado con minimizar las mentiras, pensando que todo el mundo lo hace, o que nadie se da cuenta.
Como todo pecado, trae consecuencias muy desagradables.  Hay veces que la mentira se hizo tan habitual en una persona, que ya ni siquiera se da cuenta que lo está haciendo o hasta llega a creerse sus propios engaños.  Algunos califican a ciertas mentiras como piadosas o blancas, queriendo de esta manera restarle importancia a este pecado, sin embargo la mentira es mentira y como tal un pecado delante de Dios.
Una de las consecuencias de la mentira es la pérdida de la credibilidad y la confianza de las personas que nos rodean. En tal sentido Aristóteles afirmaba: “El castigo del embustero es no ser creído aún cuando diga la verdad.”
Seguramente cuando eras pequeño te han enseñado aquella famosa frase que decía: “las mentiras tienen patas cortas” que no es otra cosa que una versión popular de la frase de Sócrates “la mentira nunca vive hasta llegar a vieja”. Esto quiere decir que  a su tiempo todo sale a luz incluso para traer vergüenza a quien ha estado engañando en lo secreto.
Hay personas que están acostrumbradas a mentir y lo hacen casi constantemente. También están aquellos que obligan a mentir a otros para cubrirse ellos mismos. Por ejemplo ante personas que no quieren atender, dan la instrucción: “dígale que no estoy o que después lo llamo, sabiendo que nunca lo van a hacer”
Por lo tanto debemos tratar a la mentira como lo que realmente es: pecado. No importa si es grande o pequeña y si en el fondo se tienen buenas intenciones, la mentira como todo pecado tendrá sus consecuencias. “Los labios mentirosos son abominación al SEÑOR, pero los que obran fielmente son su deleite.” Prov.12:12. 
Por todo esto, si identificas áreas de tu vida en la que no eres auténtico o has adoptado la mentira como una forma de vida, no lo tapes ni tampoco optes por justificarte, sino que hoy puede ser una gran oportunidad para ir delante de Dios con sinceridad de corazón y decidirte a vivir una nueva vida libre de mentiras y engaños.


             Daniel Zangaro
                CVCLAVOZ    

viernes, 9 de diciembre de 2016

En el campo de entrenamiento


A nadie le agrada tener problemas, pasar momentos de tristeza o enfrentar una tormenta de situaciones peligrosas o dolorosas que debilitan no sólo el cuerpo sino el espíritu.
Deuteronomio 8:2 dice: “Recuerda cómo el Señor tu Dios te guió por el desierto durante cuarenta años, donde te humilló y te puso a prueba para revelar tu carácter y averiguar si en verdad obedecerías sus mandatos” (NTV).
El pueblo de Israel caminó por varios años en el desierto y en ese lugar su Fe fue probada: extrañaron la vida que tenían en Egipto, el pueblo cayó en la idolatría y rebeldía.
Quizás para muchos pasar por un desierto de problemas es señal de castigo o que Dios se olvidó y lo desechó. Ese desierto que hoy estás atravesando es tu campo de entrenamiento, no es tu castigo, pues tu fe está siendo a probada, en palabras simples, estás dando ese examen como hijo de Dios, pero no pienses que estás solo, Josué 1:5 dice: “Nadie podrá hacerte frente mientras vivas. Pues yo estaré contigo como estuve con Moisés. No te fallaré ni te abandonaré” (NVT), Él promete estar contigo durante tu prueba y espera que des lo mejor de ti.
¿Cuál es tu actitud ante los problemas? ¿Cómo estás rindiendo el examen?


             Judith Quisbert
                 CVCLAVOZ    

jueves, 8 de diciembre de 2016

Hacer lo bueno


Kevin Carter era un fotógrafo nacido en Johannesburgo, Sudáfrica. Aunque dentro de su carrera nunca tuvo muchos logros importantes, todo cambiaría en el año 1993 cuando ganó el premio Pulitzer por fotografiar a un buitre asechando a un niño sudanés que desfallecía por desnutrición.
Carter fue enviado al lugar para reportar los incidentes de las guerras que se estaban suscitando entre algunos países Africanos. Según cuenta él mismo, al observar la escena sacó la foto y esperó un momento más para tomar otra mejor: con el buitre abriendo sus alas, pensó, pero no lo consiguió. Aun así la imagen que había conseguido le valió el tan prestigioso premio.
La revista The New York Times publicó la foto pero la opinión pública fue bastante dura. Muchos se preguntaron por qué no ayudó de inmediato al niño o por qué no ahuyentó al buitre, de hecho muchos lo compararon con ese animal por dejar de lado a una vida sólo por obtener una buena fotografía. Las críticas bombardearon terriblemente la carrera de Carter.  
Lamentablemente hoy en día la popularización de las cámaras fotográficas como un requisito indispensable de los teléfonos móviles y otros dispositivos, ha hecho que muchas personas estén listas para tomar una foto o filmar algún suceso con el fin de tener más vistas o pulgares arriba en sus redes sociales, pero no para ayudar. Algunos incluso en ese afán arriesgan sus vidas o hacen alguna acción que fácilmente se puede calificar como loca y hasta tonta.
Si todo esto puede parecer vergonzoso, cuánto más lo puede ser el hecho de tener un puñado de personas presenciando alguna tragedia pero que en vez de ayudar o intervenir, prefieren sacar sus teléfonos, abrir la aplicación de la cámara y grabar un video. Algunos con la excusa de tener un documento que registre lo que está ocurriendo, pero en el balance de la vida eso no deja de ser un pretexto. Es evidente que la prioridad deja de ser ayudar al prójimo.
Podríamos hacer una lista interminable de trasgresiones que se cometen por obtener una buena foto o video de algún evento.
Al respecto la Biblia dice en Santiago 4:17 “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.” Versión Reina-Valera 1960 
Tú que sabes hacer lo bueno, ¿cuál  es la reacción que tienes en esos instantes?  Deja a un lado el móvil y extiende la mano a quien necesita ayuda, al final Dios no te pedirá pruebas de lo que ha sucedido alrededor tuyo, sino te demandará una explicación de las reacciones que tuviste para con tu prójimo en momentos de apuro.
“Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.” Mateo 25:42-45 Versión Reina-Valera 1960



       
              Héctor Colque
                CVCLAVOZ    

miércoles, 7 de diciembre de 2016

¿Riqueza?


Sucedió que  un cristiano pobre vino de repente a ser rico por una  inesperada herencia. Todos sus parientes y amigos vinieron a felicitarle, como es natural. Uno le preguntó:
   -Pero… ¿Es que no estás contento?
   -Sí, lo estoy pero…
   -¿Pero temes que todo sea un sueño? -  Preguntó otro.
  -No, no lo pero… Un día leí esté pensamiento: “Cuando un hombre empieza  a ser rico, el problema consiste en saber si Dios va a ganar una fortuna o va a perder un hombre”.En ocasiones nos preguntamos por qué Dios no nos da lo que le pedimos o cuál es el propósito para que pasemos por ciertas pruebas, o incluso, desearíamos tener las cosas que tienen otras personas.  Sin embargo, Dios en su soberanía decide que tengamos lo  necesario porque no desea perdernos.
“Oh Dios, te ruego dos favores; concédemelos antes de que muera. Primero, ayúdame a no mentir jamás. Segundo, ¡no me des pobreza ni riqueza! Dame solo lo suficiente para satisfacer mis necesidades.  Pues si me hago rico, podría negarte y decir: «¿Quién es el Señor?». Y si soy demasiado pobre, podría robar y así ofender el santo nombre de Dios”. Proverbios 30: 7- 9 (NTV)
Muchas veces soñamos despiertos e incluso  intentamos hacer tratos con Dios pensando que si nos da riqueza  la usaremos para orfanatos, asilos, para ayudar a los necesitados y muchas cosas más; no obstante, el único que conoce nuestro corazón es Dios y ve mucho más allá de lo que nosotros lo hacemos.
Existen muchísimos ejemplos de personas que se alejaron de Dios por la fama y el dinero, destruyendo sus vidas y familias, perdiendo la dirección y conducidos a un  final precipitado por su ceguera.
Recuerda que Dios siempre vela por nuestras necesidades y nunca te hará faltar  nada; pero si un día Él decide darte más de lo que necesitas no te olvides de Dios y hónralo con tus bienes, bendice a otros que tienen más necesidad que tú.
Mantén tus ojos puestos en Dios, no en las cosas pasajeras y perecederas  del mundo, que las bendiciones no te alejen de Él sino que sirvan para honrarlo.


       Ana María Frege Issa
                CVCLAVOZ    

martes, 6 de diciembre de 2016

¿Estás protegido?


Los jardines hermosos, que se pueden admirar al pasar por distintos lugares, generalmente  tienen un cerco de protección en todo su contorno como si se tratara de un muro, esto con el propósito de cuidar, proteger y resguardar los límites. ¿Te gustaría que tu vida tenga, de igual forma, una cerca que te proteja de todo mal?
Existen tantos peligros en este mundo que quisiéramos tener una fuente de protección a nuestro alrededor y de nuestros seres queridos. ¡La buena noticia es que existe una cerca de protección!
Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?
Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. Job 1: 9-10
Job era un hombre de Dios y siervo fiel, por lo que el Señor mismo sale en su defensa, y es interesante  observar en este pasaje el reclamo que satanás le hace a Dios por el cerco de protección que puso alrededor de Job y a su familia. Por estos versículos se puede decir que existe una barrera de protección que Dios pone a sus hijos, a sus siervos y a su pueblo que se encuentran en su voluntad.
Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella. Zacarías 2:5
¿Quieres que tu vida esté protegida? Primero pon tu vida en manos de tu creador y entregarle tu corazón, si ya tomaste esa decisión entonces es preciso que analices cómo se encuentra tu estado espiritual en este momento, ¿tienes temor de Dios? ¿Estás apartado del mal? ¿Eres una persona que busca la voluntad de Dios?
Si te has apartado nunca es tarde para volver a los brazos de tu padre y recibir protección, no seas como aquel niño rebelde y desobediente que prefiere aprender por las consecuencias ¡Obedece y permite que Dios te proteja a ti y a tus seres queridos!


             Shirley Chambi
                 CVCLAVOZ    

domingo, 4 de diciembre de 2016

Caminando por fe


“Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;” Gálatas 3:11.
Vivimos en un mundo que cada día se nos presenta más inseguro, vemos con sorpresa como aun las estructuras mas sólidas y antiguas pueden derrumbarse de un momento a otro. Esto también aplica a los sistemas económicos, actualmente vemos que los modelos que durante décadas fueron muy efectivos, en la actualidad ya no ofrecen respuestas satisfactorias a las necesidades de la economía mundial. Lugares que parecían seguros, de pronto son atacados y puestos en riesgo ya sean por atentados o bien por la naturaleza misma que parece expresarse con furia a través de terremotos, huracanes y otras calamidades, lamentablemente cada vez mas frecuentes.
Todo este panorama pudiera llenarnos de temor, inseguridad y desaliento. Y si bien estas serían reacciones perfectamente comprensibles, la Biblia nos invita a vivir por fe. Esto implica no enfocarnos tanto en lo que vemos, sino en la convicción de lo que no vemos que es la definición bíblica de la fe. Contrariamente al pensamiento del mundo que parece afirmar el principio “ver para creer” el desafío de la fe es creer sin ver. Jesús le dijo a Tomás: “…Tú crees porque me has visto, benditos los que creen sin verme.” Juan 20:29 (NTV).
La realidad puede tornarse muy amenazante para nosotros, pero el desafío es pasar estos momentos difíciles, puestos los ojos en Jesús el autor y consumador de la fe. Quizás te sientes que no tienes mucha fe, pero es necesario saber que la misma viene por el oír la Palabra de Dios, por lo tanto es nuestra responsabilidad alimentarla cada día para que crezca. De tal manera llegaremos a tener esa fe que es capaz de conquistar, que no se maneja simplemente por lo que se puede ver, sino que como la define Hebreos 11:1 “… es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. A veces vemos la realidad y pensamos que no hay salida, ni siquiera imaginamos ninguna vía de solución, pero tal vez si fueran abiertos nuestros ojos espirituales, “los ojos de la fe”, podríamos ver caminos aún en el desierto.
Por lo tanto, te animo a que pidas al Señor en este momento que abra los ojos de la fe, para que puedas ver lo que El ve. De esta manera podremos ver cada circunstancia como una oportunidad para ver la grandeza de nuestra Dios obrando en nuestras vidas. Decídete a caminar por fe, abre tus ojos y mira mas allá del problema, sabiendo que Dios está contigo en todo momento.



             Daniel Zangaro
                 CVCLAVOZ    

sábado, 3 de diciembre de 2016

¿Cuánto Pesa una oración?


Cuentan que Gabriela Louise Redden, una mujer pobremente vestida y con una expresión de derrota en el rostro, entró en una tienda de abarrotes. Se acercó al dueño de la tienda, y de una forma muy humilde le preguntó si podía fiarle algunas cosas.
Hablando suavemente, explicó que su marido estaba muy enfermo y no podía trabajar, que tenían 7 hijos, y que necesitaban comida. John Longhouse, el vendedor, se mofó de ella y le pidió que saliera de la tienda. Conociendo las necesidades de su familia, la mujer le dijo: “Por favor señor, le traeré el dinero tan pronto como pueda.” John le dijo que no podía darle crédito, ya que no tenía cuenta con la tienda.
Junto al mostrador había un cliente que oyó la conversación. El hombre se acercó y le dijo al vendedor que él respondería por lo que necesitara la mujer para su familia. El dueño de la tienda, no muy contento con lo que pasaba, le preguntó de mala gana a la señora si tenía una lista. Louise respondió: “¡Sí señor!”. “Está bien,” le dijo el tendero, “ponga su lista en la balanza, y lo que pese la lista, eso le daré en mercancía.”
Louise pensó un momento con la cabeza baja, y después sacó una hoja de papel de su bolso y escribió algo en ella. Después puso el papel cuidadosamente sobre la balanza, todo esto con la cabeza agachada. Los ojos del dueño de la tienda se abrieron de asombro, al igual que los del cliente, cuando el plato de la balanza bajó hasta el mostrador y se mantuvo abajo. El vendedor, mirando fijamente la balanza, se volvió hacia el cliente y le dijo: “¡No puedo creerlo!”.
El cliente sonrió mientras el abarrotero empezó a poner la mercancía en el otro plato de la balanza, la misma que no se movía, así que siguió llenando el plato hasta que ya no cupo más. El tendero vio lo que había puesto, completamente disgustado. Finalmente, quitó la lista del plato y la vio con mayor asombro.
No era una lista de mercancía, era una oración que decía: “Señor mío, tú sabes mis necesidades, y las pongo en tus manos”.
El vendedor le dio las cosas que se habían juntado y se quedó de pie, frente a la balanza, atónito y en silencio. Louise le dio las gracias y salió de la tienda. El cliente le dio a John un billete de 50 dólares y le dijo: “Realmente valió cada centavo”
La historia cuenta que fue un tiempo después que John Longhouse descubrió que la balanza estaba rota.
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. Filipenses 4:6
No importa cuán adversa sea la situación, Dios ha prometido estar con nosotros todos los días, no nos abandonará ni se olvidará de nuestras necesidades y nos sorprenderá con grandes bendiciones.
Confía en Él de todo tu corazón, preséntale tus necesidades y espera que del lugar que menos imaginas puede venir su bendición.



       Ana María Frege Issa
                 CVCLAVOZ    

viernes, 2 de diciembre de 2016

Añadidura

 
Se cuenta que cierto comerciante de Londres fue llamado por la Reina Victoria para confiarle una importante misión en la India. El hombre inicialmente declinó  el honor alegando que su negocio particular reclamaba su presencia, pero la respuesta de la Reina fue:
     - Mire usted por mis intereses y yo velaré por los suyos.
El comerciante obedeció y desde aquel momento la Real Casa fue cliente del establecimiento en cuestión y, siguiendo su ejemplo, gran parte de la nobleza. No hay que decir cómo prosperó.
Lo mismo sucede con nosotros, cuando ponemos primero las cosas de nuestro Padre, Él se encarga de proveer para todas nuestras necesidades y nos da mucho más aún de lo que podemos pedir o imaginar.
“Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten”. Mateo 6:33 (NTV)
No importa qué es lo que necesites en este momento, Dios puede suplirlo y de una manera que no imaginas pero primero debes buscarlo y procurar llevar una vida justa.
Lo único que realmente importa es Dios, que lo conozcamos y podamos tener una relación honesta y real con nuestro Padre, todas las demás cosas son pasajeras, perecederas pero Él sabe que las necesitamos y nos las dará en su momento.
La vida consiste en mucho más que las cosas materiales,  por eso Dios está interesado en que lo conozcamos personalmente. Una verdadera relación con Él va mucho más allá de sólo pedirle cosas; se trata de conocer al autor de la vida y dueño del universo, y las demás cosas vendrán por añadidura.
Confía en Él y verás sus bendiciones en tu vida, aún antes de  que se las pidas.



           Ana María Frege Issa
                   CVCLAVOZ    

lunes, 28 de noviembre de 2016

Invítalo a tu casa


Y el arca de Dios estuvo con la familia de Obed-edom, en su casa, tres meses; y bendijo Jehová la casa de Obed-edom, y todo lo que tenía. (1 Crónicas 13:14).
La Biblia nos cuenta la historia de un hombre llamado Obed – edom, a quien se le concedió el gran privilegio de que pudiera tener el arca en su casa. Como sabemos el arca es un símbolo de la presencia de Dios, por lo tanto cuando Obed - edom abrió su casa para guardar el arca, lo que realmente hizo fue invitar a la presencia de Dios a que entrare y permaneciere en su hogar. Dice la Biblia que por causa del arca Dios bendijo a Obed – edom y todo lo que él tenía.
El ejemplo de la mujer sunamita también puede inspirarnos en el mismo sentido. “Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros, se quede en él.” 2ª de Reyes 4:10
Esta mujer rápidamente se dio cuenta que el que pasaba a menudo por su casa, no era un hombre común y corriente sino un varón de Dios. No sólo que no se conformó con el trato habitual que pudieran tener de un saludo o compartir una comida, sino que le propuso a su esposo hacer un aposento para él, un lugar en el que pudiera quedarse.
Esta mujer estaba determinada a que la bendición no pasara de largo sino que se quedara en su casa y por causa de esta sabia decisión, al año siguiente dio a luz un hijo, siendo estéril y su marido de avanzada edad.
Llevando estos pasajes a nuestras vidas pudiéramos decir: ¡que importante es abrir nuestra casa y nuestro corazón para permitir la entrada de la presencia de Dios! Porque donde Él está, todo prospera, revive y toma nuevas fuerzas. En su presencia hay plenitud de gozo, hallamos paz y solución a cuestiones que humanamente nos parecían imposibles de resolver
Cuando dejas entrar la presencia de Dios en tu casa, Él lo cambiará todo. Pero para esto, es necesario estar dispuestos a que Dios pueda hacer cambios en nuestras vidas, dejar de tener nosotros el control, para que sea Él quien lo tenga. Te animo en este día, a que lleves la presencia de Dios a tu vida y a tu casa, búscalo como nunca antes y verás que al igual que Obed –edom y la mujer sunamita, todo será bendecido por su presencia.



         
                Daniel Zangaro
                   CVCLAVOZ    

sábado, 26 de noviembre de 2016

Adulterio virtual

 
“¿Andará el hombre sobre brasas Sin que sus pies se quemen? Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; No quedará impune ninguno que la tocare”. Proverbios 6: 20-29
El adulterio trae destrucción familiar, no sólo afectando al matrimonio sino también a los hijos que son quienes terminan experimentando un gran dolor como consecuencia de los errores de sus padres.  Lo primero que se pierde en este tipo de situaciones es la confianza y justamente esta es una de las cosas mas difíciles de recuperar, aunque como sabemos, no hay nada imposible para Dios.
Por lo cual y siendo conscientes de las devastadoras consecuencias del adulterio creo que es importante estar alerta contra los lazos de pecado con los cuales el enemigo nos quisiera atrapar. Resulta alarmante ver como personas casadas coquetean con sus compañeros de trabajo, permitiendo ciertas conversaciones íntimas en las cuales abren sus corazones compartiendo anhelos, problemas, temores o preocupaciones. Esto espiritualmente significa abrirle la puerta al pecado y a todas sus consecuencias o como bien nos enseña el proverbio citado: no se puede caminar sobre las brasas sin quemarse.
Pero también hay algo que está teniendo mucho auge y es lo que podríamos denominar el "adulterio virtual".  Esto sucede cuando por medio del chat o las redes sociales las conversaciones pasan a ser cada vez más frecuentes e íntimas lo cual lleva a que con el tiempo se terminen involucrando sentimentalmente.  En la comparación “la pareja virtual” pareciera ser más comprensiva y atractiva que el cónyuge, por lo que gradualmente se comienza a dedicar más tiempo a estas conversaciones y luego hasta podrían querer concretar físicamente la relación.
El hecho de que sea algo virtual, no quita la esencia de pecado de este tipo de situaciones, ya que para cometerlo no hace falta concretarlo físicamente, la Biblia dice: “Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”. Mateo 5:28.
A veces se trata de compensar la falta de comunicación en el matrimonio con las conversaciones virtuales, lo cual hará que con el tiempo cada uno de los esposos permanezca en su mundo. Quizás vivan en la misma casa,  pero en la práctica habrá una distancia que los separa y que lamentablemente cada día se hace mayor.
Por lo tanto, no podemos ser tan livianos como para permitirnos ciertas cosas, como mirar lo que no se debe, compartir nuestra intimidad o abrir el corazón dando lugar a situaciones ambiguas. Las consecuencias de permitir todo esto suelen ser nefastas. El mejor consejo sería huir de este tipo de tentaciones, tal como lo hizo José cuando fue tentado con la esposa de Potifar. Porque de dar lugar a la tentación, tal vez se llegue a un punto donde la resistencia pudiera resultar casi imposible.
Nadie adultera de un momento para otro, generalmente se va concibiendo la idea, los filtros que antes impedían hacer o decir ciertas cosas ya no funcionan y primero se produce un adulterio a nivel de la mente, luego la idea va creciendo y finalmente dará a luz al pecado.
Por lo tanto, es necesario ser muy cuidadosos con lo que vemos y con las ideas y pensamientos que dejamos que hagan nido en nuestra mente. Te animo a que tomes la decisión de guardar tus pensamientos de manera que ellos no se vuelvan incontrolables. La Biblia nos da un gran consejo acerca de lo que debemos pensar:
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.


         
                Daniel Zangaro
                   CVCLAVOZ    

viernes, 25 de noviembre de 2016

Una sencilla oración


Cuentan que un joven creyente, abogado de profesión, solía pasar los domingos en casa de su madre y hermana, que  vivían un poco alejadas de la ciudad. Su padre  había muerto hacía unos años, así que él se encargaba  de dirigir el culto familiar.
Cierta noche, después de la oración, la madre le reprochó: No me gustan estas oraciones tan cortas que tú haces. Y mucho menos, después de que he leído en los periódicos que el otro día estuviste  dos horas hablando ante el tribunal”
      - Tienes razón, mamá – contestó el joven- pero tú olvidas que el Señor no es tan duro de cabeza ni de corazón como los jueces. Él entiende perfectamente lo que quiero decirle, y no tengo necesidad de convencerle repitiendo una y otra vez la misma cosa.

Sin duda alguna no se trata de lo extensa que se a tu oración o de lo rebuscadas que sean tus palabras, a Dios le interesa un corazón sincero y que crea en que Él escucha y tiene el poder para realizar el milagro que necesitamos o para conceder el anhelo de nuestro corazón.
Hay muchas personas que olvidan la relación que son hijos de Dios y siguen temiendo hablar con Él porque no saben cómo dirigirse ni qué será más adecuado decir, olvidando lo que dice Hebreos 4:16: Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos. (NTV)
Nuestro Dios es un Padre amoroso y misericordioso, no está esperando escuchar la mejor oración, la más adornada, extensa ni correcta estructuralmente para responder, sino que se fija en nuestro corazón y la fe que tenemos.
No necesitamos convencer a Dios de nada, solamente quiere que confiadamente le hagamos llegar nuestras peticiones,  reconociendo su poder, su bondad y amor.
Olvídate de la idea de que Dios está tomando nota  y criticando tu oración, por el contrario, acércate confiadamente, preséntale tus peticiones de la forma más honesta que encuentres, háblale como a Aquel que  te ama tanto que fue capaz de dar a su Único hijo por ti.


           Ana María Frege Issa
                   CVCLAVOZ    

jueves, 24 de noviembre de 2016

Te daré lo mejor

 
En cierta ocasión un ganadero y un pastor  hicieron algunos acuerdos para intercambiar un grupo de sus respectivos rebaños con el fin de diversificar y ampliar más sus negocios. Por un lado,  el ganadero obtendría la lana de las ovejas y el pastor, por su parte,  ya tendría algunas vacas para comercializar con la leche que recibiría de ellas.
Hicieron los acuerdos y ambos se sentían satisfechos, pero el ganadero no quería dejar ir a dos de sus mejores vacas lecheras, así que previo a la transacción, secretamente las cambió por otras dos vacas que eran un poco flacas y daban leche agria.
Al día siguiente ambos hicieron el trueque y todo parecía estar bien, pero por la noche de ese mismo día el ganadero no podía dormir. Dejó volar su imaginación y empezó a temer que el pastor también había intercambiado a dos o más de sus mejores ovejas, dejándolo con algunas que estaban enfermas o algo peor. A la mitad de la noche se levantó para verificar su nuevo rebaño y aunque parecía que todo estaba bien, no podía dejar de pensar que de alguna manera él también había sido estafado. 
Esto en psicología se llama proyección. Básicamente se trata de un mecanismo de defensa mental mediante el cual una persona atribuye a otros los sentimientos, pensamientos o impulsos propios que niega o le resultan inaceptables para sí mismo. Este mecanismo se pone en marcha en situaciones de conflicto emocional o cuando uno se siente amenazado interna o externamente.
Por esta razón, quien miente cree que todos le mienten y quien roba cree que todos le roban. Alguna vez oíste la frase: “Lo que vemos en los demás nos dice mucho de nosotros mismos”, pues la proyección psicológica tiene mucho que ver con eso. Lo terrible de todo esto  ocurre cuando también involucramos a Dios en estas sensaciones.
Muchas veces pasa que nosotros no creemos que Dios nos esté dando lo mejor de sus bendiciones, que no nos está dando aquello que realmente merecemos y que no estamos recibiendo lo que es justo.
Efesios 2:4-7 dice: “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.” Versión Reina-Valera 1960    
Este versículo muestra la gran bondad de Dios en darnos juntamente con Cristo todo lo que Él tiene: No sólo nos salvó, sino también nos hace coherederos del reino. Entonces, cuando Dios nos dice a través de su palabra que quiere darnos lo mejor, realmente se está refiriendo a lo mejor.
Todos recibimos bendiciones de su parte: algunas satisfacen nuestra vida y nos llenan de paz, pero otras, aunque  parecen malas circunstancias, se convierten en herramientas para ayudarnos a crecer en la fe.
¿Crees que Dios no te está dando lo mejor?, quizás sea una alerta de tu propio subconsciente, poniendo en evidencia que tú mismo no le estás dando lo mejor de ti a Dios.


                Hector Colque
                   CVCLAVOZ    

martes, 22 de noviembre de 2016

¿Cuándo nadie me ve?


Ananías y Safira tenían un plan, vender su tierra y dar un porcentaje de la venta para la obra de Dios, pero en algún momento decidieron esconder la verdad y trataron de engañar a Dios y a Pedro y esto les costó la vida.
Muchos tenemos la falsa de idea de que podemos esconder cosas importantes o vergonzosas, creemos que nadie sabe lo que pasó porque no hubo una persona presente cuando sucedió el hecho. Es fácil engañar a las personas pero debes recordar que uno de los atributos de Dios es que es “omnipresente”, es decir que aunque no lo veas Él está ahí viéndote.
Proverbios 15:3 dice: Los ojos del Señor están en todo lugar, vigilando tanto a los malos como a los buenos” (NVT), entonces cuando uno piensa que puede hacer cosas indebidas porque nadie lo sabrá está muy equivocado porque Dios es testigo de cada acción.
Muchos hemos oído decir “tarde o temprano todo se sabrá” y cuán ciertas son estas palabras y la Biblia misma registra esta verdad, “No hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni nada oculto que no llegue a conocerse públicamente” Lucas 8:17 (NVT)
Cada vez que te encuentres frente a una decisión entre hacer lo malo y vergonzoso o hacer lo correcto, recuerda que Dios está viéndote y que no podrás sostener esa mentira por mucho tiempo, piensa, reflexiona y decide por aquello que no te traerá vergüenza en un futuro.



                 Judith Quisbert
                   CVCLAVOZ