miércoles, 7 de diciembre de 2016

¿Riqueza?


Sucedió que  un cristiano pobre vino de repente a ser rico por una  inesperada herencia. Todos sus parientes y amigos vinieron a felicitarle, como es natural. Uno le preguntó:
   -Pero… ¿Es que no estás contento?
   -Sí, lo estoy pero…
   -¿Pero temes que todo sea un sueño? -  Preguntó otro.
  -No, no lo pero… Un día leí esté pensamiento: “Cuando un hombre empieza  a ser rico, el problema consiste en saber si Dios va a ganar una fortuna o va a perder un hombre”.En ocasiones nos preguntamos por qué Dios no nos da lo que le pedimos o cuál es el propósito para que pasemos por ciertas pruebas, o incluso, desearíamos tener las cosas que tienen otras personas.  Sin embargo, Dios en su soberanía decide que tengamos lo  necesario porque no desea perdernos.
“Oh Dios, te ruego dos favores; concédemelos antes de que muera. Primero, ayúdame a no mentir jamás. Segundo, ¡no me des pobreza ni riqueza! Dame solo lo suficiente para satisfacer mis necesidades.  Pues si me hago rico, podría negarte y decir: «¿Quién es el Señor?». Y si soy demasiado pobre, podría robar y así ofender el santo nombre de Dios”. Proverbios 30: 7- 9 (NTV)
Muchas veces soñamos despiertos e incluso  intentamos hacer tratos con Dios pensando que si nos da riqueza  la usaremos para orfanatos, asilos, para ayudar a los necesitados y muchas cosas más; no obstante, el único que conoce nuestro corazón es Dios y ve mucho más allá de lo que nosotros lo hacemos.
Existen muchísimos ejemplos de personas que se alejaron de Dios por la fama y el dinero, destruyendo sus vidas y familias, perdiendo la dirección y conducidos a un  final precipitado por su ceguera.
Recuerda que Dios siempre vela por nuestras necesidades y nunca te hará faltar  nada; pero si un día Él decide darte más de lo que necesitas no te olvides de Dios y hónralo con tus bienes, bendice a otros que tienen más necesidad que tú.
Mantén tus ojos puestos en Dios, no en las cosas pasajeras y perecederas  del mundo, que las bendiciones no te alejen de Él sino que sirvan para honrarlo.


       Ana María Frege Issa
                CVCLAVOZ    

No hay comentarios:

Publicar un comentario