martes, 31 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Cuando somos un milagro

Conducía de vuelta a casa alrededor de las cinco, tras de una reunión, atascado en el tráfico del Bulevar Colorado, cuando el auto comenzó a fallar y se apagó a duras penas pude empujarlo, maldiciendo, a una estación de gasolina, contento solamente de no estar obstruyendo el tráfico y que tendría un lugar más tranquilo para esperar la grúa. Ni siquiera se podía enderezar. Antes de que pudiera hacer la llamada, vi a una mujer saliendo de la tienda de conveniencia que pareció resbalarse sobre el hielo y cayó sobre un dispensador de combustible, por lo que me levanté y fui a ver cómo estaba.

Cuando llegué donde estaba, parecía más bien que había sido más sobrecogida por el llanto que por la caída; era una joven mujer que se veía bastante desaliñada con ojeras alrededor de sus ojos. Dejó caer algo cuando la ayudaba a levantarse y lo recogí para dárselo. Era una moneda de cinco centavos.

En ese momento, todo quedó claro para mí: la mujer llorando, la antiquísima camioneta repleta de cosas con tres muchachos en la parte de atrás (uno en un asiento del auto), y el dispensador de combustible leyendo $4.95. Le pregunté si todo estaba bien y si necesitaba ayuda, a lo que ella seguía diciendo: “No quiero que mis hijos me vean llorando”, así que nos paramos al lado opuesto del dispensador a su auto. Ella dijo que conducía hacia California y que las cosas estaban muy duras para ella en ese momento. Así que le pregunté: “¿Y está orando?” Eso la hizo alejarse de mí un poco, pero le aseguré que no era un loco y le dije: “Él la oyó y me envió”.

Saqué mi tarjeta de crédito y la pasé por el lector de tarjetas para que pudiese llenar el tanque de su auto, y mientras cargaba el combustible, me dirigí al McDonald’s de al lado y compré dos grandes bolsas de comida, algunos certificados de regalo por más, y una gran taza de café.

Ella le dio la comida a los muchachos en el auto, quienes le cayeron como lobos, y nos quedamos parados junto al dispensador comiendo papitas fritas y conversando un poco.

Me dio su nombre y compartió que vivía en Kansas City. Su novio la había abandonado hacía dos meses y no había podido arreglárselas sola. Sabía que no tendría dinero para pagar la renta el 1 de enero por lo que, finalmente, había llamado a sus padres, con quienes no se había comunicado en cinco años. Ellos vivían en California y le dijeron que podía mudarse con ellos y comenzar de nuevo allá. Así que empacó todo lo que poseía en el auto. Le dijo a los muchachos que se iban a California para Navidad, pero no que se mudaban para allá.

Le di mis guantes, un breve abrazo y dije una rápida oración a su favor por seguridad en el viaje. Al dirigirme a mi auto, ella dijo: “Así que, es Ud. un ángel o algo parecido?” Eso, definitivamente, me hizo llorar. Le dije: “Querida, para esta época, los ángeles están muy ocupados, así que a veces, Dios utiliza a gente normal”.

Fue tan increíble ser parte del milagro de alguien. Y, por supuesto, como pueden imaginarlo, cuando me subí a mi auto, encendió de una vez y me llevó a casa sin problema alguno.

Lo meteré al taller mañana para revisarlo, pero sospecho que el mecánico no hallará problema alguno con él. Algunas veces los ángeles vuelan tan cerca de uno que podemos escuchar el batir de sus alas…

Escrito por un interno de medicina de Denver Metropolitana
Enviado por Tony Irigoyen

Nunca dejes de creer en Dios y en los milagros que él hace. Sobre todo no menosprecies la oportunidad de ver cuando Dios te convierte en un milagro para otros. Hoy podría ser uno de esos días.

Dios hizo señales y milagros grandes y terribles en Egipto, sobre Faraón y sobre toda su casa, delante de nuestros ojos. Deuteronomio 6:22

De las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales y milagros, y de la mano poderosa y el brazo extendido con que el Señor tu Dios te sacó; así hará el Señor tu Dios con todos los pueblos de cuya presencia tú temieres. Deuteronomio 7:19

Prefiero recordar las hazañas del Señor, traer a la memoria sus milagros de antaño.Salmo 77:11

lunes, 30 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY



Hoy… El Señor Quebrantará Todo Yugo


Porque ahora quebraré su yugo de sobre ti, y romperé tus coyundas. Nahúm 1:13.

Dios permitió que los asirios oprimieran a su pueblo por algún tiempo; pero llegó la hora en que su poder debía ser quebrantado. Muchos corazones están esclavizados por Satanás y gimen amargamente bajo su yugo. Hasta ellos llegan las palabras de esperanza del Señor: «ahora quebraré su yugo de sobre ti y romperé tus coyundas».

¡Mira! El Señor te promete una liberación presente: «Ahora quebraré su yugo de sobre ti». Cree en una libertad inmediata, y según tu fe, se hará contigo en esta misma hora. Cuando Dios dice «ahora», que nadie ose decir «mañana». La liberación que se anuncia es completa, porque tu yugo no será quitado, sino quebrantado; y tus coyundas no serán desatadas, sino rotas.

Aquí tenemos una manifestación del poder divino que nos asegura que el tirano no volverá a oprimirnos nuevamente. Su yugo ha sido quebrantado, y su peso no volverá a agobiarnos; sus coyundas han sido rotas, ya no pueden sujetarnos. ¡Creamos en Jesús para obtener una emancipación completa y eterna! «Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres». Ven, Señor, y da libertad a tus cautivos según tu palabra.

Hoy no importa que yugos el enemigo quiera ponerme, esos yugos serán rotos por el poder del Señor.

Gracias, Jesús amado por darme liberación de todo tipo de yugo que pueda oprimirme. Amén.

Charles Spurgeon.
Libro de Cheques del Banco de La Fe.

domingo, 29 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Hacer lo Mejor

Siempre admiré a las personas detallistas; aquellas que realizan las tareas de manera casi perfecta. Son personas de buen gusto, que tienen paciencia para volver a hacer un trabajo dos, tres o más veces si es necesario; son las que sienten gran satisfacción cuando terminan un proyecto.

En verdad, por más sencillo que sea el trabajo, debemos hacerlo de la mejor manera posible. Si ponemos amor en aquello que hacemos, habrá una diferencia muy grande en el producto de nuestro trabajo.

Una vez, un cantante famoso fue invitado a dar un concierto a beneficio de los Veteranos de la Primera Guerra Mundial. El Presidente de la Comisión que lo invitó, le dijo:

- Será una presentación benéfica. Por eso, no esperamos que presente un gran concierto. Su nombre es suficiente para atraer a las multitudes. Le aconsejo canciones simples, que no le exijan gran esfuerzo a su voz.

El cantante se sintió ofendido y respondió:

- No me contento con hacer menos de lo mejor que puedo hacer.

Es nuestro deber sacar el máximo provecho de nuestros dones y oportunidades, y cumplir fielmente y de la mejor manera cualquier tarea, sea grande o pequeña. Dios también espera que hagamos lo mejor, no importa cuál sea la obra que tengamos entre manos.

Creo que conoces la historia de José, aquel joven que fue vendido a los mercaderes ismaelitas por sus hermanos. Aunque pasó por muchos problemas, nunca entró en pánico. Preso en la cárcel como un esclavo en Egipto, mantuvo el autocontrol y el coraje. Otros, en su lugar, se habrían rebelado, se habrían deprimido o habrían muerto. Pero el carácter de José había sido educado para hacer lo mejor mientras esperaba que el futuro llegara. Esa manera de ser de José lo llevó a ocupar el puesto más alto en tierra extraña.

Tú tienes la vida por delante. Colócate el propósito de realizar la mejor manera todo lo que te venga a las manos por hacer. Dios te bendecirá, así como bendijo a José.

Su sueño le respondió: ¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!
Mateo 25:21


Fuente: Historias Inolvidables. Editorial APIA

sábado, 28 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Hoy… El Señor Peleará Por Nosotros

Un varón de vosotros perseguirá a mil: porque Jehová vuestro Dios pelea por vosotros, como él os dijo. Josué 23:10.

¿Para qué contamos las personas? Un hombre con Dios es una mayoría, aun cuando haya mil en contra suya. Puede suceder que nuestros colaboradores sean demasiados para que Dios pueda obrar por medio de ellos, como aconteció con Gedeón que acrecentó sus fuerzas menguando el número de sus combatientes. El ejército del Señor nunca es pequeño.

Cuando quiso fundar un pueblo, llamó sólo a Abraham y le bendijo. Para vencer la soberbia de Faraón no echó mano de ejércitos aguerridos, sino que se sirvió solamente de Moisés y Aarón. Dios a menudo se sirve también de un solo hombre antes que utilizar ejércitos conducidos por oficiales experimentados.

Todos los israelitas juntos, ¿mataron tantos enemigos como Sansón solo? Saúl y sus ejércitos hirieron a mil, empero David a diez mil. El Señor puede conceder al enemigo grandes ventajas, y, sin embargo, vencerle. Si tenemos fe, tenemos a Dios con nosotros, ¿y qué podrán entonces las multitudes humanas? Un mastín puede conducir grandes rebaños de ovejas.

Si el Señor te envió, hermano mío, su fortaleza, realizará sus planes por tu medio. Por lo tanto, confía en su promesa y sé valiente.

Hoy no es día de yo pelear. Es el día para ver como Dios me defiende y de manera sorprendente para demostrar su poder ilimitado.

Señor, Gracias porque estás listo a defendernos como tus hijos. Queremos hoy comprender que no es nuestra la pelea sino tuya. Amén.

Charles Spurgeon.
Libro de Cheques Del banco De La Fe.

viernes, 27 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY

Hoy… Las Puertas se Abrirán y No se Cerrarán


“Así dice el Señor a su ungido, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes, para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán” Isaías 45:2.

Gracias Señor por este día y por esta oportunidad de caminar por el sendero marcado por tu voluntad y misericordia. Gracias por que hoy me recuerdas que me has tomado de la mano derecha.

Hoy, recuerdo cuando era niño y en alguna ocasión camine con mi padre mientras él me tomaba por la mano de derecha. Su mano fuerte y cariñosa me daban seguridad y animo.

Hoy, mi corazón se llena de tu seguridad, porque me tomas también de la mano derecha para llevarme por todos los parajes y caminos preparados para mi.

Como no he de alabarte hoy, Señor si puedo caminar con firmeza sabiendo que tus propósitos son claros y definidos. Sujetar y Desatar. Hay muchas cosas que necesitarán hoy ser sujetadas y muchas cosas que necesitan ser desatadas. Cuantas personas, situaciones y circunstancias exigirán sujeción y liberación. Este día no es para perderlo, sino para ganarlo en la realización de tus propósitos claros.

Ahora, Señor mi corazón se goza, porque el versículo de hoy me dice que no solamente me tomas de la mano derecha y me das la oportunidad de Sujetar y desatar, pero además me concedes el privilegio de ver que tú me abres puertas y estas puertas no se cerrarán. Entiendo Señor que estas puertas pueden ser oportunidades pero que aún más alla de esto , puerta es símbolo de autoridad.

Con tu autoridad podré entrar en autoridad y esa autoridad que rodeará mi vida, nadie, ninguna otra autoridad la podrá cerrar. El mundo, las circunstancias difíciles y aún el enemigo espiritual querrán bloquear mi camino, pero no podrán porque tú eres quién abre las puertas.

Tu mano es fuerte y poderosa y con tu mano toda puerta será abierta. Hoy, confieso que ninguna puerta se podrá cerrar y la seguridad de que el Señor me lleva de la mano es absolutamente cierta.

“Señor, es cierto que hoy no veo mucho delante de mi, pero tu palabra en esta ocasión viene para asegurarme que me tomas de la mano derecha y me concedes la oportunidad de sujetar y desatar. Pero, también gracias por la hermosa oportunidad de ver como tu presencia me abre puertas y esas puertas no se cerrarán.

Ayúdame hoy, Señor a estar atento a aquello que debo sujetar y aquello que debo desatar, para no perder la hermosa oportunidad de sentirme usado en tu precioso y útil propósito para mi vida.

Amen.

Serafín Contreras Galeano
www.SerafinContreras.com

jueves, 26 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Hoy… El Caminará Conmigo En El Valle Oscuro

Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Salmos 23:4.

Con estas dulces palabras se nos describe la certidumbre que puede tener un moribundo en el lecho de la muerte. ¡Cuántos las han repetido con gran gozo en su última hora! Pero este versículo puede aplicarse también a las angustias del alma en medio de la vida.

Algunos, como el apóstol Pablo, morimos cada día por una tendencia a la melancolía. Bunyan coloca el valle de sombra de muerte mucho antes, en el curso del río que corre al pie de los montes celestiales. Muchos entre nosotros hemos atravesado varias veces este valle oscuro y terrible de la «sombra de la muerte», y podemos certificar que sólo el Señor ha podido ayudarnos en los desvariados pensamientos, en medio de tantos horrores misteriosos y terribles abatimientos de que está erizado este paso.

El Señor nos ha sostenido y guardado libres de todo temor al mal, aun cuando estábamos a punto de desfallecer. Hemos sido afligidos y oprimidos por todas partes; sin embargo, hemos sobrevivido por haber sentido la presencia del gran Pastor y porque hemos confiado en que su cayado impediría que el enemigo nos causara alguna herida mortal. Si al presente andamos en oscuridad bajo las negras alas de una gran tribulación, glorifiquemos a Dios con una tranquila confianza en su promesa.

Hoy me siento seguro de saber que en medio del valle de la sombra de la muerte su vara y su cayado me infunden aliento.

Señor, Gracias por sostenerme en el momento más angustiante de mi vida y ser así mi refugio. Amén.

Charles Spurgeon.
Libro de Cheques Del Banco De la Fe.

miércoles, 25 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Un millón de sapos

Muchos se angustian por problemas que, en su mayoría, nunca llegan a hacerse realidad.  Sufren con anticipación, pensando e imaginando cosas que pudieran suceder.  La mayoría de nuestras preocupaciones se deben a la falta de confianza en Dios.
Un hacendado fue a la ciudad y le preguntó al dueño de un restaurante si podía utilizar un millón de piernas de sapos.  El dueño del restaurante quedó asustado y quiso saber dónde pretendía el hacendado conseguir tantas piernas de sapos.  El hacendado le respondió: Cerca de mi casa hay un pequeño lago que está invadido e infestado de esos bichos.  Son millares y hacen un barullo infernal, croando toda la noche.  ¡Me estoy volviendo loco!
Quedó decidido, entonces, que el hombre le traería quinientos sapos por semana, durante algún tiempo.  En la primera semana, el hacendado volvió al restaurante un poco avergonzado, pues traía en sus manos dos sapos.  El comerciante le preguntó: ¿Dónde está mi pedido?
El hombre respondió:  Yo estaba totalmente engañado.  ¡Había solo estos dos pequeños sapos en el lago!  Ellos solos son los que hacían todo el barullo.
La próxima vez que alguien te critique o se ría de ti, acuérdate de que no son miles de sapos los que hacen todo el barullo, sino apenas dos sapitos.  Mientras dos critican y ríen, cientos te apoyan y animan.
Acuérdate de que las angustias y los problemas parecen mayores en la oscuridad.  Hay una posibilidad muy grande de que, cuando llegue mañana y lo pienses mejor, el problema habrá disminuido su importancia o habrá desaparecido, quedando en su lugar un asunto de fácil solución.
Lo mejor es dejar las preocupaciones en las manos de Dios.  Ten hoy un día feliz, sabiendo que Dios está en el control de tu vida.
Pero yo le cantaré a tu poder, y por la mañana alabaré tu amor: porque tú eres mi protector.
Salmo 59:16

martes, 24 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Hoy… Viviré Por La Fe

El justo por la fe vivirá. Romanos 1:17

No moriré. Puedo confiar en mi Dios y esta fe me conservará la vida. Quisiera ser de aquellos cuya vida puede ser contada entre los justos; mas aún cuando así fuera, no desearía vivir de mi propia justicia; preferiría fundamentarme en la obra del Señor Jesús y vivir únicamente por la fe en Él.

Aunque entregara mi cuerpo para ser quemado por mi Jesús, con todo desconfiaría de mi propio valor y de mi felicidad; al contrario, seguiría viviendo por fe. Si hubiera mártir de morir, El nombre de mi Salvador Tan sólo invocaría fiel, Perdón pidiendo por su amor.

Vivir por fe es mucho más seguro e infinitamente más feliz que vivir de sentimientos o de las obras. El sarmiento adherido a la vid tiene una vida más abundante de la que podría tener separado del tronco, en el caso de que esto fuera posible.

Vivir en comunión con Cristo y sacar de Él nuestra fortaleza es lo más agradable y sagrado. Y si aun los hombres más justos sólo así pueden vivir, con cuánta mayor razón deberé vivir yo que soy un pobre pecador. Señor, creo.
En ti confío enteramente. ¿Qué más puedo hacer? Confiar en ti es mi vida; así lo experimento y en este propósito me mantendré hasta el fin de mi vida.

Hoy se que gracias a la fe que Dios me ha dado es que puedo vivir. No hay nada que me sostenga más que la confianza en el Dios creador del universo.

Señor, Gracias por darme la fe. La misma fe que me puede salvar y me puede sostener para el resto del camino. Me rindo ante ti y solo en ti espero. Amén.

Charles Spurgeon.
Libro de Cheques del Banco De La Fe.

lunes, 23 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


¿Cuánto hace que no escuchas a Dios?


Hace cuánto no escuchas a Dios?

Hace cuánto no tienes un tiempo íntimo con él?

Has perdido el gozo, la paz, el entusiasmo en servirle, la pasión para que otros lo conozcan a El?

Ministras sin frescura? Sin resultados?

Por qué es importante escuchar a Dios?

He encontrado por lo menos 6 razones que deben llevarnos a la reflexión:

  • La Biblia lo ordena. Deuteronomio 13:4
    En pos de vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis.
  • Hay promesa de bendición. Si escuchares fielmente la voz del Señor tu Dios, para guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy, Deuteronomio 15:5, 28:3, 6.

Bendito serás tú en la ciudad y bendito en el campo. Bendito serás en tu entrar y bendito en tu salir………..

  • Dios hablará paz a su pueblo y a sus santos, para que no se vuelvan a la locura. Salmos 85:8.
  • Dios será nuestro Dios y nosotros seremos Su pueblo .

Jeremías 7:23 Pero esto les mandé, diciendo: escuchad mi voz, y yo seré

vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo;

  • Porque nos irá bien. Andad en todo camino que os mandé para que os vaya bien.

Necesitamos tener un tiempo diario para escuchar a Dios. Si no lo hacemos, nuestra vida entra en:

Confusión

Jeremías 3:25


Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre; porque pecamos contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día, y no hemos ESCUCHADO LA VOZ DE NUESTRO DIOS.

El no escuchar a Dios nos impide conocer el camino por donde debemos andar.

Hay confusion en las relaciones interpersonales, en las decisiones que hay que tomar, en la vida familiar, en el ministerio.

Perdemos el gozo

Cuantas veces nos quejamos por no tener lo que queremos o por perder de vista que cada situación que enfrentemos trae una enseñanza si escuchamos a Dios.

El nos dice: Contentos con lo que tenéis ahora, porque El dijo: nunca te dejaré ni te desampararé.

Gozaos en el Señor siempre, otra vez os digo: Regocijaos.

Perdemos la paz.

Salmos 85:8
Escucharé lo que hablará Dios; Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, Para que no se vuelvan a la locura.

Las crisis vienen a nuestra vida, y perdemos la paz, pero si no escuchamos a Dios, no tendremos suficientes defensas para enfrentarlas con paz, y terminamos quejándonos, culpando a Dios y a otros y cometiendo locuras.

Deuteronomio 30:17-20.


Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella.

A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a tu Dios, ATENDIENDO A SU VOZ, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juróEl Señor a tus padres, Abraham,Isaacy Jacob, que les había de dar.

Dios nos hace un llamado:

Levántate.

Isaías 60:1. Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria del Señor ha nacido sobre ti.

Ven.

Mt. 11:28. Venid a mi todos los que estéis trabajados y cargados y yo os haré descansar.

Muéstrame tu rostro.

Ex.34:35; Y al mirar los hijos de Israel el rostro de Moisés, veían que la piel de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con Dios.

Hazme oír tu voz.

Clama a mi y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces. Jeremías 33:3

Destinemos tiempo para escuchar a Dios. Dejemos de correr y de hacer las cosas a nuestra manera. Dios tiene mucho para decirnos y mucho para nuestro bien porque nos ama.

Dios te bendiga,

Tu hermana y amiga,

Alva Vargas de Contreras.

domingo, 22 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


 Hoy… El Señor Restituirá Lo Perdido

Y os restituiré los años que comió la langosta. Joel 2:25.

En efecto, estos años perdidos que nos hacen gemir, nos serán restituidos. Dios es suficientemente rico en gracia para hacer que los años que nos quedan de vida sean tan fecundos para su servicio, como los años de nuestra inconversión, que lloramos con lágrimas de penitencia a causa de su esterilidad.

Hoy consideramos como una terrible plaga las langostas de la apostasía, de la mundanalidad y de la tibieza. ¡Ojala nunca se hubiesen acercado a nosotros! Mas el Señor de las misericordias las ha ahuyentado, y ahora estamos llenos de celo para servirle. ¡Bendito sea su santo nombre!; podemos recoger tal cosecha de bienes espirituales que pondrá en olvido nuestra esterilidad pasada.

Por la gracia del Señor podemos aprovechar nuestra amarga experiencia y servirnos de ella para amonestar a los demás. A causa de nuestra insuficiencia pasada, quedamos más profundamente enraizados en la humildad, en la dependencia infantil. La vigilancia y la circunspección que hemos adquirido nos ayudan a recuperar con más seguridad el tiempo perdido. Los años malgastados, por un milagro del amor, pueden sernos restituidos. ¿No es esto una gracia extraordinaria por el reconocimiento de su debilidad?

Hoy la promesa divina es que él nos devolverá lo que se comió la langosta. Dios es Dios de milagros.

¡Señor, ayúdanos con tu gracia! Ayúdanos a ver tu poder milagroso en acción y depender completamente de ti. Amén.

Charles Spurgeon.
Libro De Cheques Del Banco de La Fe.

sábado, 21 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


 Urgente..!

Urgente… Es una palabra con la que vivimos día a día en nuestra agitada vida y a la cual le hemos perdido ya todo significado de premura y prioridad.

Urgente…
Es la manera mas pobre de vivir sobre este mundo, porque el día que nos vamos, dejamos pendientes las cosas que verdaderamente fueron urgentes.

Urgente…
Es que hagas un alto en tu ajetreada vida y por un instante te veas y te preguntes: ¿qué significado tiene todo esto que hago?

Urgente…
Es que te detengas y veas… cuan grande eres!

Urgente…
Es que cuando camines por la calle, levantes la vista, voltees y mires a tu alrededor; observa el cielo, los árboles, las aves…¡a la gente!

Urgente…
Es que seamos más humanos… más hermanos!

Urgente…
Es que sepamos valorar el tiempo que nos pide un niño.

Urgente…
Es que una mañana, te levantes temprano y veas salir el sol, siente su calor y dale gracias a Dios por tan grande regalo.

Urgente…
Es que te sientas vivo en cuerpo y alma!… que veas tus brazos, tus piernas, tu cuerpo, tu inteligencia, y de verdad, ¡ vibres con la vida que te ha regalado el Padre celestial !

Urgente…
Es que te tomes un instante en tu trabajo, salgas y respires profundo; y sientas como el aire llena tus pulmones… estas vivo!

Urgente…
Es que le digas a la gente que la quieres, cuanto la amas hoy, no esperes hasta mañana.

Urgente…
Es que no se te vaya la vida en un soplo y que cuando mires atrás, seas ya un anciano, que no puede echar el tiempo atrás, que todo lo hizo.

Eclesiastes 3
1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; 3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; 5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; 6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. 9 ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
10 Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. 11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.

viernes, 20 de julio de 2012


 Hoy… El Señor Me Levantará

Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Salmos 91:14.

¿Se dirigen a mí estas palabras? Ciertamente, si conozco su nombre. Bendito sea el Señor porque su nombre me es conocido. En efecto, lo he experimentado, lo he conocido, y, por tanto, confío en Él. Conozco su nombre como el de un Dios que aborrece el pecado, porque la virtud convincente de su Espíritu ha sabido que jamás pactará con el mal.

Mas también le conozco en Jesucristo como el Dios del perdón, porque ha borrado todas mis transgresiones. Su nombre es la fidelidad y como tal le conozco, ya que jamás me ha desamparado aunque hayan sido multiplicados mis sufrimientos. Este conocimiento es un don de su gracia, y por esta misma razón, el Señor me concede otra gracia, es decir, ponerme en alto, lo cual es gracia sobre gracia.

Si escalamos las alturas, nuestra posición puede sernos peligrosa; mas si el Señor nos coloca allí, estaremos seguros. Tal vez nos ponga en un puesto de gran utilidad, en una experiencia eminente, en un éxito de nuestro servicio, en la dirección de una obra, en hacer de padre de los pequeñuelos. Si así no fuera, tal vez puede ponernos en alto por medio de una comunión íntima con Él, por un conocimiento claro y profundo, por una santidad triunfante, o por la anticipación gloriosa de la vida eterna. Cuando Dios nos pone en alto, Satanás no podrá derribarnos. ¡Que tal sea nuestra experiencia durante todo el día!

Hoy la seguridad de que Dios me levantará, me inspira y me desafía.

Señor Gracias por darme de tu sustento y de tu bondad. Si soy derribado tú me levantas. Amén.

Charles Spurgeon.
Libro De Cheques Del Banco De La Fe.

jueves, 19 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Contra Corriente

Bajo un sol abrazador, dos africanos descendían por el río Zambeze y remaban con pagaya en su angosta piragua.
Oculto bajo las tranquilas aguas, el cocodrilo, terror del río, aguardaba su presa. De repente, la embarcación fue fuertemente sacudida y un cocodrilo hundió sus puntiagudos dientes en uno de los remos. Desequilibrados, los dos remeros cayeron en las profundas aguas.
Al ver la muerte ante sí, se debatían con vigor. Uno de ellos se acordó de la advertencia de los ancianos de su aldea: «Si caes en un río infestado de cocodrilos, nada debajo del agua contra corriente, río arriba, porque el cocodrilo, en busca de su presa, siempre se deja llevar por la corriente». Finalmente, después de muchos esfuerzos, este hombre alcanzó la orilla sano y salvo.
Su compañero eligió la solución más fácil: nadó en el sentido de la corriente, pero también en el sentido del cocodrilo. Muy cerca de la ribera, su pierna fue atrapada por un mordisco de la terrible bestia que lo arrastró al fondo del río.
El peligro está tan presente en un río infestado de cocodrilos como cuando seguimos las corrientes de este mundo, ¿Andamos hoy en la dirección correcta o en el sentido de la corriente? Dios dice: “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 14:12), no es Fácil nadar contra corriente pero sabemos que tenemos un Dios fuerte que nos sostiene con su mano derecha..!
Isaías 41:10
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.


 

 

 

miércoles, 18 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


 Mirando El Dolor Dentro Del Cuadro

A menudo es difícil ver a Dios obrando por anticipado en nuestras vidas porque estamos demasiado centrados en el hoy. Nos volvemos impacientes porque queremos que nuestra situación cambie ahora mismo; queremos un milagro—si no hoy, definitivamente esta semana.

La Biblia es clara en esto: Dios a menudo hace su mejor trabajo durante un largo período de tiempo. De hecho, la Biblia describe a Dios como alguien que a menudo hace su mejor trabajo a lo largo de algunas generaciones, no de algunas horas.

Esperar en el tiempo de Dios puede ser frustrante, especialmente cuando te encuentras en el vestíbulo del hospital preguntando por un ser querido que está en cirugía, u hojeando anuncios clasificados después de haber perdido tu trabajo.



Pero Dios puede ver el cuadro completo, por lo que no está tan preocupado como nosotros con la solución a corto plazo. Una vez que aprendemos a aceptar esto, podemos desarrollar un tipo especial de paciencia que afirma: “No puedo entender por qué ocurre esto, pero estoy seguro que hay una razón para ello. Tal vez me de cuenta mañana; tal vez lo averigüe en veinticinco años más; o puede que no lo sepa hasta que me muera. Pero un día todo esto tendrá sentido. Hasta que así sea, me voy a relajar y entregar este problema a Dios”.

No sé por lo que estás pasando ahora mismo, pero, ¿puedo recordarte algo? Si eres un seguidor de Jesús, un día tu vida terminará, y Dios te dará la bienvenida a Su presencia para siempre. Cuando eso suceda, creo que Dios llevará a cada uno de nosotros a un lado y dirá: “Te voy a mostrar algo. ¿Ves la parte de atrás de esta vieja alfombra con todos los nudos, la suciedad, el polvo, la decoloración y el desgaste? Esa fue tu vida en la tierra. ¿Te acuerdas de cuando perdiste a tu hijo? ¿Recuerdas cuando tus padres se divorciaron? ¿Recuerdas cuando tu conyugue te dejo? ¿Te acuerdas de esos sentimientos de depresión? ¿Recuerdas lo horrible que fue que te amputaran la pierna a causa de la diabetes?”

Entonces creo que Dios va a mirarte, con una sonrisa tan amplia como la salida del sol, dará la vuelta a la alfombra, y dirá: “Esto es lo que estaba haciendo a través de ti. Mira el cuadro completo. Mira a todas las personas que fueron cambiadas a causa de aquello por lo que tú pasaste. Mira todos esos ricos colores, patrones, y texturas de tu vida que están más allá de lo que nadie ha visto nunca antes. Gracias por soportar el dolor. Gracias por ser fiel. Gracias por no darte por vencido cuando tenías todas las razones para hacerlo. Esto es lo que estaba haciendo por anticipado en tu vida”.

Steve Thurston
Fuente: www.integridad.com/relatos-inspiracionales


La reflexión de hoy resulta sumamente atinada al enfrentar las pruebas que hoy atravesamos desde una perspectiva eterna y con propósito. Si bien casi nunca podemos entender el por qué tenemos que enfrentar algunas situaciones difíciles ó crisis, la verdad es que el pretender comprenderlas en nada cambiaría nuestro sufrimiento…aunque en el momento, todos le hacemos esa pregunta a Dios: ¿por qué? Pero si abrazamos con fe a nuestro Señor y Su palabra, entonces, tendremos paz al saber que, aunque nosotros no entendemos, Dios está haciendo una buena obra en y a través de nosotros… y eso debiera sernos suficiente. Sin saber qué está Ud. atravesando, me atrevo a decirle que su vida y su destino están seguros en Dios… ¿por qué no aprovechar este mismísimo fin de semana para congregarse y permitirle al Señor hablarle a su vida de manera específica? Nunca se arrepentirá… adelante y que el Señor le continúe bendiciendo.

Raúl Irigoyen

El Pensamiento Del Capellán

martes, 17 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Una Oración

Al regresar de un viaje misionero a su Iglesia local en Michigan, EU. Testificaba este misionero lo que Dios había hecho con él:

Mientras servía como misionero en un pequeño hospital en el área rural de Africa, cada dos semanas viajaba a la ciudad en bicicleta para comprar provisiones y medicamentos. El viaje era de dos días, y debería atravesar la jungla. Debido a lo largo del viaje debía acampar en el punto medio, pasar la noche y reanudar mi viaje temprano al día siguiente.

En uno de estos viajes, llegué a la ciudad donde planeaba retirar dinero del banco, comprar las medicinas, los víveres y reanudar mi viaje de dos días de regreso al hospital. Cuando llegué a la ciudad, observé a dos hombres peleándose, uno de ellos estaba bastante herido. Le curé sus heridas y al mismo tiempo le hablé de Nuestro Señor Jesucristo.

Después de esto, reanudé mi viaje de regreso al hospital. Esa noche acampé en el punto medio y a la mañana siguiente reanudé mi viaje y llegue al hospital sin ningún incidente.

Dos semanas más tarde repetí mi viaje. Cuando llegué a la ciudad, se me acercó el hombre al cual yo había atendido en mi anterior viaje y me dijo que la vez pasada, cuando lo curaba, el se dió cuenta que yo traía dinero y medicinas.

El agrego: “Unos amigos y yo te seguimos en tu viaje mientras te adentrabas en la jungla, pues sabíamos que habrías de acampar. Planeabamos matarte y tomar tu dinero y medicinas pero en el momento que nos acercamos a tu campamento, pudimos ver que estabas protegido por 26 guardias bien armados”.

Ante esto no pude más que sonreír a carcajadas y le aseguré que yo siempre viajaba solo. El hombre insistió y agregó: “no señor, yo no fui la única persona que vió a los guardias armados, todos mis amigos también los vieron, y no solo eso sino que entre todos los contamos, eran 26″.

En ese momento, uno de los hermanos de la iglesia se puso en pie, interrumpió al misionero y le preguntó la fecha y hora del suceso, al misionero responderle, el hermano contó la siguiente historia:

“A la hora de su incidente en África era de mañana aquí. Yo me preparaba para salir cuando sentí una imperiosa necesidad de orar por usted, de hecho el llamado era tan fuerte que comencé a llamar a los hermanos de la congregación para reunirnos en el Templo a orar por usted. Hoy quisiera que los Caballeros que vinieron ese día a orar por usted, se pusieran de pie. El misionero no estaba tan preocupado por saber quienes eran ellos, más bien se dedicó a contarlos, un total de 26 hombres.

¿Alguna vez has sentido la imperiosa necesidad de orar por alguien?, pero has decidido ponerlo en tu lista de “cosas por hacer” y te has dicho: “Oraré más tarde”. ¿Te ha llamado alguien alguna vez que te ha dicho?, necesito que ores por mí.

Si en alguna ocasión sientes la inquietud de orar por alguien, no vaciles en hacerlo, no lo dejes para luego. Nadie seria lastimado por una oración.

Santiago 5:16
“Orad unos por otros”,”La oración eficaz del justo puede mucho”
2 Tesalonicenses 3:1
“Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros”
1 Tesalonicenses 5:17
“Orad sin cesar”

lunes, 16 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Hoy… Recibiré Honra

Quien cuida la higuera comerá su fruto, y el que mira por los intereses de su Señor, tendrá honra. Proverbios 27:18.

El que cultiva la higuera obtendrá higos en recompensa de su trabajo, y el que sirve a un señor bueno será galardonado con honra. El Señor Jesús es el mejor de los señores y es para nosotros un privilegio dedicarle el más pequeño servicio.

Servir a ciertos señores es lo mismo que cultivar un manzano silvestre que no da sino frutos amargos. Empero servir al Señor Jesús es cultivar una higuera que produce higos sabrosísimos. Su servicio es una delicia; permanecer en Él es avanzar continuamente; tener éxito en Él es la felicidad en la tierra, y la recompensa es la gloria del cielo.

Los más grandes honores serán recogidos en la época en que maduran los higos, en la vida venidera. Los ángeles, que ahora son nuestros servidores, nos llevarán al cielo cuando haya terminado nuestro trabajo del día. El cielo donde mora Jesús será nuestra casa de honor, una felicidad eterna será nuestra bendita herencia, y el Señor mismo nuestro glorioso compañero.

¿Quién podrá entender lo que esta promesa significa: «El que guarda a su Señor será honrado»?

Hoy Velaré con profundo respeto por las cosas de Mi Señor y seré un buen mayordomo.

Señor, ayúdame a servirte, y que sepa dejar a un lado todo deseo de ser honrado, hasta que Tú mismo me honres. Que tu Santo Espíritu haga de mí un obrero humilde y sufrido. Amén.

Charles Spurgeon.
Libro de Cheques del Banco De La Fe.

domingo, 15 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Sin levantar polvo


Un día, un comerciante de caballos llevó dos magníficos corceles a un príncipe y los ofreció en venta. Ambos animales eran semejantes: jóvenes, robustos y de buena constitución.

Pero el comerciante pedía por uno de ellos el doble de lo que pedía por el otro. El príncipe llamó a sus cortesanos y les dijo:

-Le regalaré estos magníficos potros al que pueda explicarme por qué uno de ellos vale lo doble que el otro.
Los cortesanos se acercaron a los dos animales y los observaron cuidadosamente, pero no pudieron descubrir ninguna diferencia que justificarse una diferencia de precios tan grande.
-Ya que no comprenden la diferencia entre los dos caballos, será mejor probarlos, así podrán ver con mayor claridad por qué tienen un valor tan distinto.

Hizo que dos jinetes los montaran e hizo que dieran algunas vueltas alrededor del patio del palacio. Ni siquiera después de esta prueba los cortesanos lograban entender la diferencia de precio entre los caballos.
Entonces el príncipe explicó:

-Habrán notado que, al correr, uno de ellos casi no dejaba rastros de polvo, mientras que el otro levantaba una gran polvareda. Por esto el primero vale lo doble que el otro, porque cumple con su deber sin levantar tanto polvo.”

Al parecer, la humildad y sencillez no son virtudes muy valoradas en nuestra época. Cumplir el deber con responsabilidad es muy cotizado hoy en día porque importan los resultados;

también el estar preparado con estudios y experiencia práctica y el saber trabajar en equipo tienden a estimarse como cualidades invaluables; sin embargo la modestia y humildad de quien no presume de sí mismo, ni de sus cualidades, ni de sus logros -sintiéndose superior a los demás y merecedor de los más altos reconocimientos y remuneraciones no está bien visto. Hoy al igual que hace dos mil años: “en nuestra sociedad hace carrera el que más polvo levanta…” (Mateo 26,26).

“Levantar polvo”, presumir de logros o cualidades personales, “hacerse notar”, puede ser una manifestación de falta de afecto o de reconocimiento por parte de la familia, délos amigos o de los jefes en el trabajo que busca compensar el reconocimiento que otros no hacen sobre uno.

Puede ser también una señal de soberbia, de ser reconocido y alabado por los demás a los que se percibe como inferiores. En cualquier caso el hacerse notar, aunque uno sea realmente bueno, desdice de la calidad humana que no busca la recta intención de cumplir el deber como un servicio a los demás, sino ante todo, como una fuente de halagos y deferencias, centrando la acción no en el Tú o Ustedes, sino en el Yo.
Pero ¿por qué el cumplir con el deber sin levantar tanto polvo puede llegar a ser una cualidad tan valiosa?

Quizá porque encarna a la humildad, y sólo la gente humilde es capaz de reconocer sus errores, que es el punto de partida de la superación personal. Sólo el humilde acepta la crítica constructiva de los padres, de los profesores o de los jefes y compañeros de trabajo; sólo los humildes reconocen cuando se equivocan y piden disculpas si ofendieron o afectaron a alguien con su mal proceder, con sus comentarios u omisiones.

La humildad también es una virtud excepcional porque gracias a ella no sentimos que lo sabemos todo y por tanto reconocemos que podemos aprender de los demás, aún de la gente sencilla. Sólo los humildes saben encontrar la riqueza en los demás.

La humildad de quien no levanta polvo además se agradece por que una persona presumida, jactanciosa y soberbia cae mal en todas partes y crea a su alrededor una atmósfera densa, ya que sólo se preocupa por sí mismo y se olvida de los demás, en cambio, el humilde y sencillo es fácil de trato porque es transparente, porque comparte logros y fracasos, por-que se preocupa por los demás tanto como por sí mismo y, además, porque sabe escuchar y aprender de las experiencias de otros.

El humilde cumple su deber sin presunción, está abierto al diálogo y al conocimiento, aprende de sus experiencias, reconoce sus errores y es agradable, por eso vale “oro” comparado con el que simplemente es muy capaz.

Pedro J. Bello Guerra

Filipenses 2:3
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;

sábado, 14 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Hoy… El Señor Es Mi Ayudador, Por Tanto No Temeré



De manera que podemos decir confiadamente: el Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. Hebreos 13:6.

Puesto que Dios jamás nos desampara, bien podemos estar contentos de lo presente. Puesto que el Señor es nuestro, jamás podremos quedar desamparados, sin un amigo, sin un tesoro, sin un refugio. Con tal protección, no podremos ser tentados a adular servilmente a nuestros prójimos y pedirles permiso para vivir.

Lo que decimos podemos decirlo con resolución desafiando a todos los que nos contradicen. Quien a Dios teme a nadie puede temer. Tan grande debiera ser nuestro temor respetuoso al Señor que todas las amenazas de nuestros orgullosos perseguidores sean para nosotros como el silbido del viento. En nuestros días, no pueden los hombres perjudicarnos tanto como en tiempo del apóstol que escribió este versículo.

El tormento y la hoguera han pasado de moda, y nadie puede hoy quemar a los herejes. Si los discípulos de falsos maestros nos escarnecen cruelmente y se mofan de nosotros, no hemos de maravillarnos, porque los mundanos jamás podrán amar la simiente espiritual. ¿Qué pues? Debemos soportar el escarnio del mundo; éste no quiebra hueso alguno. Con la ayuda de Dios, seamos valientes, y si el mundo se enfurece, dejémosle en su furor, pero no le temamos.

Hoy la seguridad de que el Señor está a mi lado hace que todo temor se desvanezca.

Señor, Que grato es tener tu compañía. Es fuerza, energía y Vida Eterna. Amén.

Charles Spurgeon.
Libro De Cheques del Banco De La Fe.

viernes, 13 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Hoy… El Señor Tendrá Compasión De Mi

Y no se pegará a tu mano nada del anatema; para que el Señor se aparte del ardor de su ira, y tenga de ti misericordia, y tenga compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a tus padres. Deuteronomio 13:17.

Israel tenía que conquistar ciudades idólatras, y destruir todos los despojos considerando que todo lo contaminado por la idolatría, por ser cosa maldita, debía ser quemado y destruido. Con este mismo rigor debe tratar el cristiano toda suerte de pecados. Hemos de desarraigar hasta las raíces de un mal hábito.

Es una guerra sin cuartel al pecado, cualquiera que sea su naturaleza, o bajo cualquier forma que afecte al alma, al cuerpo o al espíritu. Este abandono del mal no hemos de mirarlo como un mérito que nos haga dignos del perdón, sino como el fruto de la gracia de Dios que en ninguna manera debe faltar.

Cuando por la gracia divina llegamos a no tener complacencias con el pecado, Dios tiene misericordia de nosotros.
Cuando estamos reñidos con la maldad, Dios no se enoja contra nosotros. Cuando multiplicamos nuestros esfuerzos contra la iniquidad, el Señor multiplica sus bendiciones. El camino de la paz, del progreso, de la seguridad y gozo en Jesucristo se encuentra en estas palabras: «No se pegará algo a tu mano del anatema».

Hoy decido apartarme de todo lo que pueda contaminar mi vida para él.

Señor, purifícame en este día. La misericordia, la prosperidad y la alegría serán otorgadas a quienes dejan el pecado con firme resolución.

Charles Spurgeon.
Libro de Cheques del Banco de la Fe.

jueves, 12 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


El Sabio de Egipto

Se cuenta que en el siglo pasado, un turista americano fue a la cuidad del Cairo, Egipto, con la finalidad de visitar un famoso sabio.
El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario era una cama, una mesa y un banco.
-¿Dónde están sus muebles? Preguntó el turista.
- Y el sabio, rápidamente, también preguntó: ¿Y dónde están los suyos?
- ¿Los míos?, se sorprendió el turista.
¡Pero yo estoy aquí solamente de paso!
- Yo también. Concluyó el sabio. La vida en la tierra es solamente temporal.
Sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices.
El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden.
Por eso existen momentos inolvidables y personas incomparables.
1. Dios no te preguntará que modelo de auto usabas; te preguntará a cuánta gente llevaste.
2. Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa; te preguntará a cuánta gente recibiste en ella.
3. Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario; te preguntará a cuántos ayudaste a vestirse.
4. Dios no te preguntará, cuan alto era tu sueldo; te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo.
5. Dios no te preguntará cuál era tu título; te preguntará si hiciste tu trabajo con lo mejor de tu capacidad.
6. Dios no te preguntará cuántos amigos tenías; te preguntará cuanta gente te considera su amigo.
7. Dios no te preguntará en que vecindario vivías; te preguntará como tratabas a tus vecinos.
8. Dios no te preguntará el color de tu piel; te preguntará por la pureza de tu interior.
9. Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscar la salvación; te llevará con amor a tu casa en el cielo.

Mateo 6:33
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas

miércoles, 11 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Una Flor

Había una joven muy rica, que tenía todo: un marido maravilloso, hijos perfectos, un empleo donde le pagaban muy bien, una familia unida.

Lo extraño es que ella no conseguía conciliar todo eso, el trabajo y los que haceres le ocupaban todo su tiempo y su vida estaba mal en algunas áreas. Si el trabajo consumía mucho tiempo, abandonaba a sus hijos, si surgía algún problema, ella dejaba de lado a su marido… Y así, las personas que ella amaba eran siempre dejadas para después,

Hasta que un día, su padre, un hombre muy sabio, le dio un regalo: una flor muy cara y rarísima, de la cual había apenas un ejemplar en todo el mundo. Y le dijo:

“Hija, esta flor te ayudará mucho mas de lo que tu te imaginas! Únicamente necesitas regarla y podarla de vez en cuando, ocacionalmente conversar un poco con ella, y ella te dará a cambio ese perfume maravilloso y las más lindas flores.”

La joven la recibió emocionada, pues la flor era de una belleza sin igual. Más el tiempo fue pasando, los problemas surgían, el trabajo consumía todo su tiempo, y su vida, que continuaba confusa, no le permitia cuidar de la flor.

Ella llegaba a casa, miraba la flor y aun estaba ahí, no mostraba ningún signo de debilidad o muerte, siempre, linda, perfumada. Entonces ella pasaba sin prestarle mas atención.

Hasta que un día, sin mas, la flor murió. Ella llegó a casa y se llevó un susto! Estaba completamente muerta, sus raíces estaban resecas, sus flores caídas y sus hojas amarillas. La Joven se hechó a llorar y le contó a su padre lo que había acontecido.

Su padre entonces respondió:
“Imagine que eso ocurriría ,y no puedo darte otra flor, porque no existe otra igual a ella, era única, así como tus hijos, tu marido, tus amigos y toda tu familia.

Todos son bendiciones que el Señor te dio, pero debes aprender a regarlos, podarlos y dar atención a ellos, pues así como la flor, los sentimentos también mueren. Tú te acostumbraste a ver la flor viva, siempre florida, siempre perfumada, y te olvidaste de cuidarla. Cuida a las personas que amas!”

Y tú?… Cuidas de las bendiciones que Dios te ha dado? Proteges esa flor, pues forman parte de las bendiciones del Señor: El nos las dá, mas nosotros somos lo que debemos cuidar de ellas.

Lucas 10:41-42
“Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.”

Eclesiastés 3:1
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora

Mateo 6:33
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia.

 

martes, 10 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Hoy… El Señor es Mi Fortaleza


“Tú, Señor, eres mi fuerza; yo te amo. Tú eres mi protector, mi lugar de refugio, mi libertador, mi Dios, la roca que me protege, mi escudo, el poder que me salva, mi más alto escondite.

“Tú, Señor eres digno de alabanza, cuando te llamo me salvas de mi enemigos. La muerte me enredó en sus lazos; sentí miedo ante el torrente destructor. La muerte me envolvió en sus lazos; me encontré en trampas mortales. En mi angustia llamé al Señor, pedí ayuda a mi Dios, y él me escuchó desde su templo; mis gritos llegaron a sus oídos.

El Señor, el Altísimo, hizo oír su voz de trueno desde el cielo; granizos y carbones encendidos. Lanzó sus rayos como flechas y a mis enemigos hizo huir en desorden. El fondo del mar quedó al descubierto; las bases del mundo quedaron a ala vista por la voz amenazante del Señor, por el fuerte soplo que lanzó. Dios me tendió la mano desde lo alto y con su mano me saco del mar inmenso.
Me salvó de enemigos poderosos que me odiaban y eran más fuertes que yo. Me atacaron cuando yo estaba en desgracia, pero el Señor me dio su apoyo: me sacó a la libertad; me salvo porque me amaba.
El Señor me ha dado la recompensa que merecía mi limpia conducta, pues yo he seguido el camino del Señor. Jamas he negado de mi Dios. Yo tengo presente todos sus decretos, jamás he rechazado sus leyes. Me he conducido ante él sin tacha alguna; me he alejado de la maldad.
El Señor me ha recompensado por mi impía conducta en su presencia. Tú, Señor eres fiel con el que es fiel, irreprochable con el que es irreprochable, sincero con el que es sincero, pero sagaz con el que es astuto. Tu salvas a los humildes, pero humillas a los orgullosos. Tú, Señor me das luz; ti, Dios mío, alumbras mi oscuridad. Con tu ayuda atacare al enemigo y sobre el muro de sus ciudades pasaré.
El camino de Dios perfecto; la promesa del Señor es digna de confianza; Dios protege a todos cuantos en él confían. Quien es Dios, fuera del Señor? Qué otro dios hay que pueda protegernos? Dios es quien me da fuerzas, quien hace intachable mi conducta, quien me da pies ligeros como de cierva, quien me hace estar firme en las alturas, quien me entrena para la batalla, quien me da fuerza para tensar arcos de bronce.
Salmo 18.
Serafín Contreras Galeano
www.serafincontreras.com

lunes, 9 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY



 De qué Tamaño ?

Cuentan que un día, muy temprano, salió a pescar una persona con mucho ánimo y contento, ya que presentía que pescaría mucho.


Tenía todas las condiciones perfectas para hacer una gran pesca.
Se monta en su bote, comenzó a remar y llegando no muy lejos de la orilla, allí lanzó el ancla.
Prepara el hilo, prepara la carnada, pero antes de comenzar a pescar se puso en pie y comenzó a hacer una oración a Dios dando gracias por un día tan precioso y declarando la gran pesca de ese día.
Acto seguido, comenzó a pescar.
Mientras el pescaba, a pocos metros de distancia había una persona observándolo con mucha atención.
Esta persona notaba que cuando el pescador cogía un pez, lo media y decía: “Este mide 15 centímetros”; lo sacaba y lo colocaba en una cesta donde acomodaría toda la pesca del día, y continuaba pescando.
Luego saca otro pez, y haciendo lo mismo dijo: “Este mide 16 cm.”; lo echa en la cesta y continua su pesca.
El observador nota que el próximo pez que el pescador saca era bien grande, más del triple de los que había sacado anteriormente, y se sorprende cuando le oye decir: “Este mide mucho”, al tiempo que lo devuelve al agua.
Este patrón fue repetido en varias ocasiones, lo que llamó la atención de tal manera al observador, que decidido, comenzó a remar acercándose sútilmente al bote; saludando al pescador le pregunta: -”He visto que ha tenido muy buena pesca, pero he notado que los peces bien grandes los devuelve al agua. Porque siendo tan grandes los devuelve y no hace esto con los de menor medida?
-El pescador contesto: ” Lo que sucede es que los peces grandes no caben en mi sartén que solo mide 16 centímetros”.

A veces pedimos a Dios grandes bendiciones y no estamos preparados para recibir todo lo bueno que Él tiene para nosotros.
Debemos expandir nuestra mente para poder recibir las cosas grandes que Dios nos tiene preparadas.
¿Cuánto mide tu sartén?
Pide con fe, y espera con la certeza de que Dios te escucha… y que eres su hijo muy amado. Recuerda que nada es mucho para el que AMA.
M.E. Winston Pauta Avila

Mateo 25:21 (Reina-Valera 1960)
21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

domingo, 8 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY



Reflexiones – la Buena cosecha

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante.
También es obvio que quien cultiva la tierra no se para impaciente frente a la semilla sembrada, halándola con el riesgo de echarla a perder, gritándole con todas sus fuerzas: ¡Crece, maldita seas!
Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes:
Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable.
En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece más de 30 metros.
¿Tardó sólo seis semanas en crecer?
No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas para desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.
Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas veces queremos encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno, y que éste requiere tiempo…
Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.
Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y coherente y saben esperar el momento adecuado.
De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante.
En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que en tanto no bajemos los brazos, ni abandonemos por no “ver” el resultado que esperamos, sí está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.
El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación.
Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros.
Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.
Tiempo…
¡Cómo nos cuestan las esperas! ¡Qué poco ejercitamos la paciencia en este mundo agitado en el que vivimos…
Apuramos a nuestros hijos en su crecimiento, apuramos al chofer del taxi… nosotros mismos hacemos las cosas apurados, no se sabe bien por qué…
Perdemos la fe cuando los resultados no se dan en el plazo que esperábamos, abandonamos nuestros sueños, nos generamos patologías que provienen de la ansiedad, del estrés…
¿Para qué?
Te propongo tratar de recuperar la perseverancia, la espera, la aceptación.
Gobernar aquella toxina llamada impaciencia, la misma que nos envenena el alma. Si no consigues lo que anhelas, no desesperes…
Quizás sólo estés echando raíces…
Lucas 8:15 “Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y llevan fruto en paciencia”


Lucas 21:19 “En vuestra paciencia poseeréis vuestras almas”


Romanos 5:3 “Y no sólo esto, mas aùn nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia”


Hebreos 6:12 “Que no os hagáis perezosos, mas imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas”









sábado, 7 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Una Puerta Abierta a tu Meta


Edwin C. Barnes tenía un deseo ardiente de convertirse en un asociado de negocios con el gran inventor Thomas a. Edison. No quería trabajar para Edison, quería trabajar con él.

Como un paso hacia convertir su sueño en realidad, Barnes solicitó trabajo en el laboratorio de Edison en Nueva Jersey. Lo contrataron como empleado de oficina y le pagaban el sueldo mínimo, lo que era algo muy lejos de una sociedad.

Los meses pasaron sin ningún cambio en su condición ni en su relación con Edison. La mayoría de la gente se habría rendido, sintiendo que su trabajo no la llevaba a ningún lado. Barnes, sin embargo, permaneció firme. Llegó a darse cuenta por completo del ambiente en la oficina y del trabajo de cada persona, y buscó maneras de lograr que el trabajo de cada uno fuera más placentero y eficiente. Sobre todo, permaneció dispuesto y optimista. Vio todo lo que hacía como preparación para el día cuando llegara a ser socio de Edison en una nueva empresa.

Llegó el día en que Edison le presentó a su personal de ventas su invención del dictáfono Edison. No creían que se vendería. Sin embargo, ¡Barnes vio esta máquina de apariencia extraña como su oportunidad! Se dirigió a Edison, anunciándole que le gustaría vender el dictáfono. Puesto que nadie más demostró entusiasmo alguno por él, Edison le dio la oportunidad al joven. Le concedió un contrato exclusivo para distribuir y promover la máquina de oficina por los Estados Unidos. Edwin Barnes tuvo éxito en alcanzar su meta de trabajar con el gran inventor, y al mismo tiempo lograr su meta de tener éxito en los negocios.

¿Tienes una meta en mente o en tu corazón hoy?

Puedes estar seguro de que la alcanzarás mientras sirves a otros y los ayudas a alcanzar sus propias metas. La ayuda que le ofreces a un miembro de la familia, a un vecino, a un compañero de trabajo o a tu jefe hoy regresará a ti en éxitos mañana.

Tal vez la oportunidad te llegue hoy disfrazada de mala suerte, derrota, rechazo o fracaso. Mira más allá de los problemas para considerar las posibilidades. En fe, ayuda a una persona a superar sus dificultades y te sorprenderás por las cosas buenas que Dios envía a tu camino.

Gálatas 6:10
Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos.


Fuente: Desayuno con Dios, Editorial Unilit.

viernes, 6 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Hoy… El Señor Reinará Otra Vez

Y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. Mateo 26:64.

¡Señor, qué humillación para ti comparecer delante de tus perseguidores como un criminal! Sin embargo, los ojos de tu fe contemplaron más allá de tu humillación presente, tu gloria venidera. ¡Cuántas cosas se encierran en estas palabras: «y aún desde ahora»! En lugar de flaqueza tú tienes el poder, en vez de venganza, la gloria; en vez de escarnio, la adoración.

Tu cruz nunca pudo oscurecer el resplandor de tu corona, ni los esputos han desfigurado la hermosura de tu parecer. Todo lo contrario; has sido exaltado y engrandecido a causa de tus sufrimientos. Por eso, Señor, quisiera cobrar ánimo «desde ahora». Quisiera olvidar mi tribulación presente con la visión del triunfo futuro.

Ayúdame, y levanta mi corazón con el amor de tu Padre y con la paciencia tuya, para que cuando a causa de tu nombre, sea yo escarnecido, no vacile, sino que piense más en la otra vida y menos en la presente. Pronto estaré contigo para contemplar tu gloria.

Por lo tanto, no me avergüenzo de mi seguridad, sino que digo desde lo más íntimo de mi corazón: «Y aún desde ahora».

Hoy sé que el Señor Reina sobre las circunstancias de la vida y sobre todo las tempestades de mi corazón.

Señor, Gracias porque por encima de tu sufrimiento te haz magnificado con realtad y esplendor. Amén.

Charles Spurgeon.
Libro De Cheques Del Banco De La Fe.

jueves, 5 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY



Salto Olímpico


Cuenta este relato de un joven que fue entrenando para Salto Ornamental a nivel olímpico, la única influencia religiosa que recibió en su vida, le llegó a través de un amigo cristiano. El deportista no prestó mayor atención a los sermones de su amigo, aunque los escuchaba con frecuencia.

Una noche, fue a la piscina de la universidad a la que pertenecía. Las luces estaban todas apagadas, pero como la noche estaba clara y la luna brillaba, había suficiente luz para practicar. El joven se subió al trampolín más alto y a lo que volvió la espalda a la piscina al filo de la rampa y extendió sus brazos,


vio su propia sombra en la pared. La sombra de su cuerpo tenía la forma exacta de una cruz. En lugar de saltar, se arrodilló y finalmente le pidió a Dios que entrara en su vida. Mientras el joven permanecía quieto, el personal de limpieza ingresó y encendió las luces. Habían vaciado la piscina para repararla.

Si, yo amo a Jesús. Él es mi fuente de existencia y mi Salvador. Me mantiene funcionando cada día de mi vida. Sin Él, no sería nada. Sin Él, soy nada, pero con Él, “Puedo hacer todas las cosas a través de Cristo que me da fuerzas”

Esta es la prueba más simple que existe, si amas a Jesús y no te averguenzas de las cosas maravillosas que ha hecho El por ti.

Fiipensesl 4:13 “Todo lo puedo en Cristo que me Fortalece”

miércoles, 4 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Hoy… Dejaré La Venganza Al Señor

No digas, yo me vengaré; espera al Señor, y él te salvará. Proverbios 20:22.

No te apresures. Deja que se apacigüe tu ira. Nada digas ni hagas para vengarte. Seguro estarás de haber obrado impunemente si tomas las armas y peleas tus propias batallas, pero no mostrarás el espíritu del Señor Jesús. Mucho más noble es perdonar y olvidar la ofensa.

Guardar rencor en tu pecho, y maquinar la venganza, es mantener abiertas las viejas heridas y producir otras nuevas. Cosa más excelente es olvidar y perdonar. Tal vez digas que debes hacer algo, o de lo contrario perder mucho. En tal caso obra en conformidad con la promesa de hoy: «Espera al Señor, y Él te salvará». El seguir este consejo no te costará dinero, y sin embargo, tiene mucho valor.

Espera en el Señor, cuéntale tus agravios; extiende ante sus ojos la carta de Rabsaces y esto aliviará tu alma apesadumbrada. Además, atiende a la promesa: «El te salvará». Dios hallará los medios de librarte. ¿Cómo? Ni tú ni yo lo sabemos, pero lo hará. Y si el Señor te salva, esto será mucho mejor que meterte en míseras pendencias cubriéndote de barro para luchar con los malvados. No te irrites más. Deja tus pleitos en las manos del soberano Juez.

Hoy es un día para librarte de la amargura de la venganza y ver la misericordia del Señor.

Señor, Gracias porque tu mano salvadora nunca me dejará y tú eres mi refugio. Amén.

Charles Spurgeon.
Libro De Cheques Del Banco De La Fe.

martes, 3 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Hoy… El Señor Cumplirá Su Propósito En Mi

El Señor cumplirá su propósito por mí. Salmos 138:8

Aquél que ha comenzado la obra en mi alma la perfeccionará. Todo lo que me concierne, interesa también al Señor. Todo lo que es bueno, aun cuando no sea perfecto, será por Dios vigilado, guardado y realizado. Tal es nuestro consuelo.

Por mí mismo no podría yo terminar la obra de la gracia. Mis culpas cotidianas lo demuestran suficientemente, y si hasta el momento he perseverado es porque el Señor me ha socorrido. Si me abandonara un solo instante, de nada me valdría mi pasada experiencia, y sucumbiría en el camino. Pero el Señor perfeccionará mi fe, mi amor, mi carácter y el trabajo de mi vida.

Él seguirá bendiciéndome. Y lo hará ciertamente porque ha comenzado en mí esta obra. De su mano me viene el interés que pongo en mi perfeccionamiento, y, en cierta medida, ha cumplido mis anhelos. Nunca puede dejar una obra incompleta, porque esto ni sería propio de Él, ni redundaría en gloria suya. Él conoce la manera de realizar los designios de su gracia, y aunque mi torcida naturaleza, el mundo y Satanás conspiran para detener su obra, yo nunca dudaré de su promesa. Ciertamente cumplirá por mí y yo le alabaré para siempre.

Hoy es el día para contemplar con los ojos del Espíritu como Dios cumple su propósito en mi plenamente.

¡Señor, haz que la obra de tu gracia prospere en mí durante este día! Que nada ni nadie detenga tu propósito en mi. Amén.

Charles Spurgeon.
Libro De Cheques Del Banco De La Fe.

lunes, 2 de julio de 2012

ACERCANDOME AL REY


Hoy…El Señor Me Abrirá Su Buen Tesoro

Te abrirá Jehová su buen tesoro. Deuteronomio 28:12.

Este pasaje se refiere ante todo a la lluvia: el Señor la enviará a su tiempo. La lluvia es emblema de tiempos del refrigerio celestial, que Dios está siempre dispuesto a derramar sobre su pueblo. ¡Ojalá hubiera abundancia de lluvias para regar la heredad del Señor!

Creemos a veces que los tesoros de Dios sólo pueden ser abiertos por un gran profeta como Elías, y estamos equivocados, porque esta promesa ha sido hecha para todos los fieles de Israel y para cada uno de ellos. ¡Oh amigo mío! «te abrirá el Señor su buen tesoro».

Tú también puedes ver el cielo abierto y meter la mano para sacar tu porción y la de todos tus hermanos que están cerca de ti. Pide cuanto desees y no te será negado si permaneces en Cristo y sus palabras en ti. Hasta el presente no has conocido los tesoros de tu Señor, pero Él abrirá tu entendimiento.

De seguro no has gozado todavía de la plenitud de las riquezas de su alianza, pero el Señor encenderá tu corazón en su amor y manifestará a Jesús en ti. Sólo el Señor podrá hacerlo; tal es su promesa, y si con diligencia escuchas su voz y obedeces a su voluntad, tuyas serán las riquezas de la gloria en Cristo Jesús.

Hoy quiero mirar al cielo con ojos de fe para ver que en el tiempo de Dios él abrirá su buen tesoro en mi favor.

Señor, el más grande tesoro ya lo he recibido y eres tu mismo como mi especial tesoro, sin embargo tu prometes que aún abrirás mas los cielos sobre mí. Te alabo. Amén.

Charles Spurgeon
Libro De Cheques Del Banco De La Fe

domingo, 1 de julio de 2012

ACERCANDOME AL RE


Hoy… Quiero Ser Generoso

Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice el Señor de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Malaquías 3:10.

Muchos leen esta promesa y en ella apoyan sus oraciones sin parar mientes en la condición impuesta a las bendiciones que se prometen. No podemos esperar a que se abran los cielos para que desciendan esas bendiciones, si antes no pagamos a Dios y a su causa todos nuestros derechos.

No habría escasez de fondos para las buenas obras si todos los que llevan el nombre de cristianos pagaran la parte que les corresponde. Muchos son pobres porque roban a Dios. Asimismo, muchas iglesias dejan de ser visitadas por el Espíritu porque dejan morir de hambre a los siervos del Señor.

Si negamos al siervo de Dios el alimento temporal, no nos extrañemos de encontrar en su ministerio poco alimento espiritual para nuestras almas. Cuando las misiones languidecen por falta de recursos y la obra del Señor queda paralizada por una caja vacía, ¿cómo podremos tener la esperanza de prosperar espiritualmente?

Veamos: ¿Qué he dado yo en último término? ¿He sido tacaño con Dios? ¿He regateado algo a mi Señor Jesús? En adelante obraré de otro modo. Daré mi diezmo al Señor ayudando a los pobres y a su obra y así experimentaré su poder para bendecirme en abundancia.

Hoy es una tremenda oportunidad que tengo para expresar mi generosidad al Señor. Tantas cosas que el me da cada día sin cobrarme nada y a veces tan mesquino que soy.

Señor, Acá estoy tan agradecido por tus bondades que no quiero cerrar mi corazón ni a ti ni al pobre. Vivo para ti y quiero ser generoso cada día. Amén.

Charles Spurgeon.
Libro de Cheques del Banco De la Fe.