domingo, 30 de octubre de 2016

No duermas, busca a Dios


“y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.” Mateo 26:39
Hemos llegado al tiempo que la Biblia llama tiempos peligrosos, comienzo de dolores de parto; donde la situación se pone cada vez más difícil y desesperante.  En 1ª Timoteo 4:1. Dice que en estos tiempos los hombres abandonaran la palabra de Dios y muchos apostatarán de la fe. Algunas ovejas serán engañadas o acomodadas al nuevo estilo de vida sin Cristo y, a causa de estos, otros muchos se perderán y blasfemarán contra el Señor. (2 Pedro 2:1-2).
Dejar de buscar a Dios hoy en día es peligroso, porque no sólo puede alejarte de la verdad, sino llevarte a perder tu salvación. Hebreos 2:1-4. Relata: "Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad".
Entender los tiempos que vivimos es sumamente sencillo, no necesitas escuchar mil mensajes que estamos en los últimos tiempos y que Jesús viene pronto. Sólo necesitas leer la Biblia, alzar tu mirada y ver que la realidad que vivimos está escrita. Por eso te animo a que no dejes de buscar a Dios y vivir bajo Su voluntad, es fácil no buscarlo, porque no requiere ningún esfuerzo. Pero, hacerlo exige mucho valor.
Y si estás atravesando alguna situación difícil o necesidad, no dejes a Dios como último recurso, acudiendo a los amigos primero, luego al pastor o consejero, y finalmente terminar de rodillas.  Jesús nos dice: "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas." (Mateo 6:33). Debemos ir al Señor primero, antes que a cualquiera.
El apóstol Pablo escribe: "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias." Filipenses. 4:6.  Lo que Pablo nos está diciendo es: "Busca al Señor primero si tienes alguna necesidad o preocupación.  Y dale las gracias anticipadas por escucharte."
Si Dios es importante para mí, haré hasta lo imposible por buscarlo cada día. Si no lo es, entonces mi búsqueda de Dios será pobre.
No duermas y empieza a buscarlo ahora que tienes tiempo y un libre acceso a Su presencia. “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.” Hebreos 10:19-22


                   Diego  Jora
                   CVCLAVOZ    

viernes, 28 de octubre de 2016

¿No te envió yo?


Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? Jueces 6:14
La Biblia nos cuenta la historia de un hombre llamado Gedeón, que estaba inmerso en una situación que  también nos desesperaría a muchos de nosotros.  Por causa de la rebeldía del pueblo de Israel, Jehová los había entregado en manos de los madianitas y estos los atacaban constantemente, saqueándolos a tal punto, que ni siquiera tenían lo básico para comer.
Allí estaba el pueblo de Dios, inmerso en el temor, sometido a un enemigo ante el cual se sentía débil e incapaz de enfrentar.  Los israelitas solo atinaban a hacer cuevas, para guardar algo de comida e impedir de tal manera que fuera robada por sus enemigos. Entre ellos estaba Gedeón, haciendo lo que podía para sobrellevar el mal momento, y como tantos hombres que se sienten abrumados ante una situación, solo trataba de hacer algo para sobrevivir.
Gedeón ante sus propios ojos, era un hombre digno de lastima, sin futuro ni ambiciones, ya que solo pensaba en asegurar su subsistencia. ¡Pero que diferente era  la mirada de Dios! El lo veía como un varón esforzado y valiente, un hombre con el potencial de liderar a su pueblo para finalmente vencer a los madianitas que tanto los acosaban.
Gedeón dudó ante un llamado tan grande, pero no lo juzgues ni te apresures a hablar de su falta de fe, porque si revisamos en nuestras propias vidas, esta actitud es mas común de lo que nosotros pensamos. Pero me llama la atención la expresión que Dios usó: ¿No te envió yo? Como diciendo: ¿Tu sabes con quien estás hablando, has pensado en quien es el que te está encargando esta misión?
Muchas veces, al igual que Gedeón, perdemos de vista la grandeza y el poder de nuestro Dios, las circunstancias nos asfixian, no se ve un futuro distinto ni mejor y solo se atina a sobrevivir como por inercia. Pero sobrevivir no es vivir, ni siquiera es lo que Dios preparó para nosotros, ¡cuantas promesas bíblicas nos muestran los planes que Dios tiene para nosotros y cuantas otras nos hablan de conquista, prosperidad, expansión de territorio y el alcance de nuevas metas!
Pero nosotros lo Gedeones de este tiempo también dudamos, pensamos que esto es todo lo que hay, que poco y nada cambiará en el futuro, sin embargo quiero que reflexiones en esa simple pregunta que el Señor le hizo a Gedeón: ¿Acaso no te envió yo? ¿No fui yo el que te di todas esas promesas que lees en la Biblia, realmente conoces quien soy y mi poder?
Finalmente Gedeón, lleno del Espíritu de Dios y contando solo con trescientos hombres, pudo conquistar lo que parecía imposible. Dios conforme a su Palabra cumplió su promesa y entregó a los madianitas en manos de Gedeón. Dios puede entregarte muchas cosas en tus manos, si tan solo puedes creer y comprender quien es el que esta contigo peleando a tu favor.
Es tiempo que te levantes como un nuevo Gedeón, que aun a pesar de sus temores y dudas, obedeció a Dios y Él le dio una resonante victoria. Ve con estas tus fuerzas y enfrenta las pruebas, las circunstancias, el imposible, la enfermedad, la pobreza, no hay enemigo que no puedas derrotar, si por un momento tomas consciencia de quien pelea por ti.


                 Daniel Zangaro
                   CVCLAVOZ    

jueves, 27 de octubre de 2016

Rehabilitación


El diccionario define la palabra rehabilitación como el conjunto de procesos que tienen la finalidad de volver a habilitar, restablecer o recuperar algo. Existe un área dentro de la fisioterapia llamada rehabilitación física, la cual está vinculada a los tratamientos que desarrolla una persona para recobrar la condición o el estado que perdió a causa de una enfermedad u otro tipo de trastorno de salud.
Las tareas que se realizan durante este periodo pretenden que el individuo mejore su movilidad y sus habilidades físicas a partir de ejercicios, masajes y otras técnicas. Muchas veces las lesiones que afectan a los músculos, los ligamentos, los tendones, las articulaciones y los huesos, suelen requerir tratamientos sin los cuales no se podría recuperar la fortaleza física.
Supongamos que una persona sufre un accidente automovilístico y el impacto le provoca una fractura en la pierna izquierda. Tras una intervención quirúrgica por muy exitosa que haya sido,  el individuo deberá recibir un tratamiento de rehabilitación física a cargo de un especialista para estar en condiciones de volver a caminar y luego, poco a poco, retomar su vida normal sin restricciones.
Ahora, cuando hablamos de la condición espiritual en el ser humano un factor importante que debemos reconocer es que todos llegamos  a la vida con todo tipo de pecados, en otras palabras, estamos inhabilitados desde nuestro nacimiento para recibir la gracia y el favor de Dios.
Pero llegar a los pies de Jesús y recibirlo como Señor y Salvador, es similar a una operación que nos permite sanar de la condición pecaminosa en la que nos encontramos, pero luego debe venir el proceso de rehabilitación.
Efesios 4:13 dice: “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.” Versión Reina-Valera 1960
El camino no termina cuando reconocemos la necesidad de Dios. Comprende: no somos salvos únicamente por reconocer la muerte de Jesús como paga por nuestros pecados, ese es sólo el principio de un camino de rehabilitación para convertirnos nuevamente en hombres y mujeres similares que estén a la estatura de Cristo. Mateo 24:13 dice: “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.” Versión Reina-Valera 1960
Génesis 1:26 dice que somos creados a imagen y semejanza de Dios, pero qué lejana parece estar toda la humanidad hoy de todo eso. ¡Ánimo, no todo está perdido! Jesús hizo una promesa, Juan 14:23 dice: “El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.” Versión Reina-Valera 1960
Guardar la palabra de Dios y cumplirla en nuestra vida, es el proceso de rehabilitación para hacernos a la altura y la plenitud de Cristo.


                 Hector Colque
                   CVCLAVOZ    

miércoles, 26 de octubre de 2016

Ejercitar y fortalecer


Aunque parezca difícil de creer, a la fecha la ciencia no tiene respuestas concretas para explicar la razón de los dolores musculares que aparecen después del ejercicio físico comúnmente llamado como mialgia diferida, agujetas o macurca. A través de los años se han formulado varias hipótesis entre las cuales se destaca la Microrrotura.
Esta teoría sostiene que el ejercicio físico provoca roturas e hinchazón en las fibras musculares que han sido sometidas a esfuerzos fuera de lo normal. Cuando una persona hace ejercicio, empieza a sentir sensación de ardor en los tendones que están realizando el trabajo, todo puede estar tranquilo al principio, pero después de un tiempo de reposo aparecen esos típicos dolores. Esas roturas musculares son las causantes de las agujetas o macurcas.
La recomendación es consumir carbohidratos después del ejercicio porque las fibras musculares están en reconstrucción y buscan componentes para reparar dicha roturas.
Lo interesante es que gracias  a ese dolor uno puede estar seguro que los músculos están predispuestos al crecimiento. Si a eso le sumamos la constancia y el cuidado adecuado, con seguridad se obtendrán buenos resultados.
Ahora bien, existe cierta similitud cuando hablamos de crecimiento espiritual. En algunos versículos de la Biblia podemos leer: “Ejercítate para la piedad” 1 Timoteo 4:7, “Fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza” Efesios 6:10, “Para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal” Hebreos 5:14.
Ejercitar y fortalecer, son algunos de los términos arriba empleados. Esto quiere decir que el crecimiento espiritual demanda esfuerzo intencional: Amar al prójimo no siempre es fácil, perdonar no es precisamente algo que se hace con facilidad, cultivar el hábito de orar cuesta, vivir con la convicción de obedecer lo escrito en la Biblia aunque todo alrededor parezca decir lo contrario demanda un esfuerzo, creer que Dios tiene el control aunque las cosas no estén saliendo como uno quiere demanda más fe, aceptar un NO de Dios por respuesta a una petición es algo muchas veces difícil, atravesar pro pruebas puede provocar tristeza, etc.
En ese instante uno quisiera tomar personalmente el control de todo, pero ese dolor del yo interior al dejar realmente cualquier circunstancia en las manos de Dios y obedecer sus mandamientos, por muy difícil que parezca en ese instante, es una señal de crecimiento.  
En medio de la aflicción y las dificultades Dios no nos dejará solos, pero tampoco podemos huir de nuestra responsabilidad.
Hechos 14:22 dice: “En estos lugares animaron a los creyentes, y recomendándoles que siguieran firmes en la fe, les dijeron que para entrar en el reino de Dios hay que sufrir muchas aflicciones.” Versión Dios Habla Hoy
Un entrenador de gimnasio dijo una vez: “Si no duele, no sirve” pero en términos de vida espiritual cotidiana podríamos decir: Si estás determinado a permanecer en los mandamientos de Dios aunque debas renunciar a ti mismo, entonces estás creciendo.


         
                Héctor Colque
                   CVCLAVOZ    

martes, 25 de octubre de 2016

No tengo esperanza


La Palabra de Dios da a conocer la historia de un hombre que buscaba a Jesús desesperadamente porque su hija se encontraba en un estado crítico.
Mientras él regresaba con Jesús, vinieron de su casa para decirle que no moleste más al maestro porque su hija había muerto, en otras palabras, que deje de clamar y pedir porque no había esperanza.
Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba junto al mar. Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies, y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.
Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban. Marcos 5:21-24
Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro? Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente. Y no permitió que le siguiese nadie sino Pedro, Jacobo, y Juan hermano de Jacobo.
Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho. Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de él. Mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña.
Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate. Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron grandemente. Marcos 5:35-42

¿Cuál es la dificultad que estas enfrentado? Es posible que las personas que te rodean crean que no existe esperanza para ti, incluso que tú mismo pienses que tu problema no tiene solución y que estás perdiendo el tiempo buscando a Jesús; pero en este momento Él te dice: “No temas, cree solamente”
Las personas que no conocen a Dios nunca creerán en lo que Él puede hacer, sólo pensarán que eres una molestia, así que apártalos de tu vida. Si en este momento estás sufriendo alguna aflicción en tu vida o por alguien que amas no tengas miedo y cree en Él, entrégale tu vida y la de tu familia así como lo hizo Jairo ¡No dejes de clamar porque nada es imposible para Dios!

 
           
                 Shirley Chambi
                   CVCLAVOZ    

domingo, 23 de octubre de 2016

Si regresas a mi te restauraré

Esto dice el Señor: “Si regresas a mí te restauraré para que puedas continuar sirviéndome. Si hablas palabras beneficiosas en vez de palabras despreciables, serás mi vocero...” Jeremías 15:19 (NTV)
¿Sientes que estás lejos de Dios? ¿Has fallado tanto que lo único que deseas es la muerte? El Señor te dice: “si tú regresas a mí”, es decir, si tú dejas el pecado, “yo te restauraré el corazón y podrás estar delante de mí”.  No te engañes, cuando estás en pecado estás apartado de Dios, Él no está contigo. Su presencia no está dentro de ti, ni sus bendiciones caerán a tu favor. Es imposible.
Por eso es importante que reconozcas que hay pecado en ti y que necesitas ser restaurado. Esto no significa que lo que hiciste no tendrá consecuencias; sino que, Jesús nunca te dejará ni te abandonará en medio de este proceso. Él te ayudará a salir adelante y vivir para Él.
Dile este día a Jesús: “Señor, estoy aquí delante de ti, agradecido porque tu misericordia me ha alcanzado, lejos de juzgarme me buscas para perdonarme y restaurarme. Hoy te pido perdón por todos mis pecados, perdóname porque me he alejado de ti, acepto que me dejé llevar por los placeres de este mundo y los deseos de mi carne. Reconozco que te necesito porque sin ti no puedo vivir, por eso te pido que me ayudes y restaures. Cambia mi carácter, transforma mis pensamientos y fortalece mi dominio propio. Por favor, tómame en tus manos, quiero que me moldees conforme a tu voluntad. Hoy quiero comenzar de nuevo con tu ayuda, no me dejes, y no me sueltes, cuando yo quiera soltarme no lo permitas, dispongo totalmente mi corazón para que obres libremente. Gracias Señor, porque puedo sentir tu presencia, gracias porque sé que me amas y que terminarás la perfecta obra que un día comenzaste en mí, lo creo en el Nombre Poderoso de Jesús, Amén.”
Entonces, ¿quién nos condenará? Nadie, porque Cristo Jesús murió por nosotros y resucitó por nosotros, y está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios, e intercede por nosotros. Romanos 8:34 (NTV)
Jesús te ama tanto que está intercediendo por ti y no sólo te escogió para que seas salvo, sino que te hizo Su hijo, porque Su amor por ti es grande.
“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.” 1 Juan 3:1-2
¡Olvida el pasado y empieza a vivir a partir de hoy!


                   Diego Jora
                   CVCLAVOZ    

sábado, 22 de octubre de 2016

Gracia que me salvó


Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2:8-9
Uno de los temas más importantes, que es necesario que comprendamos bien, es el tema de la gracia.
Es necesario, en primer lugar, establecer qué es y qué no es la gracia para no caer en exageraciones.
Lamentablemente, a veces se enseña esto, con un concepto tan desproporcionado, que lleva al libertinaje, pensando que la gracia implica una especie de licencia para pecar.  Sin embargo, nada más lejos de la realidad.
En posición diametralmente opuesta, se encuentra otro grupo, que al reducir el alcance de la gracia, termina imponiendo el legalismo en sus congregaciones.
Suele verse en estos casos, que llega el necesitado a la iglesia, y en lugar de encontrarse con el amor cristiano, recibe una lista de requisitos que debe cumplir. Teniendo que soportar unas veces el rigor de la ley y otras el prejuicio religioso.
En cuanto a este tema, es muy interesante el libro de Philip Yancey “Gracia divina, condena humana” donde el autor nos confronta con muchas actitudes, que tienen más que ver con el juzgar que con el restaurar.
Tomemos el ejemplo de Jesús:
Dice la Biblia, que en una oportunidad, encontraron a una mujer en pleno acto de adulterio. La ley decía que correspondía que fuera apedreada. ¿Era justo? Según la ley sí, porque no había duda sobre lo que la mujer había hecho y la ley era clara al respecto.
Sin embargo, con Jesús llega la gracia. Dice el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra, entonces nadie pudo condenarla.
En este caso, vemos claramente el obrar de la ley y la gracia.
Gracia, es favor inmerecido, un regalo dado por Dios, no por los méritos humanos, no por lo buenos que somos, sino por su infinito e incondicional amor.
Es importante aprender a vivir bajo la gracia.  Como pecadores que somos, la necesitamos.
Aceptar la gracia implica renunciar al legalismo y obrar con amor y misericordia para con nuestro prójimo. Restaurando al caído, animando y reflejando en nuestra vida el amor de Cristo.
Esto también funciona para uno mismo, por las veces que le hemos fallado a Dios, hoy podemos ir confiadamente delante del Señor, sabiendo que hay una nueva oportunidad para cada vida.



                Daniel Zangaro
                   CVCLAVOZ    

miércoles, 19 de octubre de 2016

¡Extiende tus alas!


Un pastor, que había predicado sobre los últimos versículos del capítulo 40 de Isaías, fue  a visitar una granja en la cual vio, al pasar delante del gallinero, una extraña gallina de color parduzco.
     - Nunca había visto  gallinas de ese color. ¿De dónde la obtuvieron ustedes? - Dijo el visitante acercándose al gallinero para observar mejor.
     - Le contaré la verdad- declaró el granjero-  No es una gallina, es un águila, la encontré caída del nido y la he criado con las gallinas.
     - Es verdad – declaró el visitante y, queriendo dar una lección práctica al granjero y a los  otros miembros que habían escuchado su sermón, insinuó al propietario del ave – ¿Quisiera vendérmela usted?
     - Se la regalo con mucho gusto, ¿pero qué hará usted con ella?El pastor tomó el águila que le fue entregada con una sonrisa y echándola al aire exclamó:  -¡Eres un águila, pórtate como tal!
Pero el águila no acostumbrada a volar había perdido sus facultades y aunque extendió sus alas no hizo sino planear y caer en tierra.
Recogiéndola, el pastor volvió  a arrojarla al aire con más fuerza, pero el ave cayó nuevamente en tierra como la primera vez.
Tomándola de nuevo, el pastor pidió al granjero le permitiese subir a la azotea más alta de la casa, donde repitió el experimento, con el resultado de que esta vez el águila extendió sus alas pareciendo planear, pero remontando el vuelo desapareció, perdiéndose como un punto lejano en el azul del cielo.

     - He aquí la mejor ilustración de mi sermón,  dijo el pastor,  cuántos hijos de Dios con gloriosas facultades espirituales han perdido el hábito de volar, entreteniéndose en el corral de este mundo en picotear los placeres carnales cuando tienen facultades para vivir, por la fe, en las alturas a que les da derecho su alta vocación espiritual.
Muchos de nosotros, en diferentes momentos de nuestras vidas,  nos encontramos como el águila, conformándonos con el lugar que nos han impuesto, acomodándonos a las circunstancias y costumbres de las personas que nos rodean y con el tiempo, vamos permitiendo que nuestras facultades y los dones especiales que nos dio Dios se vayan apagando.
Nunca nadie dijo que sería fácil pero si Dios depositó un sueño en ti y te dio dones y talentos es tiempo de desplegar tus alas y volar. Conquista nuevas alturas. Dios estará contigo siempre, renovando tus fuerzas.
“¿Acaso nunca han oído? ¿Nunca han entendido? El Señor es el Dios eterno, el Creador de toda la tierra.  Él nunca se debilita ni se cansa; nadie puede medir la profundidad de su entendimiento. Él da poder a los indefensos  y fortaleza a los débiles. Hasta los jóvenes se debilitan y se cansan, y los hombres jóvenes caen exhaustos. En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas;  volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán”. Isaías 40:28-31 (NTV)
No esperes más, ¡extiende tus alas y vuela! No te conformes con vivir en  un gallinero cuando Dios te hizo para los cielos.



          Ana María Frege Issa
                   CVCLAVOZ    

martes, 18 de octubre de 2016

Pantano


A veces estamos acostumbrados a recibir bendiciones pero no a compartirlas. Dios no nos bendice sólo para que le agradezcamos y quede todo ahí con una sonrisa y agradecimiento, Él nos hizo capaces de compartir y ser de bendición para otros.
Lo que sucede cuando un lago tiene varias entradas de agua pero ni una de salida, es que provoca que las aguas se detengan y  surja un pantano, algo que es muy desagradable por el olor, insectos, peligro, etc.que genera.
De igual manera, quizás nos hemos convertido en pantano, enfocándonos en pedir para nosotros, recibir la bendicion y favores de Dios pero no hemos bendecido a otros ni compartido esa bendición. Esto es algo muy desagradable que a la larga repercute en nuestra relación con Dios y con los demás.
En lugar de ser pantanos seamos como Abraham que recibe la bendición para ser de bendición: “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.” Genesis 12:2 (RVR-1960)
No guardes solamente para ti lo que Dios te está dando, las bendiciones son para ser compartidas. Fusite creado para ser un canal de bendición y de testimonio a las naciones y esto no sólo significa hablar de Jesucristo si no también hacer parte de nuestra bendición a los que nos rodean o Dios pone en nuestro camino.
“Y Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten. Entonces siempre tendrán todo lo necesario y habrá bastante de sobra para compartir con otros.” 2 Corintios 9:8 (NTV)
Hoy te desafío a dejar de ser un pantano y a bendecir a otro con lo que Dios te bendijo, dale ese gozo y comparte de las bondades que Dios tiene para sus hijos. Fuimos creados para ser bendecidos y bendecir.


 
        
           Telma Céspedes
                CVCLAVOZ    

lunes, 17 de octubre de 2016

¿Estás listo para irte al cielo?


Una enfermedad  crónica o terminal induce a que la persona piense en el final de su vida, pensar que la muerte está a pasos de distancia ocasiona un sufrimiento muy grande. Sin embargo, no es necesario padecer una enfermedad para pensar en el fin, el tiempo de irse ha llegado a muchos jóvenes y niños cuando se encontraban en el estado más enérgico y saludable de sus vidas.
Por tanto, ya sea que nos encontremos saludables o con una terrible enfermedad tenemos que estar preparados para ir al lado de Dios ¿Estás listo?
También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.
Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. Lucas 12:16-21
Este hombre estaba viviendo un tiempo de prosperidad y aún tenía planificado mayor abundancia para el futuro, lamentablemente en su vida sólo se ocupó de hacer riquezas y se olvidó de Dios, perdió lo más importante: salvar su alma.
Si estás enfermo no te tortures pensando en el final del camino porque todos pasaremos por eso,  no te preocupes solamente por sanar tu cuerpo sino por salvar tu alma. Si pides a Dios que te sane es posible que recibas una respuesta afirmativa, sin embargo, también es posible que tu tiempo haya llegado y lo importante será que estés preparado para irte con Él.
El tiempo de partir puede llegar en cualquier momento, seas anciano, joven o niño, estés enfermo o sano, aunque te encuentres en prosperidad y abundancia, nada impedirá que te vayas si ha llegado el tiempo; por tanto, actúa con sabiduría y realiza tus planes de la mano de Dios, seguro de irte al cielo si en este momento concluyera tu vida en este mundo.

           Shirley Chambi
               CVCLAVOZ    

domingo, 16 de octubre de 2016

Dejando atrás lo que era antes


“No os acordéis de las cosas pasadas… he aquí que yo hago cosa nueva…” Isaías 43:18-19.
Sería tan bueno poder viajar al pasado y corregir todos nuestros errores, ¿verdad? Pero lamentablemente no se puede. Una gran realidad es que ninguno de nosotros es perfecto. Todos hemos cometidos errores y definitivamente hemos experimentado en carne propia lo que es el dolor de tomar decisiones equivocadas.
Un gran error  es que muchos de nosotros aún no podemos dejar el pasado, pensamos que hemos sido demasiado malos y pecadores por lo que no creemos que Dios nos haya perdonado del todo. Vivimos atormentados, pensativos y sin esperanza sobre nuestro futuro. ¿Te sientes así?
Creo que todos tenemos un pasado horrible y  muchas veces hasta vergonzoso, pero la Biblia dice que antes andábamos conforme a las corrientes de este mundo, pero ahora somos libres por Jesús, quién pago la deuda de nuestro pecado y nos ha hecho nuevas criaturas.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” 2 Corintios 5:17
“Si confesamos nuestros pecados él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.” 1 Juan 1:9
No importa el pecado que hayas cometido, la fidelidad de Dios permanece, aun cuando nosotros seamos infieles. Él nunca cambia. El Señor siempre es el mismo en Amor, en Poder, en Majestad y en Autoridad. Él es estable, fiel a cada instante por los siglos de los siglos.
No te desvalorices ni te juzgues a ti mismo. Al igual que tú y yo, hay muchos que tuvieron un pasado oscuro pero que pudieron salir adelante y fueron muy usados por Dios.
Por ejemplo Moisés, quién después de matar a un egipcio tuvo que irse al desierto y pasar años de proceso de Dios en su vida para poder ser usado para liberar al pueblo de Israel, y después de ser un hombre impulsivo llegó a ser el hombre más manso sobre la faz de la Tierra (Números 12:3).
Un David que después de ser un adúltero y asesino, también tuvo que pasar por el proceso de Dios en su vida y olvidar su pasado para luego llegar a ser un hombre conforme al corazón de Dios (Hechos 13:22).
Una Rahab, quien era una prostituta y que después se convertiría en aquella que salvó la vida de los espías que Josué había enviado a reconocer a Jericó, la tierra que iban a poseer. (Josué 6:22-25).
Una Ruth moabita que creció adorando a ídolos, pero que luego se convertiría en una servidora del único Dios verdadero, hasta llegó a ser parte del linaje del Rey David y de nuestro Señor Jesús.
Un Pablo, anteriormente llamado Saulo de Tarso, que perseguía a los cristianos para matarlos y después de tener un encuentro genuino con Jesús su vida no volvió a ser la misma, a tal punto de que hoy en día podemos leer algunas de las cartas que escribió y que hoy se encuentran en las Sagradas Escrituras. (Efesios 4:1).
Ahora bien, si el Señor puede hacer todas estas transformaciones con personas de dudoso pasado, Él también puede darte a ti un nuevo comienzo.
No sigas luchando con tu pasado, Dios ya te perdonó y te hizo libre, es hora de creer y usar nuestro pasado para testificar de Dios.
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” Romanos 8: 28



               Diego Jora
               CVCLAVOZ    

sábado, 15 de octubre de 2016

Con un propósito


Todos solemos pasar situaciones trágicas en las diferentes etapas de nuestra vida. Muchas de ellas no tienen explicaciones inmediatas ni posteriores; sin embargo, llega un tiempo donde todo tiene sentido.
Dice en Romanos 9:10-12 NTV  “Ese hijo fue nuestro antepasado Isaac.  Cuando se casó con Rebeca, ella dio a luz mellizos. Sin embargo, antes de que nacieran, antes de que pudieran hacer algo bueno o malo, ella recibió un mensaje de Dios. (Este mensaje demuestra que Dios elige a la gente según sus propósitos; él llama a las personas, pero no según las buenas o malas acciones que hayan hecho). Se le dijo: «Tu hijo mayor servirá a tu hijo menor»”
¡Nacemos con un propósito! Nada es casualidad en esta vida, ni nadie está descartado por tener una vida complicada o en quietud.
La pérdida de un ser querido, el abandono de tu conyugue, el desamor de los padres o hijos, el desempleo, los problemas emocionales, la crisis de nuestro país, etc., todo se puede superar con la ayuda de Dios, el detalle es que nuestra confianza esté en la voluntad de Dios, en sus propósitos eternos, más que en los temporales.
Hoy podemos estar llorando en desesperación pero mañana sabremos que ese dolor nos permitió ser más fuertes, sabios, emprendedores o que nuestra experiencia puede ayudar a otras personas a superar las circunstancias similares que vivimos nosotros, o porque necesitamos pasar por esto para cambiar algún aspecto malo de nosotros.
Jesús tuvo una muerte trágica para salvarnos de la paga del pecado, así como Pablo sufrió persecución para que el evangelio sea esparcido por toda la tierra. El sufrimiento de ellos y muchos más trajo al mundo entero la esperanza de vida en Dios.
Te animo a que averigües el propósito de Dios para tu vida y en la circunstancia que estás pasando, y ten presente que Dios te dice: “Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.” Jeremías 29:11


            Soraida Fuentes
                CVCLAVOZ    

viernes, 14 de octubre de 2016

Un Dios que restaura


Leemos en la Biblia la historia de Manasés, un niño de 12 años que a pesar de su corta edad, tenía la enorme responsabilidad de reinar sobre Jerusalén. La Biblia nos dice que,  a diferencia de su padre Ezequías, Manasés estaba tomando decisiones que iban en contra de la voluntad de Dios y en favor de la idolatría.
Porque él reedificó los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a los baales, e hizo imágenes de Asera, y adoró a todo el ejército de los cielos, y les rindió culto.
Edificó también altares en la casa de Jehová, de la cual había dicho Jehová: En Jerusalén estará mi nombre perpetuamente.
Edificó asimismo altares a todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa de Jehová.
Y pasó sus hijos por fuego en el valle del hijo de Hinom; y observaba los tiempos, miraba en agüeros, era dado a adivinaciones, y consultaba a adivinos y encantadores; se excedió en hacer lo malo ante los ojos de Jehová, hasta encender su ira.
Además de esto puso una imagen fundida que hizo, en la casa de Dios, de la cual había dicho Dios a David y a Salomón su hijo: En esta casa y en Jerusalén, la cual yo elegí sobre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre; 2 Crónicas 33:3-7
En términos modernos podríamos decir que nos encontramos frente a un hijo rebelde, que al momento de tener la oportunidad de reinar, resolvió hacer todo lo contrario a lo que había aprendido de su padre.
Siempre reconocemos el valor del ejemplo en la formación de los hijos y hasta podemos comprender cierta conducta impropia de ellos, cuando son los mismos padres quienes con su obrar están estableciendo un modelo negativo para ser imitado.
Sin embargo este es el caso opuesto, entiendo por lo que nos expresa la Palabra que Manasés tuvo la oportunidad de aprender directamente de un hombre temeroso de Dios como era Ezequías; no obstante su rebeldía y sus ímpetus juveniles lo llevaron a deshacer todo lo que su padre había avanzado en el sentido de terminar con la idolatría.
Entonces por causa de su rebeldía contra Dios, perdió su reinado y fue llevado cautivo, pero recién allí, pudo reconocer que Jehová era Dios y obrar en consecuencia
11 Jehová trajo contra ellos los generales del ejército del rey de los asirios, los cuales aprisionaron con grillos a Manasés, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia.
12 Mas luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres.
13 Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su oración y lo restauró a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios.
Finalmente, llegó el tiempo del arrepentimiento y reconoció a Jehová como único Dios. Al hacer esto y quitar todo lo que lo ligaba a adorar otros dioses, Jehová lo restauró a su posición de reinado sobre Jerusalén.
Haberlo sacado del cautiverio ya hubiera sido un precioso milagro, sin embargo, Dios no se quedó ahí. Al ver que Manasés pudo humillarse en su presencia, decidió exaltarlo y restaurarlo a su posición de privilegio.
Esta historia me hace pensar en tantos hijos rebeldes que a la hora de tomar sus propias decisiones, desechan los consejos de los padres o lo que les fue enseñado a través de su educación. Avanzan con ímpetu juvenil con el desparpajo del que cree saberlo todo y a pesar del buen ejemplo recibido, deciden desviarse en sus caminos.
Cuántas historias escuchamos de padres que se preguntan en qué fallé para que me hijo me ignore o ni siquiera tome en cuenta mis consejos. Sin embargo, la historia de Manasés nos muestra que a pesar de la rebeldía y el dolor como consecuencia del pecado, llegó el tiempo de arrepentimiento y la consiguiente restauración para su vida.
Cuántos jóvenes se encuentran atrapados con grillos de drogas, depresión, alcohol, relaciones ilícitas, puestos en angustia como consecuencia de no obedecer la Palabra de Dios y seguir su propio pensamiento. Cuántos hijos están literalmente privados de la libertad, sufriendo y trayendo dolor a familias completas.
Tal como sucedió en la vida de Manasés, la restauración es posible, cuando nos humillamos delante de Dios, nos arrepentimos y cambiamos nuestra conducta con el objetivo de poner nuestra vida en sintonía con la Palabra de Dios.
Padres, no es tiempo ahora de preguntarse o auto culparse por las fallas en la educación, pero sí  de levantarnos a clamar y declarar que la restauración que obró en la vida de Manasés, sea una realidad también para la vida de cada hijo, que por rebeldía ahora se encuentra atrapado en angustia y aflicción.
No es tiempo de desmayar ni desanimarse, por lo cual es necesario perseverar en la oración, creer y clamar por un poderoso milagro de restauración para la vida de tus hijos.


            Daniel Zangaro
              CVCLAVOZ    

jueves, 13 de octubre de 2016

Para bien y no para mal



Es cómodo juzgar la conducta de otros a simple vista, solemos sacar conclusiones de lo poco que sabemos o lo poco que llega a nuestros oídos.
Esta semana pasó algo que me hizo pensar mucho en esto. Cuando iba a subir a la movilidad pública para trasladarme al trabajo, dos personas se adelantaron, un joven con su madre, la cual cerró la puerta al estar yo subiendo, me molesté y le dije que porqué cerraba si estaba subiendo. Sólo me pidió que la disculpara. Ya después de un trayecto ellos bajaron y pude notar algo que no percibí antes, la señora tenía problemas en la vista porque necesitaba estar agarrada de su hijo para bajar.
Me sentí terrible por mi reacción apresurada, porque lejos de ayudar a la señora con esta limitación aumenté su limitación.
Jesús confrontó a los jefes de los judíos cuando lo juzgaron por sanar a un hombre en día de reposo, cuando ellos también llevaban a cabo la circuncisión en aquél día, y les dijo: No digan que algo está mal sólo porque así les parece. Antes de afirmar algo, deben estar seguros de que así es. Juan 7:24 TLA .Jesús había dado una nueva esperanza a una persona enferma, fue de bien para él, pero los jefes judíos se preocuparon más por el cumplimiento de la ley, que a su “parecer” era lo mejor, antes de ocuparse de lo más importante: el amor a los demás.
Antes de emitir nuestra opinión o actuar al calor de nuestras emociones, tomemos un tiempo para reflexionar y preguntarnos ¿Estoy seguro de que conozco todo sobre este tema para juzgar? Así evitaremos ser de tropiezo y seremos de bendición a nuestro prójimo.
En cualquier situación en la que te toque emitir una opinión respecto a algo o a alguien, si es posible conozcamos el por qué o qué hay detrás, es posible se necesite de tu ayuda o apoyo en vez que nuestro juicio; pues de eso Dios se encargará de manera justa: Ustedes juzgan como todos los demás, pero yo no juzgo a nadie.  Si lo hiciera, juzgaría de acuerdo a la verdad, porque no juzgo yo solo. Mi Padre, quien me envió, juzga conmigo. Juan 8:15-16 TLA
Recordemos que debemos ser luz y no oscuridad en todo lo que hagamos.


 
          Soraida Fuentes
             CVCLAVOZ    

miércoles, 12 de octubre de 2016

Ya no te angusties

Se cuenta de un excursionista que andando solo por una montaña, se extravió. Al hacerse de noche, teniendo en cuenta los precipicios que lo rodeaban, decidió quedarse en el lugar en el que se encontraba y esperar la mañana siguiente.
De pronto se desprendió la piedra en la que su pie se apoyaba y el hombre cayó, rodeado de una densa oscuridad, por una inclinada pendiente. Por fin pudo agarrarse a las ramas de un árbol, justo en el momento que su cuerpo quedaba suspendido en el vacío. Así aguantó hasta que faltándole las fuerzas se dejó caer en lo que creía un profundo abismo, pero que en realidad no era tal, sino una ligera depresión de terreno.
¡Cuántos de nosotros no hemos pasado por lo mismo! Llegan los problemas y decidimos quedarnos en nuestra zona de confort, tomamos las decisiones que a nuestro  parecer son las más seguras y de un momento a otro, la piedra en la que nos apoyamos ya no está. Sentimos la misma angustia del excursionista cuando nos aferramos con nuestras fuerzas a lo que creemos que puede salvarnos, olvidando que nuestras fuerzas no son suficientes.
La angustia siempre hace que el panorama se ponga más oscuro, nos debilita, nos lleva a la desesperación y paraliza nuestra fe.  Olvidamos que si confiamos en Dios no hay anda que pueda dañarnos.
“Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación”. Salmos 91: 14-16 (RVR 1960)
Lo mejor que podemos hacer cuando estamos cayendo por un precipicio, sin ver una posible salida, es descansar en Dios. No importa si es una gran caída o no, pero si confiamos en Dios, Él encargará de guardarnos en medio de las circunstancias y nos mostrará su salvación.
A veces la angustia es injustificada y  sólo viene como un astuto enemigo que aprovechando la oscuridad que puede traer un problema, llega a robarnos la paz, la salud y hasta nuestra fe decae por cosas que realmente no valen la pena. No permitas que la angustia te destruya, recuerda que Dios está contigo y ha prometido nunca abandonarte.
“Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, Y me salvará tu diestra. Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos”.  Salmos  138: 7,8
 ¡Basta de angustiarte! Confía en Dios  porque Él nunca falla.



         Ana María Frege Issa
                 CVCLAVOZ    

martes, 11 de octubre de 2016

¿Hasta cuándo debo de perdonar?


Es inevitable preguntarse cuántas veces se debe perdonar a alguien, en especial cuando esa persona nos ha fallado en varias oportunidades o nos ha herido. Esta misma pregunta se hizo Pedro:
Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete. Mateo 18:21-22
El número “siete” es el número de la perfección, por lo que Pedro consideraba que perdonar hasta siete veces era alcanzar el máximo de su espiritualidad. Pero Jesús le dijo: “No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete” se podría decir, hasta que la persona alcance la perfección, en todas las ocasiones y todas las veces que se nos pida.
Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale. Lucas 17:3-4
Aunque una persona haya fallado incontables veces, Dios te pide que lo perdones si nuevamente viniera a pedirte perdón. No está mal que reprendas si te han lastimado o han hecho algo en tu contra, pero el propósito no debe ser generar un conflicto o división, al contrario, el objetivo es que  la persona se arrepienta, pida perdón y se proceda a la reconciliación.
¿Conoces una persona que te ha fallado constantemente? Es preciso que aprendas a perdonar como Cristo nos enseñó, “hasta que sea perfecto”. Si estás cansado de hacerlo recuerda que Dios mismo te perdona y da una nueva oportunidad siempre.
De igual forma,  podríamos pensar que  la gente que cae constantemente en sus debilidades  no tiene oportunidad o posiblemente nos cansemos porque creemos no toman en serio el consejo que les brindamos,  pero Dios le da la oportunidad de levantarse una y otra vez, ¿Cuánto más nosotros?
¡Es mejor obedecer a Dios antes que a nuestros propios sentimientos!


          Shirley Chambi
             CVCLAVOZ    

domingo, 9 de octubre de 2016

¿Es verdad que estamos solos?

“Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.” Deuteronomio 31:8 (RV1960)
“Me siento solo, nadie puede ayudarme, todos me han dado la espalda, Dios no me escucha, me ha abandonado.” Son algunas frases que solemos escuchar de las personas, e incluso muchas veces las hemos mencionado nosotros mismos. Y es que los problemas y las situaciones que atravesamos día a día tienden a desanimarnos, llevándonos a  abandonar nuestra fe.
Pero, ¿Realmente estamos solos? Definitivamente ¡no! Eso es sólo una de las mentiras más destructivas que el diablo pone en nuestras mentes. No olvidemos que el enemigo nos ataca a través de pensamientos negativos. La Biblia en Efesios 6:12 nos dice: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”.
Es una lucha contra seres que no vemos y que a veces ni siquiera percibimos, operan en las regiones celestes en el aire. Efesios 2:2 dice: “en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”.
Satanás es experto para atacar la mente del ser humano, porque sabe que ahí puede generar confusión y hacer que el hombre dude sobre Dios. Su plan es hacer que la creación se aleje de su creador  lo más que pueda, por medio de la duda, al punto  de que no vuelva a confiar más en Dios.
Su ataque siempre será en  momentos críticos. Ten en cuenta que todo pensamiento negativo viene del enemigo, porque lo único que quiere es destruir y confundir al ser humano.  
No sé cómo te encuentras en este momento ni qué situaciones estás atravesando, pero aunque todo parezca oscuro y sin soluciones, quiero que sepas que no estás solo y que hay esperanza.
La Palabra de Dios, nos dice que el Señor nunca nos abandona; Isaías 41:10 señala: “No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.”
En Josué 1:5, dice: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.”
No olvides que Dios está contigo y que estará siempre a tu lado hasta el fin de los tiempos. Que tus pensamientos no te engañen y alejen de Dios.



             Diego Jora
             CVCLAVOZ    

viernes, 7 de octubre de 2016

Integridad en tiempos de prueba


“Si hablo, mi dolor no cesa; y si dejo de hablar, no se aparta de mí. Pero ahora tú me has fatigado; has asolado toda mi compañía.  Tú me has llenado de arrugas; testigo es mi flacura. Que se levanta contra mí para testificar en mi rostro. Su furor me despedazó, y me ha sido contrario; crujió sus dientes contra mí; contra mí aguzó sus ojos mi enemigo. Abrieron contra mí su boca. Hirieron mis mejillas con afrenta; contra mí se juntaron todos. Me ha entregado Dios al mentiroso, y en las manos de los impíos me hizo caer. Próspero estaba, y me desmenuzó; me arrebató por la cerviz y me despedazó, y me puso por blanco suyo.”  Job 16:6-12
Muchas veces nos cuesta leer el libro de Job, no es fácil leer acerca de un hombre que tuvo que soportar tanto sufrimiento. No terminaban de darle una mala noticia que ya llegaban con otra y aún peor.
La Biblia nos habla de la integridad de Job, quien aún en medio de la enfermedad y teniendo todo su cuerpo cubierto por llagas, no se quebrantó. Tampoco las tremendas pérdidas familiares que tuvo que soportar con la muerte de sus hijos, ni la ruina económica al perder todas sus riquezas pudieron vulnerarlo. Todo parecía derrumbarse con suma facilidad, cualquiera diría que Dios estaba enojado con él o ensañado con su vida.
Job no hizo lo mismo que muchos de nosotros, ante las pruebas y circunstancias de la vida, ya que generalmente tendemos a: 1) Quejarnos de nuestra situación 2) Darle lugar a la auto conmiseración o la lástima de nosotros mismos. 3) Tener un sentimiento de abandono por parte de Dios y de nuestros seres queridos.
Es más, aquellos a los que Job llamaba sus amigos, no entendían esta situación, no entraba en sus estereotipos; por lo tanto, sólo buscaban una y otra vez encontrar el  pecado oculto de Job, lo cual le ayudaría a entender las circunstancias de su vida actual.
Pero este no era el caso, Job permanecía íntegro, aún cuando su propia esposa le sugería que maldijera a Dios y muriera, pero Job nunca obró de tal manera.
Cuántas veces nos pasa que en medio de una situación difícil y esperando al menos un poco de comprensión y apoyo, lo único que encontramos son palabras duras y de juicio, preguntas que lo único que buscan es querer encasillarnos en uno de sus estándares para saber qué hacer o qué decir.
Cuántas veces se enseña equivocadamente que el sufrimiento viene por causa del pecado; sin embargo, esto no es cien por ciento acertado. Si bien dice la Biblia que la paga del pecado es muerte y por lo tanto el pecado trae sus consecuencias de sufrimiento, no toda mala situación o ni circunstancia dolorosa tiene su causa en el pecado.
Es necesario que como hijos y siervos de Dios tengamos mucho cuidado en caer en simplificaciones y subestimaciones, las que sólo terminarán dañando a las personas que se suponía íbamos a serles de ayuda o soporte en una difícil situación.
Por algo la Biblia nos dice: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33.
Hay situaciones que no entendemos, pero nuestra parte es confiar en la victoria del Señor.
La vida de Job nos enseña que se puede permanecer íntegro, aún en medio de situaciones dolorosas, pero tengamos en cuenta que en esos momentos saldrá  a la luz lo que realmente hay en nuestro corazón.
Finalmente a Job recibió mucho más de lo que tenía en salud, familia y riquezas, la historia termina con un hombre íntegro completamente restaurado.
Si estás pasando situaciones duras, difíciles de comprender, si de un momento para otro se han levantado tiempos de crisis, confía en Dios, mantente firme e íntegro creyendo que Él está en absoluto control de tu vida y que al igual que Job, tu postrer estado será mucho mejor que el primero.



         Daniel Zangaro
            CVCLAVOZ    

lunes, 3 de octubre de 2016

Otro dios


Hace poco más de un año, un joven en estado de ebriedad murió cuando se golpeó la cabeza al caer. En el lugar donde había fallecido,  una persona pidió un deseo y como se cumplió nombraron “santo” al hombre que perdió la vida. Prenden velas y la cantidad de personas que creen en él y se acercan a pedir por sus necesidades es increíble ¿Acaso no se ve claramente que las personas tienen la necesidad de entregar sus cargas?
No tendrás dioses ajenos delante de mí. No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen.Deuteronomio 5:7-9
Recuerdo que realizamos un viaje misionero con algunos jóvenes para predicar la palabra de Dios. En esta oportunidad encontré una señora que tenía el corazón duro por la forma en la que respondía las preguntas que le hacía; sin embargo, tuve la oportunidad de decirle que Dios podía darle una bendición que no añade tristeza con ella (Proverbios 10:22).
La señora se puso a llorar y me contó una historia conmovedora. En su hogar tenía el altar de una virgen a la que adoraba haciendo fiestas de gran costo, puesto que ganaba fuertes sumas de dinero. Un día perdió su empleo y todos los ahorros que poseía se fueron para cubrir una deuda que recibió injustamente.
Llegó el momento de realizar la fiesta para el dios que tenía, entonces, sacó un préstamo del banco e invirtió todo pensando que le iría mejor. Lamentablemente fue peor porque no tenían dinero para devolver al banco, embargaron su casa y tuvieron que escapar de su país.
Entre lágrimas ella declara: “todo lo que nos dio, nos cobró y ahora mis hijos no quieren saber nada de Dios” El diablo no solamente cobró en lo material, sino, en su estado espiritual, sus hijos no solamente odiaban al santo que los llevo hasta ahí, sino a Dios, a quien habían ignorado desde un principio.
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Mateo 11:28
Las personas en su necesidad buscan apoyo en los lugares equivocados, depositan su confianza en otros dioses, por lo que no sólo pierden bendición, sino que hasta pueden perder su alma. Dios es celoso y desea llevar tus cargas, si estás cansado Él quiere hacerte descansar. Te animo a entregar tus cargas en el lugar indicado y a guiar a otros que no conocen este sendero.
¡Salva vidas trayéndolos al camino correcto!



   
        Shirley Chambi
           CVCLAVOZ    

domingo, 2 de octubre de 2016

Su amor por ti


“Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; más los impíos caerán en el mal.” Proverbios 24:16
Es difícil imaginar la cantidad de pensamientos y sentimientos que pasaron por la mente de Pedro después de haber fallado a Jesús (Mateo 26:69-75) ¡Qué culpable se habrá sentido ese día! Seguramente, sintió que era el peor momento y lo peor que había hecho en toda su vida.  Me imagino a un Pedro decepcionado de sí mismo y sin esperanza, decaído y derrotado por la culpa, sin ganas de vivir ni seguir adelante. Qué pensamientos habrá tenido en ese instante, de seguro fue un tiempo crítico y decisivo para él.
Ahora bien, ¿Estaba todo perdido para Pedro? Claro que no, porque más tarde él demostró que podía levantarse y confiar en el amor de Dios al decidir seguir en el camino del Señor y esperar lo que sucedería con su vida. Ese mismo Pedro fue usado en gran manera después de permanecer en la presencia de Dios y recibir el Espíritu Santo para predicar la palabra de Dios. (Hechos 2:14)
Tal vez en este momento te sientes como Pedro,  piensas que Dios ha dejado de amarte por algo que has hecho, te consideras una mala persona que ha echado a perder no una, sino muchas oportunidades. Quizás ignoraste  muchos consejos antes de cometer esos errores, pero ¿Sabes algo? Todos fallamos.
Lo que importa ahora no es lo bajo que hayas caído, sino lo decidido que estés para levantarte y corregir ese error. Posiblemente te sientes triste, con dolor y hasta con vergüenza de lo que hiciste, pero déjame decirte que no eres el único, yo también he tenido momentos tristes, de desánimo, soledad, angustia, miedo e inseguridad; pero a pesar de nuestras fallas, Dios nos sigue amando. Aunque creas que no lo mereces, Él te sigue mirando con Sus ojos de amor y nunca se ha alejado de ti.
“Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.” Isaías 1:18
“El Señor dice: «Vuélvanse a mí ahora, mientras haya tiempo; entréguenme su corazón. Acérquense con ayuno, llanto y luto. No se desgarren la ropa en su dolor sino desgarren sus corazones». Regresen al Señor su Dios, porque él es misericordioso y compasivo, lento para enojarse y lleno de amor inagotable. Está deseoso de desistir y no de castigar.” Joel 2:12-13 (NTV)
Dios está dispuesto a obrar en tu vida y hacer una nueva persona de ti. Su amor no es como el de las personas que conoces, no puedes ni siquiera imaginarte lo importante que eres para Él y lo mucho que te ama.



   
           Diego  Jora
           CVCLAVOZ    

sábado, 1 de octubre de 2016

¿A quién sirven los que sirven?


Más os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos. Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal.” Romanos 16: 17-19.
La simple lectura del capítulo 16 de Romanos nos muestra una lista de personas a la que el Apóstol Pablo quería saludar, quizás para nosotros como lectores sea simplemente eso, pero para él, seguramente eran personas muy importantes, ya sea porque él mismo les habría compartido la fe o bien porque eran valiosas para la expansión del Reino.
Pero en medio de esta lista de saludos, Pablo introduce una advertencia contra las personas que causan divisiones y tropiezos enseñando una doctrina equivocada. La recomendación es apartarse de tales personas porque son motivadas por fines personales o egoístas, ya que solo se sirven a sí mismos.
Sucedía que en las iglesias que el Apóstol plantaba estableciendo fundamentos sólidos, luego de su partida, falsos maestros se infiltraban tratando de predicar un Evangelio distinto, en muchos casos relacionados con el cumplimiento de las tradiciones judías.
Más allá de lo que pasaba puntualmente en la iglesia de Roma, podemos adoptar las mismas recomendaciones para el presente. Muchas veces hay infiltrados en las iglesias que deslumbran con sus dones o talentos, sin embargo al poco tiempo vemos con tristeza que los frutos que dejan, no son otros que divisiones para la iglesia y tropiezo para aquellos que los siguen. Bajo una apariencia de piedad sirven a sus propios intereses o necesidades de exposición.
Los cristianos de la iglesia de Roma se habían ganado un muy buen nombre entre los creyentes, ya que su obediencia era notoria a todos y esto era motivo de gran alegría para el Apóstol Pablo. Por lo tanto los exhorta a ser sabios para el bien, lo cual significa ser instruidos de la Palabra e ingenuos para el mal, lo que representa una advertencia para no mezclarse con lo malo. En relación a esto, Pablo en su primera carta a los Corintios dice: “Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en cuanto a la malicia, y maduros en cuanto al modo de pensar" (1 Corintios 14:20).

 
     
        Daniel Zangaro
           CVCLAVOZ