lunes, 28 de noviembre de 2016

Invítalo a tu casa


Y el arca de Dios estuvo con la familia de Obed-edom, en su casa, tres meses; y bendijo Jehová la casa de Obed-edom, y todo lo que tenía. (1 Crónicas 13:14).
La Biblia nos cuenta la historia de un hombre llamado Obed – edom, a quien se le concedió el gran privilegio de que pudiera tener el arca en su casa. Como sabemos el arca es un símbolo de la presencia de Dios, por lo tanto cuando Obed - edom abrió su casa para guardar el arca, lo que realmente hizo fue invitar a la presencia de Dios a que entrare y permaneciere en su hogar. Dice la Biblia que por causa del arca Dios bendijo a Obed – edom y todo lo que él tenía.
El ejemplo de la mujer sunamita también puede inspirarnos en el mismo sentido. “Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros, se quede en él.” 2ª de Reyes 4:10
Esta mujer rápidamente se dio cuenta que el que pasaba a menudo por su casa, no era un hombre común y corriente sino un varón de Dios. No sólo que no se conformó con el trato habitual que pudieran tener de un saludo o compartir una comida, sino que le propuso a su esposo hacer un aposento para él, un lugar en el que pudiera quedarse.
Esta mujer estaba determinada a que la bendición no pasara de largo sino que se quedara en su casa y por causa de esta sabia decisión, al año siguiente dio a luz un hijo, siendo estéril y su marido de avanzada edad.
Llevando estos pasajes a nuestras vidas pudiéramos decir: ¡que importante es abrir nuestra casa y nuestro corazón para permitir la entrada de la presencia de Dios! Porque donde Él está, todo prospera, revive y toma nuevas fuerzas. En su presencia hay plenitud de gozo, hallamos paz y solución a cuestiones que humanamente nos parecían imposibles de resolver
Cuando dejas entrar la presencia de Dios en tu casa, Él lo cambiará todo. Pero para esto, es necesario estar dispuestos a que Dios pueda hacer cambios en nuestras vidas, dejar de tener nosotros el control, para que sea Él quien lo tenga. Te animo en este día, a que lleves la presencia de Dios a tu vida y a tu casa, búscalo como nunca antes y verás que al igual que Obed –edom y la mujer sunamita, todo será bendecido por su presencia.



         
                Daniel Zangaro
                   CVCLAVOZ    

sábado, 26 de noviembre de 2016

Adulterio virtual

 
“¿Andará el hombre sobre brasas Sin que sus pies se quemen? Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; No quedará impune ninguno que la tocare”. Proverbios 6: 20-29
El adulterio trae destrucción familiar, no sólo afectando al matrimonio sino también a los hijos que son quienes terminan experimentando un gran dolor como consecuencia de los errores de sus padres.  Lo primero que se pierde en este tipo de situaciones es la confianza y justamente esta es una de las cosas mas difíciles de recuperar, aunque como sabemos, no hay nada imposible para Dios.
Por lo cual y siendo conscientes de las devastadoras consecuencias del adulterio creo que es importante estar alerta contra los lazos de pecado con los cuales el enemigo nos quisiera atrapar. Resulta alarmante ver como personas casadas coquetean con sus compañeros de trabajo, permitiendo ciertas conversaciones íntimas en las cuales abren sus corazones compartiendo anhelos, problemas, temores o preocupaciones. Esto espiritualmente significa abrirle la puerta al pecado y a todas sus consecuencias o como bien nos enseña el proverbio citado: no se puede caminar sobre las brasas sin quemarse.
Pero también hay algo que está teniendo mucho auge y es lo que podríamos denominar el "adulterio virtual".  Esto sucede cuando por medio del chat o las redes sociales las conversaciones pasan a ser cada vez más frecuentes e íntimas lo cual lleva a que con el tiempo se terminen involucrando sentimentalmente.  En la comparación “la pareja virtual” pareciera ser más comprensiva y atractiva que el cónyuge, por lo que gradualmente se comienza a dedicar más tiempo a estas conversaciones y luego hasta podrían querer concretar físicamente la relación.
El hecho de que sea algo virtual, no quita la esencia de pecado de este tipo de situaciones, ya que para cometerlo no hace falta concretarlo físicamente, la Biblia dice: “Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”. Mateo 5:28.
A veces se trata de compensar la falta de comunicación en el matrimonio con las conversaciones virtuales, lo cual hará que con el tiempo cada uno de los esposos permanezca en su mundo. Quizás vivan en la misma casa,  pero en la práctica habrá una distancia que los separa y que lamentablemente cada día se hace mayor.
Por lo tanto, no podemos ser tan livianos como para permitirnos ciertas cosas, como mirar lo que no se debe, compartir nuestra intimidad o abrir el corazón dando lugar a situaciones ambiguas. Las consecuencias de permitir todo esto suelen ser nefastas. El mejor consejo sería huir de este tipo de tentaciones, tal como lo hizo José cuando fue tentado con la esposa de Potifar. Porque de dar lugar a la tentación, tal vez se llegue a un punto donde la resistencia pudiera resultar casi imposible.
Nadie adultera de un momento para otro, generalmente se va concibiendo la idea, los filtros que antes impedían hacer o decir ciertas cosas ya no funcionan y primero se produce un adulterio a nivel de la mente, luego la idea va creciendo y finalmente dará a luz al pecado.
Por lo tanto, es necesario ser muy cuidadosos con lo que vemos y con las ideas y pensamientos que dejamos que hagan nido en nuestra mente. Te animo a que tomes la decisión de guardar tus pensamientos de manera que ellos no se vuelvan incontrolables. La Biblia nos da un gran consejo acerca de lo que debemos pensar:
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.


         
                Daniel Zangaro
                   CVCLAVOZ    

viernes, 25 de noviembre de 2016

Una sencilla oración


Cuentan que un joven creyente, abogado de profesión, solía pasar los domingos en casa de su madre y hermana, que  vivían un poco alejadas de la ciudad. Su padre  había muerto hacía unos años, así que él se encargaba  de dirigir el culto familiar.
Cierta noche, después de la oración, la madre le reprochó: No me gustan estas oraciones tan cortas que tú haces. Y mucho menos, después de que he leído en los periódicos que el otro día estuviste  dos horas hablando ante el tribunal”
      - Tienes razón, mamá – contestó el joven- pero tú olvidas que el Señor no es tan duro de cabeza ni de corazón como los jueces. Él entiende perfectamente lo que quiero decirle, y no tengo necesidad de convencerle repitiendo una y otra vez la misma cosa.

Sin duda alguna no se trata de lo extensa que se a tu oración o de lo rebuscadas que sean tus palabras, a Dios le interesa un corazón sincero y que crea en que Él escucha y tiene el poder para realizar el milagro que necesitamos o para conceder el anhelo de nuestro corazón.
Hay muchas personas que olvidan la relación que son hijos de Dios y siguen temiendo hablar con Él porque no saben cómo dirigirse ni qué será más adecuado decir, olvidando lo que dice Hebreos 4:16: Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos. (NTV)
Nuestro Dios es un Padre amoroso y misericordioso, no está esperando escuchar la mejor oración, la más adornada, extensa ni correcta estructuralmente para responder, sino que se fija en nuestro corazón y la fe que tenemos.
No necesitamos convencer a Dios de nada, solamente quiere que confiadamente le hagamos llegar nuestras peticiones,  reconociendo su poder, su bondad y amor.
Olvídate de la idea de que Dios está tomando nota  y criticando tu oración, por el contrario, acércate confiadamente, preséntale tus peticiones de la forma más honesta que encuentres, háblale como a Aquel que  te ama tanto que fue capaz de dar a su Único hijo por ti.


           Ana María Frege Issa
                   CVCLAVOZ    

jueves, 24 de noviembre de 2016

Te daré lo mejor

 
En cierta ocasión un ganadero y un pastor  hicieron algunos acuerdos para intercambiar un grupo de sus respectivos rebaños con el fin de diversificar y ampliar más sus negocios. Por un lado,  el ganadero obtendría la lana de las ovejas y el pastor, por su parte,  ya tendría algunas vacas para comercializar con la leche que recibiría de ellas.
Hicieron los acuerdos y ambos se sentían satisfechos, pero el ganadero no quería dejar ir a dos de sus mejores vacas lecheras, así que previo a la transacción, secretamente las cambió por otras dos vacas que eran un poco flacas y daban leche agria.
Al día siguiente ambos hicieron el trueque y todo parecía estar bien, pero por la noche de ese mismo día el ganadero no podía dormir. Dejó volar su imaginación y empezó a temer que el pastor también había intercambiado a dos o más de sus mejores ovejas, dejándolo con algunas que estaban enfermas o algo peor. A la mitad de la noche se levantó para verificar su nuevo rebaño y aunque parecía que todo estaba bien, no podía dejar de pensar que de alguna manera él también había sido estafado. 
Esto en psicología se llama proyección. Básicamente se trata de un mecanismo de defensa mental mediante el cual una persona atribuye a otros los sentimientos, pensamientos o impulsos propios que niega o le resultan inaceptables para sí mismo. Este mecanismo se pone en marcha en situaciones de conflicto emocional o cuando uno se siente amenazado interna o externamente.
Por esta razón, quien miente cree que todos le mienten y quien roba cree que todos le roban. Alguna vez oíste la frase: “Lo que vemos en los demás nos dice mucho de nosotros mismos”, pues la proyección psicológica tiene mucho que ver con eso. Lo terrible de todo esto  ocurre cuando también involucramos a Dios en estas sensaciones.
Muchas veces pasa que nosotros no creemos que Dios nos esté dando lo mejor de sus bendiciones, que no nos está dando aquello que realmente merecemos y que no estamos recibiendo lo que es justo.
Efesios 2:4-7 dice: “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.” Versión Reina-Valera 1960    
Este versículo muestra la gran bondad de Dios en darnos juntamente con Cristo todo lo que Él tiene: No sólo nos salvó, sino también nos hace coherederos del reino. Entonces, cuando Dios nos dice a través de su palabra que quiere darnos lo mejor, realmente se está refiriendo a lo mejor.
Todos recibimos bendiciones de su parte: algunas satisfacen nuestra vida y nos llenan de paz, pero otras, aunque  parecen malas circunstancias, se convierten en herramientas para ayudarnos a crecer en la fe.
¿Crees que Dios no te está dando lo mejor?, quizás sea una alerta de tu propio subconsciente, poniendo en evidencia que tú mismo no le estás dando lo mejor de ti a Dios.


                Hector Colque
                   CVCLAVOZ    

martes, 22 de noviembre de 2016

¿Cuándo nadie me ve?


Ananías y Safira tenían un plan, vender su tierra y dar un porcentaje de la venta para la obra de Dios, pero en algún momento decidieron esconder la verdad y trataron de engañar a Dios y a Pedro y esto les costó la vida.
Muchos tenemos la falsa de idea de que podemos esconder cosas importantes o vergonzosas, creemos que nadie sabe lo que pasó porque no hubo una persona presente cuando sucedió el hecho. Es fácil engañar a las personas pero debes recordar que uno de los atributos de Dios es que es “omnipresente”, es decir que aunque no lo veas Él está ahí viéndote.
Proverbios 15:3 dice: Los ojos del Señor están en todo lugar, vigilando tanto a los malos como a los buenos” (NVT), entonces cuando uno piensa que puede hacer cosas indebidas porque nadie lo sabrá está muy equivocado porque Dios es testigo de cada acción.
Muchos hemos oído decir “tarde o temprano todo se sabrá” y cuán ciertas son estas palabras y la Biblia misma registra esta verdad, “No hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni nada oculto que no llegue a conocerse públicamente” Lucas 8:17 (NVT)
Cada vez que te encuentres frente a una decisión entre hacer lo malo y vergonzoso o hacer lo correcto, recuerda que Dios está viéndote y que no podrás sostener esa mentira por mucho tiempo, piensa, reflexiona y decide por aquello que no te traerá vergüenza en un futuro.



                 Judith Quisbert
                   CVCLAVOZ    

lunes, 21 de noviembre de 2016

Una sencilla oración


Cuentan que un joven creyente, abogado de profesión, solía pasar los domingos en casa de su madre y hermana, que  vivían un poco alejadas de la ciudad. Su padre  había muerto hacía unos años, así que él se encargaba  de dirigir el culto familiar.
Cierta noche, después de la oración, la madre le reprochó: No me gustan estas oraciones tan cortas que tú haces. Y mucho menos, después de que he leído en los periódicos que el otro día estuviste  dos horas hablando ante el tribunal”
      - Tienes razón, mamá – contestó el joven- pero tú olvidas que el Señor no es tan duro de cabeza ni de corazón como los jueces. Él entiende perfectamente lo que quiero decirle, y no tengo necesidad de convencerle repitiendo una y otra vez la misma cosa.

Sin duda alguna no se trata de lo extensa que se a tu oración o de lo rebuscadas que sean tus palabras, a Dios le interesa un corazón sincero y que crea en que Él escucha y tiene el poder para realizar el milagro que necesitamos o para conceder el anhelo de nuestro corazón.
Hay muchas personas que olvidan la relación que son hijos de Dios y siguen temiendo hablar con Él porque no saben cómo dirigirse ni qué será más adecuado decir, olvidando lo que dice Hebreos 4:16: Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos. (NTV)
Nuestro Dios es un Padre amoroso y misericordioso, no está esperando escuchar la mejor oración, la más adornada, extensa ni correcta estructuralmente para responder, sino que se fija en nuestro corazón y la fe que tenemos.
No necesitamos convencer a Dios de nada, solamente quiere que confiadamente le hagamos llegar nuestras peticiones,  reconociendo su poder, su bondad y amor.
Olvídate de la idea de que Dios está tomando nota  y criticando tu oración, por el contrario, acércate confiadamente, preséntale tus peticiones de la forma más honesta que encuentres, háblale como a Aquel que  te ama tanto que fue capaz de dar a su Único hijo por ti.


           Ana María Frege Issa
                   CVCLAVOZ    

domingo, 20 de noviembre de 2016

Nada me faltará


“Jehová es mi pastor; nada me faltará.” Salmo 23:1
Qué hermoso es leer este salmo y saber que tenemos un Pastor en quien podemos encontrar todo lo que necesitamos.
Dios promete que nada nos faltará porque Él nos pastorea. Eso quiere decir que Él hace un trabajo de Pastor todos los días con nosotros. Nos cuida de peligros, nos guía por los mejores caminos, nos fortalece, nos ama, y cuando fallamos nos disciplina. Y es que nuestro Dios es tan lindo con nosotros que nos ha dejado esa promesa para que nunca desconfiemos de Él.
Pero, por otro lado, Jesús dijo que Él sabe quiénes son sus ovejas porque las conoce, éstas oyen su voz y lo siguen,  Él les da vida eterna y ellas no perecen jamás… nadie puede arrebatarlas de su mano porque su Padre se las dio y nadie puede arrancar nada de las manos del Padre. Juan 10:27-29. La realidad es que aunque digamos que Jehová es nuestro Pastor, si no escuchamos su voz y no le seguimos, entonces somos ovejas descarriadas o sencillamente no somos parte de su rebaño. La buena noticia es que podemos pasar a ser una de sus ovejas aceptando Su sacrificio en la cruz, confesándolo como Señor y Salvador y reconociendo que Dios lo levantó de entre los muertos Romanos 10:9.
Y si estamos descarriados, la Biblia dice que “el Buen Pastor” vino precisamente a buscar aquella oveja perdida y que se regocija más por aquella rescatada que por las miles de ovejas que aún están en su rebaño. Sólo tenemos que detenernos, escuchar su voz y seguir sus instrucciones.
“Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido. ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado? Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron.” Mateo 18:11-13.
Nada te faltará si Jesús está en tu corazón y empiezas a vivir conforme a Su palabra. Dios sabe qué necesidades tienes y las suplirá en su momento. Filipenses 4:19 nos dice “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”.
“Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida…” Salmo 23:6.


         
                   Diego  Jora
                   CVCLAVOZ    

sábado, 19 de noviembre de 2016

¡No me soltarás!


“Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan” Salmos 23:4 NTV
El doctor Alfonso debía entregar medicamentos al único centro de salud de un pequeño pueblo alejado de la ciudad; en el último tramo antes de llegar, debía caminar por un estrecho y peligroso sendero que rodeaba la montaña,  no podía detenerse ya que quería aprovechar la luz del día para llegar a su destino final, esa era su meta.
Sin embargo, una pequeña piedra hizo que resbalara hacia el vacío, pero instintivamente reaccionó agarrándose de una raíz que sobresalía, pensó ¿Qué hago? ¿Quién me ayudará si no vi a nadie en todo el camino? Entonces gritó insistentemente: ¡Dios ayúdame, Dios ayúdame!, pero la única respuesta que oía era sólo el silbido del viento.
Estaba agotado y su mano ya no aguantaba más el peso de su cuerpo, así que con gran desesperación pensó en dejarse caer al vacío.  Pero en ese instante alguien lo tomó fuertemente de la mano y entre jalones le arrastró hasta el borde del sendero. Era un hombre robusto de piel canela, habitante del pueblo al cual se dirigía y que lo había estado vigilando todo el camino de manera silenciosa, porque era conocedor de los peligros de la zona. Su silencio y su intervención oportuna salvaron al doctor de un fatal desenlace.
Dios conoce muy bien nuestros caminos, los peligros, las complicaciones y los retos que afrontamos. Tengamos por seguro que el Señor está siempre atento, para que cuando lo necesitemos Él venga en nuestro socorro a tomarnos de la mano. Nunca llega tarde ni se distrae, sino que está mirándonos con la misma atención con la que un padre observa a su hijo cuando está aprendiendo a caminar.
Aunque andemos en valles obscuros o si estamos en calma Dios está con nosotros, no hay nada ni nadie que nos aleje de su presencia. Su mano está ahí para sacarnos una y otra vez y traernos de vuelta al camino.
“No me soltarás en la calma o la tormenta” dice una conocida canción, y esto es tan cierto que lo podemos comprobar día a día
“Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor viviré por siempre.” Salmos 23:6 NTV


              Soraida Fuentes
                   CVCLAVOZ    

viernes, 18 de noviembre de 2016

La capacidad de disfrutar


“Hay un mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres: El del hombre a quien Dios da riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad, y mal doloroso.” Eclesiastés 6:1-2.
En estos días leí una historia que me llamó mucho la atención. Relataba la vida de un hombre de Vermont, llamado Ronald Read, a quien solían ver caminando por las calles de la ciudad, siempre con un abrigo viejo, roto y desteñido. Este hombre trabajó muchos años limpiando en una gasolinera y luego realizó la misma tarea para una conocida e importante tienda de la ciudad. Los que conocían a este hombre decían que era capaz de dejar su precario auto a bastante distancia de los lugares a los que iba, solo para no tener que pagar el estacionamiento.
Desconcertaba a sus conocidos el hecho de ver a Ronald cada día leyendo un ejemplar del “Wall Street Journal”, ya que era notoria y evidente su pobreza, pero pensaron que se trataba de alguna manía relacionada con su edad.
Ronald falleció en Junio del 2014 a la edad de 92 años dejando una fortuna de 6 millones de dólares. Este dinero por indicación suya fue donado a la biblioteca y al hospital de su ciudad. Ni siquiera su propio hijo conocía acerca de la riqueza de Ronald, la cual había sido forjada por su increíble habilidad para operar en la compra y venta de acciones bursátiles.
Era millonario pero vivía como un pobre necesitado y aunque algunos llamarán a esta actitud como humildad, la realidad es que este hombre fue incapaz de disfrutar lo que fue el fruto de tanto esfuerzo y su extraordinaria habilidad para operar en la bolsa.
La Biblia nos enseña que no es bueno amontonar como lo hace el avaro que ama el dinero, no por lo que puede obtener con él, sino por el solo hecho de poseerlo.  ya que hace un dios de sus riquezas. En el caso opuesto encontramos a las personas que buscan llenar vacíos comprando todo lo que desean, sin embargo al poco tiempo continúan con el sentimiento de insatisfacción que no pudieron llenar con el consumismo.
Pero también es cierto que fuera de estos casos extremos a veces no sabemos o no nos permitimos disfrutar lo que Dios nos quiere dar. Por eso,  no depende tanto de cuanto tenemos sino del contentamiento que podemos lograr con nuestra vida y lo agradecido que estamos en cuanto a lo que Dios nos quiere dar.
Aunque la historia está enfocada en lo económico, su aplicación puede ser mucho mas amplia.
Existen personas que no pueden disfrutar del descanso, sienten culpa de tomar vacaciones o pasar un tiempo haciendo algo que realmente les gusta, o de comprarse algo que no es estrictamente necesario pero que le gustaría tener.
¡Que decir de aquellos que no pueden parar con sus ocupaciones para disfrutar un precioso y necesario tiempo de familia!. La realidad es que mucho podemos intentar por satisfacer nuestros deseos pero es Dios quien nos da la capacidad de disfrutar.
Pienso que nadie quieres ser el hombre del texto bíblico citado, ni tampoco el excéntrico Ronald de la historia, ambos tenían riquezas que no pudieron disfrutar y otros se terminaron beneficiando de ellas. Tenemos la enseñanza del apóstol Pablo que sabía contentarse en toda situación: “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. (Filipenses 4:11)”.
Por lo tanto, creo que hoy es una gran oportunidad para ser agradecido con Dios por todas las bendiciones recibidas de su mano y también para pedir con toda humildad: Señor dame la capacidad para disfrutarlas.


 
                Daniel Zangaro
                   CVCLAVOZ    

lunes, 14 de noviembre de 2016

¿Listo para reinar?


Cuenta una historia que cierta reina madre sometía a su hija a un régimen duro y a reglas de educación muy severas.
Al hablar del caso, una persona expresó la idea de que parecía excesivo el rigor.

       - Usted se olvida que mi hija será reina un día, y si no sabe gobernarse a sí misma, ¿cómo gobernará a sus súbditos? – Dijo la reina.
Muchas veces  la gente nos critica por tratar de buscar agradar a Dios y vivir en santidad e inclusive a nosotros mismo nos cuesta entender la razón  de ciertas circunstancias y en ocasiones  llegamos a creer que pueden ser exagerados los mandamientos que encontramos en la palabra de Dios, pero todo eso tiene un propósito.
“Pues nuestros padres terrenales nos disciplinaron durante algunos años e hicieron lo mejor que pudieron, pero la disciplina de Dios siempre es buena para nosotros, a fin de que participemos de su santidad”. Hebreos 12:10 (NTV)
No se trata de esta vida, nuestra estadía en  la tierra  es transitoria y es sólo un tiempo de preparación para la eternidad.  ¿Cómo se supone que podremos ejercer como reyes sino aquí no nos preparamos?
“…Tú eres digno de tomar el rollo y de romper los sellos y abrirlo. Pues tú fuiste sacrificado y tu sangre pagó el rescate para Dios de gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación. Y la has transformado  en un reino de sacerdotes para nuestro Dios. Y reinarán sobre la tierra”. Apocalipsis  5:9,10 (NTV)
Cuando nuestra perspectiva acerca de esta vida cambia y vemos todo como una preparación para la eternidad, nuestro enfoque está en lo verdaderamente importante: la eternidad.
No te fijes ni escuches lo que los demás dicen de ti y cuando te sientas desanimado y sin fuerzas recuerda que te estás preparando para ejercer un cargo privilegiado que no cualquiera podrá tener.

           Ana María Frege Issa 
                   CVCLAVOZ    

domingo, 13 de noviembre de 2016

Aprendamos de Felipe


“Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.” Hechos 8:40.
Felipe es mencionado por primera vez como uno de los 7 elegidos para el trabajo de benevolencia en la iglesia en Jerusalén. Tenía buen testimonio, era lleno del Espíritu Santo y de Sabiduría. (Hechos 6:3-5)
Aunque era un trabajo muy importante el área en la que estaba sirviendo, no se conformó simplemente con “servir mesas”. Sino que, al ver la persecución encabezada por Saulo de Tarso, él fue a la ciudad de Samaria y predicó a Cristo.
“Felipe, se dirigió a la ciudad de Samaria y allí le contó a la gente acerca del Mesías. Las multitudes escuchaban atentamente a Felipe, porque estaban deseosas de oír el mensaje y ver las señales milagrosas que él hacía. Muchos espíritus malignos fueron expulsados, los cuales gritaban cuando salían de sus víctimas; y muchos que habían sido paralíticos o cojos fueron sanados. Así que hubo mucha alegría en esa ciudad. Un hombre llamado Simón, quien por muchos años había sido hechicero allí, asombraba a la gente de Samaria y decía ser alguien importante. Todos, desde el más pequeño hasta el más grande, a menudo se referían a él como «el Grande, el Poder de Dios». Lo escuchaban con atención porque, por mucho tiempo, él los había maravillado con su magia. Pero ahora la gente creyó el mensaje de Felipe sobre la Buena Noticia acerca del reino de Dios y del nombre de Jesucristo. Como resultado, se bautizaron muchos hombres y mujeres. Luego el mismo Simón creyó y fue bautizado. Comenzó a seguir a Felipe a todos los lugares a donde él iba y estaba asombrado por las señales y los grandes milagros que Felipe hacía.” Hechos 8:5:13 (NTV)
Hay varias lecciones que podemos aprender de Felipe, pero en estos pasajes lo que más me llama la atención es su disposición y el corazón para servir al Señor obedeciendo su mandato de predicar el Evangelio al mundo.
A Felipe no le importaron los problemas, ni las consecuencias que iba a sufrir, lo único que él quería era anunciar el evangelio, dar esperanza a esas personas perdidas y mostrar el poder de Dios por medio de los milagros que hizo. 
Nosotros también podemos y debemos ser obreros dedicados y dispuestos a anunciar el mensaje de Jesús por donde vayamos.


                   Diego Jora 
                   CVCLAVOZ    

sábado, 12 de noviembre de 2016

Pelea por tu bendición


Cuando leo la historia de Jacob y Esaú en Génesis 27, no deja de asombrarme las distintas y peculiares reacciones de ambos. Esaú era el primogénito y en el contexto bíblico esto le daba preeminencia y autoridad sobre aquellos que venían después de él en su familia. Sin embargo y como sabemos, Esaú no valoró este privilegio y se lo vendió a su hermano a cambio de un simple plato de lentejas.
Si profundizamos un poco más en esta historia, podríamos decir que Esaú representa a las personas que pese a tener el derecho legal de ocupar una posición, no lo hacen o la desprecian. Dejan pasar las oportunidades que otros estarían muy felices de aprovechar. Son personas a las que Dios le has dado mucho, dones, talentos y hasta posición de liderazgo, sin embargo caminan por la vida como si nada hubieran recibido. Muchas veces suelen ser quejosos y desagradecidos ya que no son capaces de ver y disfrutar de todo lo que Dios les ha dado.
En el otro extremo de esta historia se encuentra Jacob, quien usando de su astucia y en confabulación con su madre, engañó a un anciano Isaac que difícilmente podía distinguir con certeza entre un hijo y otro. Sin embargo y a pesar de nuestro desacuerdo con la mentira, Jacob puede darnos un ejemplo positivo, él supo pelear por lo que quería, aunque claro está usando de malas artes, pero también es cierto que estuvo atento para tomar lo que su hermano despreció.
Jacob representa a otro grupo de personas, aquellos que luchan incansablemente por conseguir las metas que se proponen. Ellos no se quedan con la palabra no como si fuera una ley inalterable, sino que pelean por su bendición hasta obtenerla. Son aquellos que legalmente no son los primogénitos pero actúan como si lo fueran.
Al igual que Jacob hay muchas personas que tienen metas y trabajan esforzadamente para conseguirlas, pero sus métodos no son lícitos, son aquellos que pregonan el fin justifica los medios. Jacob y su madre parecían adherir a esta manera de pensar, sin embargo la mentira, el engaño y el pecado, pronto traerían sus dolorosas consecuencias.
Jacob representa a los que toman atajos, a los que se creen más astutos que los demás y hasta cierto punto parecen obtener una buena retribución a su comportamiento. Sin embargo muchos años de enemistad y persecución tuvieron que ser padecidos por causa de su engaño.
Un momento especialmente importante y del cual podemos sacar enseñanza se da cuando Jacob pelea contra el ángel del Señor: "Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices". (Génesis 32:26). Algo muy importante que podemos sacar de esta historia es la tenaz persistencia de Jacob en ser bendecido. Entonces podríamos preguntarnos ¿Tenemos la misma determinación para lograr lo que anhelamos?. Te animo en este tiempo a que al igual que Jacob, sigas peleando incansablemente en oración, dejando de lado todo desánimo para obtener tu bendición.

                 Daniel Zangaro 
                    CVCLAVOZ    

jueves, 10 de noviembre de 2016

El tesoro escondido


Entre los años 1118 y 1119 d.C. un grupo de franceses crearon “La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón” con el propósito de proteger a los cristianos y guiar a todos los peregrinos en su viaje a Jerusalén.
Conocidos de mejor manera por su nombre corto, “Los caballeros templarios” tuvieron un crecimiento imparable y muy pronto se convirtieron en una de las fuerzas militares más poderosas y ricas de su época. En sus dos siglos de existencia acumularon toda clase de riquezas que no usaban para extravagancias o banalidades individuales, ya que uno de los requisitos para ingresar a la orden era hacer un voto de pobreza.; más bien se podía decir que ellos únicamente eran coleccionistas y guardianes.
Sin embargo, no todos estaban de acuerdo con el poder que habían ganado y muchos de sus opositores eran sus propios aliados, los cuales no tardaron en convertirse en sus verdugos. Hicieron planes, los persiguieron y los aniquilaron sin piedad.
Al enterarse del destino que podía correr toda esa riqueza por la persecución, algunos hombres decidieron huir con todo lo que habían reunido: cargaron todo en 18 buques y fueron a esconderlo en distintos países del mundo, incluso algunos historiadores creen que ellos llegaron a América mucho antes que Cristóbal Colón. De esa manera se expandió la leyenda del tesoro de los caballeros templarios.
Muchos arqueólogos sueñan con ser quienes encuentren esa cuantiosa fortuna ya que eso significaría riqueza y fama, sin duda seria la cúspide a su profesión. Pero no sólo ellos, también los buscadores de tesoros rastrean apasionadamente los posibles lugares donde pudieron haberlo escondido.
Cualquiera que tuviera una oportunidad de encontrar este tesoro, sin dudarlo, dejaría todo lo que tiene para enfocarse únicamente en la manera de obtenerlo, quizás vendería todo lo que tiene y aun trabajaría el doble para comprar el terreno en el que lo halló. Y tú ¿Qué es lo que harías tú si encontraras una riqueza de esa magnitud?
El tesoro escondido de los templarios no deja de ser una simple leyenda. Pero Jesús en una ocasión contó una parábola donde también había un tesoro.
Mateo 13:44 dice: “Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.” Versión Reina-Valera 1960
La parábola habla de un tesoro real y va dirigida a las personas que ya lo hallaron pero que aún están en proceso de obtenerlo. La verdad es que todos los que fuimos llamados al conocimiento de Dios ya lo descubrimos, pero aún no lo estamos disfrutando en su totalidad. No es una riqueza terrenal sino celestial y aunque en esta tierra podemos gozar de múltiples bendiciones, lo que nos espera allí en la eternidad es infinitamente más grande y mejor.
“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.” 1 Corintios 2:9 Versión Reina-Valera 1960
¿Cómo estás luchando por este tesoro?  


                 Héctor Colque 
                   CVCLAVOZ    

martes, 8 de noviembre de 2016

Sin protocolos


Es difícil poder tener contacto con alguna personalidad, ya sea un  artista, político, etc. En nuestros días casi siempre se debe pasar por una serie de protocolos y personas antes de poder presentarse ante alguien que ocupa un puesto importante en nuestra sociedad. De la misma manera ocurría  en el tiempo en que Jesús estuvo en la tierra.
En Marcos 5:21 en adelante podemos leer acerca de la vida de Jairo y su hija. Se dice que Jairo era uno de los principales de la Sinagoga, eso quiere decir que era una personalidad importante, que tenía varias personas a su servicio por el grado que ocupaba, si necesitaba algo solamente lo pedía por medio de ellos.
Jairo buscó a Jesús y dejó a un lado la posición que tenía, rompió protocolos para poder presentarse ante el Maestro con un corazón humillado y angustiado por la enfermedad de su hija.
A Cristo no le interesa tu posición ni tus grados, sólo desea que te acercas sin protocolos, sin ceremonias, con un corazón sincero y creyendo que Él es fiel y único.
Al igual que hizo Jairo, nosotros también debemos de romper todo muro, toda barrera que quiera impedir que podamos estar en presencia de nuestro Dios, tenemos que tener presente que nada somos y nada tenemos sin Él.
“Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.” Deuteronomio 4:29 (RVR-1960)
Hoy puedes buscar a Cristo y acercarte a Él, no pongas barreras a tu intención de hablar con Dios, Él quiere que seas tú quien lo busque porque quiere bendecirte. No le interesa tu posición, lo que tengas o hayas logrado, Dios mira el corazón, somos nosotros los que ponemos límites para poder ser humildes y acercarnos.


         
               Telma Céspedes
                   CVCLAVOZ    

lunes, 7 de noviembre de 2016

¿Quieres que el Señor te lleve a Su presencia cuando Él vuelva?


Enoc vivió trescientos sesenta y cinco años andando en íntima comunión con Dios. Y un día desapareció, porque Dios se lo llevó. Génesis 5:23-24 (NTV)
Enoc es uno de esos personajes bíblicos de quien, aunque vivió 365 años, no se conoce mucho, pero lo poco que la Biblia dice de su vida es que él tuvo una vida digna y agradable delante de Dios. A tal punto que Dios se lo llevó sin que Enoc conociera la muerte física.
¿Qué hermoso verdad? Irse con el Señor y estar al lado de él todos los días de nuestra vida, sin tener necesidad de nada. Pues esa es nuestra esperanza: “Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” Juan 3:16. (NTV)
“Los que creen en el Hijo de Dios tienen vida eterna. Los que no obedecen al Hijo nunca tendrán vida eterna, sino que permanecen bajo la ira del juicio de Dios.” Juan 3:36. (NTV)
“Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.” Romanos 6:23. (NTV)
Una de las características de Enoc, por la cual fue llevado al cielo, era que caminaba en íntima comunión con Dios. Y es que el Señor creó a la humanidad para que ésta tuviera en una relación personal de amor con él. Más que cualquier otra cosa, Dios desea que le amemos con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas.
No estoy aquí para juzgarte ni hacerte sentir mal, pero si no estás manteniendo una relación personal con Jesús, amándolo como Él se merece, ni siendo obediente a lo que el Señor te pide en Su palabra, entonces terminarás mal.
No te puedes pasar la vida diciendo que todo está bien cuando tú sabes que en tu interior las cosas no están tan bien como tú piensas. No podemos engañarnos a nosotros mismos, cada uno sabe cómo esta nuestra relación con Dios y qué cosas están impidiendo que caminemos como Dios quiere que lo hagamos.
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan. Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda y guíame por el camino de la vida eterna.” Salmos 139:23-24. (NTV)
Es hora de que te levantes en el nombre del Señor y que comiences a vivir en íntima comunión con Dios. Tus errores no te van alejar de Dios si tu no lo permites, Él siempre está dispuesto a perdonar y levantar a aquellos que se arrepienten.

           
                   Diego Jora
                   CVCLAVOZ    

domingo, 6 de noviembre de 2016

No tengo esperanza


La Palabra de Dios da a conocer la historia de un hombre que buscaba a Jesús desesperadamente porque su hija se encontraba en un estado crítico.
Mientras él regresaba con Jesús, vinieron de su casa para decirle que no moleste más al maestro porque su hija había muerto, en otras palabras, que deje de clamar y pedir porque no había esperanza.
Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba junto al mar. Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies, y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.
Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban. Marcos 5:21-24
Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro? Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente. Y no permitió que le siguiese nadie sino Pedro, Jacobo, y Juan hermano de Jacobo.
Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho. Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de él. Mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña.
Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate. Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron grandemente. Marcos 5:35-42

¿Cuál es la dificultad que estas enfrentado? Es posible que las personas que te rodean crean que no existe esperanza para ti, incluso que tú mismo pienses que tu problema no tiene solución y que estás perdiendo el tiempo buscando a Jesús; pero en este momento Él te dice: “No temas, cree solamente”
Las personas que no conocen a Dios nunca creerán en lo que Él puede hacer, sólo pensarán que eres una molestia, así que apártalos de tu vida. Si en este momento estás sufriendo alguna aflicción en tu vida o por alguien que amas no tengas miedo y cree en Él, entrégale tu vida y la de tu familia así como lo hizo Jairo ¡No dejes de clamar porque nada es imposible para Dios!

 
           
                 Shirley Chambi
                   CVCLAVOZ    

sábado, 5 de noviembre de 2016

Con o sin adversidades ¡confía!


Muchas veces equivocadamente ponemos nuestra confianza en personas y circunstancias sin pensar que las personas son propensas a fallar y las circunstancias pueden cambiar en un abrir y cerrar de ojos; hoy podemos estar con una salud buena y mañana en la cama de un hospital o estar tener estabilidad económica y de un momento a otro no contar con un peso en el bolsillo.
Sin embargo nadie es más idóneo para confiar como Dios porque es único, celestial, todopoderoso, infinito, omnisciente, omnipresente y nos ama con amor eterno. ¿En quién o en qué está tu confianza?
El Apóstol Pablo se dirigió a Timoteo en 2da Timoteo 2 alentándolo a que no deje de compartir con los demás acerca de Jesús, porque Dios los salvó para este propósito y para que vivan una vida santa aunque ellos no lo merecieran, sino por la gracia (regalo) por medio de Jesucristo; Pablo desde la cárcel le dijo: Por eso estoy sufriendo aquí, en prisión; pero no me avergüenzo de ello, porque yo sé en quién he puesto mi confianza y estoy seguro de que él es capaz de guardar lo que le he confiado hasta el día de su regreso. 2 Timoteo 1:12 (NTV)
Pablo no declinó su fe en Dios a pesar de estar en situaciones adversas al contrario, esa fuerte pasión por el Señor crecía cada vez más y alentaba a Timoteo que tampoco decaiga.
Recordemos que Pablo, antes de tener un encuentro personal con Jesús tenía como meta acabar con los cristianos, después fue un asiduo predicador del evangelio que incluso soportaría y arriesgaría su vida para la expansión de la Verdad a todas las naciones: “Debido a que predico esta Buena Noticia, sufro y estoy encadenado como un criminal; pero la palabra de Dios no puede ser encadenada. Por eso estoy dispuesto a soportar cualquier cosa si esta traerá salvación y gloria eterna en Cristo Jesús a los que Dios ha elegido.” 2 Timoteo 2:9-10 (NTV)
Si nuestra confianza está en el lugar correcto podemos seguir el propósito de Dios a pesar de los muchos problemas que se puedan presentar. Que tu fe no mengue ni tus principios sean dejados de lado por las presiones a tu alrededor, di como Pablo: Sé en quién he puesto mi confianza y sigue predicando con tu vida las buenas nuevas de Salvación.


         
                Soraida Fuentes
                   CVCLAVOZ    

viernes, 4 de noviembre de 2016

No te quedes a mitad del camino


Y vino un viento de Jehová, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado, y un día de camino al otro, alrededor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra. (Números 11:31).
El pueblo de Israel pedía carne, los reclamos y las presiones eran cada vez más fuertes sobre Moisés y él parece contagiarse del sentimiento popular y reclama a Dios: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿Y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? (v. 11), y más adelante: “No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía.  Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.” (V. 14, 15).
Atrás habían quedado tantas manifestaciones de Jehová respaldando a Moisés, las plagas enviadas contra Egipto, el milagroso cruce del mar Rojo librándolo del ejército del faraón, la provisión diaria del maná, la nube que los guiaba y la columna de fuego que le daba calor.
Pero el pueblo quería carne, comenzaron las murmuraciones, ¿para que salimos de Egipto si allí estábamos mejor?, añoraban el  pescado, los pepinos, melones, puerros, las cebollas y los ajos que comían en la tierra de esclavitud. Parecían adherir al conocido dicho popular que reza: “Todo tiempo pasado fue mejor”.
Al leer esto, me surge la pregunta: ¿Cómo este pueblo pudo olvidarse tan fácilmente de las maravillas que había hecho Dios con ellos? No cabía duda de su respaldo y su presencia. ¿O como Moisés, siendo quien hablaba cara a cara con Dios, se deprimió de tal manera que le pidió su propia muerte?
Estas actitudes parecen poco razonables, Dios los había sacado de la esclavitud, iban hacia la tierra prometida, pero llegaron al punto de preferir la vida de esclavos en lugar de marchar hacia un futuro de libertad que Dios había preparado para ellos. No parecían dispuestos a soportar la dureza del desierto para finalmente alcanzar la tierra prometida. Si analizamos estas actitudes parecen raras y poco razonables sin embargo, creo que en ocasiones obramos de manera bastante similar.
El maná significaba la diaria provisión de Dios para su pueblo, cada día al levantarse veían este milagro, sin embargo nadie daba gracias por el maná. Ni siquiera Moisés estaba mejor, sino que desbordado por la situación y el reclamo popular, solo veía la muerte como salida.
¡Cuántas veces el desierto se hace tan largo y tan difícil que comenzamos a mirar atrás y con esta actitud dudamos de la fidelidad de Dios para con nosotros y de su propósito para nuestra vida!
Hay veces que el desierto se hace más largo de lo que esperábamos. Cada día se nos presentan desafíos que nos hacen que instintivamente miremos atrás recordando los viejos tiempos. El desierto suele atacarnos con dureza y la bendición de Dios aún se ve como algo lejano. Intentamos avanzar por todos los medios, pero pareciera que nada funciona y siempre estamos en el mismo lugar.
Si el desierto se hace largo y te sientes sin fuerzas, quizás con ganas de abandonar, si parece que no hay salida y no ves un futuro que resulte promisorio, te invito a que mires hacia el cielo y comiences a hacer lo que el pueblo de Israel no hizo y por esto debió soportar la ira de Dios.
Comienza a dar gracias por el maná, esto representa todo lo que Dios hizo en tu vida. Si tienes a Jesús en tu corazón dale gracias por haberte rescatado de la muerte y la esclavitud del pecado. Dale gracias también porque el desierto no es tu residencia, sino un lugar de paso. Recuerda que vas en camino, tomado de su mano a la tierra de bendición. Dios te llamó a libertad, no mires para atrás, deja de lado la queja que solo podrían dejarte a mitad de camino.

           
                Daniel Zangaro
                   CVCLAVOZ    

jueves, 3 de noviembre de 2016

Inseparable de ti...


¿Tienes un amigo inseparable? Es decir, no te imaginas la vida sin su existencia, han vivido momentos inolvidables, confían mutuamente a tal grado que no existen secretos entre ambos, están tan unidos que sólo pensar en que un día este amigo no estuviera sería pensar en un día sombrío.
Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios. Génesis 5:24
La Biblia hace referencia a que Enoc “caminó con Dios”. Caminar con alguien es ir en una misma dirección, al mismo ritmo, en unidad y comunión,  de tal manera que ambos se acompañen y ninguno quede atrás. Es decir, Enoc vivía una amistad genuina con Dios, estaba su lado, caminando junto a Él en una relación estrecha como si  fuera su mejor amigo.
Enoc estaba tan unido al Señor, que Dios decide llevárselo ¿No te gustaría tener esta misma amistad con Dios? La larga vida de Enoc terminó de forma maravillosa al ser arrebatado repentinamente a los cielos.
Los hijos de Dios tenemos la misma esperanza de ser arrebatados al cielo para encontrarnos  con el Señor.
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.  Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras. 1 Tesalonicenses 4:16-18
¿Eres amigo de Dios? En este momento examina si estás siguiendo los pasos de Jesús, en unidad y comunión con Dios, de lo contrario, te animo a ser como Enoc.
Un día Dios nos llevará en un abrir y cerrar de ojos para encontrarnos con Él. Si te desviaste nunca es tarde para volver a sus sendas y empezar a ser amigo, y si te encuentras en la dirección correcta te aliento a seguir adelante porque Él cumplirá su palabra.


                 Shirley Chambi
                   CVCLAVOZ