miércoles, 31 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Hoy… Las Puertas se Abrirán y No se Cerrarán

“Así dice el Señor a su ungido, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes, para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán” Isaias 45:2.

Gracias Señor por este día y por esta oportunidad de caminar por el sendero marcado por tu voluntad y misericordia. Gracias por que hoy me recuerdas que me has tomado de la mano derecha.

Hoy, recuerdo cuando era niño y en alguna ocasión camine con mi padre mientras él me tomaba por la mano de derecha. Su mano fuerte y cariñosa me daban seguridad y animo.

Hoy, mi corazón se llena de tu seguridad, porque me tomas también de la mano derecha para llevarme por todos los parajes y caminos preparados para mi.

Como no he de alabarte hoy, Señor si puedo caminar con firmeza sabiendo que tus propósitos son claros y definidos. Sujetar y Desatar. Hay muchas cosas que necesitarán hoy ser sujetadas y muchas cosas que necesitan ser desatadas. Cuantas personas, situaciones y circunstancias exigirán sujeción y liberación. Este día no es para perderlo, sino para ganarlo en la realización de tus propósitos claros.

Ahora, Señor mi corazón se goza, porque el versículo de hoy me dice que no solamente me tomas de la mano derecha y me das la oportunidad de Sujetar y desatar, pero además me concedes el privilegio de ver que tú me abres puertas y estas puertas no se cerrarán. Entiendo Señor que estas puertas pueden ser oportunidades pero que aún más alla de esto , puerta es símbolo de autoridad.

Con tu autoridad podré entrar en autoridad y esa autoridad que rodeará mi vida, nadie, ninguna otra autoridad la podrá cerrar. El mundo, las circunstancias difíciles y aún el enemigo espiritual querrán bloquear mi camino, pero no podrán porque tú eres quién abre las puertas.

Tu mano es fuerte y poderosa y con tu mano toda puerta será abierta. Hoy, confieso que ninguna puerta se podrá cerrar y la seguridad de que el Señor me lleva de la mano es absolutamente cierta.

“Señor, es cierto que hoy no veo mucho delante de mi, pero tu palabra en esta ocasión viene para asegurarme que me tomas de la mano derecha y me concedes la oportunidad de sujetar y desatar. Pero, también gracias por la hermosa oportunidad de ver como tu presencia me abre puertas y esas puertas no se cerrarán.

Ayúdame hoy, Señor a estar atento a aquellos que debo sujetar y aquello que debo desatar, para perder la hermosa oportunidad de sentirme usado en tu precioso y útil propósito para mi vida.

Amen.


Serafín Contreras Galeano

martes, 30 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY




Y Cómo Es El?


La Canción se hizo famosa en la voz del Cantante José Luis Perales. “Y Como es él..en que lugar se enamoro de ti”.

Era la pregunta de un esposo desesperado que ve como se escapa su amada tras los pasos de otro, quién sutilmente se la arrebato. Un amor frustrado, herido y desencantado quizás con preguntas internas de cuál fue mi falla.

Sin embargo, cuando pensamos en nuestra vida espiritual pareciera que de las sombras nos viene un murmullo de una voz intrigante preguntándonos a quienes decimos que amamos al Maestro, acerca de cómo es él.

Es fácil confundir Relación con Religión. Sin embargo una cosa no necesariamente lleva a la otra. Puedo tener religión sin experimentar ninguna relación y puedo tener una relación sin experimentar una religión.

En la novela “Así que no quieres ir a la Iglesia”, el autor Jacobo Colsen hace y contesta la pregunta a través del enigmático pero interesante personaje llamado Juan, lo leemos así:

“¿Tienen ustedes alguna idea de cómo era él?”

“De verdad que no tienes idea alguna de que te motiva ¿verdad?”

“El no tenia un aspecto atractivo. El podría caminar por esta calle, y ninguno de ustedes siquiera lo miraría. De hecho, él tenía un rostro que ustedes evitarían. Ustedes pensarían que él no podría ser uno de ustedes.

“Pero nunca conocerías a un hombre más apacible que el. El podía hacer callar la boca de sus enemigos sin siquiera levantarla voz.

El no se abría paso a la fuerza; nunca atrajo la atención hacia su propia persona; y no aparentaba aceptar aquellas cosas que lastimaban a su alma.
El era autentico, hasta lo más profundo de su ser.

Y en lo más íntimo de su ser había amor.” -”¡Guau! ¡Como amaba él!” – Sus
ojos miraban mucho más allá de la gente, intentando penetrar más allá del tiempo y del espacio. –


“Nosotros ni siquiera sabíamos lo que es el amor, hasta que lo vimos en él.

El amaba a todos, aun aquellos que lo odiaban, a quienes no les darían la más mínima cortesía.

El seguía preocupado por ellos, esperando que de alguna manera aun ellos pudiesen ver más allá de sus almas lastimadas y llegaran a reconocer quién caminaba entre ellos.

“Y con todo este amor, él era completamente honesto. Aun cuando sus acciones o palabras traían a la luz los motivos más oscuros de la gente, ellos no se sentían avergonzados.

Se sentían seguros a su lado. Sus palabras no indicaban que los estaba juzgando, simplemente los invitaba venir a Dios y ser liberados por él. No hay nadie más a quien tú le confiarías tus secretos más profundos. Si alguien te fuese a sorprender en tus peores momentos, tú desearías que fuera él”.

“El no perdía tiempo burlándose de otros, ni de sus ataduras religiosas”. -
“Si tenía algo que decirles, lo decía y seguía adelante; y en ese momento sabías que habías sido amado más que cualquier otro momento de tu vida”.


“Tampoco estoy hablando de un sentimentalismo barato. El amaba de verdad. No importaba si fueras un fariseo o una prostituta, un discípulo o un ciego pidiendo limosna por la calle, un judío, un samaritano o un pecador. Su amor era para todos los que lo aceptaban; y la mayoría, al verlo, lo hacían.


Al fin de cuentas, muy pocos realmente le siguieron, muy pocos pudieron saborear en su encuentro con él, algo que nunca podrían negar en los breves momentos que él había pasado por sus vidas, aun años después. De alguna manera, parecía conocer todo acerca de ti, pero él te amaba profundamente, tal como él te había hecho.”

“Y cuando él estaba colgado en aquella cruz sucia este amor seguía fluyendo – al igual sobre los burladores y sobre sus amigos desilusionados. Cuando se acercó a la oscuridad de la muerte, agotado por las torturas y sintiéndose separado del Padre, no hubo momento más sublime en el mundo.
Su vida fue dada para ti. El no era algún loco. Era el Hijo de Dios, derramado hasta lo último, para abrirte el acceso libre a su Padre.”


“Si yo fuera tú yo no perdería tanto tiempo criticando asuntos de religión, yo trataría descubrir cuánto realmente te ama. El podría ser más real para ti que tu mejor amigo. Te cambiaría desde adentro, y conocerías la verdadera libertad y el verdadero gozo.” Jacobo Colsen. Así que no quiere ir a la Iglesia.

Y al preguntarle al profeta Isaías y Cómo es Él, Isaías contesta:

“ No había en él belleza ni majestad alguna; su aspecto no era atractivo y nada en su apariencia lo hacía deseable. Despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, hecho para el sufrimiento.

Todos evitaban mirarlo; fue despreciado, y no lo estimamos.

Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios, y humillado. 
Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.

Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros. 
Maltratado y humillado, ni siquiera abrió su boca; como cordero, fue llevado al matadero; como oveja, enmudeció ante su trasquilador; y ni siquiera abrió su boca.

Después de aprehenderlo y juzgarlo, le dieron muerte; nadie se preocupó de su descendencia. Fue arrancado de la tierra de los vivientes, y golpeado por la transgresión de mi pueblo.

Se le asignó un sepulcro con los malvados, y murió entre los malhechores, aunque nunca cometió violencia alguna, ni hubo engaño en su boca.
Pero el Señor quiso quebrantarlo y hacerlo sufrir, y como él ofreció su vida en expiación, verá su descendencia y prolongará sus días, y llevará a cabo la voluntad del Señor.

Después de su sufrimiento, verá la luz y quedará satisfecho; por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con las iniquidades de ellos.

Por lo tanto, le daré un puesto entre los grandes, y repartirá el botín con los fuertes, porque derramó su vida hasta la muerte, y fue contado entre los transgresores.
Cargó con el pecado de muchos, e intercedió por los pecadores.
Isaías 53:2-12



Y para ti, Cómo es él? No dejes que las heridas de la vida, los quebrantos de las relaciones agrietadas o las desilusiones religiosas te lleven a perder de vista la belleza, la ternura, la dulzura y el amor que despliega de sus ojos hacia ti. Que tu relación con sea tan viva, cercana y abrasadoramente cálida que despierte celos en el sistema de este mundo haciendo que te pregunte como el cantante…Y Cómo es él? Para lo cual levantando tu frente y tu mirada asombrosamente alumbrada te lleve a describir al dulce Maestro de Galilea como en el Libro Del Cantar de los Cantares:

Mi amado es apuesto y trigueño, y entre diez mil hombres se le distingue. 
Su cabeza es oro puro; su cabellera es ondulada y negra como un cuervo. 
Sus ojos parecen palomas posadas junto a los arroyos, bañadas en leche, 
montadas como joyas.

Sus mejillas son como lechos de bálsamo, como cultivos de aromáticas hierbas.
Sus labios son azucenas por las que fluye mirra.

Sus brazos son barras de oro montadas sobre topacios. Su cuerpo es pulido marfil incrustado de zafiros. Sus piernas son pilares de mármol que descansan sobre bases de oro puro.

Su porte es como el del Líbano, esbelto como sus cedros.
Su paladar es la dulzura misma; ¡él es todo un encanto! ¡Tal es mi amado, tal es mi amigo, mujeres de Jerusalén!
Cantares 5:12-16
.


Que el amor de Dios despierte en ti el más profundo sentimiento de amor al amado Jesús de Nazaret.

Dr. Serafín Contreras Galeano.

lunes, 29 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Recordar es Vivir

“Nunca dejes de recordar que sólo el hecho de existir es divertido.” Anónimo

La semana pasada les compartía acerca de olvidar el pasado, y comenzar a diseñar el futuro que Dios tiene para nosotros y hoy quiero compartirles acerca de las cosas que si debemos recordar. Hay cosas que no debemos olvidar, es cierto que del pasado y de la historia podemos aprender, lo que no debemos es quedarnos atrapados en el pasado. De hecho hoy es un nuevo día y Sus misericordias son nuevas cada mañana.

Vivimos en un mundo donde hoy en día se rinde “culto a la velocidad”, hablamos de comidas rápidas, autos rápidos, prestamos rápidos, entre otros rápidos, queremos soluciones rápidas a nuestros problemas, los matrimonios se vuelven tan rápidos que duran tan poco. En fin podemos decir que nuestro mundo está lleno de estrés y ansiedad lo que hace que no disfrutemos la vida, las relaciones y el trabajo. Nos ocupamos en nosotros mismos y luego nos preguntamos ¿Por qué mi vida es estresante? ¿Por qué me angustio? ¿Por qué la vida para mi es difícil y para otros no?

Quiero compartir algunas ideas que te ayudaran a vivir, la clave la encuentras en este verso: “Pero ten cuidado de no olvidar al Señor tu Dios. No dejes de cumplir sus mandamientos, normas y preceptos que yo te mando hoy. Deuteronomio 8:11 (NVI)

Si sigues leyendo este pasaje de Deuteronomio te vas a dar cuenta que Dios insiste en que no debemos olvidar si queremos disfrutar de las bendiciones. Las bendiciones de Dios están condicionadas por la obediencia a sus mandamientos. Cuando nos olvidamos de sus mandamientos nuestra vida se vuelve limitada y triste, aunque seamos hijos de Dios.

Te invito en esta semana a no olvidarte de Dios, a vivir una vida extraordinaria, a recordar y no olvidarte.

1. Recuerda que eres hechura de Dios, creado para grandes obras. No hay otro como tu en la tierra. Tú eres único, especial y todo un triunfador o una triunfadora.
2. Recuerda que tú eres un hijo o una hija de Dios. Si recibiste a Jesús en tu corazón perteneces a Dios. Si no lo has hecho, hoy es tu día.
3. Recuerda que tú eres una bendición, donde quieras que tu vayas eres luz.
4. Recuerda que te sacó del pantano y puso en tu boca un cántico nuevo.
5. Recuerda que El te sacó de la esclavitud, te dio libertad y vida nueva.
6. Recuerda contar tus bendiciones. ¿Cuántas bendiciones tienes? Probablemente cuentas más los problemas, hay que cambiar eso.
7. Recuerda que dentro de ti hay un David listo para derribar a Goliat.
8. Recuerda meditar día y noche en la Palabra de Dios para que prosperes.
9. Recuerda todos sus beneficios.
10. Recuerda que los planes de Dios para ti son de bienestar.
11. Recuerda perdonar para ser libre.
12. Recuerda amar para ser recordado.
13. Recuerda que la vida es una, no te la tomes tan en serio. Disfrútala y celébrala.
14. Recuerda que nunca es demasiado tarde para comenzar de nuevo.

La lista podría continuar y puedes hacer tu propia lista. Sin embargo, cuídate de no olvidarte en esta semana de Jesucristo. El mundo occidental recuerda y celebra la muerte y resurrección de Aquel que vive por siempre. El es la razón por la cual vivimos.

Recuerda que Dios es fiel y no se olvida de su pacto con nosotros. (Dt.4:31). Hoy es un buen día para agradecerle no solamente con nuestras palabras, sino también con nuestros hechos.

Cuando mires hacia atrás, recuerda que hoy estás vivo y la manera en que tú vivas la vida será la manera en que serás recordado. ¿Cómo quieres ser recordado?


En amor y liderazgo,

Pedro Sifontes
Coach Personal

domingo, 28 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Hoy… El Señor Se Acordará De Mi.

El Señor se acordó de nosotros; nos bendecirá. Salmos 115:12

En cuanto a mí, podría firmar en mi propio nombre este primer testimonio.
¿Podrías hacerlo tú?
Sí, El Señor se acordó de nosotros; nos ha consolado, nos ha liberado y nos ha guiado. En su paternal providencia ha tenido memoria de nosotros, y no nos ha dejado un solo momento de nuestra vida.

Siempre nos tiene presentes: tal es el significado de la palabra «acordarse».
Así ha sucedido siempre, y así acontecerá en lo porvenir.
Sin embargo, en muchos casos, hemos podido comprobar de un modo clarísimo esta su providencia, y podríamos recordarlo a los demás llenos de gozosa gratitud.
Sí, «El Señor se acordó de nosotros».


La frase que sigue es consecuencia lógica de la anterior.
Dios no cambia, y, como lo hizo en el pasado, así también lo hará en el futuro.
Ahora bien, acordarse es sinónimo de bendición. Empero no se trata de conclusiones dictadas por la razón, sino de afirmaciones de la Palabra inspirada por Dios.

Estas afirmaciones están respaldadas por el Espíritu Santo:
«Nos bendecirá». Esto quiere decir cosas grandes e incomprensibles.
Lo indefinido de la promesa tiene un alcance verdaderamente infinito.
Nos bendecirá como Dios bendice, y su bendición será eterna.

Por tanto, digamos agradecidos: «Bendice, oh alma mía, al Señor.».
Hoy..se que nuevamente el Señor se acordará de mi. Quizás muchos de mis amados o amigos se han olvidado de mi, pero se que El Señor jamás de olvidará.
Señor, cuan bueno es tenerte como mi Padre y Señor. Te acuerdas de mi y es por eso que día a día me envías bendiciones. Hoy quiero también yo acordarme de ti. Amén.


Charles Spurgeon.
Libro De Cheques Del Banco De la Fe.

sábado, 27 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Al Otro Lado de la Puerta

Un hombre enfermo se dirigió a su médico, mientras se preparaba para dejar el consultorio y le dijo: “Doctor, tengo miedo de morir. Dígame, ¿qué hay del otro lado?”

Muy quedamente, el médico le contestó: “No lo sé”

“¿Usted no sabe? Usted, un cristiano, ¿no sabe lo que hay del otro lado?”

El médico tenía su mano en la manigueta de la puerta; del otro lado se oyó un ruido de rasguños y lloriqueo y, al abrir la puerta, un perro entró apresuradamente en el cuarto y le saltó encima con una evidente manifestación de alegría.

Vollteándose al paciente, el médico dijo: “¿Observó a mi perro? Nunca había estado en este cuarto antes. Él no sabía lo que había aquí dentro. No sabía nada más que su amo estaba aquí y, cuando se abrió la puerta, dio un salto hacia adentro sin temor alguno. Conozco muy poco de lo que hay del otro lado de la muerte, pero sé una cosa… sé que mi Señor está allí y eso es suficiente”

Enviado por Ricardo Hinestroza

La seguridad del cristiano está en el Señor en quién él o ella creen. Aunque el paso más alla nos produzca muchas interrogantes, la seguridad de que Dios está al otro lado de la puerta, nos reafirma. No esperes mucho para entrar en contacto con él. Vale la pena vivir sabiendo quién está al otro lado de la puerta.

No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí.
En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros.
Y conocéis el camino adonde voy. Juan 14:1-4

viernes, 26 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Hoy… Nuevamente Veré La Bendición De Dios.

Bendito tú en el campo. Deuteronomio 28:3.

Isaac fue bendito cuando, al atardecer, salió al campo para meditar.

¡Cuántas veces nos ha encontrado el Señor cuando estábamos solos!

Las setas y los árboles pueden dar testimonio de nuestra alegría, y abrigamos la esperanza de poder disfrutar nuevamente de esos apacibles momentos.
Booz fue bendito cuando recogió su cosecha, y sus siervos le saludaron con bendiciones.

¡Que el Señor prospere a todos aquellos que siguen el arado!
El agricultor que obedece la voz de Dios puede presentar esta promesa en su presencia.

Vayamos al campo a trabajar como lo hizo nuestro padre Adán; desde que la maldición de Dios cayó sobre la tierra a causa del pecado del primer Adán, es un consuelo poder encontrar una bendición en el segundo.
Vayamos al campo para ejercitar nuestros cuerpos, en la esperanza cierta de que Dios bendecirá este ejercicio que fortalecerá nuestra salud y que servirá para su gloria.
Vayamos al campo para estudiar allí las maravillas de la creación porque todo conocimiento de la naturaleza puede ser santificado y utilizado del modo más eficaz para la bendición del Señor.

Finalmente, hemos de ir al campo para enterrar a nuestros muertos, que otros, a su vez irán para dar sepultura a los suyos.

También allí encontraremos la bendición de Dios cuando lloremos, o descansemos en Él.
Hoy..Al salir a mi área de trabajo sea el campo, la oficina o el mercado veré la bendición de Dios, porque él promete bendecir la obra de mis manos.
Señor, gracias por extender tu bendición sobre mi vida y sostenerme con poder y gloria. Descanso plenamente hoy en tu bendición. Amén.


Charles Spurgeon.
Libro de Cheques Del Banco De la Fe.

jueves, 25 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Hoy… Estaré Dispuesto A Renunciar A Lo Que Él Diga.

Y el Señor dijo a Abram después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y al sur, y al oriente y al occidente; porque toda la tierra que ves la daré a ti y a tu descendencia
para siempre. Génesis 13:14-15


Bendición especial en una ocasión memorable.
Abraham había dado fin a una contienda familiar:
«No haya ahora altercado entre nosotros dos, porque somos hermanos».
Por lo tanto, él recibió la gracia prometida a los pacíficos.
El Señor y dador de toda paz se complace en manifestar su gracia a quienes buscan la paz y la siguen.


Si deseamos gozar de una más íntima comunión con Dios, tenemos que seguir más de cerca los caminos de la paz.
Abraham se comportó de un modo muy espléndido con su pariente permitiéndole escoger la tierra.

Si renunciamos a nosotros mismos por amor de la paz, el Señor nos recompensará con largueza.

Abraham podía reclamar toda la tierra que alcanzaba su vista, y nosotros podemos hacer lo mismo por la fe.

Abraham tuvo que esperar hasta conseguir la posesión que se le prometía, mas el Señor entregó a él y a su posteridad la tierra prometida.
Por el don de la alianza nos pertenecen infinitas bendiciones.
Todo es nuestro.

Cuando nuestra vida es grata al Señor, nos permite mirarlo todo en derredor nuestro y considerar como nuestras todas las cosas; lo presente y lo porvenir todo es nuestro y nosotros de Cristo y Cristo de Dios.
Hoy no me aferraré a nada que Dios me pida ya que cuando él me pide algo es porque me dará una bendición mayor.

Señor, ayúdame hoy a aceptar tus pedidos y a separarme de personas, sueños, proyectos y planes que no encajan en tu santa y bendita voluntad. Amén.

Charles Spurgeon
Libro De Cheques del Banco De La fe.

miércoles, 24 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Hoy… Dios Derramará De Su Espíritu Sobre Mi Generación

Mi espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos. Isaías 44:3

Nuestros hijos, por naturaleza, carecen del Espíritu de Dios, como podremos comprobarlo.

En ellos podemos advertir muchas cosas que nos hacen temer por su porvenir, lo cual debe ser objeto de nuestras súplicas y oraciones.

Cuando uno de nuestros hijos se pervierte, clamamos con Abraham:
«¡Ojala Ismael viva delante de ti!»Preferiríamos ver a nuestras hijas humildes y piadosas antes que emperatrices.

Este texto debería animarnos mucho. Viene a continuación de estas palabras:
«No temas, siervo mío, Jacob», y por tanto no debemos amedrentarnos.
El Señor dará su espíritu y lo dará en abundancia; lo dará eficazmente para que sea una verdadera y eterna bendición.

Con esta efusión divina, nuestros hijos avanzarán, y «éste dirá: Yo soy del Señor; y el otro se llamará del nombre de Jacob».

Ésta es una de las promesas cuyo cumplimiento quiere el Señor que se lo pidamos. ¿No deberíamos, en determinados momentos, orar por nuestros hijos?
Somos incapaces de darles un nuevo corazón, pero el Espíritu Santo puede hacerlo, y quiere que se lo pidamos.

El Padre Celestial se contenta mucho de las oraciones de los padres.
¿Está fuera del arca alguno de nuestros seres queridos?
No descansemos hasta verlos metidos en ella por la mano del Señor.
Hoy es un buen día para pensar que esta promesa se cumplirá en todos los miembros de mi familia.

Señor, Gracias porque se que lo comenzado en mi se prolongará en todos mis descendientes porque ti deseas que toda mi familia te ame y te sirva. Amén.

Charles Spurgeon.
Libro de Cheques del Banco De La Fe.

martes, 23 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Hoy…Seré Sustentado Con La Diestra De Justicia.

Siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Isaías 41:10

El temor de caer es cosa saludable: en cambio, la temeridad no es señal de sabiduría. Hay momentos en que por fuerza tenemos que sucumbir, si no contamos con un auxilio muy especial.
Este auxilio lo tenemos: la diestra de Dios es un sólido punto de apoyo.
Presta atención: ya no es solamente su mano la que sostiene en su puesto los cielos y la tierra, es su diestra, en la que están reunidas la fuerza y la habilidad, la que nos asegura este apoyo.
A mayor abundamiento, escrito está.
«Siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia».
Es la mano que utiliza para mantener su santidad y ejecutar sus sentencias reales. Nuestro peligro es digno de temerse, empero nuestra seguridad es gozosa.
El hombre sostenido por Dios no puede ser derribado por los demonios.
Podrán ser débiles nuestros pies, pero la diestra de Dios es omnipotente.
El camino es arduo, pero el Omnipotente es nuestro sostén.
Bien podemos avanzar confiados sin temor de caer.
Apoyémonos de continuo en Aquél que sostiene todas las cosas.
Dios jamás retirará de nosotros su fuerza, porque su justicia está al lado de su fuerza. Él será fiel a su promesa, fiel a su Hijo, y, por lo tanto, fiel a nosotros.

¡Cuán alborozados deberíamos estar!
¿No lo estamos ya?

Hoy la seguridad me inunda..es la seguridad de ser sustentado por su mano poderosa.
Señor, Gracias por extender su mano hacia mi en estos precisos momentos cuando más lo necesito. Eres mi guía y mi Salvador. Amén.


Charles Spurgeon
Libro De Cheques Del Banco De la Fe.

lunes, 22 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



¿Puedo Cambiar mi Pasado?

“Sí Dios no hubiera borrado mi pasado, seguramente yo sí hubiera borrado mi futuro” Paco Palafox

¿Eres de las personas que se sienten atrapadas en el pasado? Lo mas seguro es que a pesar de que Dios perdonó tu pasado, todavía estas luchando con ese pasado que no te gusta, te sientes avergonzada por esas cosas que pasaron en tu vida y todavía no lo puedes soltar. Quizás quieras retroceder el tiempo y no haber hecho lo que hiciste, pero no se puede. Como dice el coach Héctor Teme “el pasado es ceniza”. El pasado es historia y no se puede volver a recuperar, lo que si puedes hacer es cambiar tu presente para un futuro mejor. Si tú eres cristiano, ten por seguro que Dios perdonó tu pasado y más nunca se acordará del mismo. El te ha hecho nuevo y espera que tú comiences a vivir esa vida abundante. La única manera que puedes cambiar tu pasado es despojarte del mismo y comenzar a renovarte en tu mente.

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está corrompido por los deseos engañosos, renovaos en el espíritu de vuestra mente,” Efesios 4:22,23 (RV1995)

Hay un dicho que dice que somos lo que decidimos ser, y es interesante porque el lugar donde nos encontramos hoy es producto de nuestras elecciones. En la vida cristiana siempre tendrás dos opciones: ¿Soy bendición o soy maldición? ¿Cuál camino escogeré, el de la vida o el de la muerte? ¿Soy un nuevo hombre o un viejo hombre? ¿Cuál escoges tú? ¿Eliges seguir viviendo en el pasado o eliges comenzar a diseñar tu futuro?
Tú puedes cambiar tu pasado porque ya Dios lo cambió. Del pasado y de la historia podemos aprender de las cosas que hemos hecho, como de las cosas que hemos dicho. ¿Qué hacer y qué no hacer? ¿Qué decir y qué no decir?
Para poder cambiar nuestro pasado y llevarlo a un futuro grandioso, necesitamos cambiar nuestra perspectiva de la vida e incorporar nuevos hábitos que nos lleven a la vida extraordinaria.

Los hábitos de acuerdo a la definición del psicólogo José A. Panduro son una serie de costumbres, de prácticas que se forman en general, cuando una persona hace algo de la misma manera y en el mismo lugar una y otra vez hasta que lo realiza automáticamente sin esfuerzo o planeación.
Es probable que sin querer queriendo tengas todavía el habito de vivir en el pasado, y como vives en el pasado te cuesta disfrutar del presente, piensas que es Dios quien no te ha perdonado y tratas de esforzarte pero no lo consigues. ¿Qué pasaría si te despojas de lo viejo, de los malos hábitos? ¿Qué pasaría si comienzas a incorporar nuevos hábitos a tu vida y a renovar tu mente?

La historia que te comparto a continuación es clara y sencilla:

“Un anciano indio Cherokee estaba conversando con su nieto.

Él le dijo: -Los hábitos son como dos lobos hambrientos de igual fuerza que están en tu mente; uno de ellos es bueno y hace todo lo que sea positivo.

Es bondadoso, comprensivo, ama incondicionalmente, siente un constante deseo de dar, ayudar, compartir, y amar, y siempre anda contento, en fin; siente y hace todo lo que sea apropiado para él y los demás.

Pero el otro lobo, es malo. El temor y los malos sentimientos rigen su centro. Así que siente odio, envidia, es egoísta, y los celos devoran su ser. Siente un fuerte deseo de dominar psicológicamente y dominar físicamente, es malvado, violento; vive en amargura.

En conclusión siente todo lo que sea negativo y hace únicamente lo que es beneficioso para él.

Su nieto se quedó pensando por unos momentos y le pregunta a su abuelo:
-Tata, y si los dos lobos pelearan, ¿Cuál ganaría?

Su abuelo le respondió:
-El lobo que tú decidas alimentar”

¿Cuál criatura estás alimentando la vieja o la nueva? ¿De que está llena tu mente del pasado o del futuro?

“Sólo un hábito puede dominar otro hábito.” Og Mandino

Cuando tienes buenos hábitos puedes esforzarte mejor y desarrollar una mejor actitud ante la vida. Cuando tienes buenos hábitos puedes disfrutar y sonreír. Es un buen momento para buscar la ayuda de un coach que te ayude a diseñar el futuro que quieres lograr. Es tiempo de Elevarse!

En amor y liderazgo,

Pedro Sifontes
Coach Personal

domingo, 21 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Hoy… El Señor Me Dará Lo Que Necesito.

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? Romanos 8:32

Si bien no tenemos aquí una promesa formal, sin embargo realmente lo es, y más que una promesa, es un conglomerado de promesas: rubíes, esmeraldas y diamantes engarzados en relicario de oro.
La pregunta y respuesta de nuestro texto en manera alguna pueden causar ansiedad en nuestro corazón.

¿Qué cosa podrá negarnos el Señor después de habernos dado a su propio Hijo?
Si tenemos necesidad de las cosas que hay en el cielo y en la tierra, ciertamente nos las dará, porque si hubiese habido límite en los dones de su amor, no habría entregado a su Unigénito.
¿De qué estoy necesitado en este momento?
Sólo me queda pedírselo.

Puedo hacerlo en reiteradas instancias, mas no como si tuviera que arrancar por la fuerza de la mano del Señor un don que se da de mala gana.
Dios lo concede gratuitamente.
De su propia voluntad nos dio a su propio Hijo.
A buen seguro que a nadie se le hubiera ocurrido pedirle semejante don.
Sería presuntuoso exigírselo.
Él nos ha dado espontánea y libremente a su Hijo amado, y siendo así, ¿puedes, almamía, desconfiar de que tu Padre celestial te conceda todas las
cosas?
Si la fuerza fuera necesaria, tu pobre oración sería nula ante su omnipotencia; empero su amor, a manera de manantial, brota de su corazón y es sobreabundante para satisfacer todas tus necesidades.
Hoy estoy seguro de que no estoy desamparado, sino que el Eterno está a mi lado para fortalecerme y no negarme su bondad y amor.

Señor, Gracias por darme lo más preciado del mundo y la eternidad. Tu amado hijo. Gracias Señor, hoy se que aunque tenga necesidades…ninguna de ellas estará desatendida por tu amor y misericordia. Amén.
Charles Spurgeon
Libro De Cheques del Banco de La Fe.

sábado, 20 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Eureka

Herón II, rey de Siracusa, pidió un día a su pariente Arquímedes (aprox. 287 a.C. – aprox. 212 a.C.), que comprobara si una corona que había encargado a un orfebre local era realmente de oro puro.

El rey le pidió también de forma expresa que no dañase la corona.

Arquímedes dio vueltas y vueltas al problema sin saber como atacarlo, hasta que un día, al meterse en la bañera para darse un baño, se le ocurrió la solución.

Pensó que el agua que se desbordaba tenía que ser igual al volumen de su cuerpo que estaba sumergido.

Si medía el agua que rebosaba al meter la corona, conocería el volumen de la misma y a continuación podría compararlo con el volumen de un objeto de oro del mismo peso que la corona.

Si los volúmenes no fuesen iguales, sería una prueba de que la corona no era de oro puro.

A consecuencia de la excitación que le produjo su descubrimiento, Arquímedes salió del baño y fue corriendo desnudo como estaba hacia el palacio gritando : “¡Lo encontré! ¡Lo encontré!”

La palabra griega “¡Eureka!” utilizada por Arquímedes, ha quedado desde entonces como una expresión que indica la realización de un descubrimiento.

Al llevar a la práctica lo descubierto, se comprobó que la corona tenía un volumen mayor que un objeto de oro de su mismo peso. Contenía plata que es un metal menos denso que el oro.

No todo lo que brilla es oro. Hay cosas y vidas que parecen resplandecientes y muchos alrededor pueden estar engañados. Sin embargo, la calidad de las cosas o las personas siempre pueden ser evaluadas, porque de una u otra manera la esencia misma será revelada.

Que puedan vivir una vida de tal calidad y excelencia viviendo en Dios y para Dios que cuando alguien te vea, pueda decir como Arquìmedes:
!Eureka!! !!Eureka!!. !La encontrè!! !! La encontrè!!

Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 1 Corintios 3:11-13

viernes, 19 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Hoy… Sin Duda Me Irá Bien.


Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios, te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre. Deuteronomio 12:28

Aun cuando la salvación no es por las obras de la ley, sin embargo las bendiciones prometidas a la obediencia tampoco son negadas a los siervos fieles al Señor.
Jesucristo borró todas las maldiciones cuando fue hecho maldición por nosotros; en cambio, ninguna promesa de bendición ha sido revocada.
Deber nuestro es estudiar y escuchar la voluntad de Dios prestando nuestra atención, no únicamente a ciertos pasajes de su Palabra, sino a «todas estas palabras».
No hemos de entresacar y escoger, sino que debemos esperar, con imparcialidad todo cuanto Dios nos ha mandado.

Tal es el camino de bendición tanto para el padre como para los hijos.
La bendición del Señor acompaña a sus escogidos hasta la tercera y cuarta generación.
Si andan en rectitud en su presencia, Él hará que todos los hombres conozcan que son simiente bendita de Jehová.
Por el engaño y la hipocresía jamás podrá caer bendición alguna sobre nosotros y sobre los nuestros.

Los caminos según el mundo y la impiedad tampoco pueden traernos bien alguno.
Todo nos saldrá bien si Dios está con nosotros.
Si la integridad no puede prosperarnos, tampoco prosperaremos por medio del engaño. Todo lo que es del agrado de Dios nos proporcionará alegría.
Hoy….Si quiero que todo me vaya bien necesito estar en armonía y a tono con las exigencias del Padre. No puedo esperar bendiciones a granel si quiero vivir en mis propios senderos.

Señor, Ante ti vengo hoy en oración no para pedirte que me bendigas mas, sino que yo sea obediente mas. En el Nombre de Jesús. Amén-Charles Spurgeon.
Libro De Cheques Del Banco De la Fe.

jueves, 18 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



La Historia De Latiff.

Latiff era el mendigo más pobre de la aldea. Cada noche dormía en zaguán de una casa distinta, frente a la plaza del pueblo. Cada día tenía un breve descanso bajo un árbol distinto, con mano extendida y perdido en sus pensamientos.

Cada noche comía de las limosnas o las migajas que alguna persona caritativa le traía. Sin embargo, a pesar de su aspecto y la manera en que pasaba sus días, Latiff era considerado por todos como el hombre más sabio del pueblo, no tanto por su inteligencia, sino por lo que había vivido.

Una soleada mañana el rey apareció en la plaza, rodeado por sus guardias, caminando entre los frutos sin buscar nada en especial. Riendo ante los mercaderes y compradores, el rey y su séquito tropezaron con Latiff, quien dormitaba a la sombra de un roble. Alguien le dijo al rey que estaba frente al más pobre de sus súbditos, pero también ante uno de los hombres más respetados debido a su conocimiento.

El rey, divertido, se acercó al mendigo y le dijo: “Si puedes contestar mi pregunta, te dare esta moneda de oro”. Latiff la miró y casi con desprecio le contestó: “Usted puede quedarse con su moneda, ¿qué haría con ella de todas maneras? ¿Cuál es su pregunta?”

El rey se sintió desafiado por la respuesta y en vez de una pregunta banal, le hizo una que le estaba molestando por días y que no podía resolver; un problema de bienes y recursos que los analistas no habían podido solucionarle. La respuesta de Latiff fue sabia y creativa. El rey se sorprendió; dejó la moneda a los pies del mendigo y continuó con su camino al mercado, reflexionando sobre lo ocurrido.

Al día siguiente regresó directamente a donde descansaba Latiff; esta vez bajo un olivo. Otra vez el rey le planteó una pregunta y nuevamente Latiff la contestó rápida y sabiamente. El rey volvió a sorprenderse ante tanta inteligencia. En un acto de humildad, se sacó sus sandalias y se sentó enfrente de Latiff.

“Latiff, te necesito”, dijo el rey. “Estoy abrumado por las decisiones que un rey tiene que tomar. No quiero lastimar a mi pueblo y tampoco quiero ser un rey malo. Te pido que vengas al palacio y seas mi consejero. No temas; te prometo que serás respetado y que podrás irte cuando quieras… por favor”.

Ya sea por compasión, por servir o por la sorpresa, Latiff, tras pensarlo un poco, aceptó la propuesta del rey. Esa misma noche Latiff llegó al palacio donde inmediatamente le asignaron un lujoso cuarto. El cuarto estaba cerca al del rey y tenía una tina llena de esencias y agua tibia esperándole.

Durante las siguientes semanas las consultas con el rey se tornaron habituales. Cada día en la mañana y en la tarde, el monarca consultaba a su nuevo consejero sobre problemas de su reino, de su propia vida o de sus dudas espirituales.

Latiff siempre contestaba con claridad y precisión y se convirtió en el vocero favorito del rey. Tres meses tras su arribo, no había decisión que el monarca tomase sin consultar primero a su apreciado consejero. Obviamente esto desató el celo del resto de los consejeros. Veían en el mendigo una amenaza a su propia influencia.

Un día, todos los consejeros pidieron una audiencia privada con el rey. Muy cautelosos y con gravedad le dijeron: “Su amigo Latiff está conspirando para destronarlo a Ud.” El rey dijo: “No puedo creerlo”.

“Puede confirmarlo con sus propios ojos”, le dijeron. “Cada tarde, como a las cinco, Latiff se escabulle del palacio hacia el ala izquierda y entra en un cuarto oscuro. Se reúne con alguien en secreto, aunque no sabemos con quién. Le hemos preguntado dónde va todas esas tardes pero nos da respuestas evasivas. Su actitud nos alertó con respecto a la conspiración”.

El rey se sintió defraudado y lastimado. Tenía que confirmar este informe. Esa tarde como a las cinco, esperó a Latiff bajo las escaleras. Vio a Latiff llegar a la puerta y mirar a su alrededor, con una llave colgando de su cuello. Abrió la puerta de Madera y se escabulló secretamente en la habitación. “¿Lo vio?” los otros consejeros le gritaron. “¿Lo vio?”

Seguido por su guardia personal, el monarca tocó a la puerta. “¿Quién es?” preguntó Latiff desde dentro. “Soy el rey”, contestó, “ábreme la puerta”.

Latiff abrió la puerta. No había nadie dentro, excepto Latiff. No había otras puertas o ventanas, no había accesos secretos o moblaje alguno en que alguien pudiese ocultarse.

Dentro de la habitación solo había una plato desgastado de madera; en una esquina, un bastón y en el centro del cuarto, una tunica raída colgando de un gancho en el techo. “¿Estás conspirando contra mí, Ltiff?” preguntó el rey.

“¿Cómo podría, su Majestad?” contestó Latiff. “De ninguna manera. ¿Por qué lo haría? Hace tan solo seis meses, cuando llegué, lo único que tenía era esta túnica, este plato y este bastón. Ahora me siento tan cómodo en la ropa que visto y con la cama en que duermo, me siento tan honrado por el respeto que me brinda y tan fascinado por el poder que me ha concedido… de estar cerca de Ud… que cada día vengo aquí para tocar esta vieja túnica para asegurarme que recuerde… quién soy y de dónde vengo.

Muy cierto. Nunca debemos olvidar quiénes somos y de dónde venimos. La vida da vueltas y bien pudiéramos regresar al mismo lugar.

Jorge Bucay, escritor argentino
Fuente: www.motivateus.com

Queridos Hermanos:

No cabe duda que nos ahorraríamos muchos dolores de cabeza si pudiésemos mantenernos agradecidos a Dios por las bendiciones que nos han sido otorgados, aún sin merecerlas. Y es que mucho de lo que alcanzamos de este lado del cielo no es tanto por nuestro esfuerzo y duro trabajo (que ciertamente juegan un papel importante) sino por la gracia divina. Si miramos a nuestro alrededor, no pasará mucho tiempo para que descubramos a otros que trabajan más duro y se esfuerzan más que nosotros y sin embargo, no cosechan nuestros triunfos. ¿Nos hemos preguntado alguna vez por qué?

En vez de concluir que somos especiales, ¿por qué no más bien reconocer que tenemos un Dios fuera de serie que se place en bendecirnos? Ojalá que sepamos no sólo atesorar sino aplicar la moraleja de esta anécdota… adelante y que el Señor les bendiga.

Raúl Irigoyen.

miércoles, 17 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Hoy… Serás Mi Ayudador y Mi Esperanza

Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, Cuya esperanza está en el Señor, su Dios Salmo 146:5.

Muchos han sido los días que al amanecer parecen pesados y mi cuerpo y mi alma parecen no tener fuerza para enfrentar las demandas diarias. Cuantos han sido los amaneceres que parecen atardeceres, porque las circunstancias del día anterior han empañado los cristales de mi vida. Hoy, sin embargo, quiero meditar y sentir y pensar que aunque parezcan los días así, puedo tener la bendición de tener a Dios como mi ayudador y mi esperanza.

Cuando casi no puedo caminar, Dios llega a mi con su fuerza y poder y me levanta. El es el Dios de Jacob, porque cuando Jacob había perdido la esperanza el Señor se le apareció y luchó con él y lo bendijo. Eso es precisamente lo que necesito su bendición. Su bendición es aliento a mi ser y elixir de fuerza para mi espíritu.

Bienaventurado…o completamente feliz aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob. Si, felicidad total llega cuando quien nos ayuda en medio de la debilidad es el Dios de Jacob, quien a la vez es mi Dios. Bienaventurado o completamente feliz aquel cuya esperanza está en el Dios todopoderoso. En un mundo en el cual se pierde la esperanza en relación a la salud, las finanzas, el trabajo, las relaciones, la familia y el futuro, se levanta la más grande esperanza que necesitamos como seres finitos y débiles…y la esperanza es Dios. Quien hizo los cielos y la tierra no solo me ofrece hoy ser mi ayudador, pero también me ofrece la esperanza.


“Esforzaos todos vosotros los que esperáis en el Señor, y tome aliento o esperanza vuestro corazón” Salmo 31:24. Si un poco más, un poco más de esfuerzo si esperamos en el Señor y tome esperanza nuevamente nuestro corazón.


Padre celestial: En medio de mi camino turbulento, hoy te ofrezco mi alabanza por que tú eres el soberano Rey de todo el universo.

Mi esperanza no está anclada en las cosas temporales de esta vida, sino en ti, quien eres la Roca eterna de los siglos.

Reconozco hoy, Señor que mi felicidad esta basada en la esperanza que sale de ti. Tu eres la fuente de toda la creación, tú eres la fuente de toda verdad y de toda justicia y eres el suplidor de todas nuestras necesidades, eres comida para el hambriento, emancipador de los cautivos, luz para el ciego y médico para el enfermo, amigo para el extranjero y Padre para el huérfano. Eres mi ayudador y mi esperanza.

Amen.


Serafin Contreras Galeano.

martes, 16 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Hoy… Decido Arrepentirme

“La tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de lo cual no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte”. 2 Corintios 7:10.

Uno de los principales retos que tenemos en nuestro diario caminar es continuar interpretando las palabras de Dios hacia nosotros, con base en lo que Él quiere hacer por nosotros, en lugar de lo que nosotros podríamos imaginar que Él quiere que nosotros hagamos para Él.

De lo contrario, nos perderemos de lo que tiene en mente.
Nosotros sólo vemos nebulosamente y siempre estamos tentados a creer que Dios es un Juez demandante y exigente. Por consiguiente, muchos de los términos que los cristianos usan para hablar de los caminos del Señor se atascan en verdades a medias y nos dejan con la impresión equivocada de que Dios no es tan bondadoso, o por lo menos, que no se interesa en derramar abundantes bendiciones hacia nosotros.

Así que, las definiciones y connotaciones culturales que tenemos para muchos términos bíblicos no coinciden con la forma en que la Biblia los define. Esta es una verdad que siempre querrás recordar cuando leas tu Biblia.

Aun cuando crees saber lo que una palabra significa en tu vocabulario natural o religioso, quizá no exprese adecuadamente lo que Dios quiere decir cuando la usa.
La palabra arrepentimiento es un ejemplo perfecto de esta discrepancia. Nuestra cultura ve el arrepentimiento como una medicina que sabe horrible, una experiencia muy incómoda y humillante que debemos soportar periódicamente, como pasar un día entero en el hospital vestidos con una de esas vestimentas tres-cuartos (que le falta la corbata), para hacerse un examen médico general.

Esperamos y anticipamos el arrepentimiento de igual manera que lo hacemos con una endodoncia.

Que se nos diga que nos arrepintamos se siente como ser sorprendidos y enviados a nuestro cuarto hasta admitir lo malos que somos. El tono de voz que oímos cuando pensamos en arrepentimiento es probablemente enojado, severo y hostil.

Lo asociamos más con la intimidación que con algo que inspira. El arrepentimiento conjura imágenes de profetas del día del juicio final llevando pancartas que anuncian el fin del mundo, o de instructores frustrados que casi se les agota la paciencia con nuestra incapacidad persistente para desempeñarnos adecuadamente.
Cuando pensamos en Juan el Bautista, el principal per-sonaje de la Biblia asociado con arrepentimiento, nos imaginamos a una persona parecida a un hombre de las cavernas, fornido y con barba, vestido con pieles de animales, apuntando con dedo amenazador a los rostros de las personas y gritando: —“¡Arrepiéntanse!”

Los pocos ejemplos de la vida real que la mayoría de nosotros hemos visto en las esquinas de la calle, o en las plazas públicas de alguien diciéndoles a todos los demás que se arrepientan, no nos han ayudado a querer recibir esa provisión maravillosa del Señor.

Los que censuran el pecado de todos los demás y airadamente les demandan que se reformen comunica una actitud de “(yo soy) mas santo que vosotros” que está completamente fuera de armonía con la misericordia clemente del Señor.

Su llamado al arrepentimiento está basado en la vergüenza, quieren que nos demos cuenta de lo malos que somos y que lo admitamos. Tal noción de arrepentimiento se enfoca en nuestras fallas y carencias, como si el punto principal fuera poner nuestras maldades en exhibición como un montón de ropa sucia.
No es de sorprenderse que queramos cruzar la calle para alejarnos de sus gritos estridentes y de sus demandas airadas.

Hoy sin embargo el Señor me llama al arrepentimiento desde su perspectiva de misericordia y amor profundo.

Señor, hoy quiero arrepentirme de mis malos caminos y desobediencia para empezar a caminar en tu sendero. En el Nombre de Jesús, Amén.
Dr. Daniel A Brown.
Disfrute Tu Diario Vivir.

lunes, 15 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY




¿Hasta Cuando?

“Sólo triunfa en el mundo quien se levanta y busca a las circunstancias y las crea si no las encuentra.” George Bernard Shaw


Esta es una pregunta que muchos de nosotros nos hemos hecho en la vida, recientemente en esta semana la escuche muchas veces. Es casi común oír: “¿Hasta cuando esta situación? ¿Hasta cuando esta tristeza? ¿Hasta cuando este dolor? ¿Hasta cuando voy a seguir así? ¿Por qué a mí? ¿Cuándo será que seré feliz?”

Hoy muchas personas viven en una situación de problemas tras problemas, problemas en el hogar, problemas en el trabajo, problemas con las finanzas y los problemas como que nunca acaban. La pregunta a mi parecer no es ¿Cómo resuelvo el problema? , para mi es ¿Cómo enfrento el problema? Al fin y al cabo los problemas son parte de la vida misma y como decía Albert Einstein “Los problemas que creamos lo hicimos con un nivel de pensamiento para resolverlos necesitamos tener un nuevo nivel de pensamiento.”

Si tienes problemas alégrate de estar vivo, porque el que no tiene problemas está muerto. Aun las personas que consideras que tienen éxito o que les está yendo bien en la vida enfrentan problemas. La clave es como manejo el problema, como lo enfrento. Deja ya de quejarte y preocuparte por los problemas, y aprende a confiar en Dios primeramente.

Jesús dice: “Ustedes viven siempre angustiados; siempre preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar.” Mateo 11:28 (BLS)

“Así que pongan sus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ustedes.” 1 Pedro 5:7 (BLS)


Entendemos que el primer paso para enfrentar los problemas es aprender a descansar en Dios. Necesitamos de la paz mental para enfrentar los problemas. Si nuestros pensamientos están desordenados y confundidos no podremos avanzar, seremos presa del miedo. Cuando nuestros pensamientos están ordenados, cuando en mi corazón hay paz puedo enfrentar cualquier problema del tamaño que sea. Eso me recuerda la historia de David y Goliat, este último era un enemigo del pueblo de Israel, y durante 40 días este hombre representaba un gran problema hasta que apareció un jovencito lleno de paz que no vio el tamaño del problema sino que vio el tamaño de su Dios y se enfrentó al gigante, llegando a derrotarlo y a cortarle la cabeza. ¿Cuál es tu Goliat? Tu tienes un Goliat que puedes derrotarlo. No hay problema que no puedas enfrentar y ganarlo.

Interesante es que el segundo paso para enfrentar los problemas tiene que ver con lo que hay en tu cabeza, en tu mente. Lo más probable es que tu mente este divagando entre lo que es y lo que no es, entre lo que soy hoy y lo que me gustaría ser mañana. Hay muchas contradicciones: soy casado, quiero divorciarme y volverme a casar, o soy pobre, quiero tener mucho dinero, y así hay otros ejemplos que han generado un estado emocional de dolor y tristeza, de queja y ansiedad en nuestra vida. Para ello necesitas cambiar tu manera de pensar y alinear tus pensamientos a lo que la Biblia dice quien tú eres. Cuando sabes quien tú eres puedes hacer lo que tú quieres que pase en tu vida.

Hay personas que han sufrido grandes desgracias y han salido victoriosos, uno de ellos es Morris Goodman, quien a los 35 años era conocido como Mr Éxito. Uno de los más destacados vendedores de seguros en todo el mundo. Morris tenía éxito, fama, fortuna y un avión nuevo. Luego las cosas se dieron vuelta. Mientras intentaba aterrizar su avión la tarde del 10 de marzo de 1981 Morris se estrelló. Con su cuello roto en las vértebras C1 y C2, su espina dorsal destruida, y cada músculo de su cuerpo destruido Morris ya no podía realizar ninguna función corporal excepto parpadear sus ojos. Sus heridas fueron muy graves para haber podido sobrevivir. Pero, el hombre al que los médicos llamaron “El hombre milagro” sobrevivió con una gran fe en Dios, coraje y determinación, Morris no solamente reconstruyó su cuerpo sino también su mente y su perspectiva de la vida.

Tú decides si de los problemas vas a hacer un drama o buscas la oportunidad para crecer y aprender. Cada cosa que nos pase debemos preguntarnos ¿Qué puedo aprender? El tiempo nos irá mostrando la luz ya que las cosas pasan por alguna razón en nuestra vida. ¿Para qué Dios permite esto?

“Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que le aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan.” Romanos 8:28 (BLS)

Aunque a ninguno de nosotros no nos gusten los problemas, ellos son parte de la vida, ellos forman nuestro carácter y ellos nos llevan a forjar nuestro destino de acuerdo a su plan. Hoy es el mejor día para ir tras una vida extraordinaria, la vida que Dios diseñó para ti.

En amor y liderazgo,

Pedro Sifontes
Coach Personal

domingo, 14 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY




Dios Sabe

Cuando estás cansado y desanimado tras esfuerzos infructuosos,
Dios sabe cuán duro lo has intentado.

Cuando has llorado por mucho tiempo y tu corazón está angustiado,
Dios ha contado tus lágrimas.

Si sientes que tu vida está estancada y que el tiempo te está pasando de largo,
Dios te está esperando.

Cuando te sientes solo y los amigos están tan ocupados que ni siquiera pueden llamarte por teléfono,
Dios está a tu lado.

Cuando piensas que lo has intentado todo y no sabes qué dirección tomar,
Dios tiene una solución.

Cuando nada tiene sentido y estás confundido o frustrado,
Dios tiene la respuesta.

Si de repente tu futuro se ve brillante y encuentras trazos de esperanza,
Dios te lo ha susurrado.

Cuando las cosas van bien y tienes mucho por lo que estar agradecido,
Dios te ha bendecido.

Cuando algo gozoso te pasa y estás lleno de agradecimiento,
Dios te ha sonreído.

Cuando tienes un propósito en la vida y un sueño que seguir,
Dios ha abierto tus ojos y te ha llamado por tu nombre.

Recuerda que donde quiera que vayas o ante cualquiera cosa que enfrentes,
DIOS SABE.

Autor desconocido
Dios todo lo sabe y está a tu lado para siempre sostenerte. Dale gracias a Dios por todo y en todo y recuerda, él está en control de todo.

¿No demandaría Dios esto? Porque él conoce los secretos del corazón. Salmo 44:21

Dios, tú conoces mi insensatez, Y mis pecados no te son ocultos.Salmo 69:5

Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación. Luc 16:15

sábado, 13 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY




Hoy… Su Consejo Me Dará Firmeza




“Tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza”. Isaías 25:1

Es emocionante darnos cuenta de que recibimos consejos, instrucciones, recomendaciones y advertencias del Creador del universo.

Él nos instruye en el camino que debemos seguir con el fin de traer más recompensas y bendiciones a nuestra vida. ¿Puedes pensar en los puntos específicos de los consejos que Jesús te ha dado recientemente?

¿Has estado haciendo lo que Él dijo? Si es así, ¿qué bendiciones o qué bien han traído a tu vida Sus palabras? Si no has estado siguiendo Su consejo, ¿lo quieres reconocer delante de Él y preguntarle, lo que debes hacer ahora, usando tus propias palabras o las que siguen?

Ayúdame, Padre, a escuchar mejor. Abre mis oídos a Tu voz solamente.
No quiero seguir mi propio consejo, o el de ninguna influencia falsa.
Ayúdame a escucharte a ti y al consejo sabio de otros.
Los demás susurros, mis propios pensamientos y deseos, cosas que oigo del mundo que me rodea algunas veces ahogan lo que Tú me dices.

Quiero escuchar lo que Tú dices más activamente y con más responsabilidad.
¿Cuántas veces te oí hablar pero me negué a escuchar, me negué a reconocer lo que tú dijiste y me rehusé a obedecerte y a actuar de acuerdo a lo que me decías?
Perdóname por hacerme el sordo a Tu voz tantas veces.
Sé que me amas y que sólo quieres lo mejor para mí.

Perdóname por las veces que me permití pensar que estabas tratando de retener algo bueno de mí. Esto es una mentira que no quiero escuchar.
Planta Tus semillas de vida en mi corazón; permíteme reconocer Tu voz cada vez mejor. Realmente te amo Señor y quiero Tus palabras.
Recibo Tus consejos y el sonido de Tu voz con beneplácito.

Tócame con Tu Palabra y ayúdame a estar alerta a Tu verdad para mi vida.
Háblame Salvador. Gracias Señor. En Tu nombre, amén
.
Hoy quiero escuchar sus consejos porque me darán firmeza en la vida.
Dr. Daniel A. Brown.
Disfrute Tu Diario Vivir.

viernes, 12 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Hoy… Sabrán Mis Enemigos Quién Es Dios.

Y sabrán los egipcios que yo soy El Señor. Éxodo 7:5
Al mundo impío difícilmente se le puede enseñar.
Egipto no conoce al Señor y por eso levanta sus ídolos y se atreve a preguntar:
«¿Quién es Dios?»
Pero el Señor quebranta el orgullo de los corazones.
Cuando estalla el juicio de Dios sobre sus cabezas, se oscurece su cielo, son destruidas sus cosechas y mueren sus hijos; entonces comienzan a discernir algo del poder soberano de Dios.
Cosas tan extraordinarias como éstas sucederán entre nosotros para que los escépticos doblen humillados sus rodillas.
No desmayemos ante las blasfemias que profieren sus labios, porque el Señor sabrá velar por la gloria de su nombre, y seguramente lo hará de una manera muy eficaz.
La liberación de su propio pueblo fue un medio poderoso del que se sirvió para que Egipto conociera que el Dios de Israel era Jehová, el Dios vivo y verdadero.
Ni siquiera un solo israelita pereció a causa de las diez plagas. Ninguno de los escogidos se ahogó en las aguas del Mar Rojo.
Del mismo modo, la salvación de los escogidos y la glorificación de todos los verdaderos creyentes será parte para que aun los más encarnizados enemigos de Dios reconozcan que el Señor es Dios.
¡Ojala que su poder victorioso y convincente por el Espíritu Santo sea manifiesto en la predicación del Evangelio hasta que todos los pueblos de la tierra inclinen sus frentes
ante el nombre de Jesús y le proclamen como su Señor!
Hoy, se que aunque los que odian al Señor se levanten contra él y contra mí. Hoy sabrán quien es Dios.
Señor, Gracias por estar en mi y a mi lado. No temeré lo que me pueda hacer el hombre. En ti estoy bien seguro y firme. Caminaré confiado en tu presencia. Amén.
Charles Spurgeon.
Libro de Cheques Del Banco de la Fe.

jueves, 11 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Hoy… Me Dirigirá por el Camino Correcto

“ Halló a Jacob en tierra de desierto, y en desierto horrible y yermo; lo trajo alrededor, lo instruyó, lo guardó a la niña de sus ojos” Salmo 107:7.


Cuál y como será el camino que me espera en este día?. Pasaré por sombras y angustias? Mi pie caminará hoy por la candente arena de un desierto horrible y árido? No lo se. Solo se que necesito caminar en este día por fe y plenamente confiado en que el cuidado de Dios sobre Jacob se repetirá sobre mi vida en este día. A Jacob lo halló en tierra del desierto. Desierto horrible y yermo, si embargo Dios lo trajo alrededor, lo instruyó y lo guardó como a la niña de su ojo. Sus promesas me recuerdan que como el águila que despierta su nidada, revolotea sobre sus pollos, extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus plumas; así lo hará el Señor conmigo hoy. El nos llevará y el nos guardará en este día.

El Señor confortará mi alma, me guiará por senas de justicia por amor de su nombre. Y hoy, aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque él estará conmigo; su vara y su cayado me infundirán aliento. El Señor me pastoreará siempre y en las sequías saciará mi alma y seré como huerto de riego y como manadero de aguas, cuyas aguas nunca faltan. Porque Dios es Dios eternamente y para siempre; él me capitaneará hasta la muerte. Qué más puedo desear?. Qué más puede anhelar mi alma?. De que temeré hoy, si estoy seguro que el me guiará por el camino recto? En quien más podré confiar?.

Hoy no hay razón para que mi alma se angustie, ya que tomado de la mano con el Señor, el buen pastor nada podré temer. Cuando él nos lleva la seguridad nos invade y la fortaleza nos envuelve, porque de nada podremos dudar. El es el Señor de la eternidad. Hoy es un buen día para probar nuevamente su fidelidad y sabia dirección.

Gracias Señor. En medio de los caminos tortuosos veré tu manera prodigiosa de conducirme. Como oveja de tu prado seré sabiamente dirigido. Hoy quiero caminar detrás de tus pisadas sin angustia, ni soledad, ni duda, porque cuando te sigo, el horizonte se abre y la esperanza crece dentro de mi. Cuantos hoy estarán abatidos porque no han aprendido a seguirte. Permíteme Señor no solamente seguirte, pero decirles a otros la hermosura de seguir tus pisadas y dejarnos dirigir por su sabio pastoreo.

Amen

Serafín Contreras Galeano

miércoles, 10 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



El Ajedrez y El Grano de Trigo

Cuando un matemático oriental inventó el admirable juego de ajedrez, quiso el monarca de Persia conocer y premiar al inventor. Y cuenta el árabe Al-Sefadi que el rey ofreció a dicho inventor concederle el premio que solicitara.

El matemático se contentó con pedirle 1 grano de trigo por la primera casilla del tablero de ajedrez, 2 por la segunda, 4 por la tercera y así sucesivamente, siempre doblando, hasta la última de las 64 casillas.

El soberano persa casi se indignó de una petición que, a su parecer, no había de hacer honor a su liberalidad.

¿No quieres nada más? preguntó.

Con eso me bastará, le respondió el matemático.

El rey dio la orden a su gran visir de que, inmediatamente, quedaran satisfechos los deseos del sabio.
¡Pero cuál no sería el asombro del visir, después de hacer el cálculo, viendo que era imposible dar cumplimiento a la orden!

Para darle al inventor la cantidad que pedía, no había trigo bastante en los reales graneros, ni en los de toda Persia, ni en todos los de Asia.

El rey tuvo que confesar al sabio que no podía cumplirle su promesa, por no ser bastante rico.

Los términos de la progresión arrojan, en efecto, el siguiente resultado: diez y ocho trillones, cuatrocientos cuarenta y seis mil setecientos cuarenta y cuatro billones, setenta y tres mil setecientos nueve millones, quinientos cincuenta y un mil seiscientos quince granos de trigo.

En números sería 18.446.744.073.709.551.615

Sabido es que una libra de trigo, de tamaño medio, contiene 12.750 granos aproximadamente.

¡Calcúlese las libras que necesitaba el rey para premiar al sabio! Más de las que produciría en ocho años toda la superficie de la Tierra, incluyendo los mares.
Con la cantidad de trigo reclamada, podría hacerse una pirámide de 9 millas inglesas de altura y 9 de longitud por 9 de latitud en la base; o bien una masa de 9 leguas cuadradas en su base, con una legua de altura. Semejante sólido sería equivalente a otro de 162.000 leguas cuadradas con un pie de altura.

Para comprar esa cantidad de trigo, si la hubiera, no habría dinero bastante en este mundo.

Hay cosas que parecen sencillas, pero que en el fondo son profundas. Las cosas del Espíritu son profundas y sòlo Dios las conoce. Por eso la Bisalvación, blia las llama Misterios. La salvación es un misterio, pero aunque sea un misterio, tú y yo las podemos experimentar en el espíritu, aunque nuestra mente no las entienda. Dios el inescrutable, se acerca al sencillo hombre para salvarlo. ¿Ya lo recibiste?

Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. Daniel 2:28.

Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser. Daniel 2:29.

El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio. Daniel 2:47.

martes, 9 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY




La Última Lágrima

Allí estaba, sentado en una banqueta, con los pies descalzos sobre las baldosas rotas de la vereda; gorra marrón, manos arrugadas sosteniendo un viejo bastón de madera; pantalones que arremangados dejaban libres sus pantorrillas y una camisa blanca, gastada, con un chaleco de lana tejido a mano. El anciano miraba a la nada. Y el viejo lloró, y en su única lágrima expresó tanto que me fue muy difícil acercarme, a preguntarle, o siquiera consolarlo.

Por el frente de su casa pasé mirándolo, al voltear su mirada la fijó en mi, le sonreí, lo saludé con un gesto aunque no crucé la calle, no me animé, no lo conocía y si bien entendí que en la mirada de aquella lágrima se mostraba una gran necesidad seguí mi camino, sin convencerme de estar haciendo lo correcto.

En mi camino guardé la imagen, la de su mirada encontrándose con la mía. Traté de olvidarme. Caminé rápido como escapándome. Compré un libro y tan pronto llegué a mi casa, comencé a leerlo esperando que el tiempo borrara esa presencia… pero esa lágrima no se borraba… Los viejos no lloran así por nada, me dije.

Esa noche me costó dormir; la conciencia no entiende de horarios y decidí que a la mañana volvería a su casa y conversaría con él, tal como entendí que me lo había pedido. Luego de vencer mi pena, logré dormir. Recuerdo haber preparado un poco de café, compré galletas y muy deprisa fui a su casa convencido de tener mucho por conversar.

Llamé a la puerta, cedieron las rechinantes bisagras y salió otro hombre. ¿Qué desea? preguntó, mirándome con un gesto adusto. Busco al anciano que vive en esta casa, contesté. Mi padre murió ayer por la tarde, dijo entre lágrimas. ¡Murió! dije decepcionado. Las piernas se me aflojaron, la mente se me nubló y los ojos se me humedecieron.

¿Usted quien es? volvió a preguntar. En realidad, nadie, contesté y agregué. Ayer pasé por la puerta de su casa, y estaba su padre sentado, vi que lloraba y a pesar de que lo saludé no me detuve a preguntarle que le sucedía pero hoy volví para hablar con él pero veo que es tarde.

No me lo va a creer pero usted es la persona de quien hablaba en su diario. Extrañado por lo que me decía, lo miré pidiéndole más explicación. Por favor, pase. Me dijo aún sin contestarme. Luego de servir un poco de café me llevó hasta donde estaba su diario y la última hoja rezaba: Hoy me regalaron una sonrisa plena y un saludo amable… hoy es un día bello.

Tuve que sentarme, me dolió el alma de solo pensar lo importante que hubiera sido para ese hombre que yo cruzara aquella calle. Me levanté lentamente y al mirar al hombre le dije: Si hubiera cruzado de vereda y hubiera conversado unos instantes con su padre… Pero me interrumpió y con los ojos humedecidos de llanto dijo: Si yo hubiera venido a visitarlo al menos una vez este último año, quizás su saludo y su sonrisa no hubieran significado tanto.

Autor Desconocido

Si hubiera….si hubiera…si hubiera….Cuántas veces esas dos palabras han estado en nuestros labios. Tomemos la decisión de aprovechar cada oportunidad para amar, compartir y edificar a otros. Hoy…porque mañana puede ser tarde.

Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros. Salmo 45:7

Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. Juan 13:34

Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Juan 15:12

lunes, 8 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Como Recupero El Gozo

“El gozo del Señor es mi fortaleza” Nehemías 8:10

¿Qué le preocupa? Hoy en día es muy común ver las noticias tanto en prensa como en televisión, y nos encontraremos con noticias llenas de desesperanza, creando en la mayoría de nosotros estrés o sensaciones desagradables en nuestro organismo. Leemos o vemos acerca de la economía, la inflación, el desempleo, los terremotos o inundaciones, o los famosos virus, además de la inseguridad que se vive en las calles. Todos esos factores causan perdida de gozo en nuestra vida y eso sin contar lo que vivimos cada día en nuestras relaciones o nuestro matrimonio. Muchas personas, muchos matrimonios están viviendo sin gozo, los que ellos experimentan en sus vidas es estrés y ansiedad, y algunas de ellas ya padecen enfermedades crónicas. Algunas personas han experimentado la traición, el abuso, el robo, la calumnia, el rechazo y piensan que su causa es justificada y hacen cosas que en vez de traerles gozo lo que trae es más dolor y tristeza a su vida.

Definir gozo tiene que ver con la alegría del animo, el experimentar disfrute y satisfacción de la vida. El apóstol Pablo lo define como una virtud que debe estar en el carácter del cristiano. Ahora el gozo no depende de las circunstancias externas, depende de mi elección y actitud ante la vida. Por ejemplo, estuve dos semanas fuera del país y al ver a mi esposa y mis hijos, y el hecho de regresar a casa era un motivo de gozo. Me gozo cuando veo sonreír a mis hijos. Me gozo al saber que todo en esta vida es temporal y saber que lo mejor está por venir. Me gozo de escuchar o leer testimonios de personas que están aplicando los consejos que damos y están obteniendo resultados maravillosos.

Quiero compartir contigo tres pasos:

1. Descubre exactamente ¿Cuál es la causa que te hace perder el gozo? ¿Qué es lo que mas te molesta de la situación que estás atravesando? A tu parecer es una pregunta obvia, pero lo más probable es que todavía no hayas identificado la raíz del problema, lo que hace que tu vida pierda gozo y energía. Aquí te invito a hablar con Dios, pero no en son de queja, acércate a El como el padre y amigo. Dile que te muestre lo que tienes que hacer en tu vida.

Recuerda el Salmo 32:8 “Te haré entender y te enseñaré…”

2. Guarda tu corazón. La Biblia enseña que del corazón emana la vida. ¿Qué hay en mi corazón? ¿Qué es lo que más escucho? ¿Qué es lo que más veo? ¿Qué es lo que más pienso? Lo que yo escuche, vea o piensa va a influir mucho sobre mi vida y mi actitud. Una persona que está expuesta a malas noticias de seguro su mente, sus emociones, sus palabras y su cuerpo será afectada negativamente. Cuídese de lo que ve o escucha. Sobre todo cuídese de la queja, somos muy propensos a quejarnos y eso viene desde Adán quien fue el primero que se quejó ante Dios. Cuando te quejas no asumes responsabilidad y te conviertes en victima. Y les digo que a Dios no le gustan las quejas, tampoco puede ayudar a las personas que no asumen responsabilidad ante la vida. Cuidar el corazón es saludable para nuestra vida.

“…Porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo 12:34). Si mi corazón es bueno voy a disfrutar más en la vida!

3. Sonríe a la vida. Cuando nos convertimos en adultos nos volvemos demasiado serios para nuestro propio bien, nos reímos muy poco. Se ha dicho que los niños ríen unas 400 veces al día y los adultos sólo ríen 15 veces al día. Nos hace falta ser como niños y reírnos de la vida. Un estudio de Loma Linda University en California ha descubierto que la risa cambia la química de la sangre, protege al organismo contra la enfermedad y la depresión, así como que detiene las enfermedades cardiacas. Por otro lado un estudio de la Universidad de Indiana reveló que la risa relaja los músculos tensos, reduce la producción de hormonas que causan el estrés, rebaja la presión de la sangre, y ayuda a incrementar la absorción de oxígeno en la sangre. También ayuda a quemar calorías puesto que movilizamos unos 400 músculos del cuerpo. Son increíbles los beneficios de la risa. ¿Cuándo fue la última vez que te reíste? Quizás tienes tiempo sin reír y hoy es un buen día para volver a reír. Y para reír debes preguntarte ¿Qué me divierte? ¿Qué me hace reír? ¿Qué pone una sonrisa en mi cara? ¿Qué me da placer? Una vez que lo identifiques pregúntate que te falta y luego establece los pasos para alcanzar lo que estás buscando. Es probable que necesites la ayuda de un entrenador para concentrarte en las cosas positivas de tu vida y recuperar la sonrisa y el gozo de vivir.

“El corazón alegre es buena medicina,…” (Proverbios 17:22)

Es tiempo de reír, y para ello quiero invitarte a ir frente al espejo y mirándote durante tres minutos te rías de ti mismo y busques tu mejor sonrisa. Al terminar de reírte vas a buscar a todas las personas a tu alrededor, de tu familia y tu trabajo y le vas a dar tu mejor sonrisa, debe ser natural y espontánea.

“El corazón alegre hermosea el rostro;…” (Proverbios 15:13)

A través de estos 3 pasos bien sencillos tú puedes recuperar el gozo de tu vida y si aun necesitas ayuda nos deje de contactarnos. Nuestro propósito es que puedas disfrutar la vida al máximo, la vida que Dios diseñó para ti. Si tienes gozo siempre serás fuerte.

En amor y liderazgo,

Pedro Sifontes
Coach Personal

domingo, 7 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Déjalo ir

Hay gente que nos puede abandonar. ¡Y escúchenme cuando les digo esto! Cuando la gente nos quiera dejar: dejémosla ir.

No quiero que intentemos convencer a los demás de quedarse con nosotros, amándonos, llamándonos, cuidándonos, viniendo a vernos, permaneciendo atados a nosotros. Quiero decir: colguemos el teléfono.

Cuando la gente nos quiere dejar, dejémosla ir. Nuestro destino nunca está atado a alguien que se fue. La Biblia dice que salieron de nosotros para que pudiese manifestarse que no eran parte de nosotros. Si lo hubiesen sido, sin duda hubiesen continuado con nosotros [1 Juan 2:19].

La gente nos deja porque no están unidas a nosotros. Y si no están unidas a nosotros, no podemos retenerlas. Dejémoslas ir.

Y no significa que son malas personas, simplemente significa que su parte en la historia se acabó. Y tenemos que saber cuando la parte de la gente en nuestra historia se acaba para no continuar intentando resucitar muertos. Necesitamos reconocer cuando está muerta.

Necesitamos reconocer cuando se acabó. Déjenme decirles algo. Tengo el don del “adiós”. Se trata del décimo don espiritual, yo creo en el “adiós”. No se trata de que sea odioso, es que soy fiel y sé que lo que Dios quiere que tenga, Él me lo dará. Y si toma demasiado esfuerzo, no lo necesito. Dejemos de rogarle a la gente que se quede. ¡Dejémosla ir!

Si estamos aferrados a algo que no nos pertenece y que nunca fue para nosotros, necesitamos ¡dejarlo ir!

Si nos estamos aferrando a heridas ó dolores del pasado… ¡dejémoslos ir!

Si alguien no nos trata bien, no responde a nuestro amor y no aprecia nuestro valor… ¡dejémoslo ir!

Si alguien nos disgusta… ¡dejémoslo ir!

Si estamos aferrándonos a algunos pensamientos de mal ó de venganza… ¡dejémoslo ir!

Si estamos enredados en una relación equivocada ó en una adicción… ¡dejémosla ir!

Si nos aferramos a un empleo que no llena nuestras necesidades ó expectativas… ¡dejémoslo ir!

Si tenemos una mala actitud… ¡dejémosla ir!

Si seguimos juzgando a los demás para sentirnos mejor… ¡dejémoslo ir!

Si estamos atrapados en el pasado y Dios intenta llevarnos a un nuevo nivel en Él… dejémoslo ir!

Si estamos luchando con la sanidad de una relación rota… ¡dejémosla ir!

Si seguimos intentando ayudar a alguien que no quiere siquiera ayudarse a sí mismo… ¡dejémoslo ir!

Si nos sentimos deprimidos y estresados… ¡dejémoslo ir!

Si hay una situación particular que estamos acostumbrados a manejar por nosotros mismos y Dios nos está diciendo: “quita las manos de encima”, entonces necesitamos… ¡dejarla ir!

Permitamos que el pasado sea pasado. Olvidemos las cosas primeras. ¡Dios está hacienda algo nuevo en el 2010! ¡Dejémoslas ir!

Pongámonos en la onda o seremos dejados de lado… pensemos sobre ello y, entonces… ¡dejémoslo ir!

“La batalla es del Señor!”

T. D. Jakes

Sin embargo, respira profundo y medita en esto. El Señor nunca te dejará, los demás podrán dejarte, pero Él promete estar a tu lado y eso es bastante en la vida. A Dios no lo dejes ir.

He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.Gen 28:15

Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.
Deut 31:6

Y el Señor va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides. Deut 31:8

sábado, 6 de marzo de 2010

ACERCANDOME AL REY



Hoy… El Señor Estará Conmigo.

él le respondió: ve porque yo estaré contigo. Éxodo 3:12

Es evidente que si Dios confió a Moisés una comisión, no le dejaría solo.
Ante el riesgo que iba a correr y la fortaleza que le era necesaria para cumplir su cometido, sería ridículo que Dios enviara un pobre hebreo para que se enfrentara con el más poderoso monarca de la tierra y le dejara solo en su empresa.
No es concebible que la sabiduría de Dios opusiera un hombre débil como Moisés a Faraón con todo el poderío de Egipto.
Por eso dice el Señor: «Yo estaré contigo», para darle a entender que no iba solo.
También conmigo sucederá lo mismo.
Si Dios me confía una misión, confiando plenamente en su poder y buscando únicamente su gloria, tendré la seguridad de que Él estará conmigo.
Por el mero hecho de enviarme, está obligado a favorecerme. ¿No es esto suficiente? ¿Qué más puedo desear? Aun contando con el poder de sus ángeles y arcángeles, podría sucumbir en la demanda, mas si Él está conmigo, ciertamente saldré victorioso.
Lo único que se me exige es que yo obre en consecuencia con esta promesa, que no emprenda el camino con timidez, desanimado, negligente o henchido de orgullo.
¡Tal es la conducta que debe observar una persona que tiene a Dios en su compañía!
Así amparado, debo caminar con valentía y, como Moisés, presentarme sin temor delante de Faraón.
Hoy, Se que la promesa de su compañía va por encima de cualquier otra expectativa que podría llenarme.

Dios es el mejor compañero de Camino. Como acompaño a los discípulos camino a Emmaús lo está haciendo conmigo en este momento. Y eso me da su paz.
Señor, Gracias por sostenerme en medio del camino. Gracias por darme tu compañía como un maravilloso regalo. EN este día al acercarme a tu altar, me acerco con un corazón agradecido porque reconozco la belleza de tu compañía. Amén.

Charles Spurgeon.
Libro de Cheques Del Banco De La Fe.

ACERCANDOME AL REY



Soy Realmente Feliz?

Si uno es, o no, realmente feliz, es una de las preguntas que el ser humano suele plantearse en algún momento de la vida.

La palabra felicidad proviene del término feliz y esto quiere decir alegre, contento, satisfecho.

Es el estado de ánimo que se complace en la posesión de un bien material, afectivo o espiritual.

Si se desglosa la palabra felicidad, por un lado, se deduce que “fe” es la esperanza y confianza en lo que está por venir. Por el otro, “licidad” proviene de lícito, lo justo y razonable.

“Algunas concepciones sostienen que la felicidad implica la ausencia de dolor, depresión, ansiedad u otros estados físicos o emocionales. Pero esto nos aleja de la búsqueda, ya que implica la evitación de ciertos estados”.

Una de las desventajas de esta idea es que los trastornos en las emociones, las desilusiones y frustraciones constituyen una parte inevitable de la vida, de manera que intentar escapar de lo inevitable sólo intensificará la frustración.

“Esto puede conducir a reproches y, en consecuencia, a un aumento de la infelicidad”.

Al definir felicidad como un estado de satisfacción, realización o logros, de inmediato solemos preguntarnos: “¿Soy realmente feliz?”.

“Para responder a esta pregunta podemos tener en cuenta que la felicidad es una consecuencia de otras actividades, como pueden ser los roles que desempeñamos a lo largo de nuestra vida”.

“Es decir, la felicidad, por sí misma, no existe, sino que es una consecuencia de una vida con sentido, con dirección, con metas y objetivos”.

La felicidad no se reduce a hacer lo que nos gusta sino en gustar de lo que hacemos.

“La acción no siempre trae felicidad, pero no hay felicidad sin acción. Es decir, la felicidad se alcanza con esfuerzo, constancia, dedicación. Todo proceso requiere de perseverancia y esfuerzo”.

Por ejemplo, el nacimiento de un hijo. “Es hermoso y trae mucha felicidad pero también su crianza y educación requerirá esfuerzo y postergación”.
“Lograr un título, recibirse, también implica mucha felicidad pero, en pos de este objetivo, en el camino se dejan de lado cosas, noches sin dormir, nervios, etc”.

La felicidad es generalmente transitoria, no un estado final y duradero al que se puede arribar.

“Así es que no es producida por grandes momentos de éxito, sino por pequeñas cosas que nos suceden día a día, que nos confirman que estamos en el camino correcto”.

Para ello se recomienda hacer una evaluación de nuestro día y semana.
“Qué pensamos, qué hacemos, qué sentimos frecuentemente… La felicidad es la confianza en lo está por venir y el éxito es el resultado. Por ende, tenemos que buscarla”.

Ahora bien, ¿cómo se hace?

“Encontrándole sentido a nuestro actuar, a nuestro vivir diario. Para saber hacia dónde vamos y qué camino tomar, el termómetro a tener en cuenta es si, volviendo a nacer, elegiríamos lo que hoy somos/”.
“Cuando hablamos de sentido es conveniente pensarlo en qué razón tiene lo que nos sucede, no quedarnos en el porqué de lo que nos ocurre, sino para qué, cuál es el propósito de lo que hoy nos toca vivir.

En qué consiste.

“La felicidad implica reconocer el bien que tengo, como puede ser el amor, el dinero, el conocimiento, la salud y desear un bien. Tiene que ver con tener un propósito, es estar direccionado, es tener orientación, visión y metas a cumplir.

“Encontrar nuestra misión en esta vida implica comenzar una búsqueda, poder conectarnos con nuestra esencia, con lo más profundo de nuestro ser, donde podamos restaurar lo dañado y amarnos sin condiciones”.

Así como el amor empieza por casa, la felicidad también comienza por casa.
“Nuestra casa somos nosotros mismos. De nosotros va a partir todo lo que construyamos, los vínculos que tengamos o que deseemos tener, como la pareja, la familia, el trabajo, los hijos, amigos, etcétera”.

Cuestionamientos.

Sobre por qué puede haber personas que tengan todo para ser felices pero no se sienten de esa manera, tiene que ver con la falta de reconocimiento y valorización de los bienes.

“La felicidad no depende de los que nos rodean. Nadie puede darnos lo que no tenemos: depende de cada uno poder encontrar lo que nos hace plenos y felices cada día de nuestra vida”.

“No es cosa de otros hacernos felices sino que depende de cada uno buscar lo que hace que podamos sentirnos de esa manera”.

La felicidad no se reduce en hacer lo que nos gusta, sino en gustar de lo que hacemos. La acción no siempre trae felicidad, pero no hay felicidad sin acción. Es decir, se alcanza con esfuerzo, constancia y dedicación.

La felicidad no es el resultado de grandes momentos de éxito, sino de pequeñas cosas que nos suceden, día a día, que nos confirman que estamos en el camino correcto.

Psicóloga Karina Soledad Kees.