jueves, 31 de diciembre de 2015

En Dios Confiamos

 
Una reseña cuenta que en 1861, cuando los Estados Unidos se hallaba en medio de la crisis de la Guerra Civil, el secretario del Tesoro escribió al director  de la Casa de la Moneda de Filadelfia y le dijo: “No hay ninguna nación que pueda ser fuerte, excepto bajo la defensa de Dios. Recomiendo que la confianza de nuestro pueblo en Dios sea declarada en nuestras monedas. Prepare  un emblema para expresar el reconocimiento nacional de Dios y nuestra  confianza en Él”
El primer lema preparado decía: “Dios es nuestra confianza” Pero éste después  fue cambiado por: “En Dios confiamos”,  que todavía  puede leerse en los billetes de esa nación.
Si este año fue muy bueno o si sigues enfrentando una guerra en tu familia, en el trabajo, con tus finanzas, problemas de salud o de cualquier otra índole, no olvides que sin importar lo dura que sea la batalla tu victoria está asegura si confías en Dios.
Todos tenemos sueños, metas, propósitos para el próximo año y ninguno de nosotros piensa en el fracaso cuando consideramos que empieza un nuevo año, por el contrario, tendemos a verlo con esperanza, como una nueva oportunidad.
Sin importar cómo estás terminando este año, te invito a adoptar el mismo lema que aún se usa en la moneda Norte Americana: “En Dios confiamos”. Si tu confianza está puesta en Él no importa la situación política o económica de tu país, si surgen problemas familiares, laborales, de salud,  ni ninguna otra dificultad que enfrentes porque nada podrá vencerte, sino que podrás ver la mano de Dios obrando a tu favor siempre.
“Pero benditos son los que confían en el Señor y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza. Son como árboles plantados junto a la ribera de un río con raíces que se hunden en las aguas. A esos árboles no les afecta el calor  ni temen los largos meses de sequía. Sus hojas están siempre verdes  y nunca dejan de producir fruto”. Jeremías 17:7,8 (NTV)
¡Confía en Dios, permite que pelee tus batallas y te defienda porque no hay nada imposible para Él!

 
Ana María Frege Issa
        CVCLAVOZ

martes, 29 de diciembre de 2015

Con nuevos resultados

 
Ahora que ya llegamos al último mes del año y que estamos a un paso de comenzar uno nuevo, tendemos a autoevaluarnos y ver que logros y metas conseguimos a lo largo del año; así como a plantearnos nuevos objetivos.
Dios nos manda a no conformarnos con todo lo que ha sucedido y lo que hoy somos, esto no quiere decir que ambicionemos todo  si no que no nos quedemos estáticos en nuestro sitio. Él nos llama a renovarnos en mente, alma y espíritu.
Si en realidad queremos un cambio notorio el año que viene, las cosas no deben seguir siendo del mismo modo, a medida que la mente se renueva, las actitudes van cambiando y los resultados también.
A fin de año muchos desean cambiar de apariencia, de residencia, darle otra decoración a sus casas, renovar su auto, sus objetos en casa, etc. con el único propósito de comenzar de forma diferente el año nuevo.
Así como nos afanamos en renovar lo que nos rodea o lo exterior de nosotros, ocupémonos en renovar nuestras vidas, analicemos qué es lo que no queremos y lo que deseamos para nosotros y las personas que amamos para estos nuevos tiempos.
“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.” Efesios 4:22-24 (RVR-1960)
Hoy te invito a cambiar y renovar tu mente, un nuevo tiempo es señal de nuevas oportunidades, no continúes siendo el mismo, puedes ser mucho mejor de lo que eres.

Telma Céspedes
     CVCLAVOZ

lunes, 28 de diciembre de 2015

Este nuevo año ¿Quieres empezar de nuevo?

 
Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. Juan 3:3-7
Las palabras “nacido de nuevo” literalmente significan “nacido desde arriba.” Nicodemo tenía una necesidad “un nuevo corazón, una transformación espiritual”. Nicodemo, como fariseo jamás consideró que hubiera duda sobre su salvación, ya que era un hombre que guardaba la ley al pie de la letra, de la descendencia de Abraham, no era un odiado publicano, por el contrario, era respetado y tenía un contacto continuo con los gentiles. 
Es posible que seas una buena persona, que creas en Dios y seas generoso porque sientes compasión por las personas necesitadas, sin embargo, esto no garantiza tu salvación. Jesús le dice a Nicodemo que para ver el reino de Dios era necesario nacer de nuevo, todos necesitamos “nacer del Espíritu”.
¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva 1 Pedro 1:3
El nuevo nacimiento, es un acto de Dios por el cual la vida eterna es impartida a la persona que cree, también transmite la idea de “volverse hijo de Dios” al confiar en el nombre de Jesucristo.
Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! 2 Corintios 5:17
Empieza un nuevo año y te recomiendo ¡empezar de nuevo! No necesitas viajar a otro país para rehacer tu vida ni mudarte de casa. Una nueva vida, significa que Dios te perdonó de todos tus pecados y te dio otra oportunidad.
Te animo a ponerte de rodillas, pedirle perdón por todos tus pecados y entregar toda tu vida a Jesús.
¡Si quieres que te vaya bien este nuevo año, empieza con Dios!

Chambi
    CVCLAVOZ

domingo, 27 de diciembre de 2015

¿Reflejas el amor de Dios?

 
“Este es mi mandamiento: ámense unos a otros de la misma manera en que yo los he amado.” Juan 15:12  (NTV)
Personalmente considero que los problemas en una pareja, entre padres e hijos, hermanos y hasta en una relación de amistad, se deben a la falta de amor. Conozco parejas que han destruido su relación por no saber amar, hermanos(as) que están enojados porque no hay amor para perdonarse,  padres e hijos que viven gritándose todos los días pensando que es la mejor manera de ganarse el respeto.  Y lo más triste es que aseguran que Dios está en sus vidas.
¿Cómo podemos declarar que Dios vive en nuestro corazón si no sabemos amar a nuestro prójimo? Si decimos que Dios vive en nosotros, ¿Por qué no podemos perdonar las ofensas de los demás?  ¿Por qué tratamos con indiferencia?
Lee detenidamente y medita en lo que dice la palabra de Dios en 1 Juan 4:7-8 (NTV):
“Queridos amigos, sigamos amándonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es un hijo de Dios y conoce a Dios; pero el que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.”

No podemos engañarnos a nosotros mismos, es hora de analizar nuestra vida y ver si la manera de hablar, hacer, actuar refleja a Cristo.  ¿Qué palabras  y actitudes reflejas cuando tú esposa, hijos, amigos, seres queridos se equivocan o te han hecho daño?  Es una buena pregunta para respondernos y ver si en ese momento reflejamos el amor de Cristo.
Jesús, a pesar de nuestras faltas, errores, conductas y desobediencia, nos sigue amando. Es cierto que muchas veces nos disciplina y corrige pero lo hace con amor, explicándonos que es por nuestro bien.
Si realmente Dios está en tu corazón, tu reacción frente a una situación será de amor y compasión. Porque Dios es amor y produce amor en la vida que Él habita. Te animo a que busques a Dios en este día y le pidas que te ayude a dar el mismo amor que Él muestra contigo día a día. No olvides que Él está dispuesto a  cambiarte y enseñarte lo que anhelas.
¡Que tengas un feliz día lleno de paz y mucha alegría! ¡Felices fiestas!
Diego Jora
   CVCLAVOZ

 

sábado, 26 de diciembre de 2015

Disfruta del banquete

 
Hace años un emigrante zarpó para Norte América. Llevaba en su maleta bacalao salado, queso y galletas. Para desayunar comía bacalao, queso y galletas. Para almorzar su menú consistía en queso, galletas y bacalao. Para la cena combinaba galletas, bacalao y queso.
El buen olor de la comida que desde el comedor llegaba por todo el barco hizo suspirar al emigrante por la comida que otros viajeros disfrutaban. Cuando el barco estaba cerca de atracar en Nueva York, el emigrante no pudo más y fue a ver al encargado de la cocina y le preguntó:

      - ¿Cuánto me costaría una buena cena?
     - Déjeme ver su boleto – le contestó. - ¡Pero hombre! – exclamo el  encargado- ¡Su billete incluye las comidas, ya las ha pagado todas!En muchas ocasiones nos comportamos como el hombre de la historia y decidimos conformarnos con lo que tenemos, con lo que nos llega con los días, con lo que quizás otros puedan obsequiarnos y desconocemos que somos merecedores de mucho más, que ya todo está pagado y lo podemos disfrutar.
No te quedes conforme con lo que tienes, levántate y has realidad tus sueños, no permitas que la comodidad, la inseguridad o el conformismo te dejen sólo anhelando mejores cosas y te roben aquello que es tuyo.
“Pon todo lo que hagas en manos del Señor,  y tus planes tendrán éxito”. Proverbios 16: 3 (NTV)
Dios tiene planes de bien para tu vida y los sueños que puso en ti los cumplirá, pero debes ir a reclamar lo que es tuyo, tienes que ponerte en acción, encomendar todos tus planes a Dios y Él se encargará de que todo obre para bien en tu vida.
“Pero benditos son los que confían en el Señor  y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza. Son como árboles plantados junto a la ribera de un río con raíces que se hunden en las aguas. A esos árboles no les afecta el calor  ni temen los largos meses de sequía. Sus hojas están siempre verdes y nunca dejan de producir fruto”. Jeremías 17: 7,8 (NTV)
¡No te conformes con migajas cuando puedes disfrutar de un banquete!

Ana María Frege Issa
       CVCLAVOZ

viernes, 25 de diciembre de 2015

La mayor expresión de amor

 
Más Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Isaías 53:6-7
Cuando llevaron a Jesús al Gólgota, iban dos criminales más para ser ejecutados con él. Al llegar al lugar llamado “La Calavera”, lo clavaron en la cruz y a estos dos hombres los crucificaron también, uno a su derecha y otro a su izquierda.
En ese momento Jesús dijo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Y los soldados sortearon su ropa, tirando los dados.
La multitud observaba y los líderes se burlaban. “Salvó a otros –decían-, que se salve a sí mismo si de verdad es el Mesías de Dios, el Elegido”. Los soldados también se burlaban de él, al ofrecerle vino agrio para beber. Y exclamaron: “Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!”. Encima de su cabeza, colocaron un letrero que decía: “Este es el Rey de los judíos”.
Uno de los criminales colgados junto a él se burló diciendo: “¿Así que eres el Mesías? Demuéstralo salvándote a ti mismo, ¡y a nosotros también!”. El otro ladrón le respondió: ”¿Ni siquiera temes a Dios ahora que estás condenado a muerte?  Nosotros merecemos morir por nuestros crímenes, pero este hombre no ha hecho nada malo”. Luego dijo: -Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
Jesús respondió: -Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Nuestro Salvador no sólo pidió al Padre que perdonara a las personas que lo habían golpeado, insultado y se habían burlado de Él sino que también tuvo misericordia de uno de los criminales, de aquel que había reconocido que Él era el Hijo de Dios, un inocente que no merecía estar en ese lugar y quien le pidió humildemente que no se olvidara de él cuando volviera al paraíso.
No hay ni habrá persona que ame tanto a la humanidad como lo hizo Jesús, porque Él vino al mundo con el único propósito de morir por nosotros para que fuéramos salvos. Hasta el último segundo de vida, demostró amor, misericordia y otorgó perdón.
Este día te invito a reconocer a quien te demostró la mayor expresión de amor, al dar su vida por ti, su nombre es Jesús, sólo necesitas reconocer que le fallaste, pídele perdón por todos tus pecados y confiesa con tus propios labios que lo recibes como tu único Señor y Salvador, sentirás una paz indescriptible en tu corazón y nunca más te sentirás solo.
Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que tengamos vida eterna por medio de él. En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados. 1 Juan 4:9-10 (NTV)
Este día que es tan especial reconozcamos, agradezcamos y celebremos el incomparable amor que nuestro Señor Jesús tuvo y tiene por cada uno de nosotros.


 Brisna Bustamante
     CVCLAVOZ

jueves, 24 de diciembre de 2015

Mi navidad

 
Para principios de los 90 era común ver pelear a mis padres por problemas sin resolver dentro de su matrimonio y dificultades económicas. Quizás todo se debía a las constantes borracheras que tenía papá y que no le permitían conservar un mismo empleo por más de 4 meses, todo eso sumado a episodios violentos, hacían que dentro de mí la palabra familia no represente un refugio de paz.
El tiempo pasó y mamá se fue de casa. Nos dejó y papá reaccionó por un tiempo, trató de ser amoroso, atento y protector, pero no duró mucho. Nuevamente cayó en las redes del alcohol, pero esta vez por un tiempo muy extenso; a mí y  mis hermanos nos llevaron a una casa de acogida para niños hasta que mamá regresó y nos llevó con ella, para ese momento nadie conocía el paradero de papá. 
Una noche mamá llegó agitada a casa, nos vistió y nos fuimos con una tía donde había mucha gente. Quién diría que ahí encontraría a papá, pero ahora metido en un ataúd y listo para darle el último adiós…
Con el tiempo comencé a sentir que él me faltaba. A los 14 años me metí en muchos problemas, la mayoría tenían que ver con alcohol. Uno de los momentos que no olvidaré fue cuando mamá me tuvo que recoger de la estación policial y aunque me salvé, porque la justicia en mi país no puede procesar a un menor de edad con el mismo rigor que a un adulto, nada me pudo librar de la tremenda golpiza que me propinaron en casa.   
Cuando llegué a la universidad la falta de papá se había hecho crónica. Era extraño porque los frecuentes episodios de violencia hacían que el concepto de “padre de familia” tenga un significado mucho menor del que debería haber sido. Pero aun así, yo creía muy dentro de mí que había algo más aparte de lo que había vivido.
Un día una amiga me invitó a su iglesia, pero mi rechazo fue contundente. La verdad es que no creía que una comunidad de personas que lloraban al cantar a alguien que no podían ver y cuya autoridad se hacía llamar “Pastor” podía ayudarme en algo. Ella continuó insistiendo, no podía creer cómo una persona podía ser tan persistente y como estábamos en los mismos cursos de la carrera universitaria, no podía evitar encontrarme con ella. Un día se acercó a pedirme prestado un lápiz (otro de sus pretextos) y no recuerdo cómo, pero terminamos hablando de Dios otra vez. Yo estaba a punto de pedirle que deje de insistir pero ella dijo algo que golpeó duramente mi corazón: “Tu padre que está en el cielo te mira y quiere lo mejor para ti”
Tenía confusión de sentimientos, no sabía si quería gritar o llorar y para terminar la conversación, acepté su invitación. 
Ese sábado en la reunión de jóvenes acepté a Jesús en mi corazón, ese día no era 25 de diciembre pero yo estaba celebrando el nacimiento del Salvador en mi vida. Ese día comprendí que mi Padre en los cielos siempre estuvo conmigo, supe que Dios nunca me dejó solo aún en medio de mis locuras juveniles y más que nada, supe que yo era muy importante para Él.
Lucas 2:10-11 “Pero el ángel les dijo: No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos: Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor.” Versión Dios Habla Hoy 
¿Recuerdas el nacimiento del Salvador en tu vida?

Hector Colque
   CVCLAVOZ

miércoles, 23 de diciembre de 2015

¿Sin esperanza en medio del dolor?

 
“El sufrimiento me hizo bien, porque me enseñó a prestar atención a tus decretos.” Salmos 119:71 (NTV)
Sé que no es nada fácil pasar por una prueba y estoy convencido de que a nadie le gusta atravesar momentos de dolor y sufrimiento, pero créeme que todo esto es necesario aunque no lo entendamos así. Por lo general, el dolor es el medio a través del cual nuestro Padre Celestial nos moldea para que seamos cada día más como Él.
Puede que sea difícil la situación que estás viviendo, y que tengas razones suficientes para decir que no puedes más, que todo terminó y que ya no hay solución para tu problema. Tal vez  tus circunstancias te han llevado a perder la fuerza y las ganas de seguir luchando. Pero no somos los únicos que pasamos ese proceso, también nuestro Salvador pasó por esos momentos desesperantes.
“Mientras estuvo aquí en la tierra, Jesús ofreció oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía rescatarlo de la muerte. Y Dios oyó sus oraciones por la gran reverencia que Jesús le tenía. Hebreos 5:7 (NTV)
La Biblia nos muestra dos escenas más donde Jesús lloró por el dolor, mostrándonos que ningún ser humano es inmune al sufrimiento. Lee: Juan 11:33-36 ; Lucas 19:41-44.
Sea cual sea tu situación no te limites a mostrar tu dolor delante de Jesús, acércate a Él y dile cómo es que te sientes en este momento. Recuerda que Él también pasó por momentos dolorosos y grises, y no hay mejor que escuchar Su voz por medio de Su palabra para seguir adelante.
“En mi angustia, clamé al Señor; sí, oré a mi Dios para pedirle ayuda. Él me oyó desde su santuario; mi clamor llegó a sus oídos.” Salmo 16:6 (NTV)
Él puede hacer que el sufrimiento  que estás atravesando sea una bendición para ti y los que te rodean. También te puede enseñar las lecciones que quiere que tú aprendas, y darte su paz en medio de tus problemas.
Recuerda que sólo Jesús puede darte fe y esperanza cuando no puedas seguir.

Diego Jora
    CVCLAVOZ

martes, 22 de diciembre de 2015

Quiero darte lo mejor

 
Dios en su Palabra nos manda a amar a nuestro prójimo, esto no es tan sólo a la familia, los amigos que nos rodean, sino también a todo aquel que lo necesite.
Muchos nos solidarizamos estas fechas de fin de año con la gente que no tiene, es como si algo tocara nuestro corazón en estas fiestas y nuestro espíritu solidario despierta. Ciertamente esto es bueno, sin embargo no debería ser pasajero.
La Biblia dice “En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia.” Proverbios 17:17 (RVR-1960)
Esto quiere decir que nuestra ayuda a los demás debe ser constante y no sólo en fechas específicas o temporadas, el corazón solidario debe latir todo el tiempo.
Muy a parte de la ayuda que se pueda dar, debemos pensar en lo que nos enseñó Cristo “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.” Mateo 25:40 (RVR-1960)
No demos de lo que nos sobre, de lo que no nos sirve, démosle lo mejor que tenemos, lo que los demás necesitan, tal como dice su Palabra será como darle a Cristo esa ayuda.
¿Quieres cumplir con este mandato? Pues empieza a dar lo mejor que tienes, no importa la cantidad, lo importante es el corazón solidario y dar lo mejor que tú tengas.
Que tu ayuda no dependa de alguna fecha, acontecimiento o temporada, en todo tiempo practiquemos el amor y la solidaridad, amemos de todas las formas posible, orando y dando, eso es amor.
Telma Céspedes
     CVCLAVOZ

lunes, 21 de diciembre de 2015

No olvides a tu familia en "Noche Buena"

 
Hace poco vi una publicidad, acerca de un anciano que fingió su muerte, que quebrantó mi corazón.
Todos sus hijos le enviaron cartas y tarjetas de navidad unos días antes de noche buena, mencionando que no podrían ir a visitarlo porque se les presentaron otro tipo de urgencias. El anciano en su tristeza y soledad decide enviar invitaciones fúnebres; entonces, sus hijos dejan todas sus obligaciones, y viajan al velorio su padre. Su sorpresa fue grande cuando al ingresar a su casa no les esperaba una ceremonia para velar al difunto, sino un banquete.
Su padre había preparado todo para festejar noche buena con sus hijos, se aparece ante ellos y dice: “Esta era la única forma en que los podía reunir
Muchos se preguntan si es el 25 de diciembre el nacimiento de Jesús, si se debería celebrar o no, la verdad es que la Biblia no da una fecha específica al respecto. Sin embargo, es un tiempo donde todos recuerdan su nacimiento y es bastante común que se pueda compartir en familia. La pregunta que quiero hacerte es: ¿De qué manera has estado celebrando la Navidad?
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna Juan 3:16
No pongas tu atención en los regalos, las fiestas o la gran cena que se acostumbra hacer, aunque no se tenga una fecha exacta del nacimiento de nuestro amado Salvador, sería conveniente que podamos recordar el día que resplandeció una luz de esperanza para la humanidad, la luz de Jesús para salvación. ¡Y qué mejor que recordarlo con las personas que más amamos!
No te olvides de tus seres queridos, no esperes una invitación fúnebre para visitarlos, compárteles ahora el mensaje de salvación. Esta noche buena celebra con toda tu familia, y recuerda con ellos lo que hizo Jesús por nosotros. Permite que en tu vida se celebre la verdadera expresión de la Navidad: ¡El nacimiento de Jesús en nuestro corazón!

Shirley Chambi
   CVCLAVOZ

sábado, 19 de diciembre de 2015

Bajo la luz

 
Margarita había encontrado un trabajo atendiendo un almacén. Puso todo su empeño en ser buena empleada; al dueño le inspiró confianza y la hizo encargada de controlar que todo quede en orden antes de cerrar.
Después de varios meses, cuando el dueño abrió el almacén, notó de inmediato que faltaba mercadería e inmediatamente llamó a todo el personal, y dijo: El que nada hace nada teme, alguien ha robado la mercadería así que todos nos sometemos a un detector de mentiras, tengo una pintura azul, lo pasaremos en la palma de sus manos, lo que sucederá será que en la persona que mienta no se quedará impregnada la pintura. Margarita estaba nerviosa porque ella fue la última persona que estuvo en el almacén y temía que por los nervios su piel no absorbiera la pintura, pensó en irse fingiendo estar mal de salud, pero pensándolo mejor se presentó a la prueba.
Antes de terminar la prueba el dueño noto que uno de los empleados faltaba, había huido, pues era quien había robado la mercadería. La prueba de la pintura resultó ser un invento del dueño sólo para asustar a sus empleados.
Juan 3:20-21 (NTV) dice: “Todos los que hacen el mal odian la luz y se niegan a acercarse a ella porque temen que sus pecados queden al descubierto, pero los que hacen lo correcto se acercan a la luz, para que otros puedan ver que están haciendo lo que Dios quiere.” Margarita, aunque dudaba, se expuso a la prueba, a la luz que revelaría si ella fue quien robó o no, y como ella no lo hizo no hubo problema; en cambio, el empleado que sí lo hizo huyó aunque de igual manera la pintura se hubiera impregnado pero su conciencia lo acusó.
Escondernos o huir sólo puede empeorar las cosas, pues mientras más huimos, nos alejamos de la gracia de Dios y nos entregamos al diablo para que nos esclavice con temor y rebelión.
El enemigo quiere que nos sumerjamos en la obscuridad cuando pecamos, pues así nos alejaremos de Dios, en cambio si nos exponemos a la luz de Dios, a la verdad, podremos ser corregidos e incluso nos ayudará a sobrellevar cualquier consecuencia o prueba.
Una vida que se presenta a Dios andará en luz y no será vulnerable ante las acusaciones del enemigo.
Dios mismo te protegerá, y te levantará para que sigas su camino.

Soraida Fuentes
    CVCLAVOZ

viernes, 18 de diciembre de 2015

¿Cómo está tu corazón?

 
Cuando uno tiene una herida en alguna parte de su cuerpo, por más que ésta sea pequeña, trata de cuidar esa área para que nada le cause dolor. Es incómodo porque uno no puede desarrollar sus actividades con normalidad, pero si sigue las instrucciones del médico y guarda reposo, después de un tiempo podrá realizar todo igual que antes.
Lo mismo sucede con las heridas del corazón, la diferencia radica en que sólo Dios puede sanarlas. Es demasiado peligroso no darles la importancia que merecen o pensar que no influyen en otras áreas de nuestra vida, porque llegado el momento, podrían causar más dolor que el que se pudo evitar a tiempo.
No importa si fueron otras personas o tú mismo el causante de alguna herida en tu corazón, lo que ahora necesitas es dejar de ocultarla; más bien debes mostrársela y entregársela al Médico de médicos que es nuestro Padre Celestial. Permite que Él obre libremente en tu vida y quite todo el dolor, rencor, amargura, odio, venganza y resentimiento que te están consumiendo por dentro. Mientras más antes lo hagas, más rápido te recuperarás y te sentirás mejor. 
El corazón alegra hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón el espíritu se abate. Proverbios 15:13 (RVR1960)
Dios quiere ayudarte pero tú debes pedírselo y permitírselo. No dejes que pase más tiempo, hoy pídele que cure todas tus heridas, verás que esa sanidad no sólo se reflejará en tu mirar sino también en tu manera de pensar, hablar y reaccionar.
¡Cuando Dios sana tu corazón, tu vida cambia!

Brisna Bustamante
      CVCLAVOZ
 

jueves, 17 de diciembre de 2015

Tus ojos no mienten

 
Cuando tú hablas con una persona y la ves a los ojos, puedes percibir si está alegre, triste o preocupada. Lo mismo sucede al conversar con un niño, porque cuando está mintiendo, se esconde y no quiere hablar o agacha su cabecita y evita mirar de frente. Su actitud y sus ojos lo delatan porque en él no hay maldad.
Los ojos son el reflejo de tu carácter. Así que, tu bondad o maldad se refleja en tu mirada. Mateo 6:22 (TLA)
Si nuestros ojos están limpios podemos ver claramente lo que está delante nuestro pero si están sucios o irritados, vemos borroso y no somos capaces de distinguir bien las cosas. Al ser una de las zonas más sensibles de nuestro cuerpo requiere mayor cuidado para evitar que algo externo pueda dañarlos.
Como hijos de Dios somos llamados a mantener nuestra mirada en Jesús, no en las cosas de este mundo porque al hacerlo perdemos la óptica de las cosas divinas y nos volvemos incapaces de distinguir la voz de nuestro Padre Celestial; dejamos de obedecerlo y permitimos que nuestro corazón y mente se llenen de sentimientos y pensamientos malos que terminan apartándonos de Él.
¿Qué estás permitiendo que entre a tu vida a través de tus ojos? ¿Los estás cuidando o estás viendo cosas que te están haciendo pecar? ¡Ya no lo hagas! Si hoy tus ojos están sucios o enfocados en una dirección equivocada, pídele a Dios que los limpie y los direcciones nuevamente a Él. Tú, comprométete a cuidarlos, porque al igual que tu mente y corazón son una de las áreas más sensibles de tu vida y el enemigo las usa para que cedas a la tentación.
No permitas que nada se interponga entre Dios y tú. Esfuérzate por irradiar luz y paz donde Él te lleve.

Brisna Bustamante
       CVCLAVOZ


miércoles, 16 de diciembre de 2015

Cumplí mi obligación

 
Un pequeño niño había encontrado un pajarito herido cuando regresaba a casa después de la escuela; cuando llegó, le mostró emocionado a su madre, quien  le dijo que debería cuidarlo hasta que sanara para luego dejarlo libre, para que vuelva a su ambiente natural. Dicho y hecho, el niño se desvivió por hacerlo, lo alimentaba, lo cobijaba y curaba su herida a diario.
El pajarito sanó y se encontraba listo irse. El niño con un suspiro profundo dijo a su madre que no quería dejarlo ir pues se había encariñado mucho pero la madre le hizo comprender que no podía tenerlo porque su habitad era el bosque no su casa y concluyó: - Dios te lo dio para que lo cuides y lo hiciste muy bien, fuiste responsable pero ahora tu responsabilidad también es devolverlo donde pertenece.- Así lo hizo y se sitió muy complacido.
Todos tenemos a nuestras manos responsabilidades, que de cierto modo son impuestas por Dios, nuestra familia, trabajo, ministerio, etc. y nuestra propia vida. ¿Somos buenos administradores de lo que se nos dio? ¿Dios podrá confiarnos algo más grande? ¿Qué estamos haciendo con nuestra vida? ¿Hacia dónde nos dirigimos?
La responsabilidad es el cumplimiento de las obligaciones, se puede ver como la conciencia acerca de las consecuencias que tiene todo lo que hacemos o dejamos de hacer sobre nosotros mismos o sobre los demás.
¿Conoces y cumples las obligaciones que tienes hoy? El niño sin planearlo aceptó una obligación con el pajarito y lo hizo muy bien, así también podremos cumplir con las responsabilidades que tenemos; sin duda, debemos esforzarnos y prepararnos porque no olvidemos que daremos cuentas a Dios: “Así que cada uno de nosotros tendrá que dar cuentas de sí a Dios.” Romanos 14:12
¡Cumple tu obligación confiando en que Dios te ayudará!

Soraida Fuentes
     CVCLAVOZ

martes, 15 de diciembre de 2015

Que no venga el desánimo

 
A veces llegamos a desilusionarnos y perder la esperanza cuando nuestra fe esta puesta en alguna persona, situación o trabajo, etc. Cometemos el gran error de desanimarnos por el hecho de que alguien nos falló o no era lo que imaginábamos y nos desalentamos si  algún sueño no se realizó. Permitimos que esas cosas nos quieten la esperanza, el ánimo y el gozo para seguir adelante.
Cleofás era un seguidor más de Jesús, no era parte de los doce pero sí estaba al tanto de todo lo que el Maestro hacía. Cuando Jesús fue crucificado, claramente vemos en el capítulo 24 de Lucas, Cleofás estaba muy desanimado por todo lo sucedido y es que sus esperanzas estaban puestas en una persona y todo lo que Jesús había predicado no fue tomado en cuenta, no confió en el mensaje que Dios estaba dando a través de su Hijo.
Tal vez muchos de nosotros hemos estado o permanecemos en esa misma situación, hemos dejado que el desánimo se apodere de nosotros y la fe se desvanezca por alguien o por algo.
Deberíamos tomar en cuenta que todo lo que nuestros ojos ven, lo que nos rodea es falible, nada es perfecto o como queremos acá en la tierra, solamente Dios es perfecto y solo Él es fiel y nunca falla.
“Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho.” Hechos 27:25 (RVR-1960)
Recodemos todas las promesas que Dios nos hace y que son verdaderas, mantén el gozo que solo Dios te da y que es permanente, no se desvanece, no se rompe como un objeto, ni muere con una persona.

Telma Cespedes
    CVCLAVOZ

lunes, 14 de diciembre de 2015

Si te preguntaste ¿Por qué darle gracias?

 
La mayoría de las  personas se acerca al trono de Dios cuando tiene un pedido especial para hacerle, pero son pocos los  momentos de nuestra vida que disponemos de un tiempo importante para darle gracias.
Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias. Salmos 103:1-4
David era un hombre agradecido, él se decía así mismo: “Bendice, alma mía, a Jehová” Bendecir a Dios hace referencia a “Alabar, exaltar para expresar gran satisfacción y felicidad por su presencia”.
Posiblemente habían momentos en los que olvidaba darle gracias a Dios, pero él se ordenaba así mismo y decía “alma no te olvides lo que Él te ha dado, Él es quien perdona todas tus maldades, el que sana todos tus heridas y calma tus dolores, el que te rescata del hoyo donde te has metido y todavía el que te luce de favores y sus misericordias” ¡Cómo no dar gracias!
El rey se alegra en tu poder, oh Jehová; Y en tu salvación !cómo se goza! Salmos 21:1
David no estaba agradeciendo por su fama, riqueza y poder, aunque seguramente también lo hizo, pero su principal motivo de gratitud,  por el cual llenó el libro de salmos, fue por su salvación y la obra que Dios hizo en su vida.
No está mal agradecer a Dios por un buen trabajo, una casa, salud, por nuestra familia; lo malo es que ese sea el motivo por el cual buscamos a Dios; entonces, cuando estas cosas nos llegan a faltar nuestro corazón se amarga y dejamos de adorar y darle gracias. No ser agradecido implica que tenemos en poco el sacrificio de Cristo, que nos importa muy poco el precio que Jesús pagó para salvarnos y que en realidad demostramos cuán poco le amamos.
¿Cuándo ha sido la última vez que te has acercado a Él solamente a darle gracias? Es una buena oportunidad para agradecerle por lo satisfecho y feliz que te sientes al haberlo conocido, alabarlo y adorarlo porque un día bajó de su trono, se quitó su corona para ir a una cruz, siendo humillado y degradado para pagar el precio de nuestra libertad. Por lo que hizo y sigue haciendo por ti hasta el día de hoy.
¡Hoy es el mejor día para dar gracias a Dios!

Shirley Chambi
    CVCLAVOZ

domingo, 13 de diciembre de 2015

Escudríñame Señor

 
“Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Romanos 6:23
Definitivamente el pecado trae consecuencias trágicas y dolorosas. Corta futuros brillantes y trae un final fatal. Pero muchos lo ven como algo normal y rutinario, conviven con él y lo practican.
Tristemente muchos desconocemos la palabra de Dios y no sabemos que lo que hacemos es considerado pecado, que la forma que vivimos, tratamos a las personas, pensamos de los demás y de nosotros mismos no le agrada a Dios.
A veces ignorantemente le reclamamos  a Dios por qué no nos cambia, saca de esa situación o  provee lo que necesitamos, si le buscamos tanto.  El apóstol Juan responde a eso y escribe: “Dios no escucha a los pecadores, pero sí a los piadosos y a quienes hacen su voluntad.” Juan 9:31 (NTV)
No sé cuánto conoces de la palabra de Dios y la practicas, el salmista David decía: Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno. Salmo 139:23-24
Se necesita humildad para orar como lo hizo David porque cuando lo hacemos estamos invitando a Dios a corregir nuestros problemas para que podamos volver a tener comunión con el Señor. El pecado nos separa de nuestro Padre celestial y de las bendiciones que Él quiere darnos.
Te animo a que tomes la actitud del salmista en este momento y hagas una autoevaluación de cómo va tu vida delante de Dios. Háblale a Jesús porque Él está dispuesto a escucharte y cambiar tu vida.
Dichoso aquel que en verdad puede exclamar: ¡Oh Jehová, tú me has examinado y conocido! Salmo 139:1.

 Diego Jora
       CVCLAVOZ

viernes, 11 de diciembre de 2015

¿Aferrado al pasado?

 
Éxodo 16 relata que cuando los israelitas llegaron al desierto de Sin, se quejaron porque creían que Moisés y Aarón los habían llevado ahí para matarlos de hambre, decían que hubiera sido mejor que Dios les quitara la vida en Egipto porque allá podían comer hasta quedar satisfechos.
Dios les dio codornices para que comieran por la tarde y los sació con pan “maná” por la mañana porque oyó todas sus quejas contra Él. Le dijo a Moisés que instruyera al pueblo que diariamente recogieran todo el alimento necesario para ese día porque quería probar su obediencia. Sólo el sexto día  podían recolectar una doble porción de lo habitual porque el séptimo sería un día sagrado de descanso, reservado para Él.
Aunque la instrucción había sido que recogieran solamente lo necesario, algunos tomaron mucho; otros, sólo un poco pero cuando medían sus raciones, cada familia tenía justo lo que necesitaba.
Moisés, una vez más les dijo: “No guarden nada para el día siguiente”. Sin embargo, algunos no hicieron caso y guardaron un poco; a la mañana siguiente esa porción estaba llena de gusanos y olía mal. Después de este incidente, cada familia recogía el alimento cada mañana, sólo conforme a su necesidad. 
Estos versículos nos dejan dos enseñanzas muy importantes:
- Tenemos que dejar de quejarnos por nuestra actual situación porque añorar viejos tiempos no es sabio, solo nos lastima y causa dolor; nos hace olvidar del lugar que Dios nos sacó y de los peligros que nos libró además, nos impide valorar y agradecerle por lo que hoy somos y tenemos.
- Debemos obedecer al Señor en todo momento, aun cuando no entendamos lo que nos está pidiendo hacer porque Él nunca se equivoca ni nos desampara. Obedecerlo no solo nos permite a nosotros disfrutar de sus ricas y abundantes bendiciones sino también compartirlas con todos los que nos rodean.
Miren los pájaros. No plantan ni cosechan ni guardan comida en graneros, porque el Padre celestial los alimenta. ¿Y no son ustedes para él mucho más valiosos que ellos?... Si Dios cuida de manera tan maravillosa a las flores silvestres que hoy están y mañana se echan al fuego, tengan por seguro que cuidará de ustedes. ¿Por qué tienen tan poca fe? Mateo 6:26,30 (NTV)
Si no has sido agradecido con Dios, hoy tienes la oportunidad de arrepentirte y pedirle perdón por haber tenido esa actitud, por no haber valorado todo lo que Él te da cada día, porque no solo suple tus necesidades materiales sino que también te fortalece y exhorta poniendo a tu alrededor personas que te animan a seguir adelante porque son portadoras de su amor.
Quizás hoy no tengas todo lo que deseas pero tienes todo lo que necesitas, agradece a Dios por ello.

Brisna Bustamante
      CVCLAVOZ

jueves, 10 de diciembre de 2015

Prueba quién eres

 
El famoso artista Gustave Doré se presentó un día a un alcalde de una ciudad de Francia en busca de un favor, alegando la fama de su nombre.
     - Conozco las pinturas de Gustavo Doré – dijo el alcalde-, pero ¿tiene algún documento certificatorio que acredite que usted es el célebre artista?
    - No, señor, pero dispénseme por unos momentos.Y sacando un papel y lápiz del bolsillo se fue a la ventana y en pocos momentos dibujó el panorama que tenía delante de sí y lo presentó al alcalde.
   - Señor- dijo éste-, ahora veo que usted es realmente Gustavo Doré, el dibujo vale bien en vez de certificado.Nuestros actos siempre valdrán más que nuestras palabras porque son testimonio de lo que somos.
Cuando decimos ser “cristianos” llevamos una responsabilidad muy grande ya que no es sólo un título, sino que afirmamos que somos como Jesús; lo que implica que debemos buscar tener sus cualidades, tratar cada día de ser más como Él, vivir rectamente y en amor.
“Por lo tanto, imiten a Dios en todo lo que hagan porque ustedes son sus hijos queridos. Vivan una vida llena de amor, siguiendo el ejemplo de Cristo. Él nos amó y se ofreció a sí mismo como sacrificio por nosotros, como aroma agradable a Dios”. Efesios 5:1,2
Quizás en muchas oportunidades no pudiste hablar de tu fe o la gente no quiso escucharte pero tus actos, tu vida, tu familia, todo cuanto haces (aún las más pequeñas cosas) dicen mucho más de ti que las palabras.
Vive rectamente, de manera que todos quieran saber qué es aquello que te hace especial y diferente y busquen imitarte.

Ana María Frege Issa
        CVCLAVOZ

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Su Provisión

 
En cierta ocasión el Dr. Grenfell contó la historia de un viejo pescador, rico en fe, que era “dado a la hospitalidad”. Tenía setenta y tres años y había alimentado a muchos durante los inviernos duros, y cuando las cosas se hicieron excepcionalmente difíciles, este anciano de fe sacó doce billetes de cinco dólares, manoseados y sucios, como último recurso. Este dinero, todos sus ahorros, los entregó al misionero para que comprara alimento para sus vecinos necesitados. El Dr. Grenfell dijo:
     - Usted está envejeciendo y no debería quitarse los últimos recursos que posee.Entonces el curtido pescador, que había pasado por muchos peligros, contestó:
       - Él tendrá cuidado de mí doctor; tengo la impresión de que puedo tener confianza en Dios. No estaría bien retener estos sesenta dólares y enviar a la gente hambrienta a sus casas, ¿verdad? Si así lo hiciera, sería como que yo no tengo mucha confianza en Él.Humanamente siempre tendemos a guardar, a acumular bienes y riquezas considerando que pueden venir días malos y, sin duda alguna, el ser previsores no está mal, por el contrario,  pero amar el dinero y aferrarnos a él no nos permite poner en práctica nuestra confianza en Dios y ver su cuidado y provisión.
Si tienes para dar, para compartir, no dudes en hacerlo, no temas al mañana, confía en que Dios proveerá para cada una de tus necesidades.
“No amen el dinero; estén contentos con lo que tienen, pues Dios ha dicho: Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré” Hebreos 13:5 (NTV)
Ser prudentes y guardar para el día malo es muy sabio, pero cuando empezamos a amar las riquezas y bienes materiales más que a Dios y confiamos en nuestra capacidad y posesiones más que en nuestro Padre, estamos yendo por mal camino.
Recuerda lo que dice Lucas 6:38 “Den, y recibirán. Lo que den a otros les será devuelto por completo: apretado, sacudido para que haya lugar para más, desbordante y derramado sobre el regazo. La cantidad que den determinará la cantidad que recibirán a cambio”. (NTV)
Date la oportunidad de ayudar a otros y ser testigo de cómo Dios suple todas tus necesidades; Él nunca te fallará.
Ana María Frege Issa
        CVCLAVOZ

martes, 8 de diciembre de 2015

Con la mirada en Él

 
¿Quién no tiene una lucha? Podría ser por salir de una depresión, una decepción amorosa, deuda, desintegración familiar, soledad, adicción, tentación y un sinfín de situaciones que todas las personas pasamos de alguna manera.
En muchas ocasiones los problemas suelen consumirnos mucho más de lo normal y se convierten en nuestro mundo, trayendo consigo malestares emocionales, espirituales y físicos.
Podemos obtener respuestas de todos lados como en libros, consejeros, psicólogos, etc. Pero ¿será esa la solución a todo? Y aunque es muy recomendado buscar consejería para poder sobrellevar problemas, no siempre es la respuesta y tampoco siempre tendremos acceso a estos recursos.
Como cristianos debemos enfocarnos más en Jesús que en lo que nos ataca o nos preocupa, pues es Él quien pelea por nosotros, quién nos rescató de la muerte eterna, ¿acaso no podrá rescatarnos ahora que nos encontramos angustiados? Seguro que lo hará pero sólo si se lo permitimos. Salmo 61:2b-3 (NTV)dice: “Guíame a la imponente roca de seguridad, porque tú eres mi amparo seguro, una fortaleza donde mis enemigos no pueden alcanzarme.”
Poner la mirada en el Señor implica confiar y ver tu situación con esperanza, más allá de los gigantes que hay a tu alrededor, es ver ese rayo de luz que sigue iluminándote a pesar de las tinieblas. “Oh Señor, solo tú eres mi esperanza; en ti he confiado, oh Señor, desde mi niñez.” Salmos 71:5 (NTV)
Aunque es muy difícil sonreír cuando estás triste o preocupado permite que el Señor te dé la paz y la confianza que te prometió. En esta lucha no estás solo, Dios está primero preparando camino para que puedas pasar y alcanzar el propósito por el cual fuiste creado.
Sonríe y pon nuevamente la mirada en Jesús, tu Salvador. 

Soraida Fuentes
    CVCLAVOZ

lunes, 7 de diciembre de 2015

¿Quieres ser feliz?

 
Todos queremos ser felices, por naturaleza humana nadie desea ser infeliz. Los sentimientos y emociones son de vital importancia, estamos constituidos de tal manera que los sentimientos juegan en nosotros un papel predominante, por tanto, siempre estaremos en búsqueda de la felicidad.
Lo que debemos analizar es si realmente queremos ser felices, y conocer el verdadero gozo. Existe un camino que nos indica la Palabra de Dios:
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.” Mateo 5:6
Bienaventurados, dichosos, es decir, ¡verdaderamente felices los que tienen hambre y sed de justicia! No dice los que tienen hambre y sed de “felicidad”, dice de “Justicia”, y ¿Qué es justicia? El diccionario bíblico da el significado de: “correcto", "rectitud", "equidad", "piedad"; estos vocablos se refieren tanto a la norma recta como a la acción ordenada y justa.
Es decir ¡Lo que más debo anhelar es ser justo, recto, correcto, equitativo, y piadoso! Este significado es semejante a la “santidad” ya que este implica ser apartados del montón y encontrarse en una búsqueda constante de hacer lo correcto. Si nos enfocamos en ser justos y santos, entonces automáticamente conoceremos la felicidad.
Te animo a cambiar de mentalidad, no te enfoques en buscar la felicidad, sino en conocer a Cristo y ser como ÉL “Justo y Santo”. Si obedeces y tienes ese deseo y anhelo de seguir los pasos de Jesús ya no necesitarás buscar la felicidad ¡porque la encontrarás en Él! y será Cristo quién llene de gozo tú corazón.
¿Quieres ser feliz? ¡Busca a Jesús!

Shirley Chambi
    CVCLAVOZ

domingo, 6 de diciembre de 2015

No es imposible cambiar

 
Cuando Josías tenía 18 años envío a su escriba Safán a que fuese a la casa de Jehová y le dijera al sacerdote Hilcias que recogiese todo el dinero que habían recaudado del pueblo, y se lo entregase a los que estaban encargados de la obra del templo para su reparación. En ese cumplido, el sacerdote halló el libro de la ley e inmediatamente se lo mandó a Josias, cuando el rey oyó las palabras del libro, hizo señal de dolor porque había entendido en su corazón que no estaban conduciéndose como Dios lo ordenaba.
A partir de ese momento se inició la conocida reforma de Josías: limpió la casa de Jehová de todo aquello que estaba dedicado a Baal y Asera, dioses paganos; derribó los altares de prostitución, quitó a los sacerdotes idólatras, quebró estatuas que estaban en Jerusalén; y posterior a esto, celebró la pascua, una fiesta que no había sido hecha desde los tiempos en que los jueces gobernaban Israel ni en todos los tiempos de los reyes de Israel y Judá. (1 Reyes, capítulos 22-23)
La palabra de Dios no es simplemente un libro que contiene historias, un depósito de información o un dispensador de sabiduría; va más allá de esto: cambia y transforma la vida del ser humano. Ese es su propósito, el Señor nos la dio para que por medio de su palabra dejemos lo pecaminoso de nuestra vida y podamos parecernos más a Cristo. 
Todos tenemos algo que cambiar en nuestra personalidad. Queremos hacerlo con todas nuestras fuerzas, sin embargo se nos hace bastante difícil de conseguir, ya sea un hábito o algo en nuestro carácter. Muchas veces son cosas tan arraigadas que llega a parecer imposible y nos sentimos frustrados de tanto intentarlo. Lo hemos intentado una y otra vez y no lo hemos conseguido.
La dificultad puede darse en que no estamos viviendo la palabra de Dios, la leemos, la usamos los fines de semana, la llevamos en el bolso o inclusive la dejamos en la cabecera de nuestra cama pero sucede que no estamos poniéndola en nuestro corazón ni permitiendo que se haga vida en nosotros. Santiago 1:22 nos advierte acerca de esto y nos dice que no sólo escuchemos la palabra sino que la pongamos en práctica de lo contrario nos engañamos a nosotros mismos.
La Biblia tiene el poder absoluto para cambiarnos pues se describe como un martillo, una espada, herramientas diseñadas para hacer cambios. De igual forma Dios pretende que cambie nuestras vidas.
2 Timoteo 3:16-17 (NTV) dice “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra.”
No tenemos más excusas para decir que no podemos cambiar porque si Josías fue transformado por medio de la palabra entonces también lo puede hacer con nosotros. Versículos más adelante lo describe así: “No hubo otro rey antes de él, que se convirtiese a Jehová de todo su corazón, de toda su alma y de todas sus fuerzas, conforme a toda la ley de Moisés; ni después de él nació otro igual.”  
2 Reyes 23:25 (RV1960)

Claudia Carvajal
      CVCLAVOZ