martes, 27 de junio de 2017

Reír



Reír es saludable y contagioso. . Todo tiene su tiempo.  Tiempo para llorar, tiempo para amar, tiempo para correr, tiempo para reír.  No olvides que para reír necesitas la paz de Cristo.
Me encontraba en el aeropuerto de Sao Paulo, en un día muy caluroso y no estaba funcionando el aire acondicionado, muchos estábamos en una larga fila estresados, de pronto un hombre comenzó a reír y reír,  fue impactante esa acción, que muchos terminamos riéndonos y el ambiente cambió, por lo tanto, fue un tiempo para reír.
De todos, el día que más se pierde es aquel en el cual no has reído. Para reír hay que hacer un alto cada día.
El corazón alegre hermosea el rostro; más por el dolor del corazón el espíritu se abate. Proverbios 15:13
Todos los días del pobre son malos, pero el corazón contento tiene fiesta continua.  Proverbios 15:15.
Una radioescucha escribió a un pastor lo siguiente:  Le agradezco mucho su programa, sus enseñanzas me han ayudado mucho, pero tengo una importante petición que hacerle: No deje de reír,  Puede dejar de enseñar y hacer cualquier otro cambio, pero no deje de reír, porque su risa es la única que entra en nuestro hogar.
En muchos hogares se ha olvidado reír, sólo hay quejas, reclamos, señalamientos de lo negativo. Deben existir motivos para reír.
Reír cuando alabas a Dios.
Para Reír, necesitas la paz, que viene de Jesucristo, No olvides Reír y hacer reír a otros, trayendo sanidad al corazón afligido.
No dejes que las crisis de la vida te impidan tener un tiempo para reír, pues haciendo esto, el ambiente cambiará y la esperanza brillará de nuevo en tu corazón.
Dios te bendiga,
Tu hermana y amiga,
Alva Vargas de Contreras.

lunes, 26 de junio de 2017

Estoy Malgastando Mi Vida?



“Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida.”Arthur Schnitzler
Vivimos en una época donde los días son malos y es necesario saber aprovechar bien el tiempo. El tiempo es vida y muchas veces lo malgastamos en cosas que no nos aprovechan o benefician. Ahora no solamente malgastamos nuestro tiempo, también lo hacemos con nuestros talentos y nuestro dinero.  Y lo mas triste es que nos quejamos de por que Dios nos tiene así en esa situación. ¿Quieres saber la causa?
“…pues por falta de conocimiento mi pueblo ha sido destruido.” Oseas 4:6 (NVI)
“Por tanto, mi pueblo es llevado cautivo, porque no tiene conocimiento, sus nobles se mueren de hambre  y la multitud está seca de sed.” Isaías 5:13 (RV1995)
La mayoría de las personas se lanzan por la vida sin conocimiento de su propósito, sin conocimiento de sus talentos y recursos que tiene, y uno de ellos es el tiempo. Es por ello que viene la destrucción y la cautividad a nuestras vidas, y esto tiene que ver con no disfrutar la vida y el no saber manejar los momentos difíciles. Todos anhelamos buenas relaciones, buenos matrimonios, buenas carreras, buenos negocios e inclusive buenos ministerios y muchos piensan que lo pueden lograr haciendo y haciendo cosas, y ese es el camino equivocado. El camino correcto es ser  antes de hacer, y no hacer para luego ser. Cuando tú descubres quien eres tienes la mitad de la vida ganada. ¿Quién soy?
Te has preguntado ¿Quién soy? Esta es una de las preguntas más intrigantes de la vida. La razón de que no te haces esa pregunta es porque te has centrado más en lo externo, en lo que dirán de ti, que en conocerte internamente.  Te has preocupado por vivir una vida que no es la tuya y así has malgastado tu tiempo. Te has ocupado en contentar a los demás y tú no estás contento o contenta contigo mismo, hay un vacio en ti, hay una tristeza y es conocida como la falta de propósito.
La vida es una sola, no hay otra y Dios ha establecido el tiempo que debemos vivir, por lo tanto buscar vivir tu vida, una vida autentica, una vida de amor y servicio, una vida de entrega y pasión por lo que haces. Una vida que glorifique a Dios, ya que somos creación de El. Dios no busca tu destrucción, ni desea tu fracaso en tu matrimonio o en tu negocio o ministerio, sus planes son de bienestar.
Dime ¿Qué clase de vida quieres tener? ¿Quieres seguir malgastando tu vida? O ¿Quieres seguir aprovechando tu vida? ¿Qué clase de esposo(a) quieres ser? ¿Qué clase de padre o madre quieres ser? ¿Quieres vivir tu vida o la vida de otro?
Hoy es el mejor momento para dejar de derrochar el tiempo y los talentos que tienes, es tiempo para comenzar a ser quien has sido llamado a ser. Es tiempo de salir del yugo de la esclavitud y comenzar a vivir en libertad. Es tiempo que dejes salir el mejor perfume dentro de ti. ¿Estas listo para comenzar a vivir la vida que Dios quiere que vivas? Cuando descubras quien eres comenzaras a elevarte y remontarte a las alturas.
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
Coach Personal

domingo, 25 de junio de 2017

El Árbol de los Problemas



El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una hora de trabajo y luego su antiguo camión se negó a arrancar.
Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia.
Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación.
Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños  hijos y le dio un beso a su esposa.
Posteriormente me acompañó hasta mi automóvil. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le  pregunté acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes.
“Oh, ese es mi árbol de problemas”, contestó. Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez.
Lo divertido es, añadió sonriendo, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior…
Mateo 6:34
Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas.
Mateo 6:25
Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa?
Mateo 6:27
¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida?
Lucas 10:41
Respondiendo el Señor, le dijo: Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas;
Lucas 12:11
Y cuando os lleven a las sinagogas y ante los gobernantes y las autoridades, no os preocupéis de cómo o de qué hablaréis en defensa propia, o qué vais a decir;
Lucas 12:22
Y dijo a sus discípulos: Por eso os digo: No os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis.
Filipenses 4:6
Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.
1 Pedro 5:7
echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros.

jueves, 22 de junio de 2017

Moldeando El Acero


Como Templar el Acero
Se cuenta la historia del herrero que, después de una juventud llena de excesos, decidió entregar su alma a Dios.
Durante muchos años trabajó con ahínco, practicó la caridad, pero, a pesar de toda su dedicación, nada perecía andar bien en su vida, muy por el contrario sus problemas y sus deudas se acumulaban día a día.
Una hermosa tarde, un amigo que lo visitaba, y que sentía compasión por su situación difícil, le comentó:
“Realmente es muy extraño que justamente después de haber decidido volverte un hombre temeroso de Dios, tu vida haya comenzado a empeorar.
No deseo debilitar tu fe, pero a pesar de tus creencias en el mundo espiritual, nada ha mejorado.”
El herrero no respondió enseguida, él ya había pensando en eso muchas veces, sin entender lo que acontecía con su vida, sin embargo, como no deseaba dejar al amigo sin respuesta, comenzó a hablar, y terminó por encontrar la explicación que buscaba.
He aquí lo que dijo el herrero:………
“En este taller yo recibo el acero aún sin trabajar, y debo transformarlo en espadas.
¿Sabes tú cómo se hace esto?
Primero, caliento la chapa de acero a un calor infernal, hasta que se pone al rojo vivo, enseguida, sin ninguna piedad, tomo el martillo más pesado y le aplico varios golpes, hasta que la pieza adquiere la forma deseada.
Luego la sumerjo en un balde de agua fría, y el taller entero se llena con el ruido y el vapor, porque la pieza estalla y grita a causa del violento cambio de temperatura.
Tengo que repetir este proceso hasta obtener la espada perfecta, una sola vez no es suficiente. ”
El herrero hizo una larga pausa, y siguió: “A veces, el acero que llega a mis manos no logra soportar este tratamiento.
El calor, los martillazos y el agua fría terminan por llenarlo de rajaduras.
En ese momento, me doy cuenta de que jamás se transformará en una buena hoja de espada y entonces, simplemente lo dejo en la montaña de fierro viejo que ves a la entrada de mi herrería.”
Hizo otra pausa más, y el herrero terminó: “Sé que Dios me está colocando en el fuego de las aflicciones.
Acepto los martillazos que la vida me da, y a veces me siento tan frío e insensible como el agua que hace sufrir al acero.
Pero la única cosa que pienso es: Dios mío, no desistas, hasta que yo consiga tomar la forma que Tú esperas de mí.
Inténtalo de la manera que te parezca mejor, por el tiempo que quieras, pero nunca me pongas en la montaña de fierro viejo de las almas. ”
Para que un día yo también pueda decir…..
“He peleado la buena batalla,
He acabado la carrera,
He guardado la fe.”
2 Timoteo 4:7


miércoles, 21 de junio de 2017

No temas, Dios te cuida!


En la Gran Isla de Hawai crece una pequeña planta delicada cuyo nombre es Sensitiva, miembro de la familia de Mimosa.
Su nombre se debe a un movimiento que hace cuando algo, incluso un cambio en el viento, la roza o atraviesa.  En ese instante, la planta tropical americana, con tronco y espinas, se pega a la tierra.
A menos que la estés observando directamente, no podrás distinguirla de la hierba o la maleza del área y puede ser aplastada con facilidad debajo de nuestros pies.
Cuando el sol se levanta en el pacífico sur, la diminuta Sensitiva se abre tan amplia como le es posible y se eleva hacia la calidez de los rayos nacientes del sol.  Esta minúscula y plegable planta, tiene un mecanismo inherente que causa que se doble con facilidad y se recoja, resguardándose de cualquier cosa que pueda causarle daño.
Sin embargo, la Sensitiva no puede distinguir entre un segador de césped que viene hacia ella para cortarla, o el hombre que se acerca para protegerla.
Cada uno de nosotros posee la innata necesidad de guardarnos del daño y de aquellos que podrían lastimarnos.  Dios nos ofrece Su Palabra como manual para equiparnos, con el fin de estar alertas a los designios del enemigo y prepararnos para saber cómo protegernos.
Podemos despertar mañana, aun cuando llueva o la nieve caiga y recibir Su calidez, amor, protección y Su unción en el día que comienza para nosotros.
Dios nos bendijo con Su sensibilidad, pero debemos estar alerta, usando las herramientas que proveyó para nosotros sus hijos.
Salmo 105:15
No toquéis a mis ungidos.

martes, 20 de junio de 2017

Los Hijos y La Antorcha



¿Hay un período mágico cuando los hijos se hacen responsables por sus propias acciones?
¿Hay un momento maravilloso, cuando los padres nos convertimos sólo en espectadores, en la vida de nuestros hijos, nos alzamos de hombros y decimos:
“Es la vida de ellos” sin sentir nada?
Cuando contaba con 20 años, estaba en el pasillo de un hospital esperando a que los doctores pusieran unos puntos en la cabeza de mi hijo y pregunté:
¿”Cuándo pararé de preocuparme”?La enfermera dijo:
¡Cuando salgan de la etapa de accidentes!.
Mi mamá apenas sonrió y no dijo nada.
Cuando contaba con 30 años, me senté en una pequeña silla en la clase y escuchaba como uno de mis hijos hablaba incesantemente interrumpiendo la clase y moviéndose continuamente.
Casi como que me hubiera leído la mente, la maestra me dijo:
¡”No se preocupe, todos ellos pasan por esta etapa y luego usted, podrá sentarse tranquila …relajarse y disfrutarlos”!
Mi mamá apenas sonrió y no dijo nada.
Cuando contaba con 40 años, me pasaba la vida esperando que el teléfono sonara…
…que los autos llegaran a casa…
…que la puerta de la casa se abriera.
Una amiga me dijo:
¡No te preocupes, en unos años vas a poder dejar de preocuparte.
Ellos ya serán adultos”.
Mi mamá apenas sonrió y no dijo nada.
Ya en mis 50 años, estaba cansada y harta de ser vulnerable.
Todavía me estaba preocupando
por mis hijos,
pero también ya se notaba una
arruga nueva en mi frente,
aunque no podía hacer
nada acerca de ello…
Mi mamá apenas sonrió y no dijo nada.
Yo continué angustiándome con sus fracasos, apenándome por sus tristezas y absorbida en sus decepciones.
Mis amigos me decían que cuando mis hijos se casaran yo iba a poder dejar de preocuparme y llevar mi propia vida.
Yo quería creerles, pero me asaltaba el recuerdo de la cálida sonrisa de mi mamá y su ocasional:
“Luces pálida hija, estás bien? Estás deprimida por algo?”
¿Puede ser que los padres estemos sentenciados a una vida de preocupaciones?
¿Es que la preocupación por nuestros hijos se entrega como una antorcha de unos a otros, para que arda en el camino de las fragilidades humanas y el miedo a lo desconocido?
¿Es la preocupación una maldición, o es una virtud que nos eleva a lo más alto de la vida humana?
Un día uno de mis hijos, se irritó conmigo.
Me dijo:¿Dónde estabas?
¡Desde ayer que te estoy llamando y nadie me respondía.!
¡Estaba muy preocupado…!
Y yo solo me sonreí y no dije nada.
La antorcha había sido entregada!!!

Descarga esta diapositiva aquí:     Powerpoint – Los Hijos y La Antorcha

domingo, 18 de junio de 2017

La vida es un Desafío

¿Te has puesto a observar la actitud de los pájaros ante las adversidades?
Están días y días haciendo su nido, recogiendo materiales a veces traídos desde largas distancias…
… Y cuando ya está terminado y están prontos para poner
los huevos, las inclemencias del tiempo
o la obra del ser humano o de algún animal lo destruye
y tira por el suelo lo que con tanto esfuerzo se logró…
¿Qué hace el pájaro?
¿Se ahuyenta, se paraliza, abandona la tarea?
De ninguna manera. Vuelve a recomenzar, una y otra vez,
hasta que en el nido aparecen los primeros huevos.
A veces -muchas veces- antes de que nazcan los pichones
algún animal, un niño, una tormenta, vuelve a destruir
el nido, pero esta vez con su precioso contenido…
Duele recomenzar desde cero…
Pero aun así el pájaro jamás enmudece ni retrocede, sigue cantando y
construyendo, construyendo y cantando…
¿Has sentido que tu vida, tu trabajo, tu familia, tus amigos no son los que soñaste?
¿Has querido decir basta, no vale la pena el esfuerzo, esto es demasiado para mí?
¿Estás cansado de recomenzar, del desgaste de la lucha diaria, de la confianza traicionada,
de las metas no alcanzadas cuando estabas a punto de lograrlo?
Por más que te golpee la vida no te entregues nunca,
di una oración, pon tu esperanza al frente y arremete.
No te preocupes si en la batalla sufres alguna herida,
es de esperar que algo así suceda. Junta los pedazos de tu esperanza, ármala de nuevo y vuelve a arremeter.
No importa lo que pase… no desmayes, sigue adelante.
La vida es un desafío constante pero vale la pena aceptarlo.
Y sobre todo… nunca dejes de cantar.
Y recuerda la promesa de Dios:
Isaías 41:10 “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré
con la diestra de mi justicia.”
Descarga esta diapositiva aquí: La Perseverancia

sábado, 17 de junio de 2017

Alcanza tus metas- El Puente de Brooklyn

En 1883, un creativo ingeniero de nombre John Roebling se inspiró en la idea de construir un espectacular puente que conectase Nueva York con Long Island. Sin embargo, los expertos en construcción de puentes de todo el mundo pensaron que aquello era imposible y le dijeron a Roebling que se olvidara de la idea. Simplemente no podía hacerse; no era práctico.
Nunca se había hecho anteriormente.
Roebling no pudo ignorar la visión que tenía en mente de este puente. Pensaba en ello todo el tiempo y sabía muy dentro de sí que se podía hacer. Sólo tenía que compartir su sueño con alguien más. Tras mucha discusión y persuasión logró convencer a su hijo, Washington, un ingeniero novato, que el puente podía, de hecho, construirse.
Trabajando junto por vez primera, padre e hijo desarrollaron conceptos de cómo podría lograrse y cómo vencer los obstáculos. Con gran entusiasmo e inspiración y la motivación de un desafío loco por delante, emplearon su cuadrilla y comenzaron a construir su puente de ensueño.
El proyecto comenzó bien pero, cuando llevaba unos pocos meses de iniciado, un trágico accidente en el sitio cobró la vida de John Roebling. Washington resultó herido y con una medida de daño cerebral, que le significó no poder caminar, hablar o aún moverse. “Se los dijimos”. “Hombres locos y sus sueños locos”. “Es tonto perseguir visiones alocadas”.
Todos tenían un comentario negativo que hacer y sentían que el proyecto debería ser archivado ya que los Roeblings eran los únicos que sabían cómo construir el puente. A pesar de su limitación, Washington nunca se desanimó y seguía teniendo un ardiente deseo de terminar el puente y su mente estaba tan despierta como siempre.
Intentó inspirar y transmitirle su entusiasmo a algunos de sus amigos, pero estaban demasiado intimidados por la tarea. Mientras yacía en su cama de hospital, con los rayos del sol filtrándose por las ventanas, una suave brisa abrió las delgadas cortinas blancas y pudo ver el cielo y los topes de los árboles fuera por un momento.
Parecía que hubiera un mensaje para él de no rendirse. De repente se le ocurrió una idea. Todo lo que podía hacer era mover un dedo y decidió hacer su mejor uso de eso. Haciéndolo, poco a poco desarrolló un código de comunicación con su esposa. Tocaba el brazo de su esposa con ese dedo, indicándole que quería que llamase a los ingenieros de nuevo. Entonces usó el mismo método de tocar su brazo para decirle a los ingenieros qué hacer. Parecía tonto pero el proyecto estaba de nuevo en camino.
Por 13 años Washington comunicó sus instrucciones con toquecitos de sus dedos al brazo de su esposa hasta que se terminó el puente. Hoy, el espectacular Puente de Brooklyn se yergue en toda su gloria como un tributo al triunfo del indomable espíritu de un hombre y su determinación de no ser derrotado por las circunstancias. Es también un tributo a los ingenieros y su trabajo de equipo, y a su fe en un hombre considerado loco por medio mundo. Se levanta como un monumento tangible al amor y devoción de su esposa que, por 13 largos años, pacientemente decodificó los mensajes de su esposo y les dijo a los ingenieros qué hacer.
Tal vez este sea uno de los mejores ejemplos de una actitud que nunca se resigna al fracaso y que se sobrepone a las terribles limitaciones físicas para alcanzar una meta imposible. A menudo, cuando enfrentamos obstáculos en nuestra vida diaria, nuestras vallas se ven diminutas en comparación con las que otros han tenido que enfrentar.
El Puente de Brooklyn nos muestra que los sueños que parecen imposibles pueden ser logrados con determinación y perseverancia, sin importar las probabilidades. Aún el sueño más distante puede ser alcanzado con determinación y persistencia.
Fuente: Indian Child
Tu Dios, a quien sirves con perseverancia, El te librará. Daniel 6:16
Pero la semilla en la tierra buena, éstos son los que han oído la palabra con corazón recto y bueno, y la retienen, y dan fruto con su perseverancia.
Luvas 8:15

martes, 13 de junio de 2017

Perdonar Y Liberar




“El perdón es algo curioso; calienta el corazón y enfría la picadura”.
Sé que todos hemos leído un millón de artículos sobre el perdón y escuchado mil charlas sobre el tema. Pero, de todas maneras, es muy difícil de practicar. El perdón no nos viene fácil a la mayoría de nosotros.
Cada vez que alguien nos lastima, quedamos con un sentimiento de herida, ira y venganza. Nos es muy difícil pasar por alto la herida que alguien nos ha infligido. Pero el perdón no es olvido, es simplemente
soltar la herida. No es algo que damos a otros sino a nosotros mismos.
La herida y dolor que alguien nos causa, pudieran ser siempre parte de nuestra vida, pero el perdón nos ayuda a soltar su agarre para que podamos seguir adelante.
Y en cuanto a quién perdonar, comencemos con un amigo que nos ha lastimado mucho, y el extraño que nos pisó el callo en un bus, y luego a aquellos entre esos dos extremos.
Perdonarnos a nosotros mismos es también importante. Y perdonemos rápido ya que entre más tiempo tomamos y más lo pensamos, podríamos nunca estar listos para hacerlo. Así que hagámoslo tan pronto como podamos porque aunque no cambie el pasado, definitivamente cambiará el futuro.
Y recordemos: “No perdonar es como ingerir raticida y entonces esperar que la rata muera”.
Priya Agarwa, copyright 2012
Fuente: http://www.motivateus.com/
Si bien no tengo manera de saber si el autor del pensamiento de hoy tiene trasfondo cristiano, me encanta la manera cómo enfoca la naturaleza e impacto del perdón.
Hoy día, algunos sectores del cristianismo han mistificado al perdón, convirtiéndolo en “atadura” para quienes nos han ofendido y a quienes no hemos perdonado. Sin embargo, estoy convencido de que la razón por la que el Señor nos llama a perdonar es precisamente porque, al no hacerlo, somos nosotros mismos los más perjudicados. Y en esto, aún la ciencia confirma el impacto sobre nuestros cuerpos de la amargura resultante del no perdonar.
Así que, vivamos la vida abundante que Dios nos ofrece dando el indispensable primer paso: perdonando a quienes nos ofenden.
Adelante y que el Señor les continúe bendiciendo.
Raúl Irigoyen
El Pensamiento Del Capellán.

miércoles, 7 de junio de 2017

Mecánico



Una vez iba un hombre en su automóvil por una larga y muy solitaria carretera cuando de pronto, su auto comenzó a detenerse hasta quedar estático. El hombre bajó, lo revisó, trató de averiguar que era lo que tenía. Pensaba que pronto podría encontrar que era lo que tenía el auto pues hacía muchos años que lo conducía, sin embargo después de mucho rato se dio cuenta de que no encontraba el daño del motor. En ese momento apareció otro auto, del cual bajó un hombre a ofrecerle ayuda.
El dueño del primer auto dijo:
– Mira, este es mi auto de toda la vida, lo conozco como la palma de mi mano. No creo que tu sin ser el dueño puedas hacer algo.
El otro hombre insistió con una cierta sonrisa, hasta que finalmente el primer hombre dijo:
– Bueno, haz el intento pero no creo que puedas pues este es MI auto.
El segundo hombre hechó manos a la obra y en pocos minutos encontró el daño que tenía el auto y lo pudo arrancar.
El primer hombre quedó atónito y preguntó:
– ¿Como pudiste arreglar el auto si es MI auto?
El segundo hombre contestó:
– Verás, mi nombre es Felix Wankel….yo inventé el motor rotatorio que usa tu auto!
Cuantas veces le decimos a Dios: esta es MI vida, este es MI destino, esta es MI casa. Al enfrentarnos a los problemas y a los días difíciles creemos que nadie nos podrá ayudar pues “es MI vida”.
Te voy a hacer unas preguntas:
¿Quién hizo la vida? ¿Quién hizo el tiempo? ¿Quién creó la familia?.
Solo aquel que es el autor de la vida y el amor, puede ayudarte cuando te quedes tirado en la carretera de la vida.
Hebreos 13:6 “De tal manera que digamos confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me hará el hombre.”

lunes, 5 de junio de 2017

No te rindas, persevera




Lucas 21:19
El 4 de Julio de 1952, Florence Chadwick de 34 años entró al Océano Pacífico en la costa de la Isla Catalina, California, con la determinación en ser la primera mujer en nadar hasta llegar a la costa del continente. Siendo una experimentada nadadora, ella ya había sido la primera mujer que cruzó nadando el Canal de la Mancha en ambos sentidos.
El tiempo ese día estaba nublado y frío; así que apenas podía ver a los botes que la acompañaban. Millones de espectadores la veían por televisión.
Florence Nadó quince horas. Cuando rogó que la sacaran del agua, su madre, que estaba en uno de los botes que iban a su lado, le dijo que estaba cerca y que lo podía lograr. Pero cuando vio hacia la costa lo único que podía ver era neblina. Finalmente, extenuada física y emocionalmente, dejó de nadar y fue sacada del agua.
No fue sino hasta que estuvo en el bote que descubrió que la costa estaba a menos de un kilómetro de distancia. En una conferencia noticiosa al día siguiente, ella dijo: “Todo lo que podía ver era la niebla . . . Creo que si hubiera podido ver la costa, lo hubiera logrado”.
El fracaso, de Florence, no fue la fatiga, ni el frío, la niebla la había derrotado porque le impedía ver su meta. La niebla le había cegado su razonamiento, su visión y su corazón.
Esa fue la única ocasión que Florence se rindió. Dos meses después logró la hazaña aun cuando había neblina, Florence perseveró porque sabía que detrás de la neblina estaba la costa.
Permíteme hacerte una pregunta, ¿Qué es lo que te motiva cuando la niebla llega a tu vida? ¿Eres de las personas que se paraliza por las neblinas de la vida?
Alguien dijo, “Si Colón hubiera regresado, nadie lo hubiera culpado, pero tampoco nadie lo hubiera recordado”.
Hoy puedes ver las neblinas de tu vida como obstáculos o como oportunidades; la decisión es tuya. Te puedes rendir ante tus circunstancias o puedes seguir nadando aunque estés entumecido; la decisión es tuya. La perseverancia te habilitará para ajustarse a los cambios radicales e injustos de la vida.
Como puedes ver, tu fortaleza y tu profundidad espiritual son demostradas por tu perseverancia. Son demostradas por el deseo de seguir aunque no veas la costa.
Jesucristo dijo, “Con vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas”.
Jorge Cota