martes, 4 de marzo de 2014

LOS DIAS QUE NO LLEGAN



Calendar with numbers, green thumbtack, recycled paper


 De alguna manera, en mayor  o menor medida, tendemos a planificar las cosas, ya sea para el día a día o para de aquí a cinco, diez o veinte años, lo que no está mal, pero siempre lo hacemos con seguridad, con la extraña idea de que nuestros días están asegurados o que las oportunidades volverán.
Cuántas veces no hemos comprado cosas, ropa, comida, etc. pensando que los usaremos en ocasiones especiales, pero nunca hay una ocasión tan especial como para usarlos y la comida se vence y la ropa ya no nos queda. Estamos a punto de  decir cuánto amamos a alguien o decididos a pedir perdón, pero damos un paso atrás, pensando que tendremos otros días para demostrarles nuestro afecto o para reconciliarnos. Pero lo cierto es que algunos días no llegan.
En Mateo 26:10 – 13 encontramos el relato de la mujer que derramó perfume sobre Jesús. Posiblemente nadie lo esperaba porque la sorpresa fue tan grande que lo primero que hicieron fue mencionar el precio del perfume y lo que se podría haber hecho con ese dinero. Pero Jesús entendió lo que esta mujer hacía y los reprendió: “ Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra. Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella”
A esta mujer no le importó lo que los demás dirían. Podemos imaginar que fue algo pensado, y no un arranque de locura,  porque no fue algo que encontró ahí, sino que lo había traído desde su casa. Ella sabía el valor del perfume y lo que iba a hacer. Pero no le importó cuánto costara ni lo que la gente pensara porque fue una forma genuina de demostrar su aprecio por aquel hombre que había sanado enfermos, resucitado muertos, multiplicado los alimentos y les había dado esperanza. Nada valía tanto comparado con lo que habían recibido.
Si ella hubiera esperado pensando qué dirían los demás o si mejor esperaba a una ocasión más especial, hubiera sido tarde.
No esperes más, pide perdón si has lastimado a alguien, perdona si te han herido, abraza a tu familia, diles cuánto los amas, no dejes pasar oportunidades de trabajo, de servicio, si has pecado busca el perdón de Dios pero no esperes más, no sabes qué traerá el  día de mañana o si  llegará.
“No te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día”. Proverbios 27:1
No hay mejor día que éste. No permitas que el “qué dirán”, tu orgullo o la confianza en tu juventud te roben oportunidades que hoy Dios pone en tus manos.

Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario