martes, 27 de julio de 2021

EL AMOR DE DIOS

 NUNCA DUDES DEL AMOR QUE DIOS TE TIENE

Estamos viviendo días muy difíciles. Muchos de nuestros seres amados están pasando por grandes problemas. Aun nosotros hemos pasado por nuestras propias situaciones. Hoy te escribo como tu hermano, como tu amigo, y deseo compartirte un pensamiento con el cual le pido al Señor que te hable y te ministre en tu necesidad.

Pase lo que pase en esta vida, recuerda que no hay fuerza más poderosa que el amor que nuestro Padre celestial tiene por ti. Su amor puede mover montañas, detener el rugido de los mares, curar huesos rotos y corazones heridos, transformar vidas y liberar a los cautivos del pecado y las ataduras.

Tan grande es su amor por ti y por mí que envió a su único Hijo a morir para que pudiéramos vivir a través de él. ¿Sabes que Dios te ama como ama a Jesús? Su corazón está lleno de un amor ágape por ti.

Dios te ama simplemente porque te ama. No tienes que esforzarte por su afecto. Él te ama con un amor eterno. Cuando tú lloras, Él llora contigo. Y aunque ahora tu mente no pueda procesar la razón de por qué tantas cosas te han sucedido, un día, recibirás la revelación completa. Ese día tendrás la respuestas a tantas preguntas.

El padre en la historia del hijo pródigo salió corriendo para encontrarse con su hijo antes de que nada se hubiera arreglado. No sabía que su hijo estaba allí para disculparse. No le importaba. Simplemente quería amar a su hijo. Tu Padre celestial siente lo mismo por ti. Él anhela amarte justo donde estás, como estás. Él anhela llenarte de amor hasta desbordar. Él anhela que experimentes este amor y que sientas como su Espíritu Santo te abraza, te guía, y nunca te deja solo.

El amor de Dios te impacta, te ayuda a ser mejor persona, a soltar las cosas insignificantes que el diablo usa para robarte la paz y la felicidad. El amor de Dios te fortalece, te ayuda a sostenerte de su mano invisible pero poderosa en tus momentos de angustia. El amor de Dios cubre tus multitudes de pecados, y te da nuevas oportunidades.

Cada mañana cuando despiertes, dale gracias al Señor. Y cada noche antes de ir a dormirte, pon tus sueños en sus manos. Recibe su amor, y atrévete a amar a otros con tranquilidad. Tus mejores días todavía están por escribirse bajo el poder absoluto de todo lo bueno con lo que tu Padre Celestial te bendecirá.

Tu hermano en Cristo,

Pablo Román Caballero

No hay comentarios:

Publicar un comentario