domingo, 8 de enero de 2023

Como escribir mi propia historia con Dios

 


Como escribir mi propia historia con Dios

El Salmista David, no llegó a ser el hombre que fue de la noche a la mañana. Tuvo que pasar por todo un largo proceso en su vida lleno de altos y bajos. Muchas de sus experiencias están reflejadas en sus salmos y pueden enriquecer nuestras vidas. En ellos tenemos grandes secretos como vemos a continuación, y así nosotros también podremos  contar nuestra propia historia. 

Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien;
He puesto en Jehová el Señor mi esperanza,
Para contar todas tus obras.

Salmos 73:28 RVR1960

Pero en cuanto a mi. . .    La individualidad de nuestra vida. Somos individuos en medio de un conjunto llamase este conjunto: familia, amigos, colegas de trabajo, comunidad, equipo etc. Las presiones del grupo tienden a hacernos actuar en ciertas maneras que conforman nuestra conducta a la conducta del grupo al que queremos pertenecer.  Y esto es normal, forma parte de vivir en sociedad. Sin embargo, en medio de todo ese mar de influencias, nunca debemos perder nuestra individualidad. Dios nos ha dotado con la capacidad de analizar, interpretar lo que nos rodea, a fin de que podamos mantener nuestra individualidad. Josué manifestó esa individualidad cuando reunió al pueblo en Siquem. Jos.24:1-15. Te invito a detenerte por un momento y pensar, haz perdido tu individualidad? Te cuesta expresar tus ideas porque te parece que no son importantes? Temes las reacciones de los demás, más que tu propia conciencia? 

El acercarme a Dios es el bien. . .    Todo lo que hacemos tiene un efecto en nuestra relación con Dios. Nuestros hechos pueden acercarnos o alejarnos de Dios. Al mismo tiempo, nuestra relación con Dios tiene un efecto en lo que nosotros hacemos. Todo lo que Dios quiere para nosotros es el bien. Jesús dijo que si nosotros siendo malos, sabemos dar buenas dádivas a nuestros hijos, cuanto más Dios dará buenas cosas, a los que le pidan? Mat.7:11. Su invitación a acercarnos siempre esta allí: Venid pues y estemos a cuenta Isa. 1:18; Venid a mí todos los que estáis cargados y cansados. . .  Mat.11:28   Cuando te acercas a un árbol grande en un día soleado, sientes que la sombra detiene el sol, y entre más te vas acercando al tronco, mayor es la frescura que sientes en tu vida. Y es que el que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente. . .  Sal. 91

He puesto en Jehová el Señor mi esperanza. . .   Como dijimos al principio, somos individuos que nos adherimos a un grupo por una u otra razón. Este grupo de alguna manera nos ofrece algo, que nosotros pensamos necesitar. Esto va creando un lazo con el grupo y depositamos en este grupo nuestra confianza.  Esperamos que en el momento que les necesitemos ellos estén allí con nosotros. Sin embargo esto no sucede muchas veces y aquellos mismos en quienes confiamos, y de quienes esperamos algo nos pueden defraudar. Otras veces, esperamos que lo material y las cosas de este mundo, nos sean suficientes para nuestras necesidades y ponemos en ellas nuestra esperanza. Esto también nos falla, y no puede darnos la felicidad. Sin embargo el Salmista había aprendido a poner en Jehová toda su confianza. No esperaba que fuese el rey Saúl, ni sus hermanos mayores quien le protegiese de Goliat, no, el esperaba en Dios. I Sam. 17:37 . . . él también me librará de la mano de este filisteo. . .   Lo crees? Crees tu también que Dios puede librarte de las manos de aquellos que buscan tu mal? Aprendamos a poner en Dios nuestra esperanza y no en el hombre, o en aquellos que nos prometen tantas cosas.  Menos en las cosas materiales, que hoy tenemos y mañana ya no están.

Para contar todas sus obras. . .   Si hoy conocemos la historia de David, es porque David venció. Si conocemos la historia de los jóvenes hebreos en el horno de fuego, es porque sobrevivieron los juicios del rey de BabiloniaJeremías sobrevivió la cisterna y las injurias de los suyos, y cuantas obras más pudiésemos contar. . .  porque todos ellos individualmente , prefirieron acercarse a Diosponer en el su esperanza, y ahora nos hablan por sus obras. Heb. 11:4 . . .  y por la fe, estando muerto, todavía habla.  Individualmente, preparo su ofrenda, no importando lo que otros a su alrededor ofrecían, el sabía lo que Dios se merecía y por eso trajo lo mejor de su ofrenda. La mejor ofrenda que puedes entregar a Dios en esta mañana, es tu corazón, y permitirte a ti mismo, tener tu propia historia que contar

Luis R. Cañas, pastor


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