viernes, 28 de mayo de 2021

TE COMPARTO UN SECRETO ESPIRITUAL

 


TE COMPARTO UN SECRETO ESPIRITUAL

En este mensaje que te voy a compartir, es mi oración que hoy puedas aferrarte más de la mano de tu Señor. Que al terminar de leer, conozcas un gran secreto espiritual.

Yo no sé si tú tienes alguna preocupación grande en estos momentos. Pero sí te puedo decir que a pesar de cualquier circunstancia, la Biblia te promete que Dios está obrando en tu vida, "Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes" (Santiago 4:8a).

Una de las formas que el diablo busca alejarnos del Señor es lanzando dardos de fuego a nuestras mentes (Efesios 6:16). Estos dardos de fuego procuran llenarnos de preocupaciones.

El diablo no puede leer nuestros pensamientos porque él no es omnisciente. Pero sí puede tentarnos, tratar de enemistarnos con nuestros seres amados y buscar la forma de robarnos la paz.

"Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quién devorar" (1 Pedro 5:8).

El lanzarnos dardos de fuego tiene dos objetivos principales:

1. Llenarnos de preocupaciones
2. Llenarnos de temores

Las preocupaciones y los temores hacen que nuestra fe disminuya. Al disminuir nuestra fe, comenzamos a tratar nosotros mismos de resolver los problemas. Y entre más tratamos de resolver nuestros problemas con nuestras fuerzas más nos complicamos la vida.

Pero el Señor te dice: acércate a mí y yo me acercaré a ti. Y ¿cómo te puedes acercar a Dios?

Este tipo de acercamiento no se refiere solo a ir más a la iglesia. Se refiere a crecer en fe.

Te explico este secreto espiritual.

Jesús siempre busca la forma de ayudarnos a crecer espiritualmente. Pero como en toda relación, una relación es de dos partes, no de un solo lado. Así que Él viene y nos llama, "toca a nuestra puerta". Entonces está de nosotros, darle espacio para que entre en nuestra vida, pero ahí no termina la relación.

Una vez que Jesús entra en nuestras vidas, Él espera que nosotros confiemos totalmente en su Poder y Deidad, que no solo sea nuestro Salvador pero también nuestro Señor.

Así que en lugar de Él estar en nuestra casa, nosotros pasamos a estar en SU CASA. Y el dueño de la casa es quién tiene la responsabilidad de cubrir todas las necesidades de esa casa.

"He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo" (Apocalipsis 3:20).

¿Me sigues? ¿Me entiendes?

1. Jesús llama a la puerta
2. Tu oyes la voz y abres la puerta de tu casa
3. Jesús cena contigo porque es tu casa
4. Pero luego tú cenas con él porque ahora es SU CASA.

Cuando tenemos problemas, esos problemas son una oportunidad para nosotros dejar de ser los dueños de la casa y recibir a Cristo como el dueño.

Cada problema, cada preocupación, es una oportunidad de confiar en que el dueño es Jesús y sobre Él recae la responsabilidad de encontrar una solución. Mi deber es confiar en que Jesús tiene control de todo porque Él es el dueño de la casa, no tú.

No sé si hoy estas pasando por un momento de ansiedad o angustia, pero algo si te puedo decir, atrévete a confiar en Jesús, pase lo que pase. Atrévete a creer, por fe, no por vista. Deja de tener el control, no es tu casa, es la casa de Jesús, deja que Él se ocupe de los problemas.


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