martes, 2 de marzo de 2021

¿QUIERES SANARTE? ...¿QUIERES QUE TU PROBLEMA SE RESUELVA?

 

¿QUIERES SANARTE? .. ¿QUIERES QUE TU PROBLEMA SE RESUELVA?


Cuando Jesús lo vio acostado y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo:—¿Quieres ser sano? (Juan 5:6)

¿O será que simplemente quiere esperar?

Este pasaje de la Biblia nos cuenta de personas discapacitadas que esperaban todos los días alrededor de una piscina con la esperanza de ser sanados. Cuando un ángel venia y movía las aguas, el que primero entrara en la piscina se sanaba.

Hay mucha gente que se pasa la vida esperando un milagro. Y mientras esperan se acostumbran a estar paralizados.

Este hombre era un inválido y había estado así durante 38 años. Estoy seguro de que había estado en esa piscina muchas veces. Jesús le hizo una pregunta muy importante: ¿Quieres sanarte?

¿Por qué Jesús le haría esta pregunta? ¿No era obvia la respuesta? Tal vez no.

Hay mucha gente que no quiere curarse. No quieren cambiar.

Fíjete que el hombre comenzó a poner excusas. Culpó a los demás por su incapacidad para meterse en la piscina. Nadie lo ayudaría a meterse en la piscina; e incluso si se estaba acercando, alguien más entraría antes que él. Según el invalido, la culpa de que él no fuera sano, no era suya.

Y es posible que no fuera su culpa, ¿pero qué ganaba con culpar a los otros? El culpar a otras personas nos quita urgencia, nos quita motivación pues solo sentimos lastima por nosotros mismos. Cada vez que escuches a una persona echarle la culpa a otro, sea culpando a una persona o a un país, es una persona que se ha conformado con su situación y no quiere tener responsabilidad en los hechos. Prefiere asumir una posición dolorosa pero cómoda.

El hecho de que Jesús le haya preguntado a este hombre si quería ser sano, era para que el hombre tomara responsabilidad de su decisión, pero el hombre lo que hizo fue empezar a culpar a todo el mundo y a las situaciones de la vida.

Quizás Jesús nos haga esa pregunta hoy por medio de este mensaje. Quizás nos esta invitando a nosotros mismos tomar responsabilidad de nuestros problemas y dejar de culpar a otros, porque cuando hagamos eso, nuestros problemas se solucionarán.

Le pido a Dios que te regale un milagro así como se lo regalo a este hombre,

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