viernes, 2 de mayo de 2014

¿Sabes cómo agradar a Dios?


 

En la Biblia encontramos varios ejemplos de hombres y mujeres que fueron obedientes y siguieron las instrucciones de Dios, tal y como Él se los ordenó. Uno de ellos fue Noé, quien honró a Dios en todo momento y lo complació con su manera de vivir.
Algunas de las características que podríamos imitar de Noé para llegar a agradar a Dios son las siguientes:
Amarlo por encima de todo. Amó a Dios más que a nada en el mundo; cumplió fielmente su voluntad y disfrutó de una estrecha relación con Él.
Confiar en Él completamente Noé confío en Dios, incluso cuando todo lo que le ordenaba parecía no tener sentido para él. Pero por fe, construyó el arca y su confianza fue un acto de adoración para Dios, quien se complace en los que le honran.
Obedecerlo de todo corazón. No desobedeció ninguna instrucción, hizo todo lo que Dios le pidió, sin reservas ni titubeos.
Te preguntaste alguna vez ¿por qué a Dios le agrada tanto la obediencia? Porque es la demostración de que realmente lo amamos. Jesús dijo: “Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos” Juan 14:15
Dios no espera que lleguemos a ser maduros espiritualmente para comenzar a amarnos. Nos ama de la misma manera en cada una de las etapas de nuestro crecimiento. Él sabe que no somos perfectos y que pecamos constantemente, pero esas no son razones suficientes para que deje de amarnos.
Como dice Rick Warren: “Cuando vivimos a la luz de la eternidad, nuestro enfoque cambia. En lugar de plantearnos: “¿Cuánto placer me proporciona la vida? Deberíamos preguntarnos: “¿Cuánto placer le proporciono a Dios con mi vida?”.
Dios está buscando personas como Noé, dispuestas a vivir para agradarlo. Te animo a que tú y yo seamos parte de ese grupo, sólo necesitamos rendirle por completo nuestras vidas, tener una relación más estrecha y personal con Él, esforzarnos cada día por conocerlo más y obedecerlo; pues sólo de esa manera podremos alegrar su corazón en todo tiempo y lugar.
Dios mío, enséñame a cumplir tus mandamientos, pues obedecerlos me hace feliz; ¡los cumpliré toda mi vida! Aclara mi entendimiento, y los seguiré de todo corazón. Salmo 119:33 (TLA)
No hay nada que Dios no haga por quien se empeñe en agradarlo. 

 
Brisna Bustamante
     CVCLAVOZ

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