viernes, 21 de febrero de 2014

CUANDO NADA PARECE TENER SENTIDO






Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos. Isaías 55:9 (NTV)
Enfrentar algo que uno no esperaba, es uno de los momentos más dolorosos que se puede experimentar porque uno siente que todo su mundo se vino abajo, que sus sueños ya no se harán realidad y que no vale la pena seguir adelante ni volverlo a intentar.
Uno siempre espera que las cosas se den como las había planeado y anhelaba, no de manera contraria. Por ejemplo: Cuando tienes un familiar enfermo, no esperas que fallezca. Cuando te casas, no esperas divorciarte jamás. Cuando te postulas a un trabajo o a una beca, no esperas que te rechacen. Cuando emprendes un negocio no esperas fracasar. Cuando ingresas a la universidad o un nuevo colegio, no esperas reprobar.
Superar una de éstas circunstancias no es nada sencillo y más porque el enemigo aprovecha estos momentos para ganar la batalla en nuestra mente y en nuestro corazón, porque nos sentimos frustrados y deprimidos, sin ganas de continuar, sentimos que no valemos ni servimos para nada e incluso llegamos a pensar que quitándonos la vida solucionaremos el problema. ¡Grandes Mentiras! Porque Dios dice: “Pues yo sé los planes que tengo para ustedes. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza”. Jeremías 29:11
Nadie dijo que fuera malo llorar y tener un tiempo para superar una experiencia complicada, lo que no debes hacer, es quedarte en ese estado más del tiempo necesario. Deja de lamentarte y de pensar en lo que no obtuviste, párate y sacude el polvo de tus zapatos, inicia una nueva carrera, trázate nuevas metas y nuevos planes. Jamás dejes de soñar, esfuérzate y lucha por alcanzar todos tus objetivos y hacer realidad cada uno de tus sueños. Vuélvelo a intentar, no te des por vencida(o), y si por algún motivo volvieras a caer, te volverás a levantar porque cada caída te fortalecerá y te enseñará a confiar y depender más de Dios.
Enfócate en lo que está por venir y lo más importante, encomienda cada día tu vida en las manos de tu Creador, porque Él jamás te dará una prueba mayor a la que puedas soportar, sino que te dará las fuerzas necesarias para triunfar.
Aunque hoy nada de lo que estés viviendo tenga sentido, recuerda que Dios no perdió el control de la situación, los planes que tiene para tu vida son mayores a los que tu misma(o) puedes imaginar.

 El te ama y siempre te dará lo mejor. Mantén puestos tus ojos en Él y sigue confiando en sus promesas, pues todas son dignas de confianza.
 
CVCLAVOZ

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