sábado, 18 de febrero de 2023

ARBOLES SECOS

 


ARBOLES SECOS

Hace unos días una amiga me envió una foto muy bonita y me escribió “vi esta foto y pensé que podrías usarla para tu blog”. La foto capto mi atención y observándola vino a mi mente un salmo que hubiera sido el perfecto para colocar en ella, mas al buscar en la Biblia encontré otros versos de los cuales escogí uno creando así la siguiente foto.

»Bendito el hombre que confía en el Señor, y pone su confianza en él. Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto.» -Jeremías 17:7-8

Hermanos, a través de la Biblia el Señor nos enseña su carácter y nos educa de cómo debemos proceder en la vida. Siendo cristiana por varios años no dejo de aprender ni de maravillarme la forma que el Espíritu Santo utiliza un verso y le da significado de acuerdo a la situación que estemos atravesando. La palabra de Dios es realmente viva pero solo aquellos que están desesperados por Su presencia tienen la revelación de la misma.

Buscando en su palabra, encontré varios versos que voy a compartir con ustedes. Le pregunte al Señor ¿qué quería decir con ellos? y el espíritu de Dios hablo a mi corazón lo siguiente:

“Muchos pasan por sequía y son árboles secos tratando de dar sombra y esperando algún ave que haga nido en sus ramas. Me conocieron y dicen amarme pero el enemigo ha traído distracciones a sus vidas que los han alejado de mi presencia. Actúan y hablan lo que conocen y aparentan tener una relación conmigo pero por dentro están secos y hace mucho que no hablan conmigo.”

Hermanos, analicemos la palabra de Dios, él dice que apartados de el nada podemos hacer, dice que aquel que se deleita en su presencia jamás se secara. El Señor dice que si confiamos en el somos bendecidos aun en tiempos malos, dice que seremos prósperos y daremos frutos aun en tiempos de tribulaciones. Entonces, ¿por qué hay tanta gente sumida en depresión, ansiedad y tristeza? ¿Por qué tantos cristianos luchan por levantarse cada día y aparentan un gozo y libertad que no poseen? ¿Por qué no nos quitamos las máscaras y aceptamos que hay tiempos que somos árboles secos?

La respuesta es que nadie quiere ser señalado, criticado o rechazado por no ser lo suficientemente “espiritual” como para superar cualquier obstáculo que se presente. Y esto queridos hermanos es una mentira del mismo infierno. Al aceptar a Jesús emprendemos una nueva vida, tendremos retos y tribulaciones al igual que los inconversos pero nuestra victoria esta en Cristo y en lo que él hizo por nosotros, no en nuestras habilidades. Somos gente imperfecta que ama a un Dios perfecto y que día a día carga su cruz para conocerlo más y permitirle que transforme nuestras vidas.

Ahora la pregunta es, ¿Por qué somos árboles secos?

Claramente un árbol que crece junto a una corriente de agua se suple de ella y aun en tiempo de sequía, profundiza sus raíces y obtiene su alimento. Esta analogía se usa en la Biblia, el agua simboliza la presencia de Dios y del Espíritu Santo, y nosotros somos los árboles. Si crecemos en la palabra y nos mantenemos buscando la presencia de Dios, nunca nos secaremos porque aun en las tribulaciones el Señor suplirá la necesidad para que atravesemos la tormenta. Pero si nos alejamos de Dios y de su presencia (tal vez poco a poco y sin darnos cuenta), llegara el tiempo de sequía/prueba y no tendremos las raíces profundas (el conocimiento de la palabra) para mantenernos de pie, ni la presencia de Dios para guiar nuestros pasos. Es ahí que nos secamos, y no es hasta que estamos a punto de morir, que desesperamos por una respuesta o solución.  Nos secamos porque dejamos de buscar agua fresca a diario, porque los afanes de la vida nos lo impiden, porque no sacamos el tiempo para hacer del estudio de la palabra y de la intimidad con nuestro Padre, una prioridad en nuestras vidas.

(Dichoso el hombre) “que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado a la orilla de un rio que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!” –Salmos 1:2-3

»Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.” –Juan 15:5-6

Ahora quisiera hacerte una pregunta, ¿cuán desesperado estas por la presencia de Dios en tu vida? ¿Cuán necesitado estas de un milagro en tu familia, hijos, salud, negocio?

Hasta que no estés cansado de estar cansado, no buscaras solución a eso que te aqueja y que te ha secado. ERES UN ARBOL SECO, ¡SI, TU!

Lo peor de ser un árbol seco no solo es tu propia condición de muerte en vida, no es solo tu depresión, ansiedad, drogadicción, pornografía, etc. UN ARBOL SECO NO DA FRUTOS. Nosotros somos llamados a vivir para Dios, permitir que el transforme nuestras vidas y a través de nosotros, la salvación llegue a otros. Nosotros somos salvos y parte importante del conocer a Cristo es el compartirlo con aquellos que aún no lo conocen y eso es dar fruto para el Reino. Si estas seco, te aíslas y dejas de dar frutos, dejas de compartir la palabra, dejas de dar testimonio, dejas de servir, dejas de dar, dejas de amar a otros, toda buena obra termina. Esto es justo lo que el enemigo de las almas quiere, obstaculizar nuestro crecimiento y detener el avance que podamos lograr del Reino de Dios aquí en la tierra.

Medita en este verso de Ezequiel:

12 Junto a las orillas del río crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas no se marchitarán, y siempre tendrán frutos. Cada mes darán frutos nuevos, porque el agua que los riega sale del templo. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas serán medicinales. –Ezequiel 47:12

Interpretación:

Esto es, el hombre que se alimenta de la palabra de Dios, que vive por ella y no se aparta, será prospero, siempre su trabajo dará frutos y no solamente eso, sus frutos servirán de alimento a otras personas porque de la abundancia del espíritu que Dios derrame sobre él se beneficiaran en su casa, trabajos, amigos y conocidos. La palabra de Dios es vida y este hombre dará vida al hablar a otros la palabra de Dios.

El Señor anda buscando hombres y mujeres dispuestos a vivir en su presencia, crecer en su palabra y ser usados como instrumentos para alcanzar las almas y para su gloria. ¿Estas tu dispuesto a ser ese hombre/mujer?

Jesús se puso de pie y exclamó:

—¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! 38 De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva. –Juan 7:38

 Entonces oí la voz del Señor que decía:

—¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros?

Y respondi: —Aquí estoy. ¡Envíame a mí! -Isaias 6:8

te_necesito

Oración:

Padre Santo, te adoramos y exaltamos tu nombre. Gracias por tu palabra y por la revelación que traes a nuestras vidas. Señor, yo no quiero ser un árbol seco, quiero vivir con tu gozo y paz. Quiero tu presencia en cada área de mi vida y que fluyan ríos de agua viva dentro de mí y a través de mí. Renuévame porque estoy, desesperada por tu presencia. Gracias por escuchar mi oración. En el nombre poderoso de Jesús he orado. Amen

Si no le has entregado tu vida a Nuestro Señor Jesucristo, éste es el primer paso para la salvación de tu alma y para contar con el favor de Dios en todos tus caminos.  Entra a nuestra página  Plan de Salvación y con una oración simple tu vida cambiará para siempre.  ¡Dios te bendiga!

Autor: Blog Conociéndole a El

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