viernes, 4 de septiembre de 2015

Olvidaste cuidarla

 
Un día, un hombre muy sabio le dio a su hija un regalo, una flor muy cara y rarísima, de la cual había apenas un ejemplar en todo el mundo y le dijo: -“Hija, esta flor te ayudará ¡más de lo que tú te imaginas!, únicamente necesitas regarla y podarla de vez en cuando, ocasionalmente conversar un poco con ella, y a cambio tendrás su perfume maravilloso y las más lindas flores.” La joven estaba muy emocionada, pues la flor era de una belleza sin igual.
A medida que los días pasaron, surgieron problemas y el trabajo consumió todo su tiempo, impidiéndole cuidar de ella como debía. Al llegar a casa, miraba la flor que aun estaba ahí, sin mostrar ningún signo de debilidad o muerte, siempre linda y perfumada. Entonces ella pasaba sin prestarle mayor atención.
Hasta que un día, se llevó un gran susto; la flor estaba completamente muerta, sus raíces estaban resecas, sus flores caídas y sus hojas amarillas. La joven se echó a llorar y le contó a su padre lo que había acontecido.
Él le respondió: “Imaginé que eso ocurriría, lamentablemente no puedo darte otra flor, porque no existe otra igual a ella, era única, así como tus padres, hermanos, esposo, hijos y amigos”. Todo lo que tienes son bendiciones que Dios te dio, pero debes aprender a darles la atención que necesitan, porque sino los perderás. Te acostumbraste a ver la flor viva, siempre perfumada y te olvidaste de cuidarla.
¿Cuánto tiempo separas cada día para estar con Dios, con tus padres, hermanos, pareja, hijos y amigos? Posiblemente estás perdiendo momentos que jamás podrás recuperar por mantenerte tan enfocado en ti, en tu trabajo y en alcanzar sólo tus objetivos personales, que no estás considerando que ese tiempo no es negociable y que tu felicidad será incompleta si Dios no te concede vida y salud, y si no tienes con quién compartir todo lo que obtengas.
¡No vivan siempre con el deseo de tener más y más! No por ser dueños de muchas cosas se vive una vida larga y feliz. Lucas 12:15 (TLA)
Mientras tengas vida, cuida y fortalece cada día tu relación con Dios y con las personas que amas, valóralos, porque tenemos un tiempo muy breve para hacerlo acá en la tierra.

  
Un día, un hombre muy sabio le dio a su hija un regalo, una flor muy cara y rarísima, de la cual había apenas un ejemplar en todo el mundo y le dijo: -“Hija, esta flor te ayudará ¡más de lo que tú te imaginas!, únicamente necesitas regarla y podarla de vez en cuando, ocasionalmente conversar un poco con ella, y a cambio tendrás su perfume maravilloso y las más lindas flores.” La joven estaba muy emocionada, pues la flor era de una belleza sin igual.
A medida que los días pasaron, surgieron problemas y el trabajo consumió todo su tiempo, impidiéndole cuidar de ella como debía. Al llegar a casa, miraba la flor que aun estaba ahí, sin mostrar ningún signo de debilidad o muerte, siempre linda y perfumada. Entonces ella pasaba sin prestarle mayor atención.
Hasta que un día, se llevó un gran susto; la flor estaba completamente muerta, sus raíces estaban resecas, sus flores caídas y sus hojas amarillas. La joven se echó a llorar y le contó a su padre lo que había acontecido.
Él le respondió: “Imaginé que eso ocurriría, lamentablemente no puedo darte otra flor, porque no existe otra igual a ella, era única, así como tus padres, hermanos, esposo, hijos y amigos”. Todo lo que tienes son bendiciones que Dios te dio, pero debes aprender a darles la atención que necesitan, porque sino los perderás. Te acostumbraste a ver la flor viva, siempre perfumada y te olvidaste de cuidarla.
¿Cuánto tiempo separas cada día para estar con Dios, con tus padres, hermanos, pareja, hijos y amigos? Posiblemente estás perdiendo momentos que jamás podrás recuperar por mantenerte tan enfocado en ti, en tu trabajo y en alcanzar sólo tus objetivos personales, que no estás considerando que ese tiempo no es negociable y que tu felicidad será incompleta si Dios no te concede vida y salud, y si no tienes con quién compartir todo lo que obtengas.
¡No vivan siempre con el deseo de tener más y más! No por ser dueños de muchas cosas se vive una vida larga y feliz. Lucas 12:15 (TLA)
Mientras tengas vida, cuida y fortalece cada día tu relación con Dios y con las personas que amas, valóralos, porque tenemos un tiempo muy breve para hacerlo acá en la tierra.

  Brisna Bustamante
       CVCLAVOZ

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