viernes, 28 de agosto de 2015

Un corazón dispuesto

 
En la biblia encontramos varios ejemplos de hombres y mujeres que fueron obedientes y siguieron las instrucciones de Dios, tal y como Él se los ordenó. Uno de ellos fue Noé, quien honró a Dios en todo momento y lo agradó con su manera de vivir.
Además de haber sido un hombre justo, la única persona intachable que vivía en la tierra en ese tiempo y haber andado en íntima comunión con Dios, podemos resaltar otras características por las que halló gracia ante sus ojos:

 
  • Amó a Dios por encima de todo. Cumplió fielmente su voluntad y disfrutó de una estrecha relación con Él.
  • Confió en Él. Creyó en Dios, incluso cuando todo lo que le encomendó parecía no tener sentido.
  • Lo obedeció sin cuestionar. Hizo todo lo que Dios le pidió con un corazón humilde. Por fe construyó el arca y su confianza fue un acto de obediencia y adoración.
Te preguntaste alguna vez ¿por qué a Dios le agrada tanto la obediencia? Porque es la demostración de que realmente lo amamos. Jesús dijo: “Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos” Juan 14:15 (NVI)
Dios no espera que lleguemos a ser maduros espiritualmente para amarnos. Su amor es el mismo en cada una de las etapas de nuestro crecimiento; sabe que no somos perfectos y que pecamos constantemente, pero igual sigue amándonos.
Como dice Rick Warren: “Cuando vivimos a la luz de la eternidad, nuestro enfoque cambia. En lugar de cuestionarnos: “¿Cuánta satisfacción me ofrece la vida?, deberíamos preguntarnos: “¿Cuánta complacencia le doy a Dios con mi vida?”.
Dios está buscando personas como Noé, dispuestas a hacer su voluntad y honrarlo con nuestra manera de vivir. Te animo a que tú y yo seamos parte de ese grupo, solo necesitas tener una relación más estrecha y personal con Él, obedecerlo, esforzarte cada día por vivir en santidad e integridad y compartir su amor con todos los que te rodean; así alegrarás su corazón.
Dios mío, enséñame a cumplir tus mandamientos, pues obedecerlos me hace feliz; ¡los cumpliré toda mi vida! Aclara mi entendimiento, y los seguiré de todo corazón. Salmo 119:33 (TLA)
No permitas que nada obstaculice tu relación con Dios, menos la desobediencia y la incredulidad.

 Brisna Bustamante
      CVCLAVOZ

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