
Pablo antes conocido como Saulo de Tarso era un cazador de cristianos, un día recibió su llamado a predicar y fue ese el punto de inicio de Pablo como apóstol y siervo de Jesucristo, se convirtió de perseguidor a predicador y muchos de los que lo conocían no creían su cambio.
Hechos 9:26 dice: “Cuando Saulo llegó a Jerusalén, trató de reunirse con los creyentes, pero todos le tenían miedo. ¡No creían que de verdad se había convertido en un creyente!” (NVT).
Muchos de los creyentes hemos llegado a los pies de Cristo a cierta de edad, cuando ya hemos hecho o dicho cosas vergonzosas y ahora que conocemos el amor de Dios, hemos sido transformados pero algunas de las personas que nos conocen no creen en nuestro cambio o no podemos creer que alguien que vivió una vida libertina haya cambiado.
¿Cuántas veces has sido juzgado en base a tu pasado? A muchos de nosotros nos han señalado y condenado por el pasado que tuvimos y hemos llegado al punto de dudar de obra transformadora de Dios en nuestra vida.
Cuando te juzguen recordando tu pasado o el enemigo te susurre al oído lo que hiciste, recuerda esta verdad “Dios te transformo y no eres una persona común, sino que eres hijo de un Rey”. Hechos 10:15dice: “Pero la voz habló de nuevo: —No llames a algo impuro si Dios lo ha hecho limpio” (NTV), Dios te limpió del pecado y te santificó, aunque los demás lo duden o no lo crean, tú cree y vive conforme a lo que Dios hizo en ti.
“No eres común, eres una persona extraordinaria”
Judith Quisbert
CVCLAVOZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario