viernes, 4 de septiembre de 2020

Protección

  

Al observar una película documental sobre la vida de los tiburones, un buzo descendía a las profundidades del mar, protegido por una jaula de barrotes de acero.

Las escenas que siguieron evidenciaron la crueldad y fuerza de los escualos. Con gran violencia intentaban cercenar el cuerpo del hom, toda la zona se llenó de voraces tiburones que comenzaron a atacarlo.
Después de arrojar un cebo especial a las agua

El Señor me mostró con claridad que debemos estar siempre revestidos de la armadura divina. Así nos ataca el enemigo: con furia y fuerza. Si nos cubrimos con la armadura de Cristo, se romperá los dientes sin conseguir tocarnos.bre rana, y en su furia mordían los barrotes, perdiendo dientes en el intento. Entre el buzo y la muerte sólo estaban los barrotes de la jaula.

Salmos 3:3 Mas tú, Dios, eres escudo alrededor de mí: Mi gloria, y el que ensalza mi cabeza.

Las escenas que siguieron evidenciaron la crueldad y fuerza de los escualos. Con gran violencia intentaban cercenar el cuerpo del hombre rana, y en su furia mordían los barrotes, perdiendo dientes en el intento. Entre el buzo y la muerte sólo estaban los barrotes de la jaula.

El Señor me mostró con claridad que debemos estar siempre revestidos de la armadura divina. Así nos ataca el enemigo: con furia y fuerza. Si nos cubrimos con la armadura de Cristo, se romperá los dientes sin conseguir tocarnos.

Salmos 3:3 Mas tú, Dios, eres escudo alrededor de mí: Mi gloria, y el que ensalza mi cabeza.


No hay comentarios:

Publicar un comentario