Os daré las misericordias fieles de David. Hechos 13:34.
Nada es seguro en el hombre; en Dios todo lo es. Fieles son las misericordias de la alianza, como cantó David: «Él ha hecho conmigo pacto perpetuo, ordenado en todas las cosas, y será guardado». Seguramente el Señor quiso decir que usaría con nosotros de misericordia. Sus palabras no son vanas. Todas sus promesas son verdaderas.
Su misericordia en verdad es misericordia, y aun cuando la muerte nos impida ver sus efectos, sin embargo reconoceremos que la palabra del Señor nunca será desmentida. Estamos ciertos de que Dios concederá las promesas hechas a todos los hijos del pacto. Cada uno de los elegidos de Dios recibirá a su tiempo la gracia prometida. Son «firmes a toda simiente», desde la más pequeña hasta la más grande.
Hoy al recibir esa misericordia divina la extiendo a quienes me rodean.
Señor, Gracias por ser tan misericordioso conmigo. Tu misericordia viene a mi cada mañana. Amén.
Charles Spurgeon.
Libro De Cheques Del Banco De La fe.
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